Capítulo 4
El punto de vista de Manuel
Me desperté al día siguiente mientras mi teléfono vibraba con una pausa... Estiré mi mano y vi el identificador de llamadas, era Noah, mi asistente personal...
-Señor ... tenemos una reunión con el señor Watson en una hora .
- Cancela la reunión, no me siento bien.- dije y colgué sin escuchar su respuesta .
Me giré y vi a una mujer a mi lado... Tiré de la manta en estado de shock, oh mierda, está desnuda... entonces recordé todo lo que pasó en la noche, tal vez el alcohol hizo efecto...
Estaba contemplando cuando ella se despertó y se puso el edredón encima para taparse... se veía asustada y mi corazón se ablandó.
Nunca me había sentido así por nadie antes... Extendí mis manos y ahuequé sus mejillas.
- No tengas miedo, yo asumiré toda tu responsabilidad... - dije y ella solo asintió como una niña asustada.
Sonreí y fui a refrescarme después de besar su frente... Hice mi rutina matutina y me duché, cuando salí ella todavía estaba sentada en la cama con la sábana envuelta alrededor de su cuerpo.
- Ve a ducharte, hasta entonces prepararé el desayuno para nosotros..- dije y ella asintió pero no fue a ningún lado así que salí de la habitación cerrando la puerta detrás de mí .
Yo estaba cocinando y poniendo la mesa cuando ella salió, llevaba mi camisa negra y debajo de la camisa se podía ver mi ropa interior azul... Le sonreí y ella vino hacia mí con pasitos de bebé.
La encontré extremadamente adorable por eso, excepto por la ropa, porque se veía extremadamente sexy... La hice sentar en la silla y desayunamos. Después del desayuno la llevé al sofá y me senté frente a ella.
- ¿Puedes recordar tu nombre? ¿O algo más? ¿Cómo llegaste a este bosque? - Le pregunté y ella inclinó la cabeza después de sacudirla como un no... ¿Cómo voy a encontrar su identidad entonces? Estaba pensando todo esto cuando la escuché sollozar.
- Oye, no llores... está bien, estoy aquí para ti... - La abracé y le acaricié la espalda.
- No necesitas recordar nada, ¿de acuerdo? Empecemos con un nombre... ¿Cómo debería llamarte? Ummmm... Te encontré en el bosque, así que te llamaré 'Althea'. ¿Te gustó tu nombre? - Le pregunté y ella asintió.
- Prefiero las palabras.. - dije con mi voz severa.
- Sí... es un nombre bonito. - dijo ella mirando hacia abajo y jugueteando con sus dedos.
Puse mi dedo índice debajo de su barbilla y levanté su rostro hacia el mío... Besé sus labios color ciruela y pronto el beso suave se convirtió en uno apasionado. La puse sobre mi regazo sin interrumpir el beso...
- Uuhh.. - me dio un golpecito en el hombro y rompí el beso.
- ¿ ¡Qué pasó..!?? - pregunté confundido.
- Algo me está pinchando el trasero... - dijo ella inocentemente.
- ¿Quieres ver lo que te está pinchando el trasero...!?? - dije y la volví a colocar en el sofá, abrí el cierre de mi pantalón y saqué mi pequeño miembro que ya estaba medio erecto... ella miraba intensamente mi miembro.
- Tócala... - dije con voz autoritaria y ella me miró a la cara durante una fracción de segundo y luego sostuvo mi pene en su mano. La guié e hizo un trabajo increíble...
Me deshice de mis pantalones y la empujé sobre el sofá rasgándole la camisa y la braguita... Me quedé flotando sobre ella después de deshacerme de mi ropa por completo.
No puedo tener suficiente de ella... Besé cada rincón de su cuerpo y masajeé sus pechos, los chupé y mordí a mi antojo... estaban casi magullados cuando los dejé ir.
Bajé y le lamí el coño... Le mordí el clítoris y ella puso su mano en mi cabeza empujándome más dentro de su coño...!!! La follé con los tres dedos y sus globos oculares se movieron hacia atrás de placer mientras su pecho se elevaba por encima de la superficie del sofá...
Ella estaba a punto de correrse cuando metí mi polla en su coño...
- Aahhh... umm.. - gimió de dolor y placer.
Bombeé su coño hasta llegar al orgasmo y nuevamente derramé el semen sobre su cuerpo... Nuestros cuerpos estaban pegajosos por el extenuante ejercicio que hicimos durante casi dos horas.
Me quedé en mi casa del lago con Althea durante dos días y tuvimos sexo varias veces... Me sentí como si fuera adicto a ella, me sentía vacío cuando me acostaba en la cama sin ella en mis brazos o sin hacer nada... Era adicto a su cuerpo y estaba obsesionado con ella. No voy a dejar que se aleje de mí.