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Ajuste

2

ISABELLA

Después de cierto tiempo poco a poco fui recuperando el conocimiento, aún no sabía qué era lo que estaba pasando a mi alrededor, sólo me vi dentro de un coche totalmente a oscuras, un sujeto iba conduciendo, pero debido al vidrio que se atravesaba entre el espacio del conductor y los pasajeros no podía observar muy bien, además que iba a una mujer encapuchada a su lado, todo esto me da una mala espina y no sabía ni qué hacer. Intenté abrir la puerta, pero estaba muy asegurada, esto sin duda era un secuestro, pero no entendía por qué me habían secuestrado a mí, si yo ni siquiera tenía una posición social alta ni mucho menos dinero.

—Vaya, al parecer ya has despertado— me dijo el sujeto que iba conduciendo, el giró su cuello hacia atrás y tenía un pasamontañas en su cara, su voz no la conocía.

—¿Dónde estoy y por qué me han secuestrado?— mi voz sonó quebradiza, estaba muerta de miedo y no sabía las cosas que estos sujetos me podrían hacer.

—Tranquila, cariño, simplemente te ocuparemos para ciertas cosas, no te preocupes que asesinos no somos—él aceleró el coche de manera que yo caí hacia atrás.

Los vidrios eran tan oscuros que ni siquiera podía ver la dirección en la cual íbamos, intenté asomarme a través de la ventana, pero no podía observar absolutamente nada, creo que mi vida había acabado en este momento, todo era cuestión de tiempo para que estos dos sujetos me hicieran daño.

—Ni siquiera lo intentes—él empezó a burlarse—las puertas están muy aseguradas y te apuesto que por más intentos que hagas no lograrás nada, así que solo siéntate y espera que lleguemos al punto.

HARRY

Por más que busqué a Isa no la encontré por poco y pongo de cabezas esta ciudad, la estaba buscando en todos los lugares posibles, mas sin embargo no había tenido éxito, la busqué en los supermercados, en los centros comerciales, en fin. Solo me falta buscar debajo de las piedras, pero esto definitivamente me huele a mal, desde el hecho que encontré esas bolsas tiradas y su celular, seguro esto no era nada bueno, sólo espero que ella esté sana, ni siquiera yo me perdonaría si le llegara a pasar algo por mi culpa, pero en realidad, no sé, no entiendo qué es lo que está pasando, porque yo no tengo enemigos que yo sepa, aceleré el coche aún más, temía que hasta yo pudiera tener un accidente de lo desesperado que estaba. Creo que para estas cosas necesitaba un poco de ayuda y estaba pensando en alguien especial, pero no sabía si sería buena idea o no, pero creo que dada la circunstancia, dejaría mi orgullo a un lado sólo por la mujer a quien más amo así que me dirigí hacia la Universidad de Stanford.

—Necesito que hablemos—afortunadamente Noah estaba en los dormitorios.

—¿Qué quieres y qué haces acá?— él me preguntó de mala gana y no era para menos yo le había quitado a su novia— por favor, lárgate en este instante— él intentó cerrar la puerta de golpe sin embargo yo coloqué mi mano para evitarlo.

—No estoy acá por otro motivo más que por Isa—él al escuchar el nombre parece que su semblante había cambiado instantáneamente.

—¿Ah si?—terminó de abrir la puerta— pasa adelante— él se sentó en una silla que tenía en una esquina mientras tanto yo me senté en su cama—vamos dime, ¿qué es lo que tienes que decirme de ella? si son tus tonterías puedes ahorrarte el viaje y puedes salir de esta habitación, ya suficiente problemas he tenido como para añadir uno más a la lista.

—Lo que pasa es que...—quedé en silencio, ni siquiera yo había procesado lo que había visto— no la encuentro, no no sé dónde está, pero lo más sospechoso es que justamente cuando salí a la calle, encontré la bolsa de las compras que ella había hecho y no solo eso sino que al momento que la llamé su celular estaba en el suelo.

—Pero ¿de qué mierdas hablas? y hasta ahora me lo dices—él se había enojado mucho y con justa razón— lo más seguro es que alguien tomó a la fuerza a Isa, eso no se necesita ser científico para darse cuenta que la tomaron de esa forma, pero tenemos que hacer algo de inmediato— él se había levantado de su silla e intentó salir fuera de la habitación.

—Espera un momento—intenté detenerlo—no sólo tú estás desesperado, imagínate que yo me tomé el tiempo de venir hasta acá a pedir tu ayuda porque no tuve a nadie más a quién recurrir, tenemos que pensar con la cabeza fría, porque si en realidad es un secuestro seguro que no tardarán en comunicarse conmigo.

—No importa, igual yo intentaré buscarla, pero cualquier cosa me llamas— él anotó su número en un trozo de papel y me lo dio— por esta vez haremos amistad, Harry Lee, pero luego que todo esto se esclarezca que la verdad lo estoy esperando con ansias, nuestra rivalidad volverá a ser la misma, ¿entendido?

—Como quieras...—él salió corriendo de la habitación, igual yo me dirigí al coche a tratar de buscar a Isa.

La noche seguía avanzando y yo estaba sin ningún tipo de noticia de Isa, estaba sentado en una banca frente al mar, sólo me estaba iluminando un pequeño faro, me sentía desesperado, me tomé el cabello e intenté tirarlo, creo que lo que estaba pasando era injusto, simplemente injusto.

NOAH

¿Dónde estás, Isabella? ¿dónde estás? caminaba como un loco por todas las calles, ya era muy noche y creo que por la desesperación de buscar a Isa ni siquiera tenía miedo de los lugares a los cuales me estaba metiendo, pero para mí aunque ella ya no fuera mi novia seguía siendo la mujer más importante de mi corazón y creo que a partir de que ella empezó a vivir con ese estúpido, su vida ha cambiado mucho, si tan sólo hubiera seguido conmigo nada de esto le estuviera pasando, pero sé que algún día reconocerá el error que ha cometido y regresará conmigo, de eso estoy seguro, porque esa mujer fue destinada solamente para mi.

ISABELLA

Finalmente el coche se había detenido creo que ya habíamos llegado al destino de estos tipos yo seguía controlando mis ataques de ansiedad con los ejercicios de respiración que había aprendido.

—Hemos llegado—el tipo del pasamontañas salió del coche y abrió la puerta, me ató las muñecas con una soga que me estaba haciendo daño— espero no intentes hacer ninguna locura— sentenció con esa voz que me daba un poco de miedo, sin embargo la mujer que iba al lado aún no hablaba y eso me llamaba la atención.

—¡Pero por favor no me hagas daño!—le supliqué— no sé qué quieres de mí, pero haré lo que tú quieras— casi lloriqueaba, para mí lo más importante en este momento era mi vida, más nada, pero él me tomó con mucha fuerza y entramos a una cabaña bastante oscura, por lo que veo era de esas cabañas rústicas que se miraban en las películas de terror.

—¡Basta de llorar, niña tonta! si sigues en este plan créeme que al final sí te haré mucho daño—entramos a la cabaña, la mujer encapuchada venía detrás de mí y pude escuchar con mucha claridad que se venía riendo.

Dentro de la cabaña no habían muchas cosas que digamos, sólo habían unas sillas bastante viejas, un comedor situado en el centro de la sala y un televisor un poco viejo, había mucho polvo y tela de araña, quizás esta cabaña la ocupaban para cosas como estas, el sujeto me ató a una silla de tal forma que no me podía mover hacia ninguna dirección, los dos se fueron de mi vista y yo en ese momento estaba ideando algún plan para salir de acá, no sabía cómo lo ejecutaría pero definitivamente tendría que salir.

HELENA

—¿Crees que este plan funcione, Diego? sinceramente sé que esa maldita mujer me cae mal, pero también temo por el bebé que llevo dentro, tú sabes, que las cosas que estamos haciendo tienen cierto riesgo y me refiero al hecho que Harry sin dudar va a llamar a la policía y si ellos nos ubican donde estamos creo que estaremos en peligro—Diego había ideado el plan de secuestrar a Isabella con el propósito de sacarle toda la fortuna a Harry, sin embargo a pesar de qué yo era bastante aventada a las propuestas de Diego, tenía un poco de temor.

—Vamos, Helena, ¿me vas a decir que a estas alturas tienes miedo? recuerda que en este barco si nos hundimos uno, nos hundimos todos—me tomó del cuello intentando asfixiarme, eran uno de esos intentos arrebatados que él tenía, pero aún así yo estaría con él hasta los últimos días de mi vida—Bueno, entonces marca al número de Harry, necesitamos aclarar ciertas cosas para que él nos haga el traspaso de todo su dinero—mi mano estaba temblorosa, los nervios me invadían, pero ya era demasiado tarde para echarse atrás, las cosas están muy avanzadas así que tomé el número de Harry y lo marque por medio del teléfono que había en la cabaña.

HARRY

Aún estaba sentado frente al mar y estaba recordando las pocas escenas que había experimentado con Isa, me vino un sentimiento de nostalgia que no puedo negar que en este momento se me salieron algunas lágrima, pero de pronto mi celular empezó a vibrar lo tomé y era un número desconocido.

—¿Con quien tengo el gusto?—pregunté en su momento, lo único que se escuchaba era un completo silencio.

—¿Harry Lee?—lo dijo en forma de pregunta.

—Así es, con él mismo estás hablando, ¿por qué?

—No hablaremos mucho tiempo, pero te quiero dejar las cosas muy claras y por favor no quiero ninguna mala jugada de tu parte, te pondré a una persona que quizás tú la conozcas y debe de importarte mucho—estaba cruzando mis dedos para que no fuera lo que estaba imaginando.

—¡Harry, Harry! por favor ayúdame, rescátame— se escuchaba la voz de Isa, sin duda ella era la que la estaba pasando mal, la conocía y por su tono estaba muerta de pánico.

—¡Déjala en paz en este maldito segundo o de lo contrario yo mismo te buscaré y te mataré!— lo dije con tanta seguridad.

—Yo de ti no estuviera diciendo esas palabras, recuerda que no estás en la posición de exigirme las cosas, yo tengo a tu chica y tú tienes el dinero que yo necesito, ahora las reglas las pongo yo, necesito que para la noche de mañana traigas diez millones de dólares en dos bolsos diferente, quiero que cada uno de ellos traiga cinco millones.

—¿Estás loco? eso es mucho dinero.

—No me interesa, debes de traerlo o de lo contrario te llevaremos el cuerpo de tu novia en trocitos y créeme que no estoy bromeando, tú no me conoces de lo que soy capaz, así que tú eliges si el dinero es más importante que tu chica—cortó.

—Espera un momento— era demasiado tarde ya él no me estaba escuchando.

Maldita sea, sabía que todo esto se trataba de un secuestro sin duda, tenía que ir al banco y sacar eso diez millones en efectivo que habían pedido, lo haría por Isabella, podía hacer cualquier cosa por ella. Además jamás me perdonaría si a Isa le pasa algo por mi culpa, después de todo yo era el culpable. Creo que dadas las condiciones lo único que se me ocurría era vender parte de las acciones de mi empresa y algunas propiedades que casi no le daba un uso pero lo más importante de todo esto era mi mujer.

ISABELLA

—No puedo creer el tipo de basura que son ustedes dos, aprovecharse de un hombre de esta forma, pero estoy segura que la justicia se hará y ustedes pagarán muy caro por todo el daño que están haciendo—estaba forcejeando en esa silla y ellos dos estaban en carcajadas, pero sabía que el que ríe de último ríe mejor.

—Estoy cansada de tus malditos arrebatos— la chica se acercó y me dio una cachetada que me hizo voltear la cara, pero cuando escuché su voz me entró un escalofrío en todo mi cuerpo, esa voz me parecía conocida y en ese momento estaba haciendo memoria donde había escuchado ese tono de voz.

—Apuesto que no serías tan valiente si yo estuviera con mis manos desatada— la reté, pues la verdad yo no le tenía miedo a nadie y lo único que estaba experimentando en ese momento era una enorme rabia de sentirme tan impotente de no poder hacer nada.

—¿Ah si? Pues veremos qué puedes hacer al respecto—ella se acercó a mi tratando de soltarme.

—¿te has vuelto loca o que?—el sujeto la detuvo— piensa muy bien las cosas antes de actuar, recuerda que ella es nuestro boleto a la riqueza y si tú haces una estupidez nos jodemos todos, con respecto a, ti niña,—me tomó del mentón y lo presionó con fuerza— no provoques a mi mujer porque créeme que si tú no estuvieras protegida por esos millones que nos van a dar, hace mucho tiempo tú estarías varios metros bajo la tierra.

—Estoy segura que, Harry, les pateara el trasero y buscará la forma de cómo librarme de ustedes dos, pareja de maniáticos.

—Si, está bien, lo que tú digas niña—ellos dos se retiraron dejándome sola en esta cabaña tan oscura.

¿Dónde estás Harry? te necesito más que nunca, me siento muy protegida cuando tú estás conmigo, pero ahora en estas condiciones me siento tan vulnerable y tan aterrada de lo que me pueda llegar a ocurrir.

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