Capítulo 4
- No, y no quiero hablar de eso. - digo con indiferencia dándole la espalda.
- Todo bien. ¿Quiere hablar sobre que? ¿Tu familia? ¿Madres? ¿Hermanas?
- ¿Porque quieres saber? - digo ligeramente irritada.
"Ella me estaba rogando que parara, pidiendo piedad. Simplemente caminé hacia ella con el pensamiento 'Termina rápido'. Era Ana, la vi crecer".
Sabrina se levantó de la cama con temor y con las manos delante de su cuerpo.
Ana hizo lo mismo cuando intentó evitar que la matara, se puso las manos delante del cuerpo en un intento inútil de mantener la distancia.
- Respira Alexandra, respira hondo. Mira, bajaré a buscar algo de comer para nosotros o para ti, algo ligero. ¿Por qué no te acuestas y te relajas hasta entonces? Cierra los ojos e imagina cosas buenas, o un buen recuerdo - Dio pasos hacia atrás hasta llegar a la puerta - Quédate adentro, ¿vale? Intenta relajarte. - E izquierda .
Me senté en la cama y miré al vacío mientras permanecía dentro de mi cabeza.
Estaba confundida, muy confundida.
Punto De Vista Patricio
Los problemas en mi vida parecían cuentas por pagar, siempre se renovaban con el tiempo. No fue posible resolver uno que ya estaba esperando atención.
Un extraño invadió mi manada sólo para matar a Alexandra, que es la Séptima algo. En este juego tomó a dos de mi gente, jóvenes además, y me dejó con más inestabilidad para cuidar de mi manada. Ni siquiera pude encontrar ninguna pista de quién era, y eso sólo me enoja más.
- Cálmate tú también. ¿Vas a utilizar el ratón como pelota antiestrés? - levanto la cabeza viendo a Sabrina frente a mí.
Miro mi mano y veo el mouse de la computadora roto.
- Otra mierda que resolver. - digo tirándolo y tirándolo contra la pared.
- Tranquila, sino tendrás que arreglar la pared también - Dice riendo y la miro irritado para que pare - Me detuve. ¿Ninguna pista?
- No. Estaba enmascarado por lo que ninguna cámara lo captó, su olor es irreconocible para mí y para los demás y el bastardo logró ocultar sus pasos en los bosques. Me quedaré calvo antes por puro estrés.
- Tienes una idea, Alexandra. Él vino aquí para eliminarla, ella debe saber por qué. - Suspiro, frotándome la cara con la mano.
- ¿Lo que quieras? ¿Algo pasó? - digo seriamente viendo tu cara.
Sabrina no vino a la oficina por nada.
- Alexandra, estás notablemente irritada. Le di de comer y la dejé sola en la habitación. Podría ser estrés postraumático. - Dice jugando con un lápiz y suspiro con cansancio.
Por lo que he reunido, Alexandra ya es una persona enojada y agresiva, decirme que está estresada no mejora la pila de problemas que tengo que afrontar y resolver.
- Eres su acompañante, por qué no te acercas, tu olor y acercamiento la calmarán.
- No es lo que veo cuando Mathias está cerca de ti. - Pone los ojos en blanco - Y no tenemos ninguna relación, y no quiero tenerla hasta que la conozca mejor.
- ¿Tienes miedo de encariñarte y que sea demasiado tarde para ella? Ella debe encontrarte al menos interesante o deseable, hueles como algo que ella ama. Sólo la conocerás mejor cuando hables con ella. - Dice colocando su cabeza sobre sus manos con los codos apoyados en la mesa.
- No soy ingenuo, sé lo que hace el vínculo de compañerismo en las parejas. Tú, siendo Bouvier, debes saber la tragedia que tenemos con nuestros compañeros, y con solo mirar el mío pude ver todos los problemas y dolores que me traería. Sé que si me acerco a su encuentro mi lobo se aferrará a ella y querrá protegerla y estar con ella, joder sea cual sea el problema, ella me cegará. Así que voy a ser práctico y racional, voy a conocerla de lejos e investigar su historia, sin riesgo de que haya ningún sentimiento entre nosotros. Puedo tomar la decisión de quedarme o no con ella. No quiero ser un participante más en la maldición de la familia Bouvier. Un milenio de vida y...
-...generaciones y generaciones de tragedias románticas. - continúa Sabrina. - ¿Crees que será así de sencillo? ¿Quién lo estudiará y al final decidirá si conservarlo o no? ¿Eres tan presuntuoso como para pensar que ella al final te aceptará si decides quedarte con ella?
- No dije eso. La conoceré de lejos y así ella podrá conocerme. Ella verá que actúo más racionalmente que sentimentalmente, verá cómo soy y pienso y también tendrá la opción de elegir si quiere estar conmigo o no. Le ahorraré un futuro trágico, para ella o para mí, sin que ella lo sepa. Es por ese miedo que no le das una oportunidad a Mathias:?
- Ups, no me vas a empujar hacia tu amigo. La maldición para mí comenzó cuando era él, ese demonio.
- No te quedas atrás - señalo yendo a buscar un ratón viejo
- ¿Quieres que te enumere las muchas veces que me irritó y acosó? Hizo de mi infancia un infierno y le contó todo lo que le hice a su madre y a ti, le metió mierda en la cabeza a San y vino a vivir aquí sólo para poder molestarme más. ¡Ya me ha arruinado tantas cosas! Manchó varios de mis cuadros y rompió dos de mis muñecos. - Dice haciendo un gesto con las manos enojado y me siento nuevamente en mi silla.
- Defendiéndolo, fue gracioso verte rojo de ira, mejor que verte con cara triste. No lo culpen por lo que le pasó a Santiago, fue decisión de San irse. - digo y veo su rostro cerca - Gracias a Matt por venir a vivir con nosotros, dejó a su familia para quedarse aquí.
- Tiene familia y la abandonó, animó a San a hacer lo mismo. Una persona así no es más que escoria para mí.
- Dejó a un lado a su familia, que estaba bien, para ayudar a su segunda familia a sonreír y recuperarse, así que creo que deberías estar un poco más agradecido por eso, no necesitas dejar de estar enojado con él. . - Estiro mi brazo y acaricio su cabeza, que ahora estaba recostada sobre la mesa - Éramos cinco y solo quedamos nosotros dos, Matt vino a hacernos compañía y no dejarnos hundirnos. Él pasó a ser parte de esta familia no porque tuviera un vínculo de hermandad conmigo, porque era mi beta, sino porque estuvo con nosotros en los momentos difíciles y nos hizo sentir algo, ya fuera enojo o felicidad, cuando solo veíamos y sentíamos. tristeza y abandono. - digo y le doy una pequeña palmada en la cabeza - Se un poco menos duro contigo mismo y con los demás.
Nos quedamos en silencio mientras yo miraba nuevamente las cámaras de seguridad, para ver si veía algo nuevo.
- ¿Tienes alguna noticia sobre él? - dice Sabrina en voz baja sin mirarme.
Suspiro con cansancio y me hundo en la silla.
- ¿Cuál? - Lo digo en serio
- Cualquiera de hecho, aunque sabemos que nuestro padre, aunque esté vivo, no volverá a esta manada, o al menos no en el corto plazo. Eres un alfa, debes tener noticias e información sobre él, debes saber si nuestro San al menos está vivo.
- No lo siento. No puedo hacer nada, no es mi jurisdicción. - Hunde la cabeza entre sus brazos y vuelvo a extender la mano para darle cariño - La guardia plateada es como cualquier otra guardia, siempre envían los cuerpos o un comunicado si pierden a alguien. Ninguna noticia es buena en este caso – Se levanta de su silla y me da la espalda.
- Tú eras el hermano mayor, responsable de nosotros, debiste haber evitado su intento de suicidio. No deberías dejarlo ir a morir.
- Mocoso. - digo con cansancio llamándola cuando la vi dirigirse hacia la puerta.
- No me llames mocoso, ya tengo años, ya no soy un niño.
Ella abre la puerta y con eso podemos escuchar gritos afuera. Me levanto y corro hacia la fuente.
- VUELVE A LLAMARME PERRO A VER SI SE PECHA LA LENGUA. - Era la voz de Alexandra.