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Una apuesta con el CEO y la ladrona de besos

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J.Łicet
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Sinopsis

Una apuesta. Un contrato. Un capricho y un amor de una noche... Esto fue lo que inició una historia de amor y odio. April Williams: Una chica inteligente y preparada, que después de elaborar una apuesta pierde y queda marcada para siempre. Óscar Miller: Un importante CEO que apuesta con una ladrona de besos y aunqué gana la apuesta, termina desilusionado y lamentando haberla dejado ir. ¿Se puede amar sabiendo que se trata de un juego?

Matimonio por ContratoCEOUna noche de pasiónEmbarazadaDominante

Una apuesta.

Una noche de sábado. La reconocida y respetada familia Meller prepara una cena especial, ya que por la destreza y trabajo arduo su hijo mayor "Óscar Meller" es nombrado CEO de "Ocean Life" (Una empresa de yates y viajes turísticos. Extensión de las cadenas hoteleras Miller Resort)

—Aquí está mi brillante hermano. –se acerca Daniel hermano de Óscar.

—Estoy ansioso que todo esto termine, deseo ir a la disco a ver chicas lindas ¿Me acompañas?

—Óscar, prometiste madurar... Acabas de iniciar tu sueño y no te veo serio.

—¡Madurar! Cuando me convierta en una fruta. Mientras tanto deseo seguir explorando las cosas buenas que tiene la vida.

—Entonces deseo hacer una apuesta y ni pienses que me vas a engañar como la última vez.

—Acepto. En cuanto termine esta aburrida cena, iniciaremos nuestra aventura.

Óscar y Daniel. Son hermanos y muy buenos amigos. Óscar es alto, ojos azules, cabello castaño, le encanta ser independiente y responsable, solo que siente que a sus 32 años aún es joven y desea seguir viviendo.

Daniel es más pequeño que su hermano, pero todo un galán: Ojos claros, cabellos oscuros y un porte que roba por completo las miradas de las chicas.

—¡Felicidades hijo! Aquí vemos realizada tu gran idea.

—Gracias a ti por confiar en mí en todo momento. Esto es posible, gracias a tu apoyo incondicional.

Ellos continúan disfrutando de la cena y Massimiliano aprovecha para presentar su hijo a todos los personajes importantes que estaban presentes en ese lugar, mientras Óscar solo piensa en que todo acabe para ir a la disco a celebrar a su manera.

Mientras April Williams y su hermana Sabrina. Celebran su graduación y están muy felices por lograr sus sueños tan anhelados y esperados. Sabrina es coqueta, sexy y atrevida, con sus ahorros se colocó implantes de glúteos y senos, así que fue su hermana April quién pagó todo lo referente a la graduación. April es muy linda y natural: cabellera negra, estatura alta, delgada, ojos oscuros y tés palida. Ella no es artificial, ni atrevida, pero posee una inteligencia que la hace única.

—Esta noche terminamos de celebrar en el Night Club Blue.

—Esa disco es muy prestigiosa, hasta no tener mi nuevo empleo y generar dinero, no podemos darnos esos lujos.

—Tú tranquila, allí me regalaron una champagne, y ambas iremos a tomarla. ¡No puede ser posible que no encontremos un millonario que nos brinde el siguiente champagne! —ella termina guiñando un ojo a su hermana.

—Estoy algo cansada y me aprietan los zapatos, además, sabes muy bien que no puedes tomar.

—Hoy es nuestra graduación y si podemos, así que vamos.

April era 3 años mayor que Sabrina y desde que sus padres las abandonaron y ella se enteró de la enfermedad de Sabrina se ha quedado a su cuidado. Así que ella como siempre la convence y la lleva al night club, donde muy pronto inicia a coquetear con los hermanos Meller.

—Creo que ha llegado la hora de la apuesta. —expresa Daniel con su mirada fija en las piernas de Sabrina.

Óscar está algo distraído en el celular y no es hasta que su hermano le habla, que él sube la mirada y observa el gran escote de Sabrina. —¡Interesante!

—Ahora escogeremos cuál de la chica será para cada uno.

—No inventes, la chica de escote delicioso es para mi.

—Su amiga no está nada mal.

—No está mal, pero hoy es mi día y ya he escogido.

—Jugando a piedra, papel o tijera, vamos a escoger la mujer que será nuestra esposa por 6 meses.

—No.

—Sí.

—Yo no me pienso casar, estoy en la flor de mi juventud y deseo hacer muchas cosas aún.

—Tú ya estás nombrado CEO y estás realizado. En cambio yo, debo casarme para poder obtener mi parte. Ya has escuchado a mi madre.

—Yo no tengo ese compromiso. —dice Óscar tratando de salir del momento.

—No, pero has aceptado una apuesta y nos casaremos en "Las Vegas" mi abogado tiene todo preparado. ¡Ah! No aceptaré, un por no, por respuesta.

Óscar lo mira atravesado y no le queda otra opción que cruzar los dedos para que al menos le toque aquella hermosa mujer. Ellos inician a jugar y es cuando más llaman la atención de todos los presentes.

—¡Tan bellos y tan bobos! —expresa April sin ningún interés aparente y colocando en blanco sus ojos.

—Siento que el menos alto me está mirando.

—¡No creo! ¿No sabes quiénes son?

—¿Los conoces? —pregunta interesada.

—Si no veo mal, son los caprichosos hermanos Meller.

—Si es así, nos hemos sacado la lotería, ahora debes arreglarte, ellos vienen hacia nosotras.

April incrédula se mantiene sentada en la silla y solo se mueve cuando ambos las saludan y la invitan a bailar. April se colocó de pié y sintió cómo su corazón saltó cuando Óscar es quien se dirige a ella. Él estaba molesto porque perdió la apuesta, pero le había dado su palabra a Daniel y le tocaba cumplir... Los cuatro bailaron durante toda la noche y enseguida Daniel y Sabrina estaban envueltos en besos. Óscar se estaba acercando cuando en seguida April lo detuvo.

—¿De qué trata todo esto? ¿Qué desean?

—Eres muy inteligente, eso me gusta. —responde Óscar e ignorando su desprecio se acerca a su boca y le roba un beso. —¡Nos vamos!

Daniel ya estaba al tanto de lo que seguía, así que toma a Sabrina de la mano y juntos salen de la disco.

—No pienso dar un paso más, si no me dicen a donde vamos. —de inmediato April reacciona.

—Tranquila. Tenemos un trato para ustedes, donde tienen toda la oportunidad de ganar. ¡Ah! Y no piensen que haremos algo que ustedes no deseen, nosotros sabemos respetar a una mujer.

—Eso espero, pues no me importa que sean millonarios y distinguidos. Yo aprendí a defenderme muy bien. —expresa April con mirada decidida.

Óscar odia las mujeres autoritarias y esa mujer desde el inicio solo hace provocarlo. Ellos se marchan al lujoso apartamento de Óscar, donde Sabrina queda deslumbrada por tan hermoso y extravagante lugar.

—Pueden tomar asiento.

—Daniel me dijo que tenían algo muy importante para proponernos. ¿De qué trata? —sin intención a perder más tiempo Sabrina pregunta.

—Se trata de lo siguiente. Él y yo necesitamos una esposa por contrato y ustedes fueron las elegidas.

—¡Qué honor! —responde April con sarcasmo evidente.

—¿Qué obtendrán las elegidas? —pregunta Sabrina mientras aún coquetea.

—¡Buena pregunta! Ganarán ser nuestras esposas y al final del contrato 250 mil dólares para cada una.

—¡Aceptamos! —Sabrina sin pensar nada, acepta de inmediato.

—¿¡Qué dijiste!? —April no puede creer lo que escucha.

—Nos pueden dejar solas para poder coordinar.

Sabrina les pide un espacio, y ellos de inmediato aceptan y les dan tiempo para ponerse de acuerdo.

—¿Estás loca?

—Si quieres no aceptes tú, pero este sería mi sueño realizado. Con ese dinero obtendré mi tratamiento, tampoco pienso divorciarme, lo pienso enamorar y me lo quedaré para mí.

—¡No lo sé!

—Si tú también aceptas, serían medio millón de dólares. Tú sabes muy bien que necesitamos ese dinero, y solo serán seis meses.

Ellos entran a interrumpirlas y Daniel viene con el documento en las manos.

—¿Están acostumbrados a este tipo de juegos? —pregunta April mientras mira a Daniel muy atento.

—Ya dije, lo que necesitamos, y les expliqué que lo ganarían. Está en sus manos aceptar o despreciar la oportunidad.

—¡Yo acepto! —de inmediato Sabrina da a sentir su interés.

April sin estar de acuerdo acepta y ambas firman el contrato. A la mañana siguiente viajan a Las Vegas y en una capilla se casan y hacen montones de fotos de toda la celebración, lo que April más disfrutó fue la alegría de su hermana, es que no le hizo falta el medicamento, la alegría que sentía la mantenía sana y llena de ánimo.

—En el contrato que firmaron ayer había algunas cláusulas escritas, espero que la hayan leído. —aclara Óscar mientras reta a April con la mirada.

—Yo las leí. —responde ella de inmediato.

—¡Ah sí!

—Sí. Cláusula 1: sólo seis meses de contrato. 2: No enamorarse. 3: Bienes separados y solo le corresponde lo pautado en el contrato. 4: No reuniones familiares, ni presumir en redes sociales. 5: Viviremos en su apartamento durante los 6 meses y este matrimonio será algo discreto...

—¡Wow! Eso fue genial. Me has demostrado que eres inteligente y que las cosas se pueden llevar muy tranquilas.

—No sabía nada de las cláusulas, pero al menos no escuché que no tendría una noche de boda. —seguida se expresa Sabrina mientras coquetea con Daniel.

—Esa sería mi cláusula. —expresa April provocando enojo inmediato en Óscar.

—Acepto, pero no pidas mi presencia. —se pronuncia a manera de reto.

—¡Ok!

Aunque desde un principio se sintió atraída por Óscar, no quería mostrar ningún interés, pues como estaba claro que sería un matrimonio de mentiras, ella no tenía ninguna obligación de actuar como si fuera verdadero. Los que sí iniciaron la luna de miel de inmediato, fueron Sabrina y Daniel. Ellos se dedicaron a disfrutar al máximo que estaban juntos y casados.

—¿De qué dijiste que te graduaste? —pregunta Óscar tratando de seguir molestando, una vez ella se instaló en su apartamento.

—Soy administradora y contable. Tengo amplio conocimiento en marketing digital e ingeniería en sistemas.

—Eso suena super bien. Ya que no estaré en el país por unos meses, eres tú quien llevará la empresa.

—Eso no estaba en el contrato.

—No tocarte tampoco estaba, y aquí estoy cumpliendo como un idiota.

Él se acerca, le da un beso y luego se marchó silbando. Ella jura que la quiere enloquecer, pero no está dispuesta a perder ante él, así que sigue luchando.

—Solo serán 6 meses, el tiempo pasa muy rápido. —se repetía a sí misma mientras buscaba fuerzas para seguir adelante.

—Es lo mismo que pienso y puedes estar tranquila, la mayoría del tiempo la pasaré viajando.

Ella se asusta cuando de repente escucha su voz, así que no dice nada más.

—En está carpetas está todo el acceso a la contaduría y administración de la empresa. A partir de mañana deberás tomar tu puesto e intentar llevarlo hasta mi regreso. ¡Ah! Claro que tendrás tu sueldo, puedo ser todo lo que piensas, pero no soy un abusador.

Él la deja con las carpetas, una laptop, algunas llaves, contraseña en pequeñas notas y se marcha sin mirar atrás. Ella siente reprensión, pues él no le ha faltado el respeto y en todo momento se ha portado muy gentil.