Capitulo 4

Llegamos hasta donde estaba Tatiana, la veía preocupada.

— ¿Dónde estabas? Te perdiste buen tiempo.

—Me alejé un poco, casi me pasaba algo malo, pero Angel me salvó.

Cuando volteó mi mirada hacia angel, estaba pasmado por las tetas de Tatiana.

—Oye, disimula al menos —dije un poco celosa, no tuve esa reacción de cuando me vio, pero claro el cuerpo de ella estaba más desarrollado.

Tatiana parece que se había animado en quedar desnuda y por la presencia de Angel busco como ponerse su bikini.

— ¿Que haces?

—Estoy avergonzada, no esperaba que él me viera desnuda.

—Para aún ser unas niñas, tienen lindo cuerpo ambas —dijo Angel que por primera vez dijo un cumplido.

—Nada de eso Tatiana, ya te vio, de nada sirve taparse, es más hagamos algo, que él nos vea de pie a cabeza y viceversa, así ya no estaremos con ese problema de ocultar nuestros destinos, casi me violan y el me salvó.

Tatiana se quedó sorprendida con lo que dije.

—Creo que es mejor regresar al hotel —dijo Angel.

—Pero si aún falta mucho tiempo.

—Vamos —dijo Angel, agarrando los bolsos y nos tomo de las manos.

— ¿Que sucede? —pregunto Tatiana.

—Atrás vienen los tipos que tenían secuestrada a Megan, pero vienen acompañados, una cosa es pelear con tres, pero no con siete.

Llegamos hasta un vehículo que Angel había alquilado y no nos había dicho, en el auto nos pusimos la ropa mientras el conducía.

— ¿Por qué no te quedaste peleando? Así como lo hiciste antes —dije

—El sabio ve el peligro y se aleja, una cosa es rescatar a una chica en aprietos, la pelea fue uno contra uno, otra cosa es un contra seis.

— ¿Dónde aprendiste a pelear así? —Pregunto Tatiana.

—Era portero de disco, visitó el gimnasio y también aprendí defensa personal, para sacar a los provocadores.

Llegamos al hotel, pero Angel por salir rápido no se había vestido.

—Espero que no pienses salir así —señalando su desnudes.

—Tomo su bolso y saco un shorts con una playera.

—Listo.

En la habitación nos dirigimos hacía nuestros cuartos, teníamos que cambiarnos de ropa, al salir estaba Angel en el salón, viendo tele.

—Sabes, no había tenido la oportunidad de agradecerte, se que fui imprudente, pero mi situación fuera distinta si no hubieras estado tú ahí.

—No debes agradecer, no sabía que eras tú.

— ¿Me hubieras dejado sola de ser yo?

—No cambies mis palabras, sea quien sea, no hubiera permitido que lastimen a una dama, pero si hubieras sido tú, le hubiera dado un golpe en las bolas y dejarlo estéril.

No sé si tomar eso como un cumplido o que.

—En nuestro itinerario teníamos planeado visitar varias playas, muchas de ese tipo, pero la verdad no quisiera ir sin ti ahora.

Me levanté y dejé caer el camisón que andaba, quedando desnuda frente a él.

—Yo no se Tatiana, pero prefiero que me mires y quitarme la vergüenza contigo a no tenerte ahí.

El se levantó del sillón, tomó mi camisón y me lo puso.

—Eres una joven bonita Megan, bastante atractiva, pero no es necesario que hagas esto conmigo, no eres la primera mujer que veo desnuda.

Que me dijera eso, me dió vergüenza, parecía una chiquilla loca.

—Megan tiene razón, no podemos ir a lugares de adulto sin compañía, cuando escuché que salvaste a Megan me hizo ver qué cometimos el error de separarnos —dijo Tatiana, quién salía de su habitación desnuda.

Angel giró hasta donde ella, quién no sabía su estado.

— ¿Que locura están haciendo ustedes dos? Si siguen así, tendré que solicitar otra habitación.

—No hagas eso Angel, por favor no, mira que tú eres nuestro responsable legal y no puedes dejarnos solas.

—Entonces dejen esa estupidez de andar desnudas.

Yo lo abrace por la espalda, aprovechando que el se encontraba descuidado, le baje el shorts junto con su boxer, saliendo al aire su miembro, mucho más grande que la primera vez.

—Parece que a tu amigo le ha animado vernos desnudas.

—No soy de piedra, si tengo a dos diosas frente a mi y desnudas.

—Solo debe de relajarte Angel, no pasará nada malo.

Lo empuje en el sillón y el no puso resistencia.

Tatiana y yo le ayudamos a quitarse la camiseta y el resto de su ropa.

—Chicas, por favor no sigan, de lo contrario no responderé por lo que suceda.

Yo acariciaba su cuerpo, pero a la vez su miembro, era primera vez que tenía uno en mis manos, Tatiana se sentó al otro lado, tomó su mano y la llevo hasta sus pechos, el tenía los ojos cerrados, yo simplemente tome su otra mano y la lleve hasta mi sexo, sentir sus manos ahí me hizo retorcerme de placer, no se que podía pasar, pero solo sabíamos una cosa y es que estábamos disfrutando los tres.

—Megan, despierta, ya se hizo tarde —escuchaba la voz de Tatiana.

Abrí los ojos y me encontraba en mi cama, con mi mano en el coño.

— ¿Que estabas soñando? Parecía un gemido lo tuyo y mira dónde tienes las manos.

—Ver a Angel desnudo me puso excitada, primera vez que me pasa.

—Claro, porque nunca antes habías visto a un hombre desnudo, peor a un macho así.

— ¿Que haremos? Hoy corrí peligro.

—Pero porque te alejaste demasiado, no es por nada, pero mientras tú no estabas, vi como una pareja estaban teniendo sexo, delante de todos y nadie le prestaba atención, la verdad me calentó y por eso termine desnuda.

— ¿Quieres ir de nuevo?

—No lo sé, me siento rara al estar en esa situación, además mira como Angel me quedó viendo los pechos, me dió pena.

—Te da pena porque lo conoces, porque mira cuántos extraños habían hoy allá afuera.

Ella no decía nada, la verdad esto nunca fue lo planeado.

— ¿Un mes verdad? Un mes estaremos con Angel.

—Si, apenas llevamos dos.

—Entonces, que esto no arruiné nuestros planes, la verdad yo me imaginaba lo que podría ver y me quede corta con la imaginación.

—Entonces ¿Estás aceptando mi idea de la playa?

—No veo falla en tu lógica, pero nada más eso, tampoco es que pienso perder mi virginidad con él.

—Ni yo me imagino con todo eso adentro de mi.

—Antes que nada ¿Puedes ayudarme a recortar ahí abajo? si andaré mostrando todo, al menos que se vea bien.

Al parecer este viaje empieza a dar sus frutos, al menos yo estaba pasando de ser una niña a casi una mujer, como dije antes, no quería llegar a mi primera vez y sorprenderme por cualquier cosa.