Capítulo 3
- preferimos quedarnos en la nueva casa - dijo tímidamente, sabía que sería reprendido por la mala decisión
Todos en la mesa estaban en silencio, pude ver desde lejos a Giovanni estrechando la mano de su esposa debajo de la mesa.
- en casa ? ¿A qué novia le gustaría esta aventura? - dijo en un tono duro
- si señora, yo tampoco quería dejar a mi padre solo cuidando las cosas
-Amore… no – intentó regañarla Giovanni.
- que feo Victor, eres un hombre maravilloso y no quieres pasar tiempo con tu prometida en el trabajo? ¿Esta obra que cuenta con más de quinientas personas reunidas? ¿Te extrañarían tanto?
Vitto estaba imponente con sus capos, pero cuando se trataba de la esposa del jefe escuchaba en silencio, sabía que tenía que mostrar respeto o terminaría dos metros bajo tierra.
Preferí no involucrarme, ya había tenido esta discusión con él antes y ya todo estaba resuelto, nos quedaríamos en casa, ya que una semana fuera sería muy extrañada en su apretada agenda.
- Bebé, ¿vas a dejar esto? - miró incrédula a su marido quien permanecía en silencio - Daria querida, es tu momento
- está bien señora, ya hemos hablado de esto antes - lo dije en voz baja, no quería otra pelea estúpida
-¿A dónde irías si pudieras? - preguntó sentándose a mi lado.
- Me encantaría visitar Cancún en México - sonríe
- ¿Vas a dejar que tu prometida se salga con la suya, Victor? Imagínense a esta chica en las playas de México - casi suplicó en su discurso - Le exijo que se vaya de luna de miel.
-Señora..- intentó hablar pero fue interrumpido.
- le pide mi esposa a Victor, aléjate cuantas semanas quieras, no te sientas atado a tus obligaciones, no somos tus jefes, somos una Famiglia .
Confieso que sentí alivio en ese momento, me moría por viajar, Vitto estaba molesto por querer quedarse en Milán y pasar nuestra luna de miel en la nueva casa. Su cara no era la mejor en ese momento.
Pero ya estaba pensando en cuántos bikinis llevarme a este viaje.
Destino: luna de miel en Cancún
La fiesta había terminado bastante tarde, por cierto, todos se habían divertido mucho y desde la conversación con Don, Vitto no se veía muy bien.
Era temprano en la mañana cuando nos dirigíamos a la nueva casa, en el auto reinaba el silencio, él conducía concentrado en la carretera mientras dos autos nos seguían para asegurar protección. En menos de media hora llegamos a un condominio de lujo alejado de la ciudad.
Nuestra casa estaba más hacia el campo, toda la familia la prefería así para garantizar nuestra seguridad, pasamos por el portero y nos dejó entrar, Victor estacionó el auto y se bajó poco después.
Esta vez no quiso abrirme la puerta, bajé con todo ese vestido y mi celular, a pesar del ambiente tenso entre los dos, solo pude notar la belleza de la casa, todo tal como estaba. Lo había planeado, incluso las flores del jardín de la habitación.
Subí las escaleras rumbo al dormitorio, Victor ya se había quitado el traje y se estaba preparando para meterse a la ducha, no quise prestarle atención y comencé a quitarme el vestido, todo ese tul me estaba molestando.
-¿No vas a entrar? - preguntó mientras el agua corría por su tonificado cuerpo.
-Después de ti – dije tomando mi celular y buscando alguna distracción.
- ¿Qué haría eso? ¿Te vas a enojar?
- Estoy tratando de evitar una pelea, eso es todo.
- todo por culpa de Cancún
Estaba intentando con todas mis fuerzas no iniciar una discusión, pero ese fue el clímax.
- si no quieres ir Vitto, quédate, nunca ha sido un problema viajar solo, especialmente en tu luna de miel – le dije
- No voy a dejar que viajes sola a un país que ni siquiera conoces – dijo saliendo del baño
- Entonces, ¿cuál es el motivo de tus insinuaciones? - dije tomando unas bolsas
Se quedó en silencio, mentalmente le agradecí por eso, pude vislumbrarlo apoyado contra la puerta del toallero mientras yo guardaba algo de ropa en las maletas.
- Ven aquí - me abrazó por detrás - Te amo Daria
- Él ama tanto que no puede tomarse una semana para pasarla conmigo.
- sin este amor nos vamos a este viaje y te prometo que será el mejor de tu vida - besó mi cabeza
- si no fuera por Nina...
él se rió
- Nina siempre salvando gente - fingió estar emocionado pero yo sabía que por dentro se mostraba reacio a ir conmigo en este viaje.
Un día después
Me había levantado temprano para terminar de empacar, quedaba poco, algunos bikinis y artículos personales, Vitto ya había terminado el suyo y la mayoría de las cosas ya habían bajado ya que en media hora estaríamos tomando el jet rumbo a México.