DOS
D O S
—¡Suéltame! me haces cosquillas, déjame —tiene una hermosa sonrisa, pero no deja de mover sus manos— no pongas esa cara, déjame...
—No amor, bésame. —dice poniendo puchero, miro sus labios con deseo— ¡Cosquillas!
Es el chico más lindo, el chico de mis sueños, yo embobada por su apasionado beso, me dejo llevar por la pasión, escucho un fuerte ruido, que me aleja de esta linda sensación.
¿Qué es ese ruidito?
¿Qué sucede?
Estoy abriendo los ojos y estoy casi en el suelo ...babeando, literalmente, era sólo un sueño un desordenado sueño y la ruidosa e inoportuna alarma me ha robado la apasionada sensación que estaba experimentando aunque sea sólo un sueño.
Aunque en realidad concientemente ni un chico lo ha hecho. Sólo sucede en mis sueños.
—¡Ahhhh! Amelia sonó la alarma, ¡Párate!...
Me levanto de volada corriendo al baño, ya es tarde voy a llegar tarde a la universidad ¡no puede ser!, es una de las materias más importante de las clases y heme aquí, no lista.
Chuchito...
—¡Estás roncando levántate! ¡métete al baño! —le digo mientras agarro con fuerza la toalla que envuelve mi cuerpo desnudo.
—¡Ya! ¡ya! ¡mujer! ...estoy levantada, en cinco minutos estoy lista. —dice antes de entrar al baño, cómo si eso fuera posible.
(…)
—No puedo creer que me hayas sacado de la cama Carla, y todavía falta la mitad de los estudiantes del salón ¿quieres que limpiemos la universidad? —dice histérica al ver que llegamos demasiado temprano y lamenta haber perdido el sueño.
—Sí, pero ahora estamos aquí y podemos tomar los primeros asientos —digo en tono cantado, sacando lo mejor en todo momento.
—¡Mmmm! —se queja.
(…)
Cinco minutos antes de terminar las clases de Trabajo Comunitario, el profesor da un anuncio y deja pasar a un chico, alto, delgado, piel y ojos claros. De buen atractivo parece ya que las chicas susurran, entretenida con copiar el punto importante que mandó el profesor para el próximo taller, no me percato del chico que presenta el profesor Ramírez.
El mismo chico que groseramente dejó chorrear la malteada en mi blusa preferida en el local que visito todos los viernes por la noche. El mismo que mal educadamente no le importó disculparse, sólo se rió de su estupidez.
Él se percata de mi presencia y como tal es su personalidad me ignoró.
¿Que se cree este chico? Digo en mis adentro, muy adentro.
Claro es el típico chico, de recursos que no le importa si te humilla sólo le importa él, sólo él. No le meto una mano porque no soy grosera, o sino, le doy un lepe sona'o de tras pa'lante.
Se acaba la hora y salimos apuradas porque teníamos que ver otra materia, y al cruzar el umbral de la puerta no me percato del personaje que se encuentra de espalda, al chocar voy de caída y por instinto del individuo para evitar mi vergüenza, porque casi me voy de espalda (que patosa soy) él pierde el equilibrio y pasa lo inevitable, caemos, sí, caemos, amortigüe la caída, el golpe me deja en las nubes por unos segundos, al reaccionar siento el peso del chico sobre mí, y su inmediata reacción es levántarse y más atrás yo.
De pie me doy cuenta de la persona que provocó mi caída. Claro tenía que ser él, el mismo chico grosero, al ver su rostro veo su indignación y su reproche.
—¿Qué me vez? Fue tu culpa, estabas atravesado —le digo molesta. Casi gritando.
—¿Atravesado? —dice chocante, con un tonito raro, digamos que no es de aquí.
—Sí, atravesado, de espalda coqueteando con esas niñitas...
—¿Y tú no miras al caminar? ...Claro, lo hiciste a propósito, es evidente —declara arrogante con cara de burla y ojos de superioridad.
—¿A propósito? ¿Qué te crees? ¿Coco Sousa? Estabas atravesado. Ni ganas tengo de verte la cara. —digo irritada.
—¡Si! Si quieres que este arriba tuyo, sólo tienes que pedirlo preciosa —se ríe estúpidamente. Ruedo los ojos, al burlarse el acento disminuye pero aún así, me choca.
Indignada ahora yo por el espectáculo gratuito que me ha dado el chico nuevo, no tan nuevo. Salgo del pasillo apurada, molesta. Al darme cuenta que mi compañera no estaba a mi alrededor, y ya la hora había avanzado.
Gracias a Dios, ella no estaba, por que me habría tomado para cien con la echadera de broma.
Al llegar al salón me encuentro con que ya los puestos de adelante estaba ocupado,
Gracias chico por dejarme caer y por hacer que me siente de última, digo en mis adentro cruzando los ojos.
La clase apenas comenzaba, me encuentro a atrás, como detesto este lugar.
A mi alrededor están los chicos que no le gusta esta clase, para ser sincero, no todos le gusta el inglés, a mi me encanta los idiomas. (Aunque soy torpe en la materia)
Se abre la puerta y entra el desarmado del choque, que me causó que mi día comenzará con disgusto, no sólo eso, al verle la cara me percato que tiene intensiones.
¿Qué hace? ...No, no lo hagas, le digo con los ojos, ni hace falta hablarle para que me entienda.
Claro el chocante de él se sienta en el puesto desocupado que está a mi derecha.
—¡Hola! ...Again —dice con diversión.
—No me llamo Again —imito el acento. Se carcajea y aún así me da ganas de sentarme el cuaderno por la cabeza.
—Dije: hola, otra vez —Que bruta soy, lo dijo en inglés. Con razón me sonó conocido... Cómo la canción solo que... Mejor ignoremos el momento.
Miro hacia el frente y lo dejo hablando solo.
—Soy Luis Fernando, mucho gusto odiosa —dice extendiendo su mano.
Lo vuelvo a ignorar, es muy importante la clase y él sólo hace es hablar y hablar y me desconecta de la atención que debo darle al profesor.
Sólo escucho los verbos y sus tiempos y el resto es bla bla bla... y mi vista se va a los garabatos que el chico hace en una hoja con su pluma.
Termina la clase y salgo apurada, ya era tarde Gena y Laura me esperan junto a Amelia para comer.
—¡Espera...! —dice el chico tras de mí, yo irritada lo vuelvo a ignorar.
LUIS FERNANDO
—¡Espera...! —digo tras de ella.—
Se te ha caído algo ...—pero no me escuchó, corrió muy rápido y no la alcancé. Ignoró mi llamado a la primera vez y cuando me presenté, sólo me quería disculpar por la otra vez en el restaurante, sólo estaba un poco ebrio y al salir, nuestros cuerpos chocaron por primera vez y esa se derramó sobre su camisa de béisbol "Leones", le hice un favor ya que Magallanes va en la delantera este año. Y fui un cretino en esa oportunidad, he querido cambiar, ya no soy el chico del High School, he madurado un poquito, pero ninguna chica me ha ignorado y ella sólo me ignoró. Hirió mi ego. Eso no se va a quedar así.
La chica de cabello llamativo, ondulado, esponjoso de piel morena, no es como otras chicas. No es atractiva, por decir, no es sexy pero tiene algo diferente.
-La diferencia es que te ignoró- dice mi subconsciente burlándose de mi. Ignoro mis pensamientos y retroceso a la cafetería donde me espera mis amigos.