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Capítulo 7

Nunca he entendido qué es lo que la hace sentir tan mal cuando se trata de estas cosas. Siempre es tan sensible que para alguien como yo, que se ha acercado a estas cosas quizás demasiado pronto para entenderlas, es extraño.

-Gin- le acaricio la mejilla con el pulgar, -¿estás enfadada contigo o de verdad lo has olvidado?-

Humedeciendo sus labios, me alejo y en cuestión de segundos ella saca su teléfono de su bolso. Me lo entrega vacilante.

-¿Puedo?- pregunto. Inmediatamente asiente hacia mí.

Desbloqueo mi teléfono y abro chats de whatsapp. Ni siquiera ha abierto uno de los mensajes míos y de Ross. No hay nada, -¿en Instagram?-

-Sí-.

Voy a abrir sus DM y no me cuesta nada encontrarlo. Mark John Pat. Su maldito nombre está en la parte superior de la lista.

Hago clic en él y cuando se abre el chat me encuentro haciendo un ruido desagradable. que mierda

-Si no me dejas que te folle, entonces lo haré yo mismo en tus fotos, cariño- Leí el mensaje con voz débil solo para darme cuenta de que todo era verdad.

¿Cómo diablos se le permite?

-Voy a decirle a Ross, ¡QUIERO que este imbécil ya no pueda ni caminar!- Empiezo a correr hacia la puerta, pero Gin me detiene agarrándome del brazo.

-P-por favor no, no quiero que se meta en más problemas por mi culpa-.

-¡Estás loco si crees que me quedaré quieto! El pendejo lo hizo a propósito y si se quiere morir pues lo vamos a satisfacer- Me libero de su agarre y salgo rápidamente del salón de clases, avanzando a paso acelerado por el pasillo de la escuela.

Gin está tratando de llegar a mí, pero cuando llego a donde solía estar Ross, me encuentro rodeado por una gran masa de personas.

Dejo de tratar de entender la situación, Gin se une a mí con voz entrecortada. -¿Qué sucede?- me pregunta con una voz llena de preocupación.

Me pongo de puntillas y trato de abrirme paso entre la gente.

Sin embargo, pensé que era alto en mi metro setenta y cinco.

Tan pronto como veo a Ross sostenido por dos tipos y Mark Timo Patt en el suelo, con sangre saliendo de sus labios y nariz, lo entiendo.

Sí, es tan estúpido como para decir eso.

Le sonrío a Mark Timo cuando su mirada me alcanza. Parece confuso. -Ten cuidado cuando duermas, podrías volver a mí. Y no para joderte, sino para cortarlo- Sigo sonriéndole, mientras escucho a Gin acercándose detrás de mí.

Me doy la vuelta solo para decirle lo que ahora es obvio. -Demasiado tarde, cariño-.

-Entonces...- el director Evans suspira demasiado, -¿por qué estás aquí otra vez?-

Mira a Ross y Samalisa Ela a mi lado persistentemente. La expresión del director es la de un hombre nervioso, y lo entiendo. Estos dos parecen haberse suscrito para venir a su oficina casi todos los días, por una razón u otra. Creo que somos los estudiantes que mejor conoce. Y eso es lo que más odia. Esto seguro.

-Lawrence, esta vez es su culpa, ¿qué tiene que decirme?- vuelve a intentar hacerlos hablar, pero cuando ninguno de los dos dice nada, me encuentro entrometiendo.

-En realidad no es su culpa, sino la de Mark Timo Patt, quien supongo que no está aquí por su sobrino, ¿no?- Cruzo los brazos sobre mi pecho y cuando los ojos del director Evans vienen a mí, casi siento un rayo. Golpéame tanto como yo, se ven duros.

-Señorita Lloyd, ¿usted también es aspirante a abogada?-

-En realidad también testigo de los hechos en este momento- Le sonrío, pero a él no parece gustarle.

-Sí, y no el único. Soy consciente de que también es culpa del Sr. Patt, pero desafortunadamente estás en mi oficina en este momento y quiero saber, DE TI, qué sucedió. Mira atentamente a Ross y Gin.

-Me provocó- finalmente habla Ross y su voz es tan tensa que por un momento creo que quiere atacar hasta al director. Me inclino para mirarlo y me doy cuenta de que está mirando al vacío. Todavía está enojado y probablemente no terminará pronto, así que está tratando de enfocar su atención en otra cosa.

"Si bien esa no es una razón aceptable para romperle la nariz y el labio a alguien, ¿cómo lo habría hecho Patt, Sr. Lawrence?"

-Hizo algo muy serio solo para enojarme y lo logró, eso es todo- continúa Ross en tono serio. Sin emoción en su voz. Está aguantando su ira lo mejor que puede y eso me sorprende. Por lo general, nunca tiene éxito.

-Eso es todo, por supuesto... bueno, usted, señorita Collins, aparentemente tiene algo que ver con esto, ya que el Sr. Patt la mencionó. ¿Quieres decirnos algo?- ¿Qué dijo Mark Timo?

Siento que la pierna de Samalisa Ela tiembla, me vuelvo para mirar a Ross e inmediatamente sé que está a punto de enojarse aún más cuando veo que su mandíbula se contrae.

Hace una semana, él y Patt tuvieron una pelea en el vestuario por un estúpido juego de baloncesto y Patt se interpuso en el camino de Samalisa Ela como siempre, amenazando nuevamente a Ross con acostarse con ella. ¿Y ahora el idiota quiere culparla cuando él mismo hizo todo este lío?

Le gusta Samalisa Ela, pero no entiende que nunca la dejaríamos en manos de alguien como él. Especialmente no después de esa foto.

-Es mi culpa- dice Gin, creando una reacción de consternación en mí.

-¡¿Qué?!- Ross y yo lo decimos al unísono, intercambiando miradas confusas.

-¡Silencio, ustedes dos!- El director Evans no deja de mirar a Samalisa Ela, quien por otro lado sigue mirando hacia abajo. -Señorita Collins, no la castigaré si eso es lo que piensa diciendo que es su culpa. Ella pudo haber creado la situación, quién sabe, pero ella no estuvo involucrada en la pelea.

Samalisa Ela levanta la vista de inmediato, haciéndola chocar con la del director.

-Creo que entendí su juego, ¿lo sabías?- continúa, confundiéndome aún más.

¿Pero de qué está hablando?

-Yo no juego nada- susurra Gin.

- ¿Oh, no? Bueno, basta con decir que de ahora en adelante también podría incendiar la escuela, no me importa, pero no la castigaré de nuevo a menos que venga a contarme sus problemas, ¿es esa una mirada desafiante lo que veo? ?

¡Dios, habla en serio!

-Haz lo que quieras- Gin aparta la mirada y la vuelve a bajar a sus piernas.

Me pregunto qué significa todo esto.

-Ross, si me dijeras ese motivo tan grande que te causó tanta ira, tal vez podría aligerar tu castigo- y entonces me encuentro pensando... -¿Por qué no le dices? -

-No puedo-.

¿Por qué?

-Te diré- alzo la voz, cansada de estos dos.

-¡Janette!- me regaña Ross gritándome. Baje sus pupilas para indicar Samalisa Ela, y entonces entiendo.

Muerdo mi labio inferior, luego me encuentro mirando hacia abajo también.

-¿Bien? ¿Entonces? - el director nos invita a conversar, pero ahora ya no sé qué decir.

-Nada, discúlpeme pero me tengo que ir- Me pongo de pie, -Te deseo un buen trabajo-.

-Tiene que salir con alguien- empiezo con decisión.

-Está fuera de la cuestión.

Y por supuesto, cuando sea.

-¡Ross, necesita despertarse! No puede permanecer así para siempre- Sigo sin desanimarme.

-¿Así como también? ¿Qué mierda estás diciendo?- Ross se me acerca, está enojado. Por un cambio.

-Sabes- Fijé mis ojos en los suyos, manteniéndolo a la par. Parece un perro rabioso a punto de morder.

-No, no lo sé. Habla, carajo-.

-La ginebra y el sexo son polos opuestos y hasta que ella se acerque a un chico, nada cambiará. ¿Quieres que siga sintiéndome tan incómoda todo el tiempo? - Es la realidad y hay que cambiarla. Gin no quería decirle al director sobre la foto para no ser comparado con esas cosas. Se culpó a sí misma y realmente lo siente. Pero en serio si alguien te manda una puta foto diciendo esas cosas es tu culpa? Tampoco.

A veces simplemente no lo entiendo.

-¿Y entonces te gustaría hacerla salir con el primer idiota que pase? Si todavía no le ha gustado nadie, debe haber una razón, ¿verdad? Esperaremos hasta que a alguien le guste de verdad y entonces ella ayude...

-¡Ross, por favor! Encontraré a un tipo decente y se lo presentaré, luego veremos qué pasa. Lo importante es que empieces a salir y entiendas cómo el mon--

-No elegirás por ella, Janette-.

No sé si odio más cuando me llama Jany o Janette de esa manera obstinada.

-No quiero, dije te presentaré a alguien. Si a ella le gusta, bien, de lo contrario encontraremos a alguien más- Lo empujo lejos de mí. El pendejo me está oprimiendo.

-¿Usted no entiende? ¡Si la obligas a hacer algo solo empeorará!- La forma en que me grita me paraliza.

Siempre ha sido muy protector conmigo y con Gin por lo que ha pasado su madre, pero con ella... siempre se pasa de la raya con ella. Si Gin siempre ha estado atrapada sola, bueno, él solo lo empeora. Sé que decírselo lo lastimará, y es por eso que no lo hago, pero espero que tarde o temprano lo descubra por su cuenta. No puede mantenerla encerrada en su burbuja de cristal para siempre.

-Ni siquiera pudo volver a abrir los dm's para borrar la foto, ¿te das cuenta?- y tal vez no debería haberle dicho porque eso hace que golpee el casillero detrás de mí. Salto del susto, luego lo amonesto con una mirada.

Menos mal que los pasillos están vacíos y que cada uno está en sus respectivas aulas, o hubiésemos dado otro espectáculo.

-Deja de actuar como un niño enojado y ayúdame a ayudarla- sus ojos verdes se cruzan con los míos y por un momento veo una determinación de ayudarme.

Entonces... -Primero lo hablaré con ella-.

Perfecto.

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