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Capítulo 2

En los pocos minutos que llevo aquí me he dado cuenta de muchas cosas.

Primero, tengo un hermano que es la viva imagen del estereotipo del chico mujeriego, playboy o como quieran decirle. En conclusión, es un imbécil egocéntrico que cree que puede tener a todas las chicas que quiere a su lado y sin compromisos. He lidiado con un par de ellos, pero éste es mi hermano y quiere meterse entre las piernas de la pequeña e inocente Liz y yo claro que no voy a permitirlo porque no quiero que le haga daño.

Segundo, Liz me agrada. No es como yo, ella es mucho más dulce de lo que podrían pensar e inocente. Se siente muy intimidada por la actitud que tiene Colin con ella y la entiendo, de verdad, pero debe haber una razón que no me ha dicho. No es ruda, no tiene un gran odio interno y le cuesta un montón entender mi ironía y sarcasmo, aun así, me agrada. Es tierna y se ríe conmigo. También intenta hacerme reír y lo logra, cosa que es muy difícil.

Tercero, siento que va a ser una tortura estar en este lugar.

Liz es demasiado amable y justo ahora me está ayudando a ordenar la poca ropa que traje. De vez en cuando Colin se pasea por mi habitación solo para molestar a Liz y veo como ella se sonroja cada vez que él le da un comentario algo caliente o de doble sentido. Por un lado, agradezco que sea mi hermano, así no me da esos comentarios a mí porque si fuera así ya tendría un grave problema con su descendencia.

-Me gusta tu ropa- me dice Liz siendo, como siempre, muy amable.

-Gracias- respondo con una sonrisa. - pero si tienes más playeras como esa, tú eres la que tiene mejor ropa.

Mi ropa no es gran cosa. Son pantalones ajustados, la mayoría negros, shorts, playeras de distintas formas y tamaños, un par de faldas y vestidos. La verdad tengo gran variedad de ropa. Incluso tengo ropa que me hace ver como una chica buena, cosa que cabe destacar no soy.

Nos demoramos solo unos minutos en guardar todo. El armario es tan enorme que con toda mi ropa adentro sigue viéndose vacío. Tampoco es como si fuera a comprar más ropa para llenar el armario. Yo no soy así. Hay mejores formas de gastar mi dinero.

Nos sentamos en la cama una al lado de la otra y miramos el techo. No soy una chica de tener muchas amigas y por eso me sorprendo lo bien que me cae Liz sin conocerla tanto.

-Cuéntame del instituto- le pido- ¿Es muy malo?

-No está mal- dice encogiéndose de hombros- Hay personas agradables y como siempre están los que son un dolor en el trasero. Lo normal en todos los institutos.

-Si, lo normal- digo pensativa.

-Bueno, tienes que tener en cuenta que es privado- dice ella y yo la miro con horror- ¿No lo sabías?

- ¿Privado? - pregunto más que horrorizada- ¿Qué pasó con la buena educación pública?

-Es que John es el rector...

- ¿A dónde me has traído, mamá? - gruño por debajo- ¿Tengo que usar uniforme?

-No- dice y yo suspiro- Es lo único que nos diferencia de una escuela privada normal.

-Eso es un alivio. No me llevo muy bien con las reglas.

Liz ríe y yo sé que debe estar pensando algo como "se nota", pero no lo dice.

Sentimos una pequeña risa que viene desde la puerta de mi habitación y ahí está nuevamente el odioso de Colin mirándonos con prepotencia. No entiendo cómo somos hermanos... somos tan diferentes. Aunque puede que tenga que ver que tenemos diferente madre y que nunca nos habíamos visto.

- ¿Puedo hacerles compañía, señoritas? - pregunta cuando ya está dentro.

-Ya estás aquí, así que...- digo haciendo que Liz ría nuevamente.

-Tú eres una pequeña hermana bastante gruñona- dice apuntándome- ¿Cómo te cae bien, Liz?

-Es bastante graciosa- dice ella a lo que Colin y yo fruncimos el ceño al mismo tiempo.

Bien eso fue raro.

-No sé qué clase de sentido del humor tienes tú, pero esta chica- me apunta de nuevo- Es una de las típicas chicas rebeldes, malhumoradas y negativas que creen que todo el mundo está en su contra.

-Y tú eres el típico mujeriego que tiene un gran historial metiéndote entre las piernas de las chicas y no queriendo más que eso... una aventura. - le digo y con Colin nos quedamos mirando fijamente a los ojos.

-Pues entonces los chicos Bennett somos unos clichés.

-No cantes victoria, faltan dos.

Nos quedamos conversando unos minutos en mi habitación y- odio admitir esto- pero Colin no está tan mal cuando no intenta ser el chico prepotente y coqueto que nos presentó en un principio. Llega hasta ser un poco payaso.

Definitivamente un chico malo no es. Solo es un payaso que disfruta del sexo sin compromisos.

Después de unos minutos, Tammy nos dice que bajemos a desayunar. Deben ser las diez de la mañana o quizá un poco menos. Cuando bajamos, me encuentro de cara con dos personas que puedo reconocer por las fotos que me mostró mamá.

Una chico muy alto- extremadamente alto- me sonríe mientras deja su maleta en el suelo. Está vestido muy normal con unos jeans y una playera verde oscuro. La chica que tiene al lado nos mira con una enorme sonrisa en la cara y también tiene una maleta a su lado.

Mierda, si por foto nos parecíamos, en persona somos casi idénticas.

-Mira, tienes una gemela en versión miniatura- bromea Colin a mi lado.

-Cierra la boca.

El momento es bastante incómodo mientras que Liz, tratando de salir de la escena, va hacia la cocina con su mamá.

Tengo a Colin a mi lado y frente a nosotros están los que supongo son Killian y Adalyn. No paramos de mirarnos. Nos inspeccionamos con la mirada y es como si nos estuviéramos analizando. Yo solo trato de ver qué es lo que tengo yo que ellos también. Qué es lo que hemos robado de Jonathan.

Bueno, Adalyn y yo tenemos el mismo cabello y ojos. Mi cabello es un poco más rojizo, pero se parecen mucho. Las facciones de nuestra cara también son muy parecidas y hasta nuestros labios se parecen un poco, solo que ella sonríe más que yo.

Con Killian solo puedo decir que... tendré que analizar más porque no nos parecemos mucho, como con Colin.

-Bien, voy a presentarme porque ya estoy cansado del silencio incómodo- dice Colin riendo- Soy Colin, un payaso mujeriego, según las palabras de mi hermosa hermana menor.

-Solo por tres meses- le digo y él sonríe porque piqué el anzuelo.

-Pero soy mayor que tú.

-Yo soy Killian. Su hermano mayor.

-Addy- dice la chica y todos captamos de inmediato que esa es la forma que quiere que la llamemos.

-Carly.

Después de las presentaciones, que eran claramente innecesarias, volvimos al silencio incómodo.

-Bien, esto ya es raro- dice Colin y yo asiento- Yo ya les dije que soy un payaso mujeriego y la querida Carly aquí es una chica rebelde amargada y negativa.

-Lo peor es que no puedo decir algo contra eso- susurro haciendo reír a Colin.

-Me alegro saber eso- dice Killian con una sonrisa- Pues, yo soy estudioso. No hay mucho que decir sobre eso.

- ¡Muy bien! Tenemos un empollón intelectual por aquí- dice Colin haciéndonos reír a los otros tres- Y, como parece que somos una familia llena de clichés, supongo que nuestra hermana pequeña aquí presente es dulce, amable, un amor de persona y me hará querer matar a un chico cuando le rompa el corazón.

-Me uno a eso último- dice Killian.

-Tú tienes el acento británico, pero usas los modismos estadounidenses- dice Addy mirando a Colin.

-Y tú eres muy observadora, pequeña Bennett- dice él- Vine a vivir aquí hace tres años con mi mamá. Mi acento continuo, pero la forma de hablar aquí es mucho más entretenida que en Inglaterra.

Ruedo los ojos y niego con la cabeza. Bueno, al menos el idiota de Colin ha roto el hielo con sus payasadas. Aunque no tanto porque volvemos a estar en un silencio incómodos mirándonos mutuamente.

-Ya me harté, voy a comer- digo ya demasiado incómoda con este juego de miradas.

Camino hasta la cocina dejando a mis tres nuevos hermanos atrás. Puede que Colin tenga razón al describirme como lo hace. Soy bastante pesimista y ruda cuando quiero serlo. No me gusta interactuar mucho con las personas y prefiero la tranquila y serena soledad.

Me siento en una mesa muy grande al lado de Liz quien me da una sonrisa incómoda y yo se la devuelvo. Ella sí que me agrada.

Segundos después, los tres Bennett restantes se sientan en la mesa y frente a mí tengo a Killian con Colin, mientras que a mi otro lado se sienta Addy.

No puedo evitar mirar a mi hermana y pensar que nadie imaginaría que tenemos distinta madre. Somos demasiado parecidas. Apuesto a que el idiota de Jonathan se buscó a alguien parecido a mi mamá.

Vemos como llega Tammy a nosotros y sonríe de una manera tan maternal que creo que hasta yo me siento un poco enternecida. Ella se sienta en la cabecera de la mesa y no deja de sonreírnos. Bien, ya me siento incómoda de nuevo. Demasiadas sonrisas. Es como cenar con mi mamá en un buen día.

-Jamás pensé que los iba a tener a todos reunidos aquí- dice ella casi en las lágrimas- Me siento tan emocionada de por fin conocerlos a todos con lo mucho que John habla de ustedes...

-Si, me imagino cuanto habla de nosotros...- susurro de manera que solo Liz y puede que Addy puedan escucharme.

-Es un gusto volver a verla, Tammy- dice Killian de manera muy amable

- ¿Ya la conocías? - pregunto para después llevar a mi boca un poco de tostadas con huevo revuelto.

Mierda, creo que voy a engordar de lo bien que cocina Tammy. Eso podría ser lo que más me guste de estar aquí.

-Vine hace unos días a conocer a Jonathan- dice él un poco incómodo- Estudio muy cerca de aquí y tengo trabajo como interno en la enfermería del instituto de Liz.

-Que también va a ser el suyo- dice ella bastante feliz por eso.

-Así que- digo después de tomar un poco de mi café- Conoces al donador de esperma.

Todos parecen reír ante la forma en la que me refiero a John, menos Tammy claro. Hasta Addy se ríe lo que me hace ver que no es tan dulce e inocente como se ve.

No creo que ninguno de nosotros lo sea tomando en cuenta a la persona que tenemos por padre.

-Interesante forma de llamarlo- me dice Killian tratando de contener la risa.

- ¿Acaso quieres que le llame benefactor? Porque él solo me ha dado dos cosas: la vida y mucho dinero.

-Bueno, creo que ese es el caso de todos- dice Colin algo serio y todos asentimos.

-Sé que su padre no ha hecho bien las cosas y créanme que no me canso de repetírselo- dice Tammy ganándose la atención de todos- pero es una buena persona. Me dio trabajo aquí y me deja tener a mi Liz conmigo. También le paga la colegiatura a mi hija y es su padrino. Eso no lo hace cualquiera.

-Pues, hace por ustedes lo que nunca hizo con nosotros- digo.

Yo tengo un grave problema. Sé que hay momentos en que debería quedarme callada, pero simplemente no puedo. Tengo la necesidad de decir todo lo que pienso sin importarme las consecuencias y esa es una gran parte del porque soy tan problemática.

Todos se quedan en silencio y comenzamos a comer de esa forma. Todos alabamos a Tammy por su comida y ella se siente mejor. Sé que me llevaré bien con ella porque parece demasiado dulce como para no hacerlo.

-Esperemos que su padre llegue pronto- dice Tammy dándonos una sonrisa algo cautelosa- Ya quiero que se conozcan.

-Claro, estoy tan ansiosa- susurro rodando los ojos.

Si, estoy muy ansiosa de conocer a la persona que donó la esperma para que yo pudiera nacer y que me mantiene monetariamente, porque eso es Jonathan Bennett para mí y no estoy dispuesta a que sea algo más que eso.

Este año junto a él no me va a hacer llamarlo "papá". Eso lo juro.

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