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Capítulo 05

— ¿Sí?— Dice, al no obtener respuesta alguna de mi parte.

— ¿Crees que pueda rentar un departamento?— Suelto de pronto.

— ¿Qué?— Responde, más allá de lo confundido y podría jurar que sorprendido también.

—Responde— Le pido, seriamente.

—Necesitas ser mayor o que alguien lo haga por ti, ¿por qué?

—Por nada— Me limito a contestar, simplemente porque no es necesario contar los detalles.

— ¿No crees que es mejor regresar a tu casa y…?

—No— Contesto de tajo, antes de que siquiera termine de formular su pregunta—. Y tampoco es algo de lo que puedas opinar.

Noto como abre su boca para renegar, pero finalmente la cierra y termina por asentir, dándome la razón.

—Si necesitas ayuda con eso yo puedo hacerlo— Se ofrece, pero yo me niego casi al instante. Ni siquiera debí de haberle preguntado—. Puedo prestarte uno de los departamentos que están a mi nombre por mientras consigues algo mejor o se arreglan las cosas en tu casa, es fácil, solo tienes que decir que sí.

—No, gracias— Vuelvo a negarme, esta vez con más firmeza.

— ¿Por qué no?

—Porque son tuyos.

—Dije que te lo prestaba, más no que te lo regalaba— Aclara, enarcando sus cejas.

—Pero igual yo quiero un departamento para mí para poder pagarlo yo, sin deberte nada a ti ni a nadie— Me aclaro de igual forma, regalándole una mirada desafiante.

— ¿Y cómo piensas pagarlo?

—Voy a trabajar.

— ¿Trabajar? ¿Dónde?— Pregunta, como si fuese imposible que eso pasase.

—Donde se pueda, pero no pienso volver a mi casa— Digo, mientras niego con la cabeza al dejar que los recuerdos invadan mis pensamientos.

— ¿Tan mal están las cosas?— Pregunta, y se le escucha preocupado en algún sentido, o quizá solo sea cosa de mi imaginación.

—Eso no te incumbe— Le corto una vez más, pero él asiente simplemente.

—Bien, eh...— Se reacomoda en su lugar y me encara—, te propongo algo— Le miro—. Yo te dejo vivir en ese departamento y tú me pagas a mí cada tanto tiempo, algo así como una renta, pero sin papeles ni nada por el estilo, porque sé que no vivirás ahí si no es de esa forma, eres tan necia que no vas a aceptar— Habla de tal forma que pareciera que conoce todas mis virtudes y defectos.

—No lo creo— Contesto, manteniendo mi posición.

—Piénsalo, es buena idea, quiero ayudarte y, supongo que solo será por un tiempo.

— ¿Es la única forma?— Pregunto, al surgir en mi cabeza la idea de aceptar.

—Siendo menor, sí— Contesta, logrando que forme una mueca de pesar con mi boca—. Es eso o volver a tu casa.

—Entonces no me queda de otra.

— ¿Entonces?— Extiende su mano hacia mí, esperando que la estreche—, ¿trato?

Me debato en si debo hacerlo o no, en si debo aceptar y creer de nuevo, en si es buena idea hacer tratos con una persona como él.

Es casi la una de la madrugada, no tengo qué comer o beber ni mucho menos a donde ir que no sea mi casa (lugar a donde no pienso regresar, por lo menos no hoy), y este hombre me está ofreciendo un techo donde dormir y la seguridad de que amaneceré con vida el día de mañana. Aunque no creo que lo haga así nada más por ayudar, no tengo otra opción, es eso o dormir en la calle (cosa de la cual estoy segura que no me dejará hacer de igual forma), así que no hay nada más que pensar.

—Está bien— Contesto simplemente, de la forma más cortante y precisa que pude formular.

— ¿Trato?— Repite, haciendo más evidente el hecho que quiere que estreche su mano para poder hacerlo oficial. Finalmente, después de pensarlo un poco más, termino por hacerlo, ganándome una sonrisa de lado que parece sincera de su parte, al igual que una expresión de alivio y lo que parece ser felicidad.

No sé si hice bien en pedirle ayuda, o más bien aceptarla ya que él se ofreció. No sé si estoy en lo correcto, pero ya ha pasado mucho tiempo desde lo ocurrido, ya no hay sentimientos aquí dentro, por lo menos en mí (tampoco creo que los haya en él). Cuando lo vi no sentí nada, no sentí tristeza, miedo, enojo, absolutamente nada; solamente incomodidad pura y fastidiosa, porque él también lo estaba sintiendo, eso se podía ver a kilómetros.

Con el paso del tiempo hemos madurado en ese aspecto y podemos convivir, como lo hicimos hoy. No creo que haya problemas entre nosotros de ninguna índole, solo viviré un tiempo en su departamento, completamente sola y será mío, no de él porque estaré pagándole lo que pida. Ya que regrese mi papá podremos mudarnos a otro sitio, le daré las gracias a Harry y me iré, y todo volverá a la normalidad, todo volverá a ser a como era antes después de haberlo superado todo, o por lo menos eso es lo que espero y quiero.

Aunque, a pesar de todo, sigo pensando que fue demasiada coincidencia lo que pasó, una situación bastante conveniente para mí y las circunstancias en las que me encontraba en ese momento, sin un lugar a donde ir, sin compañía, a media noche en un sitio desconocido para mí, y sobre todo, estando bajo la lluvia intensa que no parecía cesar nunca.

Fue demasiada coincidencia el encontrarme con él, o quizá todo fue planeado y estoy dentro del auto de un manipulador acosador experto a punto de llevarme a quién sabe dónde para hacerme quién sabe qué cosas, o quizá mi paranoia interna está haciendo extrapolar mis pensamientos, no lo sé, pero solo hay una forma de averiguarlo... esperando.

Durante el camino hacia el departamento que me rentará por un tiempo, nadie dice nada, el ambiente desde que entramos al auto se ha tornado tenso y algo incómodo a decir verdad. Hace muchísimo tiempo que no me subía a su auto y se siente extraño, no sé si me agrada esta sensación. Es como si hubiesen pasado años desde la última vez que le vi, y al mismo tiempo se siente como si hubiese sido ayer que me destrozó en mil pedazos y después le vi a él desmoronarse en el piso de su habitación.

Aún me sigo preguntando quién habrá sido esa chica que mencionó entre sollozos y lágrimas aquel día, a quién se refería cuando suplicaba que volvieran y pedía respuestas al escuchar de la boca de Angie que nunca regresarán a su lado.

Me mencionó a mi entre aquellos nombres, pero había otras dos mujeres, entre ellas una pequeña, su pequeña. Él solía llamarme así, pero en la forma en la que lo dijo, me hace pensar que no se trataba de mí, que se trataba de alguien más, de una niña o una bebé quizá.

¿Habrá sido su hija? ¿Harry tuvo o tiene una hija? Entonces…, ¿Quién es o fue Alissa? ¿Habrá sido su novia? ¿La madre de esa niña? ¿O es su hermana? ¿Su madre?... ¿Su esposa? ¿Estuvo casado alguna vez?

No tengo ni la más remota idea.

Con lo que respecta a su pasado, siempre hay miles de preguntas y muy pocas respuestas siendo sincera.

Después de un tiempo en el auto, conduciendo por distintas calles que ni siquiera reconozco, Harry estaciona el auto en un establecimiento de autoservicio de 24Hr y es cuando salgo de mi transe y vuelvo a la realidad.

—Ahora vuelvo, ¿Sí? Iré a comprar unas cosas— Asiento con un leve movimiento de cabeza, sin mirarle—. ¿Quieres algo en especial? ¿Algo para que cenes?

—No, gracias — Respondo, desinteresada. Realmente no tengo apetito, aunque mi estómago se sienta vacío.

—Tienes que comer algo, ¿Qué se te antoja?— Insiste, inclinándose un poco hacia mí, buscando mi rostro.

—No tengo hambre— Me sincero, en un murmuro pesaroso y cansío.

—Está bien, igual te traeré algo, ¿Si?

—Como quieras— Le respondo, con un tono y gesto displicente inundando mis facciones y mi voz.

Harry termina por asentir, soltando un leve resoplo, antes de desabrochar su cinturón y abrir la puerta para desplegar su paraguas y poder salir del auto.

—No vayas a bajar, ¿De acuerdo?— Me pide, de forma atenta y disponente a la vez—. La lluvia está muy fuerte aún, no es seguro— No respondo, me limito a mirar por la ventana el cómo ahora la lluvia cae con más velocidad que cuando estábamos sentados en la banca, antes de aceptar su propuesta—. Bien…, ya vuelvo.

Cierra la puerta y se dirige hacia el establecimiento a trote, despacio y con cuidado de no resbalar por el piso mojado.

Sería un buen momento para huir y escapar de esto antes de que sea demasiado tarde. Harry dejó el auto encendido por la calefacción, fácilmente puedo irme en él hacia otro sitio aunque no sepa manejarlo y sea menor de edad, y claramente no tenga identificación ni mucho menos licencia de conducir, aún así, la idea ronda por mi cabeza como si fuese una buena opción el tomarla.

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