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Es por la mañana y Gregorio se ha levantado de buen humor.

No hay clase y quiere empezar bien el fin de semana, así que revisa tu correo. Hay dos correos de sus profesores felicitándole por unos trabajos, otro de su tío que está en España y le envía recuerdos para la familia y otro de la Universidad de Ingeniería Mecánica .

No se lo puede creer. Ahí, en ese correo está su futuro. Sí o no. No hay un término medio. Abre el correo y se encuentra con una carta. Empieza a leer entre líneas pero se dice que es mejor leerlo todo y con tranquilidad:

Querido señor Gregorio Martinés Telor,

Hemos recibido su solicitud de ingreso a la Universidad de Ingeniería Mecánica de Oxford. Le comunicamos que dé ciento cinco estudiantes que la enviaron, le hemos seleccionado para hacer las prácticas de verano en Londres. Su expediente académico es espectacular y esperemos que siga así en nuestra Universidad.

Nuestras más sinceras felicitaciones,

Director de la Universidad,

San Luis Gonzaga.

En la casa vecina de Celina, Valentina lleva despierta dos horas. La música suena por toda su habitación mientras ella hace flexiones en el suelo. Un pitido le informa de que tiene un correo nuevo.

Se levanta del suelo y se dirige a su ordenador portátil. Abre el correo y empieza a leerlo:

Querida señorita Valentina Quintero Lopez,

Hemos recibido su solicitud de ingreso a la Universidad de Arquitectura de ETSAB. Le comunicamos que dé dos cientos estudiantes que la enviaron, la hemos seleccionado para hacer las prácticas de verano. Su expediente académico es espectacular y esperemos que siga así en nuestra Universidad.

Nuestras más sinceras felicitaciones,

Director de la Universidad,

Scallert Buzz Nowey.

Un grito sale de su garganta y su hermano mayor acude a ella. Abre la puerta de golpe y de encuentra con su hermana saltando en su cama, vestida con unos pantalones cortos y negro y con una camisa que, para él, es demasiado provocativa. Hermano protector:

-          ¿Qué te pasa, Val? He escuchado un grito.

-          Sergiocito, delante de ti esta la próxima arquitecta de Londres. ¡Me han aceptado!

Sergio levanta a su hermana en brazos mientras le da vueltas por la habitación de esta.

Esta muy orgulloso de su hermana, tanto como lo estaría su padre si estuviera aquí.

Su madre también ha escuchado la euforia de sus hijos y ha ido a observar. La escena que contempla es tan tierna que llora de emoción y los dos se dan cuenta. Dejan de dar vueltas y comparten la alegría con su madre. 

Teme contarle algo a Celina por miedo a que se enfade de nuevo o algo peor, pero sabe cómo es y es mejor ir siempre con la verdad por delante.

Coge su teléfono y marca el número que se sabe tan bien. Al segundo pitido la voz adormilada de su chica le hace sonreír:

-          ¿Sí?

-          ¡Buenos días, bella durmiente! ¿Cómo estás? – Pregunta el chico.

-          Hola, Gregorio. Recién levantada. ¿A qué se debe tu llamada? – Pregunta Celina un poco enfadada por haberla despertado. Estaba teniendo un bonito sueño.

-          Perdona, no quería despertarte pero tengo que contarte algo muy importante. – Deja la respuesta en el aire. Quiere ver si su chica aún se preocupa por él.

-          ¿Qué pasa? ¿Estás bien? – Celina no puede ocultar que se preocupa por su chico, aunque ahora es más una protección amistosa.

-          ¡Me han aceptado ! – Dice Gregorio muy emocionado.

-          ¿De verdad? ¡Felicidades, amor! Te lo mereces. Estoy muy orgullosa de ti. – Contesta ella.

Y en verdad, si que está orgullosa de él. Siempre consigue lo que quiere.

Hablan pero Gregorio no le cuenta el pequeño detalle de que dentro de dos semanas tendrá que irse para empezar las prácticas para el año que viene.

No quiere que la bonita historia que tanto le ha costado, se rompa por esa tontería. Ya se lo dirá. Un día o dos antes. No hay prisa.

Esa misma mañana, Valentina esta eufórica perdida no para de saltar y bailar por la casa, mientras su hermano se la mira y se ríe.

Tiene que compartir la noticia con su gran amiga y se apresura a llamarla:

-          ¿Sí? – Contesta la voz de Celina, aunque un poco dormida.

-          ¡Celina! ¡BUENOS DÍAS! ¿Adivina que me ha pasado?

-          No grites, algunas nos acabamos de levantar, Val. – Dice la chica. Ya es la segunda llamada que recibe esta mañana y quiere dormir.

-          ¡Me han aceptado en Oxford! – Grita de nuevo la rubia.

-          ¡FELICIDADES, VAL!

¿Ella también? ¿Los dos ? Y ella aquí. La felicita de nuevo y quedan esa misma tarde para hablarlo cara a cara. Celina esta tentada de preguntar por Sergio, pero no lo hace. Es mejor así.

Después de comer y comunicar a sus padres que se irá a casa de Val, sale y empieza a caminar. En cuestión de segundos, está tocando el timbre y para su sorpresa y alegría, Sergio es quién abre la puerta:

-          Hola, áng…Celina. ¿Qué te trae por aquí? – Pregunta el moreno.

-          Hola, Sergio. He quedado con Valentina. ¿Está por aquí?

Un grito de fondo se escucha y la chica entra. Antes de dirigirse a la habitación de su mejor amiga, se gira y le dice a Sergio:

-          No hace falta que ocultes el mote. Me gusta.

-          De acuerdo, ángel.

Los dos sonríen y cada uno toma su camino.

Él toma el mando de la televisión y sigue viendo la película de ‘The avengers’, mientras que ella entra en la habitación de su amiga.