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¿Vuelvo a elegir mi ex ? COMPLETO Y GRATIS

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Letras de Venus
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Sinopsis

Celina es una preciosa chica con pelos cortos que le lleva los hombres, ojos azules y muy divertida. Su rutina es bastante simple y muy monótona, hasta que llega a su vida, Gregorio. Un chico un año mayor que ella, de cabellos castaño y ojos marrones. Y muy alto. Aunque de rostro es guapísimo, el físico no es lo suyo. Es delgado pero lleva musculo ,de piel morena y con una pequeña obsesión por las videoconsolas. Como todo chico de su edad. Cuando lo ve, Celina se enamora perdidamente de él y Gregorio de ella. Empiezan a salir y aquí, empezamos su historia...

DulceDramaAmor-OdioSecretosCelosoBebéChica Mala

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Celina es una preciosa chica con pelos cortos que le lleva los hombres, ojos azules y muy divertida.

Su rutina es bastante simple y muy monótona, hasta que llega a su vida, Gregorio.

Un chico un año mayor que ella, de cabellos castaño y ojos marrones. Y muy alto. Aunque de rostro es guapísimo, el físico no es lo suyo. Es delgado pero lleva musculo ,de piel morena y con una pequeña obsesión por las videoconsolas.

Como todo chico de su edad. Cuando lo ve, Celina se enamora perdidamente de él y Gregorio de ella.

Empiezan a salir y aquí, empezamos su historia.

Nuestra pequeña protagonista se despierta de la cama con la dulce melodía de su teléfono móvil. Una llamada entrante la ha despertado:

-          Buenos días, mi pequeña princesa. ¿Te he despertado? – Una voz masculina aunque no muy dura le pregunta.

-          Buenos días, mi angel. Sí, me has despertado pero no hay nada mejor que levantarse con tu voz. – Dice la princesa Celina.

-          Siempre tan dulce, tierna y encantadora. ¿Quieres que vaya a buscarte y vamos juntos al instituto? – Le pregunta de nuevo ese fantástico chico del cual ella esta locamente enamorada.

-          Claro, Gregorio! Dame diez minutos y te espero abajo. Te quiero, príncipe. – Contesta Celina.

-          Solo porque me has llamado así, te has quedado sin beso de buenos días, Celina. Yo más a ti, princesa. – Le contesta de nuevo Gregorio.

-          Sabes que no puedes resistirte a mí. Hasta ahora. – Dice muy segura de si misma y con la voz sensual.

Ella es la que corta la llamada.

Se levanta y apresuradamente, se viste con unos tejanos oscuros que remarcan su pequeña figura y una camisa sin mangas de color blanco, ya que la primavera ha aterrizado en la pequeña ciudad .

Después, baja a desayunar, donde su padre y su madre hablan animadamente en este precioso día de mayo.

Celina es hija única pero siempre ha deseado un hermano pequeño del que cuidar y jugar con él. Pero nunca se lo ha dicho a sus padres, ha preferido guardárselo, él único que lo sabe es Gregorio.

Ya ha desayunado y está esperando fuera de su edificio para irse al instituto con su novio.

Al cabo de unos minutos, una moto completamente azul a pesar, aparece delante de la mirada de Celina.

Un chico se baja de ella, se quita el casco y con una sonrisa, habla:

-          Celina, princesa, vamos.

Ella sale disparada hacia él, como cada día, como hace ya tres meses. 

Los dos viajan en silencio en la motocicleta del chico hacia el instituto, donde los dos estudian, ella el bachillerato social y él el científico.

Para los planes de futuro, Celina no tiene muy claro que hará, pero Gregorio está decidido a irse lejos, muy lejos de la ciudad para poder estudiar ingeniería mecánica. Aunque Celina no lo sabe, él piensa que lo va a seguir hasta el fin del mundo, pero eso nunca se sabe. Llegan al edificio y los dos se bajan.

Celina espera a que su chico aparque bien la moto y seguidamente, se lanza a sus labios. Un beso dulce, tierno. Solo dura unos minutos porque Valentina grita el nombre de su mejor amiga:

-          ¡Celina! ¡Celina!

La Princesa se separa de los labios de Gregorio y se gira con una sonrisa hacia la voz de Valentina. Está chica, al igual que el novio de Celina, está cursando el bachillerato científico, aunque ella quiere estudiar arquitectura.

La rubia se lanza a sus brazos y las dos se funden en un tierno abrazo. El chico las mira enternecido, son como hermanas pero no de sangre. Valentina rompe el abrazo y fija su mirada en ella:

-          ¡Celina, no te vas a creer quien ha vuelto! ¡Pensaba que no volvería más! ¡Lo echaba tanto de menos! – Grita emocionada Valentina.

-          Vale, vale. ¿Quién? No creo que sea Juan, ¿no? – Pregunta Celina.

-          ¡NO! ¡No, no es Juan! Por cierto, hola Gregorio. – Saluda la rubia al moreno.

-          Hola, Valen. ¿Qué tal todo? Aunque veo que estás muy feliz por algo, o mejor dicho, alguien. – Dice el chico.

-          ¡Sí! Muy contenta. ¡No me lo puedo creer! – Continua gritando la rubia con sus ojos azules muy abiertos y emocionada.

-          ¡Valentina, dime de una vez quién! ¡No grites y dime quién ha venido, joder! ¡Me pones de los nervios! – Chilla la princesa harta de los gritos de su amiga.

-          Bueno…alguien se ha levantado con el pie izquierdo está mañana. – Comenta Valentina. – Sergio, mi hermano mayor, ¿te acuerdas de él?

Hace unos años atrás, la madre de Celina agarró la manita de su hija para ir a conocer los nuevos vecinos, que según le habían dicho a la mujer tenían dos hijos.

Fueron hasta la casa que hace dos días estaba en venta y llamaron a la puerta.

Al cabo de unos segundos, una pequeña niña rubia y de ojos grandes les abrió y con una preciosa sonrisa les preguntó:

-          Hola, ¿Quién sois?

-          Hola, guapa. Soy Adriana, la vecina de enfrente. – Dijo la mujer con una sonrisa y sin dejar de mirarla.