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Que vergüenza.

Al siguiente día Óscar le hace una llamada a su madre y quedan de acuerdo para almorzar juntos. Él se sentía más que satisfecho, pues tendría a April cerca y por fin descubriría que es lo que tanto le interesa de esa mujer. 

—¿Me ha solicitado, señor? —se presenta María.

—Ya tengo la persona que se quedará en administración, estoy seguro de que estarás cómoda con ella, ya que la conoces. Se trata de April Williams 

—Qué bueno, ella es excelente para el puesto y cumple con sus requisitos y más.

—Por eso la elegí como mi esposa y nos casamos en "Las Vegas" —él termina guiñando el ojo. 

Él se alejó muy satisfecho, pues sabía que ella iba a decirle a todos, y es lo que deseaba. Solo que a la primera persona que de inmediato llama para contarle, es a Paula, quien reaccionó muy molesta y disgustada. Está de inmediato, se viste y sale de su casa a toda velocidad.

Él a medio día sale de la empresa y se dirige a la mansión de sus padres.

—¡Bienvenido hijo! Esto sí que es una gran sorpresa.

—Sabes que siempre estoy ocupado y se me hace difícil, pero es muy bueno para mí reunirme contigo. Siento que me transmites paz.

—Siempre serás bienvenido en casa. Ven, vamos a comer algo mientras conversamos.

Ellos están en la sala y escuchan los llantos de alguien en el pasillo. Sarah de inmediato se apresura y encuentra a Paula en un mar de llanto, se veía nerviosa y alterada. Ella rápidamente se acerca y la ayuda a colocarse de pie, preguntando qué le sucedía, pues se veía muy mal y con el paso del tiempo ella le aprendió a tener cariño por la convivencia que ya ambas tenían.

—Hijo, ven y ayúdame por favor, ella está muy mal.

Óscar de inmediato se acerca y la ayuda a llevar hasta el sofá, donde la ayuda a sentarse, pero ella en ningún momento detiene su llanto. —¿Te ha sucedido algo? —pregunta de inmediato Óscar.

—Claro que sí. Me sucedió que no me amas, me sucedió que sin hablar conmigo fuiste a Las Vegas y te casaste con la primera persona que se te atravesó en el camino. Me sucedió que me duele… ¡Eso me sucedió!

Sarah abrió grandes sus ojos, pues de todo, lo último que pensó escuchar fue lo que pronunció aquella chica. De inmediato Óscar la saca de sus piernas y se coloca de pie, pues ya no estaba preocupado y sabía que solo era un berrinche para seguir molestando en su vida.

—¿Eso es cierto Óscar? —le pregunta, su madre algo molesta, pues siempre ha elegido a Paula como compañera para su hijo, aún él se negaba a que fuera de esa manera.

—A esto vine a este lugar, a informarte sobre lo que hice hace unos días en Las Vegas, solo que no imaginaba que también se presentaría Paula.

—¿Qué hice para merecer este trato? ¿Acaso no soy tu novia? —ella reclama entre lágrimas para quedar bien con la señora Sarah.

—Siempre te dije que no quería nada serio.

Ella hace un gran escándalo con su llanto. —Fuiste mi primer hombre y yo te amo.

—¡No mientas! Sabes muy bien que no es así, ¡Y ya basta! Estas no son cosas que debemos hablar con mi madre presente. ¡Qué vergüenza!

—Si es así ¿Por qué no me buscaste para decirme esto? ¿Crees que no tengo sentimientos? Yo como tonta esperando por ti para celebrar juntos tú cumpleaños, y tú muy casado con otra mujer.

Él solo la mira, estaba exaltado, pues son cosas que nunca hablaría frente a su madre. Él siempre se cuidó de incluirla en escándalos y malos entendidos de pareja. —Hace tiempo esto no funciona y ya lo sabías.

—No me dejes por favor. —ella se lanza de rodillas provocando lástima en Sarah.

—¡Me voy! Estoy impresionado por tu falta de respeto. ¿Recuerdas dónde estamos?

—Quién está sobrando aquí soy yo... —Ella sale corriendo, entré lágrimas y sollozos.

Mientras salía corriendo del escándalo que había armado, Daniel venía llegando y se quedó muy sorprendido por la escena. Él le preguntó si todo estaba bien, ella no le respondió y solo siguió su camino, así que él entró y encontró a su madre pidiendo una explicación para tal humillación hacia la chica.

—La elegiste tú y te había dicho que sería yo quien debía elegir a mi chica.

—¡Qué vergüenza! Sabrá con quién… Te fuiste a casar a escondidas a "Las Vegas"

—¿Te has casado? —pregunta Daniel con una risa dibujada en sus labios.

—Ya suelta el asombro, la conoces y estuviste allí cuando me casé con April. No es necesario seguir actuando.

—De verdad que ustedes no maduran. ¿Nunca dejarán de provocar dolores de cabeza? —ella lo mira a los dos y lanza su advertencia. —Mañana quiero conocer a esa mujer, y si no es digna de ser una Miller, yo misma anuló el matrimonio ilegal ese.

Ella sale muy enojada y repitiendo que ha pasado una vergüenza muy grande, y que no sabía dónde debía esconderse.

—¿Qué fue todo eso?

—Lo que escuchaste. April apareció e inició una apuesta que no estoy dispuesto a perder. Además, la tendré de vuelta en la empresa.

—¡Te gusta esa mujer! ¿Te has enamorado?

—Nada de amor. Esa mujer fue quien levantó mi empresa en un inicio y ahora que está de vuelta y quiere jugar, yo no pienso negarme a su petición.

—¿Y era necesario volver a casarse?

—Son las mismas fotos de hace más de dos años.

—Estos juegos no siempre salen bien, debes tener cuidado con eso. ¿Qué te propuso?

—No quiero seguir hablando de esto aquí, vamos por un trago.

Ellos se marcharon y Sarah sentía mucha vergüenza con Paula, así que de inmediato subió a su habitación y la llamó.

—¡Hello! —se escucha muy triste.

—Te quiero pedir una disculpa. Óscar ha hecho todo esto a mis espaldas y estoy igual de sorprendida que tú.

—Siento que lo he perdido todo. Ahora ya no podré trabajar en la empresa y me siento devastada.

—¿Por qué no lo harías? Te prometí que te ayudaría en lo necesario y no pienso faltar a mi palabra.

—¿¡Qué hice mal?! ¿Por qué no me quiere?

—Quizás él esté confundido. Le dije que deseaba conocer a su esposa mañana por la noche. Te prometo que si no llena mis expectativas la sacaré del camino.

Omar, el padre Óscar, escucha las palabras de esperanza que ella le dice a Paula, así que espera hasta que termine la llamada para darle una advertencia.

—Óscar ya no es un niño, y si él ha decidido contraer matrimonio con alguien, es porque ya la ha probado como su pareja.

—¿Estás justificando lo que le ha hecho a Paula? Ella no merece tal trato

—Él tampoco lo merece de tu parte, esa tradición es muy antigua. Ahora te lo voy a decir una sola vez. No voy a aceptar que lo hagas pasar una vergüenza, si se ha casado, él ya es un hombre y solo debemos aceptarla.

—A esta chica ya la conocemos; sin embargo, no sabemos ni siquiera con quién se fue hasta Las Vegas y se casó.

—Lo único que me preocupa es que mis hijos sean felices. Si él lo hizo de esa manera pudo ser por una pasión o algo que está sintiendo. ¡Y ya basta! No vamos a sacar conclusiones sin antes conocer a la chica.

—Si la hubieses visto.

—Necesito que te detengas, no continúes dando esperanzas a Paula, porque ya nuestro hijo ha hecho su vida y es a quién debemos apoyar en todo momento.

Con estas palabras se retira y la deja sola en su habitación, él solo quería dejarle bastante claro, que su hijo no era un niño.

Mientras Óscar se detiene en un bar y se toma algo acompañado de Daniel.

—¡WOW! Mi madre estaba realmente furiosa, eres mi héroe. Aunque conoces bien su obsesión para qué te casarás con Paula, simplemente hiciste lo que quisiste.

—Yo veo algo bueno para mi futuro en todo esto. Ni Paula, ni mi madre me cambiarán la vida y lo que deseo hacer.

—¿Su hermana ha regresado con ella? ¿La has visto?

—No he hablado para nada con April. Todo sucedió anoche después de la media noche, fue cuando hicimos la apuesta y ya para mañana estará instalada en mi apartamento.

—Lo más emocionante de este juego es que no tendrá ninguna atadura, así que podemos seguir viviendo La vida loca.

—Hay algunas cláusulas que debemos respetar, pero creo que valdrá la pena.

Él observa a su hermano mientras ancla una ceja. —Con el paso del tiempo no te entiendo, pero espero que puedas sacar lo que necesitas de todo esto.

—¿Ya no entiendes a tu querido hermano?

—La verdad es que no, pues últimamente andas muy raro.

—Cuando todo esto se desarrolle, verás detrás de qué estoy. Estoy muy seguro que me dirás que valió la pena.

—Mientras eso sucede debes inventarte un buen diálogo para Paula y mi madre, ambas están insoportables.

—En este momento no será posible, mi dolor de cabeza no seguirá aumentando por causa de ellas. Ahora me marcho a mi apartamento, necesito arreglar algunas cosas para recibir a mi esposa e iniciar con este juego.

—Como quisiera estar en tu lugar, me siento emocionado. Me encantan los retos.

—Sabes que en esa parte somos exactamente iguales, amo las apuestas porque siempre soy el ganador.

—Me gustaría saber más de su hermana, pues lo último que supe era que estaba bastante enferma de cáncer.

—Pensé que era ella quien la estaba acompañando anoche, pero después descubrí que no es así y que se trataba de una amiga.

—¿Habrá muerto?

—¡No lo sé! Pero muy pronto le voy a preguntar.

—De no estar enferma habría sido una excelente esposa.

—¡Eso sonó serio!

—¿De verdad? Entonces no lo dije. —ambos ríen.

Después de reunirse con su hermano se dirigió al apartamento donde encontró el contrato listo para firmar a la llegada de April y dejó todo listo. Su habitación principal estaba sin usar hacía mucho tiempo, ya que él había decorado y ordenado el sótano y era donde mayor tiempo pasaba, pero como en aquella puesta explicaba bastante claro que debían dormir juntos, pues él quería tener todo preparado, ya estaba ansioso porque iniciará el juego.

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