Capítulo 4
De repente escucho gritar a Elis.
- Mamá....... Sabes que todo esto terminará cuando ella llegue.-
Responde ella mientras se acerca a él para abrazarla.
- ¿A quién te refieres? -
Pregunto mirando primero a la madre y luego al hijo
- A la mujer mitad humana, mitad monstruo que traerá la paz al pueblo.-
- Es sólo una leyenda hijo mío.-
- Sí, pero lo creo mamá.-
Escucho responder a Duncan después de abrazarla para darle un poco de valor.
Ahora puedo explicar por qué Valter vino a este pequeño pueblo, por la leyenda. Siempre le ha fascinado, aunque la mayor parte fue creada por él mismo. Pero por qué esto y por qué aquí. Me pregunto mientras salgo del hotel con Duncan a mi lado para dirigirme hacia la pequeña escuela del pueblo.
- Gigi hemos llegado.-
Siento que me despierto de mis pensamientos, mientras abre la puerta de entrada del instituto, y me deja entrar primero.
- Lo siento, estaba pensando.-
Le respondo, mientras me hace un gesto para que lo siga. Lo sigo hacia la secretaría, donde una mujer con gafas gruesas y un vestido de flores me hace firmar unos papeles y luego me entrega una hoja que contiene el horario de las clases.
Posteriormente nos dirigimos hacia una pequeña aula carente de color y cortinas, con pupitres mal vestidos y sillas pintadas con decoloraciones. Extraño los tiempos en los que había más respeto por el ambiente escolar.
- Antes estabas pensando en lo que te revelé esta mañana.
- - A decir verdad, sí.-
Le respondo, todavía pienso en sus palabras y la esperanza que pude extraer de ellas.
Seis pasos detrás de mí me hacen darme la vuelta.
-¿Que es extraño?-
Escucho a una chica nueva preguntar quién se interpone entre Duncan y yo y lo besa furiosamente, como si quisiera demostrarme que él es suyo. Bueno, querida, no te preocupes, te lo daré de buena gana y demasiado joven para mí, pienso mientras la veo coquetear.
- Lo siento Gigi, ella es Mónica, mi novia.-
- Encantado de conocerte.-
Respondo tendiendo mi mano, amablemente.
- Ella y Gigi llegaron ayer y se hospedan en el hotel -
Me presenta a Duncan.
- Un placer.-
Responde sin estrecharme la mano, Dios las chicas de hoy, mimadas y gruñones, en mis tiempos hubieran seguido siendo solteronas de por vida.
Y de repente, por el rabillo del ojo veo a la última persona que esperaba ver en ese salón de clases entrar por la puerta, Louis.
- Oye amigo, por fin llegaste.-
Escucho dar la bienvenida a Duncan mientras se aleja de nosotros para acercarse a él y saludarlo.
- Ven, déjame presentarte a un amigo.-
Veo que Duncan y Louis se acercan.
Y cómo lo recuerdo con sus ojos verdes dorados y su cabello rubio, y con esa forma de tiempos pasados que no ha perdido a pesar del paso de los años. No puedo evitar fijarme en su pulsera, similar a la de Walter, pero diferente a la vez, recuerdo que siempre me fascinó la espada en el medio con esos pequeños diamantes celestes girando alrededor de ella, y siempre me ha encantado verlo. en su espalda.
- Encantado de conocerte, soy Louis.-
Me saluda tendiéndome la mano.
- Un placer, Gigi.-
Respondo estrechándole la mano con todas las fuerzas que tengo, pero como es mayor que yo no le hago nada y esto me molesta.
- Nos vemos luego.- Escucho
decir a Duncan mientras se mueve hacia otro salón de clases con Mónica
y mirándome a los ojos Louis, intenta usar su poder de manipulación sobre mí, si tan sólo supiera.
- Déjate llevar, cariño, no queremos montar un espectáculo. -
Intenta encantarme mirándome directamente a los ojos.
- Es inútil que intentes usar tu poder de manipulación mental, fui entrenado por cazadores, tus poderes no me hacen nada.- Le
respondo mientras solto mal su mano y me dirijo a mi lugar. , sólo para verlo dirigirse hacia allí, a mi lado, y sentarse elegantemente. Mientras tanto escucho un crujido detrás de mí, hay unas cuatro chicas que no hacen más que hablar en voz baja y mirarnos a mí y a Louis, los jóvenes de hoy siempre dispuestos a hablar a sus espaldas.
- El collar te queda muy bien, ¿te lo regalaron los cazadores? -
Me trae de vuelta a la realidad Louis, lo último que quiero hacer es hablar con él, sin embargo me veo obligado a hacerlo si así lo quiero. Le dije lo que Víctor quiere de mí.
- Dejemos las bromas sobre mi collar solar y cuéntame qué quiere Valter de mí.-
Me vuelvo hacia él.
- Eres incluso más hermosa de lo que te recordaba, ¿sabes? No has cambiado ni un poco, tu cabello castaño con esos acabados cobrizos que brillan al sol, y tus ojos dios como extrañaba tus ojos marrones como la tierra iluminada por la luna.- Él
cree que puede hacerme caer tienes pies como un Estúpido humano.
- Al parecer morirás pensando en mi cara cuando te mate para sacarte de aquí.-
Le respondo mientras miro al frente, porque siento que mi estómago se revuelve nuevamente como cuando estábamos juntos, maldito sea yo y mis sentimientos.
- Si muero, ¿quién te llevará con Valter? -
Me devuelve a la realidad nuevamente, donde me espera su sonrisa de buen vampiro..
- Lo encontraré solo, lo he hecho durante cinco siglos, puedo seguir haciéndolo.-
- Yo has estado desaparecido en estos cinco siglos, ¿sabes?, ninguna mujer puede compararse contigo.-
Aún cortejándome después de todos estos años, me dirijo a él y le respondo de la misma manera.
- Ya no me encantas Louis, ya no soy una niña indefensa que cae fácilmente en la red del monstruo.-
- O lo veo y me vuelve loco esta nueva Gigi.-
Responde acariciando mi mejilla.
- Perdón si interrumpimos su amada conversación, señores, pero ¿podrían responder mi pregunta?, ¿para al menos notar que estudian?-
Somos interrumpidos por el profesor que empezó la lección hace aproximadamente un cuarto de hora, pero a mí no me importó, demasiado concentrada en enfrentarme al idiota a mi lado.
Pero luego digo, soy un estudiante nuevo, ¿es posible que empieces a cuestionarme desde el primer día? Humanos...
- Por supuesto, Profesor, ¿puede decirnos? -
Escucho responder a Louis, con fingido interés.