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Capítulo 6: Sácame de aquí, rápido

Yadira miró directamente a Salia de manera muy indiferente y le dijo, -¿Disculparme, yo? Jamás...-

En la memoria de Salia, esta hija ciertamente era inteligente y hermosa cuando era niña, pero con el pasar del tiempo, se volvía más fea y tonta. Esta era la primera vez que veía a Yadira mostrar una mirada tan desafiante, haciendo que su sangre se congelara...Entonces Salia tragó saliva, giró la cabeza hacia Perla y en voz baja dijo, -Perlita, dejémoslo por hoy, si hacemos que se enfade...-

Perla no tenía intención de rendirse, pero tuvo que resignarse, ya que pensó que si Yadira se enfadaba, podría hacer algo impensable que podría hacer enojar a la familia Jimenez, y las repercusiones de sus actos podrían afectar a la familia Dominguez. Si eso sucediera, ¿cómo ella podría seguir con su vida de señorita llena lujos?

Yadira al ver que ellas se quedaron anonadadas por sus palabras, se dio la vuelta y subió a su habitación para empacar sus cosas.

Ella llevaba viviendo veinte años en la familia Jimenez , sin embargo, tenía tan pocas pertenencias que parecía ser una persona ajena que vivía en esa casa.

Cuando Yadira estaba bajando con su maleta por las escaleras, el salón estaba completamente vacío.

Yadira miró hacia la puerta principal y vaciló por un momento, de inmediato se dio media vuelta y caminó hacia la puerta trasera, para luego salir del chalet de los Jimenez .

Aunque ella no estaba segura de por qué el "primo" de Delfino estaba interesado en ella, sabía que lo mejor era mantenerse alejado de él....

Delfino esperó por mucho tiempo en la entrada principal y no vio salir a Yadira, entonces su cara se tornó tenebrosa.

De repente, recordó la información que había leído en los documentos de ayer y frunciendo el ceño, pensó, “¿No será que esa fea mujer esta siendo molestada por los Jimenez?”

En cuanto se le ocurrió ese pensamiento, no pudo evitar levantar la mano hacia su cara y tocarse la parte donde ella le había abofeteado, resopló con frialdad y se dijo a si mismo, - Ella no parece ser alguien que se deje intimidar fácilmente.-

-¿Señor, no desea entrar?-Se oyó una suave voz femenina.

¨Fidelio¨ giró la cabeza para mirar por la ventanilla y vio a una mujer de rostro delicado parada junto al coche.

Cuando Perla vio su rostro, no pudo evitar quedarse perpleja.

Hace un rato, ella había visto a Yadira y a un hombre besándose dentro del coche, pero no esperaba que aquel hombre fuera tan guapo y elegante. Por lo que se preguntó a si misma, “¿cómo era posible que un hombre tan sobresaliente se hubiera enamorado una estúpida y fea mujer vulgar como lo es Yadira.”

Parecía que su idea de salir a probar suerte, no era tan mala. No obstante, ¨Fidelio¨, desde un inicio había adivinado las malas intenciones de Perla.

Con una sonrisa inexpresiva, le preguntó directamente, -¿Quién eres?-

-Soy Perla, la hermana mayor de Yadira.- le contestó a ¨Fidelio¨sin importarle en absoluto la frialdad de sus palabras.

“¿Perla?” Delfino recordó de repente que la familia Jimenez tenía dos hijas, una era Yadira, y la otra era esta, su barata prometida.

Bajo la mirada de los mortales, ella era tan hermosa como una flor, pero ante los ojos de Delfino, la fea apariencia de Yadira era mucho más agradable de ver.

Delfino no tenía l paciencia para tratar con ella, de modo que sin expresión alguna, preguntó, -¿Y Yadira?-

-Ella... ella probablemente todavía este empacando en su habitación, pues fue ella quién me dijo que bajara y te invitara a pasar.

Perla no quería perder esta oportunidad, puesto que cualquiera que tuviera alguna relación con los Dominguez, debería ser de buena familia, más aún siendo Delfino tan guapo.

Delfino, que había leído las intenciones de Perla, sonrió con ironía y reflexionó, “¿Yadira realmente podría dejarme pasar?”

Pensado esto, inmediatamente se le vino a la mente una frase, ¨¡Yadira ha huido!¨

Sin siquiera molestarse en mirar a Perla y darle una respuesta, inmediatamente él subió la ventanilla del coche y sin previo aviso se marcho.

Perla nunca había sido tratada con tanta frialdad por un hombre, haciendo que su rostro se pusiera roja por la rabia.

...

Yadira volvió directamente a la habitación individual que alquilaba.

Después de que Yadira empezó su vida universitaria, siempre estuvo viviendo dentro de la universidad. Después de realizar sus prácticas profesionales y graduarse, ella alquiló una habitación fuera...

Si no fuera porque Salia la retuvo en casa en contra de su voluntad para obligarla a ser parte de la familia Dominguez, ella ni muerta hubiera querido pisar la villa de los Jimenez.

Por otro lado, Delfino no vivía en su villa, es más, ni siquiera quería verla, así que ¿qué importaba si regresaba a vivir allá o no?

Ya había llegado la tarde cuando Yadira terminó de acomodar sus pertenencias, de modo que planeaba salir a comprar algunas cosas...

Ella vivía en una conocida barriada de Ciudad Mar, con un transporte inconveniente y llena de todo tipo de gente.

Yadira acababa de girar en un callejón y escuchó un fuerte ¨¡bang!¨,

-¿Parece ser... un disparo?- Ella levantó la vista y vio una furgoneta blanca que se acercaba sin control hacia ella, como si fuera un perro rabioso y salvaje queriendo morderla..

Ella velozmente se hizo a un lado, pero cuando el coche cruzó por delante de ella, una de sus puertas se abrió y un hombre alto saltó del interior.

Aquel hombre se protegió bien la cabeza y rodó directamente hacia los pies de Yadira.

Ella estaba a punto de retroceder, pero aquel el hombre de pronto se levantó de golpe y le colocó un objeto frío sobre la sien. Con una voz agradable pero algo familiar para Yadira, dijo,-Sácame de aqui, rápido.-

Cuando Yadira levanto su rostro para enfocar el rostro del hombre, inconscientemente exclamó, -¡Fidelio!-

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