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Capítulo 6: Jugando con él

En los siguientes días ocurrió lo mismo o algo similar hasta que cumplimos una semana como "novios", mis padres se encontraban con él todos los días, por ello lo invitaban a cenar o a nuevos eventos en los cuales habíamos sido invitados, como a juegos, teatros, estrenos de películas con los actores sentados delante de nosotros o directamente a nuestro lado, mis padres se estaban encariñando demasiado con mi supuesto novio, por ello trataba de traerlo a mi casa lo menos posible, no obstante, mis padres eran los que preguntaban por él acompañado de un "¿Cuándo vendrá? Conseguí "X cosa" para ir con él" es decir, lo estaban mimando y Nathan se dejaba mimar, claro que esto me ha ayudado a comprender su carácter, entre otras cosas.

Pasar tiempo juntos me ha enseñado muchas cosas que desconocía de su persona, en primer lugar, si es hijo de un traficante por ello actuó de forma nerviosa cuando mi padre lo mencionó la primera vez, segundo, tiene una hermana que no piensa presentarme o armaremos un lío dentro de su cabeza, no hacía falta que me presentará a su familia, no tenía esa clase de interés por ella hasta que me habló de su padre, a este si tenía ganas de conocerlo para ver si es la clase de hombre que Nathan describe con cierta tristeza, ya que este no suele preocuparse por él ni mucho menos por su hermana, aunque claro, le paga colegios caros para quitarse ese peso de "mal padre" además le da una manutención bastante generosa.

Nathan pasa tiempo con él sólo porque este buscó trabajar con él, pero claro que sólo lo hacía para sentir la aprobación de su padre, por supuesto que no dijo esto de forma textual, no obstante, daba esa impresión cuando hablaba sobre las cosas que su padre no hacía como un padre normal haría, el cariño estaba escaso dentro de su familia paterna, Nathan únicamente quiere a su hermana y viceversa, ellos saben que solamente pueden confiar en el otro por ende no quieren que nadie los lastime, quizás por ello comprendo a la joven señorita de uniforme planchado sus insistentes palabras que dicen con determinación un "Aléjate de mi hermano"

Las clases habían acabado, Nathan se quedó unos minutos más dentro del instituto para acabar uno de sus trabajos, básicamente estaba entregando un pequeño paquete de lo que él llamó "polvo mágico" y como no quería tener nada que ver con eso decidí salir sin él, no pensé que su hermana estaría esperándome justo frente a mi auto, la gente nos estaba observando, su vestimenta llamaba la atención tras ser de un instituto privado de señoritas, además la chica parecía muy enfadada conmigo, yo la miré un instante permaneciendo en silencio, no había duda de que era su hermana, se parecían, tenían el mismo color de cabello, sólo que su hermana tenía unas cuantas mechas teñidas de rubio, sus ojos grises se asemejaban, era una chica preciosa, Nathan no había exagerado cuando me la describió cuando hablábamos sobre ella unas horas antes.

–¿Me oíste? –preguntó al yo quedarme en silencio sin responder– no te quiero cerca de Nathan, él es un chico bueno, no se merece que juegues con él como lo hacen todos los de tu calaña.

–Lo siento, pero tus acusaciones son sin fundamentos– le respondí– ¿De dónde...? –alcancé a decir antes de oír como una persona detrás de mí me quitaba las palabras de la boca.

–¿De dónde sacaste que él está jugando conmigo? –preguntó Nathan viendo a la gente que nos miraba atentos, se ubicó a mi lado y me miró un poco apenado por lo que estaba pasando.

–Ambos sabemos cómo funciona esto, un popular adinerado como este chico no se acerca a nosotros sólo con buenas intenciones– decía con seriedad, yo por más que hablara mal de mí, no podía dejar de verla como una chica adorable, se empeñaba con todas sus fuerzas a sus palabras asegurándole a su hermano que yo no era una buena persona, ella sólo no quería que este saliera lastimado y aquello lo consideraba adorable.

–No pienses demás las cosas, esto es diferente– le respondí a lo que Nathan añadió...

–Además, ya sabes cómo soy, la probabilidad de que Andrew me lastimé es bastante menor comparada a la probabilidad que tengo yo de hacerlo– lo miré ¿Es eso cierto? Me sentí curioso al saber por qué su probabilidad era más alta que la mía– en fin– envolvió el cuello de su hermana con su brazo derecho– por ahora sólo piensa en que somos novios y que yo se lo he propuesto ¿Crees que lo habría hecho sin saber las consecuencias? –la chica me miró.

–Lo siento– me dijo– creí que tú habías sido el que creó todo esto, espero que me puedas perdonar– decía de manera sincera viéndome un poco avergonzada.

–No te preocupes– le respondí–.

–Ahora...– besó la mejilla de su hermana logrando despeinarla por completo al mover sus manos sobre su cabello con esa intención– ¿Vamos al cine?

–¡Sí, por favor! –decía su hermana con una sonrisa de niña buena en los labios, Nathan estaba actuando de una forma juguetona y cariñosa, es por eso por lo que no podía dejar de verlos.

–Tú también vienes ¿No? –me preguntó.

–Lo siento, pero creo que...–

–No te atrevas a rechazar mi invitación– me dijo en un tono desafiante– de todas maneras, tú nos llevarás– agregó en un tono burlón moviendo las llaves de mi auto de lado a lado.

Había olvidado que antes jugábamos con ellas tras aburrirnos, no puedo creer que haya pasado de odiarlo a muerte, a pasarle mis llaves como si fuéramos los mejores amigos, esto es bastante confuso, sin embargo, me llamaba la atención el modo en la que actuaba al su hermana menor estar con nosotros, no era igual, Nathan era muy tierno con su hermana por lo que mi odio hacia él disminuía un poco, disminuyó de tal manera que dejé caer mi cabeza en su hombro cuando estábamos dentro de la sala de cine, este tenía las palomitas por lo que debía acercar mi mano a la suya todo el tiempo, su hermana había escogido otro tipo de palomitas además en un tamaño pequeño, mientras que nosotros compartíamos el gigante, es por ello que al aburrirme de ver el típico cliché de todas las escenas románticas en una película de terror, dejé caer mi cabeza en su hombro tomando una postura que en realidad no buscaba con segundas intenciones, Nathan no dijo nada, sentí como giraba su cabeza para mirarme en medio de aquella semi oscuridad, pero no sé si sonrió o si me miró con rechazo, sin embargo, si lo hubiera hecho ¿Me habría dejado reposar mi cabeza en su hombro? O ¿Me habría abrazado cuando había escenas que me daban miedo? Esta situación era muy extraña, de hecho, hasta me dio palomitas y yo se las di a él, estábamos actuando como novios sin ser conscientes de que no era necesario en un lugar como el cine.

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