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3

—¡Cúbrete! —Colton se abalanzó hacia mi, poniéndose de escudo. Había mucho alboroto, habían gritos. Hubo un momento en que las balsa se pararon.

—¡Colton! —escuché la voz de alguien. Conocía esa voz— ¡Hasta que por fin me vengaré de ti! —era Darren. Miré por encima del hombro de Colton que Darren se subía al ring. Él era quien llevaba la pistola. Y ahora caía en cuenta de algo: fue él quien mató a Andy, fue él quien le dijo cosas de Colton a La Cobra. La pregunta era por qué.

Colton y yo nos pusimos de pie, pero siempre Colton frente  a mi, protegiéndome. De tanto caos y alboroto me había olvidado de Trent. No sabía si estaba herido o si se había ido. Lo busqué con mi mirada entre la oscuridad del lugar, solo había una luz blanca encima del ring ahora. Miré una silueta en la barra, lo conocía. Trent me hizo seña de que me callara.

—¿Qué mierdas haces, Darren? —le espetó Colton.

—Vengarme de ti —respondió Darren, parecía desorientado. Quizás hasta drogado estaba.

—¿Darren, qué pasa contigo? —le cuestioné haciéndome notar.

—Monique, siempre lo escogiste a él. Estuve ahí desde el inicio y siempre lo mirabas a él. —me apuntó con la pistola. —¡Este maldito me ha quitado todo lo que he querido! —nos apuntó— ¡Primero Barbara, después Angelique y ahora con Monique!

Sentí algo dentro de mi al momento en que mencionó a esa tal Bárbara de nuevo. Me tenía cansada la misma situación. Y al parecer a Darren también. No conocía las historias pero estos dos tenían problemas por mujeres. Y me sentí muy incómoda.

—Necesitaba el puto dinero así que por eso asesiné a Andy, sería matar dos pájaros de un solo tiro. Así es, sería un robo: matar a Colton Dashner y tomar su dinero. Esa vez te salvaste pero dudo mucho que esta vez puedas hacerlo —dijo— Monique no te merece.

—Darren, por favor, podemos hablarlo con calma —le dije— Tú no eres así.

—¡No! Este imbecil hizo que me volviera así. Tiene todo lo que quiero.

—¡No seas ridículo, Darren! —espetó Colton— Estás a la sombra porque quieres.

—No hables, Dashner —detrás de él pude notar a Trent caminar hacia Darren sigiloso. Tenía miedo que él se diera cuenta y le hiciera daño a Trent.

—Dinos la verdad, Darren —me quité de detrás de Colton y me puse frente a él— ¿Por qué lo haces? —lo miré a los ojos. Su mirada se suavizó un poco cuando lo miré así. Sentía que en el fondo Darren solo estaba herido y desorientado.

—Porque necesito el dinero —respondió primeramente— Para poder tenerte a ti.

Me sorprendí al momento en que dijo eso.

—¿Qué tiene que ver el dinero conmigo? —quise saber.

—Si tengo dinero puedo darte un futuro —se acercó, Colton se quiso acercar también pero lo detuve— Es lo único que quiero. —acarició mi mejilla. En el fondo yo estaba temblando porque su pistola estaba muy cerca y podía pasar cualquier cosa. Además, yo sabía que solo estaba haciendo esto para entretenerlo y que Trent pudiera hacer sea lo que sea que haría.

—¿Y quién te dijo que a mí me importa el dinero? —murmuré— Lo que mas espero que una persona es la sinceridad, algo real.

—Pues entonces estás con la persona equivocaba —me dice.

—¿Por qué?

—Porque Colton no es sincero.

Me dolió que me dijera eso. Quizás me dolió porque en el fondo tenía razón. Y no quería aceptarlo.

—No digas estupideces —Colton se exaltó y tomó a Darren del cuello, en ese momento Darren apuntó con el arma las costillas de Colton, pero Trent hizo su aparición y quitó el arma de la mano de Darren, ahora apuntándolo a él.

¡Sí!

—¿Te crees machito ahora sin tu arma, eh? —Colton lo estaba asfixiando.

—Colton, déjalo —intenté separarlo, pero éste no se dejaba.

—¿Por qué... no le dices... la verdad a... Monique? —escuché que le preguntó entre jadeos. Tomé el brazo de Colton y lo quise quitar. Lo iba a matar si seguía así.

—¡Colton, maldita sea, suéltalo! —exclamé empezando a enojarme ya. Colton le hizo un último apretón para después tirarlo al piso.

—¿Ahora qué haremos? —cuestionó Trent quitándole las balas a la pistola.

—Meter a este imbecil a la cárcel —dijo Colton.

—Yo tengo una mejor idea —una voz proveniente de la entrada nos hace poner nuestra atención allí. Venía La Cobra con su gente. ¿Qué hacían ellos aquí?

—Cobra, ¿qué haces aquí? —preguntó Colton.

—He estado averiguando cosas —La Cobra se adentró al ring con su gente—Darren me mintió y sabes que eso es muy grave. Nadie juega conmigo, Colton —nos miró— Así que si quieres nos podemos llevar a este borreguito y hacer que entienda ciertas reglas.

Darren lo miraba con terror, se quiso levantar pero dos hombres lo detuvieron de los brazos.

—No, por favor, con el no —suplicaba Darren— Colton, Monique...

Miré a otro lado porque no soportaba su mirada en mi.

—Esto volverá a la normalidad, Colton —nos dice La Cobra— Y no te preocupes, el premio es tuyo. Esteban huyó como un cobarde.

¿Espera... qué? Entonces La Cobra era quien organizaba todas estas peleas. Pues no se por qué no lo supuse antes.

—Espero no tener que volverme a topar con este imbecil nunca más —espetó Colton.

—No te preocupes, estará muy ocupado como para ver la luz del sol —La Cobra hizo un chasqueo de dedos, al instante los hombres se llevaron a Darren—Nos vemos después —se despidió, bajándose del ring y yéndose con su gente.

—Trent, gracias —le dije a Trent— De verdad.

—No hay de qué, Monique —tiró la pistola en el piso y avanzó hacia la salida también. Ahora solo nos habíamos quedado Colton y yo. Lo que me sorprendió es que me tomó de la mano y me atrajo hacia él lentamente, abrazándome. Al principio mis brazos no reaccionaron, pero después sí, y lo abracé también.

—Me muero si algo te pasa —susurró, con su mano me sobaba el pelo y mi espalda. Al parecer el enojo de hace unas horas ya se nos había pasado. Pero igual teníamos que hablar ciertas cosas— Perdóname por todo. Es que no te quiero perder.

Sentí algo en mi pecho, fue algo extraño que jamás había sentido. Fue una especie de dolor, pero era un dolor eléctrico. No sabía cómo explicarlo. Ver a Colton así me llegaba al corazón. Sentía que en verdad me quería y que en verdad no me quería perder. Y yo tampoco quería perderlo a él. No quería. Cerré los ojos con fuerza tratando de ser fuerte y de no llorar.

—Tampoco te quiero perder —le besé el cuello— Es solo que no me gustan las mentiras, Colton, y verte con esa tipa en esa foto...

Se separó e hizo que lo viera.

—Mírame y escúchame, Monique, esa mierda de foto fue hace un año y Barbara fue quien la puso. Yo ni siquiera uso esa porquería de redes sociales, era tan insignificante que ni siquiera me acordaba de eso. Por favor créeme. A la única que quiero es a ti.

Tenía que dejar de ser celosa.

—Te creo, Colton —me acerqué y le di un cálido beso en los labios. Sentía que volvía a vivir cuando estaba cerca de él, cuando nos dábamos muestras de amor.

—Te amo —susurró entre el beso— Nunca dudes de eso, por favor.

—También te amo —respondí abrazándolo.

Lo necesitaba tanto.

Cuando llegamos a casa nos sentíamos más tranquilos, Colton traía un maletín, era el premio de la pelea. No podía creer que había ganado todo eso en una noche. Pero no quería que siguiera haciendo esas cosas.

—¿Te puedo hacer una pregunta? —quise saber al momento en que los dos nos metíamos a la cama.

—Dime —me abrazó.

—¿Por qué peleas? —sobé su cabello.

—No lo sé, es como un hobby, me gusta desquitar mi enojo así —respondió casual.

—A mi me da miedo que te lastimen —le besé la sien— Aunque he visto que eres muy fuerte y que incluso pudiste con ese enorme hombre —reí un poco.

—Sí, no me subestimes, Monique —me retó con la mirada en forma de broma— Puedo ser muy malo —se acercó— Como agarrarte a cosquillas—y empezó a hacerme cosquillas.

—¡Para, no! —intenté detenerlo mientras me reía— ¡Colton!

Él se detuvo, dándome un beso.

—Creí que esta noche dormiríamos separados —recordó lo que pasó hace unas horas— No me contaste quien te mencionó lo de Barbara.

—Fue Loren —le resté importancia.

—No le hagas caso a nada de lo que salga de su boca. Son solo mentiras.

—Al menos sé que eres sincero conmigo—lo besé— No soportaría algo tuyo, es decir, alguna traición o algo así.

—Eso jamás pasará. Soy solo tuyo. —Colton me besó. Le decidí creer porque sentía que estaba siendo sincero conmigo, es decir, no puedes decirle a alguien que lo amas mirándolo a los ojos mientras sabes que le ocultas algo muy grave. No puede haber gente tan desalmada como para hacer eso. Yo al menos no podría. Y menos pasar tanto tiempo.

Es por eso que decidí creerle a Colton, porque me dijo que me amaba mirándome a los ojos. No podía decir mentiras con eso.

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