Capítulo 3
El punto de vista de Manuel
Me acosté en el sofá y mi mente se fue a la deriva hacia esa chica... ¿Qué estaba haciendo en el bosque y en un estado tan patético, ni siquiera sabe quién es...? Aunque parece inofensiva, no puedo confiar en nadie así, necesito averiguar sobre ella...
En medio de la noche la escuche gritar... corrí dentro de su cuarto y ella estaba moviendo sus piernas y llorando en sueños, me subí a la cama y trate de despertarla de su sueño... la sacudí y ella abrió los ojos llorando y mirándome a los ojos, mi corazón se encogió al ver sus ojos rojos.
Luego me abrazó muy fuerte y me quedé desconcertado, pero aun así le devolví el abrazo...
- Está bien... eso fue solo una mala pesadilla. - Hablé en su oído mientras acariciaba suavemente su cabeza... ella se relajó y soltó un suspiro, su aliento caliente en mi cuello envió escalofríos hasta mi ingle...
Traté de contenerme y rompí el abrazo ahuecando su rostro entre mis palmas, sequé las lágrimas, sus labios rosados y temblorosos eran tan tentadores que no pude controlarme más y aplasté mis labios contra los de ella... Besé sus labios furiosamente porque mi ingle palpitaba por ella y ahora estaba fuera de control.
Ella movió sus labios con los míos y fue completamente satisfactorio... Estaba recorriendo mi mano por todo su suave cuerpo.
La empujé sobre la cama y en fracciones de segundo me deshice de mi ropa, ella seguía mirándome con sus ojos de cierva... desabotoné la camisa aún manteniendo contacto visual con ella...
Juro por Dios que tiene un tamaño de pecho perfecto con pezones rosados, su cintura tenía la forma perfecta de una diosa... Tiré la camiseta y el frío del aire acondicionado hizo que sus pezones se pusieran erectos. Sostuve sus dos pechos en mis palmas y los aplasté haciéndola gemir de placer... Los estaba apretando como si fueran mis pelotas antiestrés y, de hecho, me ayudaron a aliviar mi estrés...
Le rompí las bragas y las tiré... ella es tan deslumbrante... su pubis en forma de corazón hizo que mi polla palpitara al invadir su agujero...
Me subí encima de ella y volví a besar sus labios...
- ¿ Puedo...!?? - pregunté y ella solo asintió, no sé si me hubiera detenido si me lo hubiera negado porque ahora me costaba mucho controlarme.
Me senté y le abrí bien las piernas, podía ver su coño mojado y los pliegues de su vagina moviéndose hacia adentro y hacia afuera como si respiraran el aire... Le di una palmada en el coño y ella se derramó instantáneamente con un fuerte gemido...
Froté su vagina entre mis palmas y luego lamí su coño con mi lengua... Ya no podía esperar más para estar dentro de ella, me senté entre sus piernas y después de frotar la punta de mi polla en su agujero, intenté entrar dentro de ella pero todavía estaba demasiado apretada...
Me acosté sobre su suave cuerpo balanceando mi peso a ambos lados de mi pierna, interpuse mis dedos con los de ella y empujé mi polla en el agujero de su coño con fuerza...
- Aaahhhh.... - gritó de dolor y recuperé la cordura, oh mierda, estaba tan absorta en mi calor.
No me moví por un tiempo y la besé por toda la cara y chupé las lágrimas que rodaban por sus ojos hipnotizantes, cuando estuvo bien me moví y nuevamente ella se estremeció de dolor.
- Coopera conmigo, estarás bien..!! - Le dije al oído y ella asintió.
Me moví y entré de nuevo en ella, pero esta vez con suavidad. Ella clavó sus uñas en mi espalda. La embestí lentamente, pero no fue nada satisfactorio.
Aplasté mis labios contra los de ella y la besé apasionadamente, cuando ella correspondió a mi beso con la misma intensidad comencé a empujar más fuerte y fue tan satisfactorio, en pocos minutos sus dolorosos gemidos se convirtieron en placenteros gemidos y gemidos...
Ella tuvo muchos orgasmos pero yo aún no había terminado, cuando me di cuenta que estaba a punto de liberarme me retiré y derramé mi líquido sobre su estómago...
- Uumm... um. - gimió cuando derramé mi líquido caliente sobre su estómago.
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- Te ayudaré a limpiar...- dije y la llevé al baño...
Llené el enorme jacuzzi rumano con agua tibia y le agregué una bomba de baño. La cargué en mis brazos y me deslicé dentro del jacuzzi... el agua tibia la hizo gemir y me estaba excitando de nuevo. Me senté dentro y la hice sentar en mi regazo, lavé su suave cuerpo con suavidad.
Empujé su cabello mojado a un lado y besé su cuello ganándome un dulce gemido de sus labios... La tomé de nuevo en la bañera y follé su coño con fuerza dentro de la bañera hasta que se retorció alrededor de mi polla.
Luego de satisfacerla la lavé y me lavé, la saqué y dormimos con ella cubriéndonos con un edredón...