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El solo hecho de montarme en una patrulla me aterraba, me sentía una asesina y eso que yo no había hecho el homicidio, sin embargo, no podía evitar sentirme así, yo iba a la par de la ventana mientras que Trisha y Piper Iban a mi lado, definitivamente ellas tuvieron algo que ver con esto, pero no me extrañaba de ellas, porque soy muy observativa y todo este tiempo me di cuenta que eran un par de hipócritas y prueba de eso es que en todo el camino ellas iban en completo silencio, eso era algo que las delataba, también pensé en Harry, seguro él estaba preocupado por cómo se habían tornado las cosas, pero creo que también era justo que me pasara esto para aprender una buena lección, en especial a no mentir y a no ocultar las cosas, porque al final siempre se sabe la verdad y si hubiera sido sincera desde un inicio me hubiera evitado todo este número.
Los oficiales que iban en el asiento del piloto y del copiloto iban platicando tranquilamente, pero uno de ellos se giró hacia donde estábamos nosotras y nos quedó viendo de pies a cabeza, me sentí un poco extraña por el gesto que acababa de hacer ya que no sé por que, pero siempre por lo general, cualquier tipo de hombre se sentía atraído hacia mi.
—¿Pasa algo?— lo fulminé con mi mirada y no me gustaba que me quedaran viendo así y menos si provenía de un hombre, yo sabía perfectamente que los hombres de hoy en día son muy morbosos.
—No, no pasa absolutamente nada, chicas— él nos echó un último vistazo para dirigirse nuevamente hacia el frente.
El silencio era lo que más abundaba dentro de la patrulla; tal parece que mis supuestas amigas tenían algún peso en la conciencia ya que en todo el bendito camino no abrieron la boca ni para saludarse entre ellas. Finalmente llegamos a la estación policial, me sentía muy, pero muy apenada por lo que estaba pasando conmigo, creo que nunca en la vida había estado en una situación tan vergonzosa como la que me encontraba ahora, los oficiales se bajaron de la patrulla, abrieron las puertas y nos dirigimos hacia adentro, afortunadamente no llevábamos esposas en nuestras muñecas, porque de lo contrario hubiese sido peor.
—Por favor no se llenen de nervio, esto será un proceso bastante sencillo y si ustedes en realidad no tienen nada que ocultar pues no deberían de temer a nada—uno de los oficiales nos estaba dando unas pequeñas indicaciones antes de entrar a la sala de interrogatorios —El interrogatorio constará de alrededor de media hora por persona, así que tendremos que pasar una a una y luego comparar sus declaraciones, de esta forma determinaremos quién dice la verdad y quien no— todos estábamos caminando a una sala en donde habían algunas sillas impregnadas a la pared, al parecer el primer turno sería de Trisha.
—Tranquila—le dijo Piper, acercándose a ella y dándole un abrazo, fue la primera vez que hubo un diálogo entre ellas desde que salimos de la universidad, pero era lo normal ya que ellas no solamente eran amigas, sino que también eran pareja, mientras tanto yo sólo estaba sentada con una pierna cruzada encima de la otra, un poco ansiosa porque yo era mala con estas cosas.
HELENA
—¿Al fin qué has sabido acerca de, Harry?—Diego se estaba vistiendo, iríamos a visitar un doctor que nos ayudaría a falsificar las pruebas de embarazo.
—El muy imbécil todavía no me contesta, pero no te preocupes que yo lo tengo perfectamente controlado, ahora con el tema del embarazo, él está un poco frágil y esa sirvienta idiota no se le despega, pero también podemos hacer un plan para alejar a esos dos, ¿no lo crees?— todavía no se me ocurría nada, pero conociendo a mi mente tan malévola sin duda que idearía algún plan para separar a esos dos, porque esa sirvienta estaba siendo una piedra en el zapato.
—Helena, no es que te presione— él se acercó acomodando mi cabello detrás de la oreja— pero estamos perdiendo mucho tiempo y para estas cosas debemos de estar siempre un paso hacia delante, además teníamos el plan del veneno y eso todavía no lo hemos hecho.
—Lo sé, cariño,— tomé su cintura y lo acerqué hacia mí—definitivamente que tú eres el hombre que me encanta, tu seducción y en la forma que me tratas me vuelve loca— creo que estábamos a punto de follar nuevamente y eso que acabamos de terminar.
—Tu también me encantas, Helena, supe desde el primer momento en que te vi que tú eras para mí y no de ese estúpido de Harry— él me besó el cuello dejándome una pequeña marca.
—Oye, tranquilo,— retiré mi cuello lentamente—no podemos darnos el lujo de dejar señas en el cuerpo, imagínate ¿si llego así donde Harry y lo ve? sospecharía inmediatamente—me dirigí hacia el espejo, tomé un poco de maquillaje y lo apliqué de manera que ya no se notaba— creo que le tendré que hacer una visita a mi querido ex esposo— tomé el celular y marqué al número de Harry.
—Necesito que pongas ese celular en altavoz— ordenó Diego— independientemente que tú estés separada de él no se me olvida que tú también vivías bajo el mismo techo— creo que los celos lo volvían un poco descontrolado, porque al instante sus pupilas se dilataban y su semblante cambiaba, a veces Diego me daba un poco de miedo porque no conocía los alcances que él podía tener pero aún así me seguía atrayendo más y más.
—Buenos días, Harry, necesito que hablemos ciertas cosas del bebé, ¿puedo llegar a tu casa?
—Hola, Helena, lamento decirte que hoy no podré, estoy muy ocupado con ciertas cosas del trabajo, pero si gustas podemos vernos mañana muy temprano, espero que me comprendas, tú sabes perfectamente cómo es mi vida de ajetreada con respecto al trabajo.
—Está bien, no te preocupes, yo entiendo perfectamente, pero mañana nos vemos entonces—colgué.
—¡Te dije que necesitamos ir un paso adelante, Helena!—Diego estaba enojado, tanto así que impactó la pared con su puño, no entendía por qué él actuaba así.
—Oye, tranquilo, no es para tanto, ya escuchaste que mañana nos veremos, no hay diferencia entre hoy y mañana, lo bueno es que él aceptó y eso es lo más importante, ¿ no lo crees, mi amor? —me acerqué a él acariciando su cuello y a la vez su puño, sus nudillos estaban enrojecidos— no deberías de actuar de esa forma, no me gusta cuando te pones tan temperamental.
—Me conoces perfectamente, Helena, y sabes muy bien que cuando no suceden las cosas tal cual quiero me enfurezco demasiado, pero tienes razón—él se dejó seducir y luego nos dirigimos a la cama, creo que estábamos más que adictos al sexo.
De esa forma follamos una y otra vez incansablemente.
HARRY
Luego de que la patrulla se había llevado a Isa lo único que pensé fue en mi amigo Richard, él era el juez de esa estación y creo que era la única persona que me podía ayudar con eso, sé que ella no era la culpable de todo esto, pero eso no significaba que podía quedar libre de cualquier culpa, yo que soy abogado, sabía perfectamente que el haber callado todo este tiempo podía pagar un delito menor y lo menos que yo quería era que Isa fuera a la cárcel conociendo como ella era de nerviosa, no me quería ni imaginar como pasaría el tiempo tras las rejas.
Conduje como un loco a su casa, sabía que hoy era su día libre y tendría que aprovechar el tiempo, al parecer cuando uno se encuentra bajo presión todo le parece incómodo, porque así mismo me sentía yo al momento de estar esperando que el semáforo se pusiera en verde, el tiempo transcurría y esto era una bomba de tiempo, conozco perfectamente cómo son las leyes y sé que la única forma en que Isa pueda burlar las leyes será que mi amigo me eche una mano. Llegué a su mansión, el portón se deslizó y llegué a la cochera, por lo visto él se encontraba en casa como lo había planeado.
—Bienvenido, señor Lee,—El mayordomo me había recibido, no era la primera vez que yo venía a esta mansión así que era bastante acogedor la forma en que él siempre me saludaba.
—Hola, Bernie, dime una cosa, ¿Richard se encuentra en la casa?—quise saber.
—Así es, él está desayunando en este momento, pero según la agenda que tiene para hoy creo que sale dentro de unos veinte minutos a un juego de golf que lo han invitado— justo a tiempo había llegado.
—¡Mi querido amigo!—el elevó su voz, como siempre tan escandaloso, estaba en su comedor enorme de cristal y elevó sus manos en forma de paz —Bienvenido, por favor siéntate—tendió su mano brindándome un lugar en su comedor—si quieres puedo llamar a Bernie para que le diga a la sirvienta que te prepare algo de comer.
—No, tranquilo, gracias; sólo vengo de pasada para que me puedas apoyar en algo que sé que tú eres la única persona que tiene influencia en ese lugar—creo que él no se negaría porque después de todo yo le había hecho varios favores anteriormente.
—Por supuesto que si, tú sabes que eres uno de mis mejores amigos y cualquier cosa que necesites y está dentro de mis posibilidades yo no me negaría, pero dime, ¿de qué se trata?— el seguía comiendo.
—Es acerca de un caso en especial, resulta que mi novia Isa,— El al momento de escuchar eso frunció el ceño.
—Espera un momento, quiere decir que ¿te separaste de Helena?— él estaba apunto de reírse y no sabía porqué le causaba tanta gracia.
—Si, ya tengo un poco de tiempo de haber hecho eso y tienes razón, creo que no te lo había comentado.
—Pues déjame decirte que fue la decisión más sensata que pudiste haber hecho en tu vida, Harry, todo este tiempo nos hemos conocido desde la infancia y sabemos que Helena ha sido una mujer tan tóxica, pero creo que estabas cegado todo este tiempo, sin embargo muchas veces te aconsejé, pero creo que tomabas mis consejos a mal, pero bien, continúa.
—Si, ella está implicada en el homicidio de Ryan, el joven de la universidad, no sé si lo recuerdas—intenté hacerle memoria.
—Sí, por supuesto, pero, ¿por qué ella?—se quedó en modo pensativo.
—No vayas a pensar mal de que ella fue la que ejecutó el homicidio, simplemente ella era una testigo clave, pero en ese momento no habló por miedo al asesino que siempre los mantenía en acoso, así que ambos sabemos que de cierta forma ella podría ser condenada por un delito menor y tú sabes muy bien que en cuanto a las leyes de este estado es muy difícil apelar, por lo que yo te quería pedir con toda la sinceridad de qué me ayudes con ella—Crucé los dedos para que él me dijera que si, era la única solución, porque aunque yo fuera un gran abogado no tendría mucho que hacer en su caso.
—Sí, claro, por supuesto que lo haré no es algo tan difícil que digamos además tú sabes que me has hecho muchos favores anteriormente y yo soy muy agradecido con las personas que me ayudan, puedes sentirte tranquilo— él, tomó el celular y marcó— si, hola soy yo Richard; necesito que me hagas un favor, en este preciso momento en la estación policial deben de haber tres chicas necesito que preguntes por ¿cómo es que se llama tu novia?— Él me preguntó tapando la bocina del celula.
—Isabella Fox—le respondí a susurros.
—Si, una chica llamada Isabella Fox, quiero que el policía que la está interrogando la deje libre, ella no tiene nada que ver con el caso que están tratando, ¿entendido? ¡Prefecto! muchas gracias, que tengas un buen día—colgó—Listo, amigo, puedes estar tranquilo por tu chica, ella en poco momento será liberada y si quieres puedes llamarle a ella para que vayas a buscarla a la estación policial— sentí un gran alivio cuando escuché esas palabras, estaba empezando a respirar mejor y definitivamente tendría que ir en busca de ella.
—Hermano, no sabes lo mucho que te agradezco por lo que has hecho, este favor sin duda te lo pagaré en algún momento—acuné sus manos agitándolas.
—No es nada ,Harry, tú sabes muy bien que entre nosotros nos ayudamos—palmeó mi espalda para luego irme.
ISABELLA
Finalmente las entrevistas habían terminado y ahora era mi turno, como siempre los nervios se apoderan de mi cuerpo y esta vez mis manos estaban sudorosas, más de lo normal, tanto así que tenía que secarme constantemente con mi ropa, respiré profundamente y me levanté del asiento, cuando el oficial me hizo seña que tenía que entrar a la habitación sentí como mi cuerpo no quería reaccionar a mis movimientos y creo que era muy normal, pero yo era responsable de lo que había hecho, así que tenía que tomar valor.
—Siéntase, señorita—ofreció lugar, había un escritorio de madera y dos sillas de tal forma que ambos nos dábamos la cara frente a frente— muy bien su nombre es Isabella Fox, ¿no es así?
—Así es—asentí.
—Perfecto, según las cámaras y los informes que han detallado nuestros investigadores apuntan en que usted estuvo el día de la asesinato de Ryan, ¿cierto?—me sentí congelada cuando él dijo eso, pero creo que yo no podía burlar a las autoridades así que tenía que decirle toda la verdad.
—Así es, yo estuve esa noche—bajé la mirada sintiéndome tan apenada.
—¿Está consciente de que lo que hizo se llama complicidad? porque todo este tiempo estuvo burlando a las autoridades teniendo información que a nosotros nos podría ayudar con el esclarecimiento del caso, pero ¿que defensa tiene a su favor?
—Sé que todo lo que hice estuvo mal y que yo estaba tratando de proteger a un asesino, pero a mi favor lo que les puedo decir es que yo siempre estuve en constante amenaza de parte de Trevor, Él era bastante agresivo y no en una ocasión me dejó las cosas muy claras de que si hablaba una sola palabra yo terminaría en el mismo lugar de Ryan y no sólo eran bromas, muchas veces él me lo dejó muy claro— yo le estaba diciendo la verdad, pero creo que a este tipo de personas no lo terminaban de convencer.
—Los argumentos que usted me está diciendo son muy pobres, señorita, no quiero alarmarla, pero por lo que conozco de leyes usted tendrá que ser procesada—casi me derrumbo al momento que escuché eso, sufría de ansiedad y el sólo pensar que yo estaría presa quería morirme en este instante— Espérame un momento—Él tomó el celular—sí, dígame jefe, así es, ella está conmigo—me quedó viendo—¿en serio? está bien, si usted lo dice lo haré, ok—cortó—puede regresar a su casa, señorita— de inmediato yo fruncí el ceño quedándome en el aire, no sabía de qué estaba hablando, si hace poco él me estaba explicando que quedaría condenada y ahora me decía que me regresara a mi casa, era como un poco contradictorio.
—¿Pero por qué? ¿ qué es lo que acaba de suceder?
—No preguntes nada y otra cosa que le voy a decir es que todo lo que pasó en esta sala se queda en esta sala, usted está completamente libre de cualquier cargo— sin dudar aproveché la oportunidad y salí de ese lugar, sin embargo habían cosas en mi cabeza que aún no comprendía, pero justamente al momento de salir de la estación miré el coche de Harry esperando afuera.
—¿Te encuentras bien, mi amor?—él estaba recostado al coche con una pierna cruzada, por su semblante estaba muy contento.
—Pues ahora que estoy fuera de esta estación estoy mucho mejor, pero pasó algo que quiero contarte—nos subimos al coche.
—No te preocupes, yo también tengo que comentarte algo de lo que acaba de pasar—parecía que él tenía conocimiento de esto y nos dirigimos a la mansión.