TRES
T R E S
LUIS FERNANDO
Hoy es viernes, y como es la rutina los chicos del movimiento estudiantil harán una fiesta en Rain. Estoy cansado de todo esto, se ha vuelto monótono la rutina, hay que ponerle verdadera diversion. Aún recuerdo el encuentro de la chica esponjosa, que me causa tanta risa, esa que me ignoró.
Ayer se le cayó una libretita de corazones con un estetoscopio plasmado, dorado con fucsia, se lo iba a regresar como buen ciudadano de la república, pero salió corriendo.
Al abrir el cuadernito me di cuenta que tenía pensamientos personales y letras de canciones, creo que es una especie de diario, de confidencialidad. Reí por lo infantil que se veía eso, pero habían letras que parecían espadas que cortaban cuando las lees ¿así será ella? ¿su corazón?.
Desde entonces no he podido olvidarme de ella y cada frase que leí.
—Vamos Luifer, hay que limpiar el lugar ¡Apúrate! —dice mi mejor amigo empujando.
—El lugar está limpio, y además cuándo empiece el bochinche este lugar quedará patas arriba. —le digo en tono cansado.
Sebastián es mi mejor amigo, siempre ha estado conmigo. Como mi hermano.
Nuestra familia es muy unida y por lo tanto lo somos nosotros. Me apoya y siempre está allí. Es él unos de los más sobresalientes de las clases, pronto nos graduaremos, sólo me falta por cursar unos créditos, y esperar.
Nos mudamos hace poco y espero que eso cambie.
(...)
CARLA
—Vamos Carla... levántate, no seas mala amiga acompañarme a la fiesta, Sabes que está el chico que me gusta y me acaba de invitar —pega las manos en señal de suplica.
—No Amelia, no me gusta las fiesta, sabes que no me llevo con los chicos esos —le digo explicándole.
Ella frunce el ceño en desacuerdo y cambia la exposición con unos ojitos triste y suplicante, rostro que no puedo pasar por alta.
No caigas... no caigas en su juego
—Te juro que si te alejas de mi en la fiesta, o unos de los tanto sifrinitos sin freno y sin cerebro se acerca a mi, me largo —le digo formulando detenidamente cada palabra.
—Listo... —dice cuando se termina de maquillar. Yo soy más relajada, no uso maquillaje, si soy sincera no quería ni ir. Sólo voy para complacerla. Para mi mejor si me quedo estudiando.
—Vamos pues —le digo mientras ella chequea de pie a cabeza mi atuendo.— ¡No me mires así! He hecho mucho con acompañarte.
—Pe-pero, tienes una linda figura, tienes sólo veintiuno de edad, y pareces a mi madre, amiga compórtate como una chica de nuestra edad. —me dice ella, se que en cierta parte tiene razón, sólo que en estos momentos no he tenido el deseo de atenderme en todos los sentido.
(..)
Franky, el admirador de Am nos vino a buscar, y ahora nos encontramos en frente del lugar, y desde el quicio se siente la vibraciones por la música de dentro de ella, ahora me estoy arrepintiendo de haber venido, este lugar no es mi ambiente, alrededor hay todos tipos de chicos, altos, bajos, blancos y morenos. De diferentes estilos al parecer. Pero ninguno del mío.
Al entrar a la casa apenas puedo ver, el lugar está lleno de gente. Y siento como me empujan y al darme cuenta ya estaba sumergida en medio de la fiesta.
Trato de retroceder, me duele la cabeza por el ruido y al hacerlo no me percato de con quién acabo de chocar.
—Perdón, no te ví —digo al chico que se está limpiando la camiseta con un pañuelo, y al alzar la cabeza. Allí está él.
—¡Otra vez tú! —decimos al unisono.
—Again... —se carcajea.
Volteo los ojos al tenerlo frente a mi. Muy cerca de mi. No se que hacer, por que tuvo que estar atravesado.
Siempre está atravesando... está como el miércoles..., eso lo dice mucho mi madre.
Es tan chocante, su personalidad, no hace falta hablarle para saber qué tipo de persona es: arrogante, soberbio, se cree por ser guapo y tener esos encantadores ojos llamativos y cabello oscuro y hermosa figura de mister de certamen y esa sonrisa. ¿Por que veo su sonrisa? ...¿Que estoy haciendo?. Caigo en cuenta de lo que estoy haciendo.
Lo estoy mirando. Y me he perdido en todo su cuerpo.
¿Que me pasa?
—¿Te gusta lo que vez? —dice limpiando su camisa.
—Por favor... un pollo mojado —chasqueo la lengua.— y ¿Que veo? Un desorientado que ha derramado su bebida
—¡Tu la has derramado en mi camiseta! —dice en tono molesto,
—¿Tu camiseta y mi bebida?...estamos a mano.
—¿Tú bebida? ...Mira preciosa —duda en lo que piensa decir y se retracta —¿sabes? Te diviertes, cierto.
—¿En que me divierto...? según tú —me mofo
—En seguirme ¿Qué?¿Te gusto?... Sólo tienes que decirlo y saldré contigo, pero por favor no hagas esto más vergonzoso, sólo di que te gusto y que por eso te la pasas detrás de mí, empujandome, y tirandote encima y mojando mi camisa para quitarmela. —se ríe con superioridad como lo suele hacer.
—¿Qué? —¿Estas de broma?— Yo...¿Detrás de ti? ¿Que te crees...? ¡Payaso! —y se ríe con más intensidad. salgo del lugar, molesta por la conducta del patán con sonrisa perfecta.
Me encuentro afuera y el frío me arropa, «¿Que hago aquí?» Me pregunto.
La noche a avanzado y me toca irme caminando a la residencia ya que mi amiga se encuentra con su amigonovio.
Llegué cansada en la casa son casi las dos de la mañana y no aguanto los pies, me tiro en la cama, exhausta miro el techo y me pierdo, me pierdo en las líneas horizontales del techo, todo se vuelve borroso y me sumerjo en un profundo sueño, quedando inconsciente de lo que sucede allá afuera.
(...)
—¡Otra vez Tú! ¿Que haces? no me toques...
Digo mientras forcejeo con él.
—Ni se te ocurra besarme. Suéltame... —Lo empujo y al hacerlo la fuerza que ejerzo me impulsa hacia atrás donde caígo, al tiempo donde caído al suelo lado de mi cama,— "Dios" es sólo un sueño ¡hasta en los sueños...! —Digo levantadome de prisa del lugar.
Salgo de la habitación y me percato de que mi compañera no vino a dormir en casa, señal de que ahora es algo más serio con su novio Franky.
Abro la nevera y saco la leche y agarro el cereal. Que hambre me da siempre, es mi estómago un hoyo negro... siempre he tenido duda de la anatomía de mi estómago, como si la comida se me fuera para la abundancia de mi cabello. De verdad no engordo... Ese es un don.
Término de comer y me meto en la ducha, he quedado con Gena y Laura para ir al shoping center y si soy sincera, no quiero ir pero, me llamarían aguafiestas porque hace más de un mes que no salgo, y esto me complica mi existencia.
Ya lista, tomó el autobús que me dirige hacia el centro para encontrarme con ellas, es un día muy frío, raro para esta ciudad. Es como decir que el planeta es plano o llueve de abajo hacia arriba.
Pero me he propuesta disfrutar de mi día como fuera el último, así que, Disfrútalo... me digo
Subo las escaleras y admiro como han decorado el local por las celebraciones de carnaval, todo ha traído recuerdos a mi memoria como cuando le tiraron una bomba llena de agua a mi hermana y un huevo, 'Dios' realmente eso fue asqueroso, y cuando desde niño asimismo compartíamos y nos tiramos esas bombas de agua, para que más atrás el regañón de nuestros padres nos daban gratuitamente por nuestros actos. Tiempo que no volverán.
Y así transcurrió el día.