Capítulo 2
Victor comenzó a desabrocharme el vestido mientras besaba mi boca, me quité los tirantes del vestido, dejando al descubierto mis senos.
- Mejor que la última vez – empezó a chuparme los pechos.
- Ahora soy tu esposa, es mucho mejor - Me mordí el labio sintiendo las oleadas de placer.
Vitto me quitó el vestido dejándome solo en bragas mientras se desabrochaba los pantalones y me hacía chuparle la polla.
- jodidamente caliente - gimió mientras le hacía una mamada y lo masturbaba al mismo tiempo.
- disfrutar por mí
-sólo después de que te sientes- me jaló colocándome en su regazo, me quitó las bragas y puso un poco de su saliva en la entrada para lubricarla, me senté sobre su polla, haciendo movimientos de ida y vuelta mientras él jugaba con sus pechos. y me besó
Comenzó a empujar con fuerza dentro de mí y sentí que llegaba mi clímax.
-vamos a corrernos juntos - susurró
Seguí sentado hasta que ambos llegamos al clímax juntos.
- Nunca me canso de ti, amor – dijo, arreglando mis mechones de cabello que estaban fuera de lugar.
- Te amo Vitto – dije mirándolo mientras se arreglaba los pantalones.
- Te amo más - jaló de mí y me besó en la frente - ¿Quieres ayuda con ese enorme vestido? - se rió
- No es tan grande - me reí
Me ayudó a ponérmelo y comencé a peinarme y maquillarme en la pantalla de mi celular.
-¿Te ves como post-sexo?
- Ya basta, eres hermosa.
angelo subió al auto y nos dirigimos hacia la recepción, llegábamos casi una hora tarde, pero nadie nos había extrañado con toda esa comida y bebida.
recepción de la boda
Llegamos un poco tarde a la fiesta, toda nuestra familia estaba junta, tomando vino, bailando, eso me hizo feliz.
- Amor, ¿por qué tardó tanto? - dijo mi madre preocupada
- Vitto quería sorprenderme solo, sabes que no le gusta el público.
Mamá se rió y me sacó a bailar, de lejos vi a Victor hablando con su padre y otros mafiosos.
-¿Estás lista para la vida de casada?- Dijo mamá sacándome de mi trance.
-claro que si, nací listo, y Vitto ni siquiera es tan complicado – sonríe
- Tu padre y yo esperamos que seas feliz y cumplas el acuerdo Daria - hablaba en serio - Sé que no esperabas un matrimonio arreglado, pero Victor te ama, y eso es lo que importa - suspiró profundamente
- no te preocupes, yo sé cuidarme - la besé en la frente y fui a buscar a Martina y Luísa, las dos estaban sentadas bebiendo vino y chismorreando.
-Por favor no te emborraches en mi fiesta – me reí
- Este es el mejor vino del mundo - se rió.
me senté junto a ellos
-¿Cómo estás?- preguntó Martina.
- Yo estoy feliz, Vitto está feliz, todo está genial ¿y tú?
-Estoy tratando de reconciliarme con Romeo y Martina simplemente se queda en casa como si no plantara, lo siento - se rió Luísa
me miré sorprendido
- Nada nuevo bajo el sol
- ¿No te cansas de hablarme delante de mí? - ella parecía ofendida
nos reímos a las tres
De repente se inició un movimiento en la entrada del lugar, varios hombres de traje negro alrededor de una persona que no recordaba.
- ¿Quién es? - preguntó Luísa
-Me parece familiar, pero no lo sé – respondí.
Martina permaneció en silencio bebiendo su copa de vino, el hombre estaba bien vestido, lo acompañaba una hermosa mujer, ambos parecían tener unos cuarenta años, sin duda.
Victor se acercó y me acercó a su lado.
- Don vino a nuestra fiesta, te presentaré - susurró como un secreto
Era el jefe de toda la mafia, el buen padre, no lo conocía, si lo hubiera visto de niño sería mucho, a diferencia de mis padres él y su esposa eran mucho más jóvenes, no tenían hijos y él Había heredado la mafia de su padre desde muy temprano.
Era un hombre reservado, igual que ella, los dos solo andaban juntos y no les gustaban las visitas en casa, los únicos que podían tener esta intimidad eran Alessandro, mi suegro, Ana, mi suegra. ley y Victor.
Vitto me llevó a una mesa donde estaba, allí estaban pocas personas sentadas, solo los del círculo interno.
- Don, esta es mi esposa, Daria Giuliani.
-ya conoces Vitto, solo llámame Giovanni - estrechó amablemente la mano de Victor - entonces eres la nueva lady Mazza - me miró
sonríe amablemente
- mucho gusto señor - traté de ser lo más educado posible
- sin formalidades, ahora eres uno de nosotros – se levantó y me dio un abrazo felicitándome por la boda – Te recuerdo de niña, y ahora estás casada, tu padre crió a una hermosa mujer, ¿verdad Nina? - giró mirando a su esposa quien estaba comiendo un dulce de la fiesta
-es realmente hermosa, veo que la persona que lo ganó no fue Victor sino la bella Daria – sonrió amablemente
- siéntate con nosotros - pidió cortésmente
- ¿Certeza? - preguntó Vito
-claro, es tu boda, solo soy una invitada
Victor sacó una silla y yo me senté a su lado, poco a poco los camareros empezaron a servir los mejores vinos y quesos. La conversación transcurría libremente en la mesa, nada sobre negocios, solo sobre la familia y cómo valoraban momentos como este lejos de los días oscuros.
- ¿Dónde será la luna de miel? - preguntó Nina con curiosidad
Victor y yo nos miramos, al fin y al cabo no íbamos a tener luna de miel, él no quería dejar los negocios de lado y estaba preocupado de que algo pasara y él estuviera ausente.