Capítulo 4. Flechazo
Por Sergio
Nos encontramos con un cliente, que nos pidió por favor si lo podíamos ver ese sábado por la tarde, lo hicimos en la confitería del primer piso de un gran shopping.
Tenía un gran patio balcón que daba a la avenida principal.
El cliente en cuestión ya se había retirado, serían las 7 de la tarde, por lo cual, decidimos pedir una picada y un par de cervezas.
Estábamos charlando con Omar, debatiendo el caso, cuando mi amigo me dice...
—¿No es tu empleada?
Miro hacia la vereda de enfrente y saliendo de un supermercado, estaba Carolina, con dos nenas pequeñas, aunque no demasiado pequeñas como para ser sus hijas, tenían su mismo tono de cabello.
Detrás de ella, un empleado llevaba un changuito de supermercado, se dirigieron a un BMW rojo, bastante nuevo.
Le abre la puerta de atrás a las criaturas y le da una propina al empleado.
Se dispone a guardar los comestibles, cuando pasa un muchacho y la ayuda a guardar los comestibles, mientras pasa un auto que el que conduce, le grita.
—Guardame la zanahoriaaaa.
Ella lo ignora, el muchacho que la había ayudado pareciera pedirle el número de celular, Carolina señala a las nenas ¿Le dirá que son sus hijas? El chico se fué.
Pasa otro hombre caminando por la vereda que se llevó por delante a un matrimonio, solo por mirarla.
Ella abre la puerta de atrás del vehículo del lado de la vereda y le coloca el cinturón a una de las niñas.
Pega la vuelta y abre la puerta de atrás del lado de la calle, para hacer lo propio con la otra criatura.
La puerta le tapaba la cola, sin embargo, como 10 autos que pasaron le gritaron groserías.
De repente noto que el mozo que nos estaba atendiendo, la estaba mirando embelesado.
¿De verdad tantos hombres necesitan gritarle groserías a una chica en la calle?
Frena un auto a su altura y pareciera con el acompañante saca la mano para querer tocarla, ella se corre y queda entre los dos autos, gira la cabeza como buscando a alguién, a lo mejor lo llamó, porque el policía que está siempre en la puerta del supermercado apareció enseguida, haciendo circular al auto.
Carolina busca en su cartera ¿Qué le va a dar? ¿Propina?
Saca algo que parece un chocolate.
—Qué dulceeeee.
Ese es Omar, siendo sarcástico.
—No puedo creer la cantidad de piropos y groserías que recibe en unos minutos y eso que el short que tiene puesto es decente.
Finalmente se va.
Suspiro.
El mozo volvió a su trabajo.
Al rato llamé al camarero para que me cobrara la consumición.
—Disculpe ¿La chica del BMW rojo, viene siempre a comprar al supermercado de acá enfrente?
La sonrisa burlona de Omar me estaba molestando.
—Sí, sábado por medio, siempre a ésta hora, antes venía con una chica parecida a ella y desde hace meses no se la vé más, ahora cada tanto viene con una morocha…
Hace un gesto de reloj de arena.
—Muchas gracias.
—¿No es más fácil preguntarle a ella que es lo que hace en su tiempo libre?
—Investigala.
—Ya la investigamos.
—Me refiero al facebook, instagram, redes sociales.
—Eso lo podés hacer vos.
—Ya lo hice y no brinda información, tratá de meterte en su facebook, hackeácelo.
—Estás loco.
—No sé de dónde la conozco, tengo la sensación de que la conozco.
Insisto mucho con ese tema.
—Abrí su instagram, a lo mejor te enteras de algo.
—No quiero que piense que la sigo en instagram, va a pensar que la acoso.
—¿Y me pedís que la hackee?
—No te aguanto más.
Omar se está divirtiendo, no sé qué le hace tanta gracia.
—Bueno, vamos a algún lugar donde puedas elegir alguna parecida, reservás turno y te mandan el catálogo por whatsapp.
—Prefiero ir a casa.
—Te estás volviendo viejo.
Sin embargo, Omar, habló con el hacker de nuestra empresa, digo nuestra, porque mi amigo es abogado igual que yo y mi socio principal.
Antes de llegar a mi casa ya tenía desbloqueada las dos cuentas de Carolina.
En los tres últimos meses solo había entrado una vez, subió en las dos cuentas, una foto de ella con una chica muy parecida, un poco mayor que Carolina y estaban con las dos nenas.
Solo una leyenda, te extraño.
Y la bandita negra que significa luto.
Busqué para atrás.
En facebook había algunas fotos de su graduación, no había fotos con ninguna amiga morocha, como dijo el camarero.
Sí había muchas fotos con esa chica rubia, son muy parecidas, o.. eran, al parecer falleció.
En instagram sucedió lo mismo, revisé unos años para atrás.
4 años antes, tenía una foto en la que estaba con una chica morocha, preciosa.
Había muchas fotos de las nenas donde los títulos eran los amores de la tía y cosas por el estilo.
Nada más, nunca una referencia a algún muchacho.
Nada.
Era preciosa, por donde se la mire.
Que culo, que piernas, que tetas y esos ojos, grises, clarísimos…su cabello...
Era sumamente llamativa.
Sin duda es una de las mujeres más bellas que me he cruzado en mi vida.
¿Por qué está con esas criaturas?
¿Se habrá quedado a cargo de sus sobrinas?
Eso sí se lo podría preguntar, algo así como ¿Con quién vivís?
Miré la hora, hacía tres horas que estaba mirando fotos de ella, no hay nada.
¿Qué tiene esa mujer, casi una criatura, que me atrae tanto?
¿Será que me enfrentó?
¿Será que me rechazó?
No sé de dónde la conozco.
Si es que la conozco, a lo mejor fue simplemente un flechazo y se me pasa en cuanto la haga mía.
Ya va a caer.
Volví a mirar las fotos, definitivamente debía ser la hermana.
Lo raro es que no ponga nada sobre el padre de las nenas.
Otra cosa que me llama la atención es que fue becada y anda con un BMW.
Eso no deja de darme vueltas en la cabeza.
Puede ser que su familia sea muy estricta.
En definitiva, haber hackeado sus cuentas no me llevó a saber de dónde la conozco.
Sólo sé que el motivo por el cual el mozo no ve más a la otra chica es que falleció.
¿Ella se hará cargo de las criaturas?¿Será por eso que me rechazó?
¿No tiene tiempo libre?
Voy a meterme de lleno en el caso del hombre, que según Carolina fue asesinado a manos de su hijo, de esa manera puedo lograr un vínculo.
Acercarme a ella.
Se nota que son recién recibidos, todo lo hacen muy de manual.
De todos modos me sorprendió cómo están elaborando todas las preguntas.
Después me enteré que Carolina era la que tenía la voz cantante en la mayoría de las decisiones.
Cuando no estaban de acuerdo con ella, les explicaba su punto de vista hasta que lograba convencerlos.
Ese grupo, salvo por Carolina, dejaba mucho por desear.
Creo que a la mayoría, terminado el contrato de prueba, no se lo voy a renovar ni voy a efectivizarlos.
Carolina tiene esa voz seductora, pareciera que continuamente está invitando al pecado, se mueve de manera sexi y logra que todos hagan lo que ella dice, si los tiene que convencer de algo, lo hace sin ningún problema.
Elaboró una lista de preguntas con subpreguntas dependiendo de las respuestas, eso sí el interrogatorio lo haría yo e hizo otra lista si el interrogatorio lo haría ella.
Propuso ensayar, lo estaban haciendo entre ellos.
El chico que hacía el interrogatorio no supo cómo seguir en cuanto el interrogado se movió del libreto.
—Creo que tendría que ser yo quién hiciera el interrogatorio.
Me dice, como si ella pudiera decidir algo, claro que lo dijo como sugerencia..
—Esto no es un juego.
—Ya lo sé, me siento capacitada para hacerlo y hacerlo bien.
—Vamos Elle, no es una película.
Se mordió el labio inferior, se nota que odia que la llame así, sin embargo, ese gesto le queda muy sexi.
Cambió de táctica para tratarme.
Se me acercó y una de sus manos la deslizó por mi brazo izquierdo, sentí una sacudida, que tuve que disimular, había muchas más personas allí.
¿Me estaba coqueteando?
¿Delante de todos?
¿Acaso no sabe quién tiene el poder?
—No soy Elle, me llamo Carolina, señor y sé que si lo provoco, puedo hacer que confiese.
Evidentemente vio muchas películas.
La miré serio, intimidante y miré su mano en mi brazo, la sacó al instante y se puso colorada, quiere jugar al lobo y no deja de ser caperucita.
—¿Cómo harías que confiese?
—Le coquetearía mientras le haría las preguntas, muchas de rutina, hasta ir llevándolo a nuestro terreno, que en ese punto ya estaría por demás incómodo.
—¿Si no es legalmente rubia? ¿En qué película viste eso?
Trato de hacerla enojar.
Me mira furiosa, sin embargo sonríe.
Tiene fuerza de voluntad, me encanta.
Me encanta provocarla, llevarla al límite.
—En ninguna, sin embargo Tom Cruise hace confesar a Jack Nicholson en cuestión de honor y lo hace confesar provocándolo, mi estrategia...
—Tu estrategia es que pensás que todo es como en las películas, te veo en 10 minutos en mi despacho, Elle.
Salí rápidamente de allí, no sin antes ver como se mordía el labio inferior.
No estaba mal su estrategia y si no resultaba, lo llamaría el estrado yo mismo para interrogarlo por segunda vez.
No sé porque me encanta ponerla así, pero ella, con su caricia, logró casi exitarme, si con tan poco logró eso, no quiero ni pensar lo que puede hacer con su boca en mi miembro.
Soy un pervertido, eso lo sé, tengo muchos escándalos de mujeres peleándose por mí, otras amenazando cuando las dejo, etc.
Mi padre ya está bastante cansado de mi vida privada, eso es porque no separa la parte profesional, se ahorraría de darme sus malditos sermones, que a mis 30 años, nunca le dieron resultado.
Pero nunca me sentí tan atraído por nadie.
Escucho que golpean la puerta, es mi secretaría con Carolina, le indico que pase y que cierre la puerta.