Te amo

El resto del día en la preparatoria la había pasado bien, lo malo era que Angelique siempre me daba miradas de reproche y ese tipo de cosas. Me hubiera gustado que ella también entendiera que no podía hacer nada más en contra mía y de Colton. Pero la conocía y era muy orgullosa. Veía a Trent también, siempre estaba solitario sentado por las bancas del campus, se miraba pensativo mirando el cielo.

—Me urge llegar a casa —me dice Colton abrazándome por detrás. Me besó el cuello lentamente enviando escalofríos a todo mi cuerpo.

—Colton, tranquilízate —sonreí— Nos pueden ver.

—¿Qué tal si nos saltamos la última clase? —propone— Tengo pensado hacerte varias cositas.

—¿Ah si? ¿Cómo cuáles?

—Es mejor hacerlas, ¿no crees?

Colton me tomó de la mano y la entrelazó con la mía, poniéndose frente a mi.

—Eso creo, pero tenemos biología y en esa clase vas muy mal, Colton, a mi me importa que tus notas sean buenas —le miré. Él lo único que hizo fue rascarse la nuca en tono despreocupado. Parecía que eso de las clases no parecía importarle.

—Mejor dime que no tienes ganas y ya —me quiso pasar a la par pero yo lo detuve. Al parecer se había enojado.

—Sabes que no es eso, Colton —mi semblante ahora era serio— Solo me preocupo por ti, y hablando de preocuparse ¿qué era lo que planeabas decirme hoy? —me crucé de brazos atenta a sea lo que sea que fuera a decirme.

—Ya no, es mejor otro día. Si quieres te espero afuera mientras vas a tus clases —volvió sobre sus piernas y caminó en dirección a la salida. Quise detenerlo pero de nada me servía, lo conocía bien y su enojo tardaría un poco.

Al girarme y buscar el aula de clases choqué con alguien: era Loren, la amiga de Angelique.

—Ah, eres tu —dijo— Me sorprende que aún estés con Colton —murmuró— Pero lo que más me sorprende es que te haya llevado a vivir con el. Eso sí que es muy raro.

—Pues será porque le importo, ¿no crees?

Se rió.

—Cosita, me das lastima. Deberías de preguntarle a Barbara, a ver quien le importa más —y me pasó de lado con actitud burlesca. Sentí algo en mi pecho al momento en que mencionó a Barbara. ¿Por qué mierdas la mencionaba? ¿Qué tenía que ver ella con Colton? ¿Por qué? Ya ni siquiera me dieron ganas de recibir las clases. Sabía que en el fondo había algo solo que lo trataba de ocultar. En este proceso con Colton sentía que era muy celosa con el, lo quería solo para mí de una manera extraña y casi obsesiva. Me giré y me dirigí al parqueadero donde se supone que estaría.

Tengo que tener más confianza en mi misma, me decía. Pero no podía, y en el fondo sentía que estaba perdiendo mi  esencia, yo no era así. Al llegar al carro, abrí la puerta del copiloto, Colton hablaba por teléfono...:

—Como quieras, luego te llamo —y colgó, ahora me miró a mi— ¿No era que ibas a clases?

Me subí y cerré la puerta.

—Cambié de opinión. Ahora vámonos a casa, me urge llegar —respondí de malas maneras, poniéndome el cinturón y mirando por la ventanilla.

—¿Qué te pasa? ¿Por qué estás así?

—Colton, arranca. Hablamos en casa.

—Monique, mírame.

—Colton, arranca que no quiero estar aquí.

Colton no dijo nada más, se quedó un momento en silencio para después encender el coche y arrancar.

•

Al llegar a casa dejé el bolso en un sofá, quise subir las escaleras para llegar a la habitación pero la mano de Colton me detuvo.

—Ahora sí me vas a decir por qué estás así —me miró a los ojos, parecía que no entendía nada. Yo solo trataba de averiguar por qué Loren me había dicho eso sobre Barbara, ¿acaso Colton tenía algo que ver con ella? Siempre he sido muy intuitiva y cuando mencionan a esa tal Bárbara me da algo en el pecho. ¿Fue novia de Colton?

—¿Quien es Bárbara? —le pregunté claramente. Al principio pareció desconcertarle la pregunta pero después se compuso.

—¿Qué tiene que ver esa mujer con nosotros?

—Eso te pregunto yo, ¿qué tiene que ver con nosotros?

—No lo sé, es una amiga de antes —respondió— ¿en serio te pondrás así por eso? Ni siquiera te conocía.

Quizás tenía razón, pero no podía evitar sentir muchos celos. No podía evitarlo.

—Sí claro —me giré y subí las escaleras. Sinceramente me sentía con desconfianza ahora mismo, sentía que no quería estar con Colton. Por esta vez, solo por esta vez, quise que cada uno viviera en su propia casa, para así llegar a la mía y echarme a la cama a llorar por estas inseguridades que tenía. Colton me siguió obviamente.

—Monique, ¿quien fue la que te habló de ella?

—¿Fue tu novia? —le pegunté, deteniéndome en la puerta de la habitación y girándome para verlo— Sé sincero.

—Pues fuimos hace tiempo, algo sin importancia.

Asentí.

—¿Y cuánto duraron?

—¿Por qué me haces estas preguntas? Lo que nos tiene que importar es el presente. Lo que pasó atrás no tiene relevancia hoy. Monique, estoy contigo y eso es lo que cuenta.

—¿Cuánto duraron? —repetí. Odiaba que me evadiera las preguntas, me hacía dudar más y más de él.

—Casi un año.

Sentí algo en mi pecho cuando me dijo eso. Casi un año. Colton parecía que no era del tipo que duraba en las relaciones, o eso fue lo que aparentaba. Si había durado todo ese tiempo con ella es porque le importaba mucho. Y me dolía. Me dolía en el pecho. ¿Y si aún no la olvida?

—Genial —me adentré a la habitación. En eso, un mensaje me llegó a mi teléfono. Era de WhatsApp de un número que no conocía. Lo revisé y noté que era una foto. Sentí miedo en ese momento.

—Monique, por favor... —Colton me siguió.

Cuando abrí la foto sentí cómo el mundo se me venía encima, me sentí traicionada, me sentí ilusa, me sentí estupida. ¡De todo! La foto era la captura de pantalla de un perfil de Facebook, era el perfil de Colton Dashner, tenía una foto de perfil con otra chica, estaban los dos juntos. Y sabía que esa era Barbara. ¿Como podía ser que tuviera foto de perfil con ella cuando se supone que terminaron y cuando se supone que estaba conmigo?

—¡Eres un mentiroso! —me giré a él y le aventé el celular, el lo tomó antes de que aterrizara en su cara—¡Te odio! —tomé una almohada mientras el veía la foto.

—Monique, esto no es lo que parece —intentó detenerme—Por favor, escúchame —parecía ansioso ahora, ansiosa porque le creyera y lo escuchara— Ni siquiera uso Facebook desde hace meses, esa foto quedó allí porque no entro a esas cosas.

—¡Quítate!

—¿A donde vas?

—Iré a dormir a la habitación de abajo —espeté. Me sentía con rabia, me sentía traicionada. No quería verlo. Ni siquiera sabía si quería seguir saliendo con el.

—No te vayas —me tomó de los brazos, pero esta vez fui más fuerte que el y me aparté. —Monique, no —golpeó la pared con su puño, para luego pegarse en la cabeza con ese mismo puño. Me asustó verlo así, soy sincera. Que se hiciera daño, su actitud...

—¿Qué haces? —lo quise detener para que no se siguiera haciendo daño.

—¡Soy un imbecil! ¡Merezco estar solo por eso! —se siguió golpeando la cabeza.

Le detuve las manos al momento en que el se sentaba en el piso y yo me arrodillaba junto a él. Parecía que estaba llorando. Cosa que hizo que mi corazón se comprimiera.

—Yo no estoy con nadie más que contigo —sollozó. Su llanto me llegó al corazón. Parecía tan real, parecía que en verdad estaba sufriendo. Yo no dije nada, solo le tenía las manos sostenidas— Empecé una nueva vida contigo y solo contigo quiero estar. No te quiero perder —la voz le sonaba un poco quebrada.

—No puedo con esto, Colton, lo siento. Siento que no conozco nada de ti, nada de tu pasado. —lo solté. Tenía ganas de echarme a llorar también pero me contuve— Ver esa foto con esa tipa me afectó mucho, pienso que aún te importa.

—Yo no tengo nada con ella desde hace meses. —explicó, intentó tomarme de la mano pero me aparté—Y esa maldita foto no fue puesta por mi voluntad. Barbara está loca. No fue nada serio, no como contigo.

Me puse de pie porque no quería seguir escuchando cosas.

—Dormiré abajo, Colton, no quiero verte ahorita —sentí mucha rabia dentro de mi.

Colton goleó el piso.

—Nunca nada me sale bien —espetó— ¡merezco todo lo malo que me pasa!

—No hagas eso y no digas esas cosas —tomé mi celular que estaba tirado en el suelo. —Y buenas noches —me giré saliendo de la habitación.

—¡Monique, no te vayas!

Corrí escaleras abajo, doblé por un pasillo y me adentré a la habitación de huéspedes. Allí me encerré porque Colton venía detrás y no quería verlo. No quería. Sentía desconfianza. Mucha desconfianza. Me sentía traicionada. Dolida.

—¡Monique, abre por favor! —golpeó la puerta— Solo quiero estar contigo... —susurró después— ¡Maldita sea! —lo escuché quebrar cosas, lanzar cosas al piso. Me dio mucho miedo su actitud, lo acepto. Pero no abriría. No quería verlo. No quería nada con el ahorita. Mi mente no dejaba de pensar en ellos, en esa maldita foto que vi. No podía. No quería. Sentía que Colton tenía cosas ocultas, cosas que si me ponía en plan de averiguar terminarían por romperme el corazón.