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Capítulo 5: Mentiras piadosas

Cuando entramos a mi casa toda la farsa acabó, ahora sólo estábamos los dos, es por eso que ya no debíamos continuar con la falsa relación que le mostrábamos al mundo.

Mis padres no llegarían dentro de una hora a casa, los sirvientes no me harían preguntas que involucraran a Nathan en la misma frase, por ello, ahora volvíamos a ser los mismos de siempre, aunque ahora no discutíamos.

Lo invité a subir a mi habitación, pedí que nos llevaran bocadillos y gaseosas antes de acompañarlo hasta mi dormitorio, Nathan observaba todo con asombro, parecía curioso al no saber lo que había detrás de muchas puertas, no consideré que era necesario darle un tour por mi casa, no somos amigos, además la probabilidad de que volviera era bastante escasa.

–Dame tu móvil– le dije estirando mi mano para que me lo entregara tras ingresar a mi habitación, este se lo sacó de los bolsillos y me lo entregó desbloqueado.

Mi intención era conectarlo al televisor que tenía frente a mi cama, era un televisor lo suficientemente grande como para cubrir la mayor parte de la pared.

Mientras hacía esto le pedí que cerrara las cortinas, intenté no reír cuando este buscaba la forma de hacerlo, pero comenzó a presionar unos botones al lado de mi cama hasta que lo consiguió.

Una sirvienta me trajo lo pedido anteriormente, por ello cerré la puerta con seguro, no veríamos una película como para tener la puerta abierta, las paredes son insonorizadas, por ende podía subir el volumen todo lo que yo quisiera, sin embargo, no lo puse a un volumen excesivamente alto, sólo estaba a 20 de 100. Me senté a los pies de la cama manteniendo la distancia entre Nathan y yo, luego le di al "Play" escuchando rápidamente nuestros jadeos ¿Por qué grabamos? No logro entender que pasó por nuestras cabezas, pero lo estábamos haciendo, estábamos grabando aquella noche de sexo intenso que no logro recordar.

Me sentía incómodo, ambos observábamos la pantalla casi por obligación, la atmosfera entre nosotros era bastante tensa, pero aun así nos vimos varios videos en donde hablábamos sobre cosas que ninguno de los dos entendía, por lo menos así continuamos hasta llegar al instante en donde hablábamos sobre la clave que pondríamos en los videos.

–¿Qué clave piensas poner? –me preguntaba Nathan apuntándome con la cámara de su móvil.

–Aún no lo sé, pero seguramente pondré algo que nos caracterice a los dos.

–Como...–Nathan se acercó a mi oído y yo sonreí– ¿esa?

–Buena idea, pondré eso– dije quitándole su móvil finalizando la grabación.

En la siguiente grabación me encontraba agotado sobre la cama, boca abajo, mientras Nathan me molestaba, yo le decía que estaba cansado, eran las 3 de la madrugada, por ello se cortó antes de escuchar un "Continuará" de parte de ambos.

Yo conocía la continuación, dormimos una hora y yo lo desperté al colarme bajo las sabanas o eso decía Nathan en la grabación de mi móvil, aunque cuando pasamos al último video yo fui quien grabó, apunté a Nathan dormido y sonreí bajando por la cama mientras continuaba grabando con el flash encendido.

Me senté en la cama de manera recta queriendo adelantar el video, pero Nathan estaba concentrado en mis acciones, de hecho, se acomodó en la cama viendo fijamente la pantalla, no sé qué expresión tenía, mi habitación está a oscuras, por una parte, la quería así para evitar la vergüenza, sin embargo, ahora mismo quería saber si tenía una expresión complacida o de asco.

El video lo mostraba desde abajo, sólo se podían escuchar los obscenos sonidos que creaba con mi boca, no me estaba viendo, pero mis mejillas se calentaban con vergüenza, además estaba sintiendo lo mismo que esta mañana, es decir, me estoy poniendo duro otra vez.

Nathan se despertó, miró la cámara medió dormido y tomó mi móvil antes de que yo cortara la grabación, la continuación me la conocía perfectamente, por ello no era necesario verla con Nathan, de todas formas, no ocurría nada que nos diera información de la clave.

–¿Qué nos puede caracterizar a ambos? –preguntó tras no haber más videos.

–No lo sé... –respondí abriendo las cortinas con el botón que había cerca de mi mesita de noche.

–¿Y qué hay de tus videos? ¿Por qué no los pones? Quizás encontremos una nueva información.

–No la hay, sólo somos tú y yo follando– dije tratando de parecer tranquilo.

–Dame tu móvil, me quedaré con él hasta que recuerde la clave– me dijo, pero yo lo alejé de su alcance

–No puedes hacer eso ¿Qué hay de mis contactos? –pregunté– lo tendrás sólo cuando estemos juntos ¿ok?– le propuse entregándoselo temporalmente, por lo mismo él abrió mi galería y lo conectó al televisor diciéndome "Cierra las cortinas"

Gracias al amor bendito de mis padres sólo pudimos ver un video, ya que, mi madre nos interrumpió tras llamarme para probar unos nuevos dulces que había comprado, puse una película a una velocidad luz antes de abrir la puerta para que no se diera cuenta de que estaba con seguro, Nathan encendió una de las lámparas de mi mesita de noche antes de que yo le abriera la puerta a mi madre.

–Oh...– dijo mi madre al ver a Nathan– ¿interrumpo algo? –preguntó preocupada.

–No– dije rápidamente– sólo veíamos una película.

–Ok –miró a Nathan y le sonrió– ¿te quieres quedar a cenar?

–Me encantaría, pero debo regresar a mi casa, mi madre me necesita para...–miró a su alrededor tratando de buscar una buena excusa– mover unos muebles– me reí, que excusa más rebuscada.

Cuando bajamos mi padre se dio cuenta de la presencia de Nathan rápidamente, de hecho, lo saludó, se presentaron y mi padre al escuchar el apellido de Nathan bromeó comparándolo con un traficante.

–Stewart ¿Cómo el traficante de las noticias? –Preguntaba en un tono amisto, sólo era una broma, pero Nathan me miró pidiendo ayuda.

–Papá...– dije mirándolo mal.

–Lo siento, sólo era una broma– dijo riendo– he oído sobre él todo el día– le explicó– ¿te quedarás a cenar? Te prometo que el chef no te decepcionará, además de postre tenemos unos dulces traídos de Francia.

–Lo siento... tengo que... –mi padre lo envolvió con sus brazos dirigiéndolo hasta el comedor mientras mi madre sonreía.

–Insisto– dijo mi padre tratándolo con toda la confianza del mundo, es la primera vez que viene ¿¡por qué lo atienden tan bien?! De hecho, tengo la impresión de que no quieren que se vaya.

Nathan trataba de decirle a mi padre que tenía que irse, pero mi padre lo llenaba de obsequios, cuando por fin lo dejaron irse se vio en la obligación de aceptar unos 6 postres y unas invitaciones para asistir al juego de basquetbol que habría mañana, los asientos eran de primera, podríamos ver la cancha desde un lugar único y privilegiado, además mi padre le ordenó al chofer que llevara a mí "amigo" a su casa.

Cuando se fue me sentía tan avergonzado por la manera de actuar de mis padres, lo habían atendido como si este fuera mi pareja, a la hora de cenar no dejaban de hablar de él, mi madre decía que le parecía un buen chico, a lo que mi padre agregaba un "Y apuesto" para seguido decir "Que buenos gustos tienes" iba a decirles que no teníamos esa clase de relación hasta que me mostraron una revista donde salimos juntos en la portada.

Por supuesto que la fotografía había sido tomada de los videos que habían subido de nosotros besándonos, nunca había deseado tanto que la tierra me tragara, mis padres parecían tan felices por la noticia que yo me vi en la obligación de decir "Sí, somos novios" mientras que por dentro gritaba de impotencia por mentirle a mis padres.

Esta situación me estaba obligando a mentir demasiado seguido, no es algo que me guste, no me gustan las mentiras, sin embargo, la situación era complicada, por ello los fines justificaban los medios, sólo espero no tener que mentir demasiado o mi vida se centrará en un sinfín de mentiras.

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