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Capítulo 5

El punto de vista de Manuel

Regresé a la ciudad con Althea y la instalé en mi penthouse... lo primero que hice fue comprarle un teléfono para su ropa porque no tenía ninguno y ha estado usando mis camisas y ropa interior.

Por la noche como de costumbre cenamos y después de tener sexo nos fuimos a dormir... Soy realmente adicta a su cuerpo...

Al día siguiente desayuné con Althea y salí para la oficina...

Como de costumbre, entré directamente en mi ascensor privado sin hacer caso a los buenos días que me deseaban. El ascensor se detuvo en el piso 50, donde estaba mi cabina. Salí con mi asistente personal, Noah, detrás de mí. Noté que estaba sudando, aunque toda la oficina tenía aire acondicionado y hacía frío...

Entré a mi oficina y encontré a Juan deambulando por mi cabina, apreté el puño...

   - ¿ Con quién permiso entraste a mi oficina? - pregunté apretando los dientes.

  - Oh hermano... entré con... su permiso... - dijo señalando detrás de mí, miré por la puerta de vidrio para encontrar a mamá con el Sr. Herrera y Ashley caminando por el pasillo... venían hacia mi oficina así que me quedé callado y me senté en mi silla.

En pocos minutos todos estaban dentro de mi oficina...

   - Hijo, traje a tus hermanos a tu oficina, están muy emocionados de unirse a ti... - dijo el Sr. Herrera con una sonrisa de suficiencia que no pasó desapercibida para mí.

   - Te dije que primero vería qué trabajo pueden hacer... - Intenté sonar normal por la presencia de mamá.

   - Cariño... ves, te dije que a Manuel no le gustaría... - dijo volviéndose hacia mi mamá y yo cerré mi mano debajo de la mesa, tenía tantas ganas de romperle las mandíbulas.

    - No, no es así... Manuel está feliz de ver a su hermano en su oficina, ¿verdad Manuel ..!! -

   - Sí mamá.. - Le sonreí levemente.

   - Tu papá y yo nos despediremos ahora... cuida de tu hermano y hermana. -

   - Está bien mamá.. -

Mamá caminó hacia la puerta con el señor Herrera cuando él le dijo algo y se acercó a mí, de repente me abrazó...

   - Conozco tu debilidad Manuel ..- habló y rompió el abrazo... la sonrisa en su rostro era de burla .

Después de que mamá se fue con él, le pedí a Noah que enviara a Juan y Ashley al departamento de empleados regulares... cuando Juan me escuchó, golpeó su puño en mi mesa.

   - No puedo trabajar como un empleado normal, necesito un puesto más alto... - dijo y giró el bolígrafo entre mis dedos mientras cruzaba las piernas.

  - Esta es MI oficina, yo soy el CEO y las decisiones las tomo yo solo.. -

   - No puedo trabajar entre esa gente, tengo mi estatus... - gritó y presioné el bolígrafo sobre la mesa entre el espacio entre sus dedos, él retiró sus manos de mi escritorio inmediatamente.

   - Si quieres trabajar entonces ese es el único puesto que te puedo dar... ahora... puedes perderte. - dije y salió de mi cabina con Ashley.

Este drama familiar nunca termina...

Por la tarde, después de terminar mi trabajo, me fui a mi ático... Fui a refrescarme, ¿dónde estaba Althea? La busqué con la mirada, pero no estaba por ningún lado. Corrí escaleras arriba para comprobarlo y estaba nadando en la piscina.

Pude ver su trasero redondo que se veía gracias a sus tangas de hilo fino y su escote sobresalía a través del sujetador de encaje negro a juego. La estaba admirando hermosa cuando me miró y le sonreí.

Me quité la ropa a excepción de los boxers y me metí a la piscina... Besé sus labios húmedos atrayéndola hacia mí por su delgada cintura...

   - ¿ Cómo estuvo tu día..!? - preguntó apoyando su cabeza en mi pecho desnudo.

   - Problemático.. - Dije acariciando su cabello mojado.

   - ¿ Por qué? ¿Qué pasó? - preguntó levantando la cabeza de mi pecho y mirándome a los ojos.

   - Nada mucho... además ya estoy acostumbrada.- Sonreí y le besé la frente .

   - ¡Dime qué hiciste todo el día!?? -

  - Miré televisión, jugué con mi teléfono y el resto del tiempo simplemente dormí... -

   - Oh, así que descansaste bien...- dije y sostuve sus nalgas apretándolas ligeramente.

   - Uumm.. - gimió ella.

   - Niña ni siquiera he empezado aún...- dije y tiré de los cordones de su tanga mientras flotaba en el agua dejando su flor desnuda.

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