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Impotencia.

Eso sentía en éstos momentos. El saber que mi amiga está en peligro me pone mal.

一¿Cómo que necesita ayuda? 一pregunté con inquietud. Él se encoge de hombros y me mustra la pantalla del celular.

  decía el mensaje.

Arrebaté el teléfono de Oliver y marqué el número de Sofía. No tardó mucho en contestar.

一¿Oliver? 一contesta.

一Soy Sarah, ¿estás bien? ¿qué pasó? ¿Nate te hizo algo? ¿dónde estás? 一estaba desesperada.

一¡Sarah, por favor, calmate! Estoy bien. Estoy en la casa de Nate. Le envié mensaje a Oliver porque tú no contestas el teléfono. 一explica, von voz calmada.

Su actitud hace que me tranquilice un poco.

一Pero el mensaje decía: Ayuda. 一contraacté.

一Sí, lo que pasa es que necesito un consejo.

一¿Qué clase de consejo? 一pregunté, mientras observo a Oliver mirar la televisión como si nada.

一Es que Nate... Ya sabes, él quería estar conmigo y, yo no estoy segura. 一responde nerviosa. Puedo imaginar que en este momento se está comiendo las uñas.

一Por supuesto que no lo harás, Sofía, es la primera cita. 一advertí.

Ella suelta un suspiro y gruñe.

一Lo sé, de todas formas gracia por estar para mí, Sarah. 一agradece.

一Siempre estaré para ti, eres mi mejor amiga. 一la calmé.

一Te dejo, Nate volvió. 一dice y rápidamente cuelga sin dejarme hablar. Retiro el teléfono y se lo entriego a Oliver, quién se está riendo de alguna tontería que haya visto en las caricaturas.

一¿Está todo bien con Sofía? 一pregunta, mientras guarda su teléfono en el bolsillo izquierdo del pantalón.

一Sí. Falsa alarma.

Por un momento me había olvidado lo que pasó hace rato. No quiero dormir sola esta noche. Quizá debería de decirle a Oliver que me acompañe, después de todo, somos los mejores amigos y nos conocemos desde que tengo memoria.

一¿Oliver? 一lo llamé.

Me mira rápidamente.

一¿Si?

一¿Te podrías quedar conmigo hoy? 一hice puchero. Sonríe y me abraza.

一Claro que sí 一me soba la cabeza en un intento de calmarme. Cierro los ojos e intento quitarme de la cabeza todo pensamiento malo que tenga.

一Gracias. En serio, no quería estar sola hoy. 一dije, mientras me ponía de pié. 一Estaré en mi cuarto.

Asiente y me giro en dirección a mi habitación. Al llegar, un viento helado recorre mi cuerpo, observo que la ventana está abierta, lo cuál es raro porque estoy casi segura de que la cerré. Caminé hacia ella con mucha cautela, estiré mis manos y la cerré, el viento se fue, ahora solo hay calidez. Me giré para acostarme en mi cama, agarro mi teléfono y veo que tengo llamadas pérdidas de Sofía. Eliminé los registros de llamadas y fijé mi vista en el cuaderno, en los nombres que había escrito minutos atrás.

Creo que encerio me estoy volviendo loca, estoy yendo muy lejos con esto, quizá ellos no tengan nada que ver, quizá sí fue un accidente el que provocó la muerte de Leo. Quizá solo estoy llena de miedo debido a lo que pasó, eso me dejó en shock, quizá solo es eso, solo me estoy imaginando cosas. El miedo hace que nosotros, los seres humanos, empecemos a notar cosas que no son. Observé a través de la ventana, es de noche. Cierro el cuaderno y lo coloco en mi mesita. Miro mi reloj, son las 8:30 pm. Es temprano, pero con todo lo que pasó hoy estoy muy cansada.