Librería
Español
Capítulos
Ajuste

Capitulo 3

Me levanté a las 10 de la mañana, sentí que descanse bastante, no estoy acostumbrada, pero eran vacaciones. Angel y Tatiana ya estaban desayunando.

—Buenos días la niña —dijo Tatiana.

— ¿No me pidieron esperar? —conteste molesta.

—No sabía a qué hora pensaban levantarse, así que me adelanté, tenía hambre.

—Angel ¿Que hiciste ayer en la disco?

Tatiana me quedo viendo por preguntar eso, pero quería saber que paso.

—Nada, pedí dos cervezas ahí estuve sentado.

—Pero no tocaste ninguna ¿Estuviste con alguien?

—Megan, si Angel estuvo o no con alguien, no es de nuestro interés.

—Simplemente estuve ahí sentado, recordando y antes que me preguntes, no diré nada más.

El se levantó, fue hasta su cuarto, saco un pequeño bolso y salió de la habitación.

— ¿Que pasa contigo? —me reclamó Tatiana.

—Solo quería saber que pasaba, el se veía mal ayer¿No lo notaste?

—Pero no es algo que se puede preguntar asi, además no tenemos tanta confianza con él.

—No importa, comamos para que vayamos a la playa, al menos no nos seguirá.

A las 11 estábamos saliendo hacia la playa, de entrada vinos a muchas mujeres en topless, pero sinceramente mi vistanse perdió al ver una gran cantidad de hombres desnudos, algunos bien erectos y otros no tanto.

— ¿Que estamos haciendo aquí? —pregunto Tatiana.

— ¿Ya te has arrepentido?

—Es que no me imaginé que fuera asi, pensé que solo era un área de la playa, no todo.

—No te me eches para atrás, además, ya estamos viendo desde aquí, la idea de venir aquí es no parecer unas inexpertas cuando sea nuestra primera vez, prefiero quedar boquiabierta ante un desconocido que con mi pareja.

— ¿Acaso tienes pareja?

—Obvio que cuando la tenga.

—Esta bien, pero si me llegó a sentir incómoda nos vamos.

—Con tal que no sean 10 minutos está bien.

Entramos a la playa, caminamos por un momento, hasta encontrar el lugar ideal, sacamos nuestras toallas.

—Tu primero —dijo Tatiana.

—Tu eres la mayor.

—Tu eres la festejada, primero tu y luego el invitado.

—Cobarde.

Me quite la blusa y el shorts que tenía, acto seguido solté el nudo de mi sostén, liberando a mis niñas.

—Tienes los pezones erectos.

—Que sea virgen, no significa sea de piedra.

Pero para perder toda la vergüenza, libere el nudo de mi bikini.

— ¿Que haces? Ese no fue el trato.

—No me quiero sentir rara usando bikini, hoy quiero sentirme deseada —dije con una sonrisa de oreja a oreja —ya mira tú cómo te quedas.

Me retiré el bikini, quedando una pequeña línea de vello, Tatiana de retiro hasta el sostén, dejando al aire un par de tetas bastante voluptuosas, eran más grandes que las mías, pero su pezón es más pequeño.

—No me quedes viendo así.

—Es primera vez que te veo casi desnuda y nunca esperaba que tus pechos fueran así.

—Gracias.

Pensé que se animaría a quitarse el bikini, pero saco un bloqueador de su bolso, ambas nos aplicamos para evitar quemarnos.

Después de haber tomado el sol con las nalgas hacía arriba, decidí que era tiempo de ir al agua.

—Ire al agua ¿Te quedas?

— ¿Que pasará con nuestras cosas.

—Si te fijas hay varios espacios con cosas y sin sus dueños.

—Mejor ve tú primero.

—Como digas.

Camine bastante orgullosa de mi cuerpo, mamá una vez me dijo, si tú aceptás tal como eres, no tendrás la necesidad de buscar esa aceptación en un hombre.

El agua estaba rica, realmente estaba sorprendida de ver familias completas ahí, algunos muchachos me quedaban viendo de manera descarada, pero no importa, ver y no tocar.

Después empecé a caminar por la orilla, llegué a un lugar bastante despejado, parecía un buen lugar para tomar el sol sin tantos ojos, estaba sentada viendo hacia el mar, cuando tres chicos aparecen.

—Miren muchachos, está belleza aquí solita —dijo uno, todos traían sus penes al aire y bien duro.

—Parece que hoy tendremos un poco de diversión.

Yo busqué como levantarme y salir de ahi, pero se me lanzaron dos y me agarraron los brazos.

—Sueltenme, esto es agresión —fue lo único que pude decir.

—Te soltaremos una vez que todos acabemos en tu linda vagina —dijo el último, parecía el más mayor.

—No, eso no, por favor no.

—Cállate. —me dio una cachetada —aqui las putas vienen con un único propósito, buscar que les den, quién te manda de calienta polla con ese cuerpecito.

—Yo diría mejor que la llevemos al otro sitio —exclamo otro.

—Esta bien, pero ponle algo en los ojos.

No sé de dónde sacaron un antifaz y me pusieron una mordaza en la boca.

Quería gritar, pero no podía, empecé a llorar, no quería ser violada, nunca imaginé que fuera a pasar esto.

—Oye tú, quítate de nuestra pasada, la chica quiere un rato de diversión —dijo el que me dió la cachetada, yo no entendía.

Quería pedir ayuda, pero por la mordaza no podía, además según escuché solo era uno contra tres.

Logré escuchar que estaban peleando, me soltó uno de los sujetos, sabía que no había oportunidad, luego me soltó el otro, quería correr, pero mi cuerpo no me lo permitía.

— ¿Estás bien? —me dijo una voz.

¿Será que alguien vino a mi rescate y salió vencedor? Cuando mis ojos vieron la luz del sol, me quedé sorprendida, Ángel estaba parado frente a mi, totalmente desnudo, con su miembro no erecto, pero si con un buen tamaño.

— ¿Megan? —¿Que haces aquí?

— ¿Tu que haces aquí?

—Despejando mi mente, aquí venía con mi novia, pero sino hubiera estado aquí, te hubieran violado esos tres.

—Tatiana y yo venimos a pasar el día.

— ¿En una playa nudista?

—No juzgues, solo teníamos curiosidad, todo iba bien, pero me alejé de todo.

—Ven, vamos dónde Tatiana, una cosa es estar con los demás y otra aislarse.

Por un momento había olvidado que me encontraba desnuda frente a Angel.

— ¿Tienes algo con que taparme?

— ¿Es en serio? Estás en una playa nudista, quién sabe cuánto tiempo llevas así, muchos se debieron de haber exitado con solo verte, ya es tarde para taparse.

—Es que con lo sucedido me siento vulnerable.

—Ya no estás sola, aquí estaré yo cuidándote.

Esas palabras me dieron confianza, no la pensó dos veces en enfrentarse con tres tipos y no lo ví con golpes, además que me vieran al lado de un hombre así de musculoso, no era motivo de vergüenza.

Tomé el brazo de Angel y caminé así con él, no dijo nada, pero mi mirada se desviaba hacia su miembro.

Descarga la aplicación ahora para recibir recompensas
Escanea el código QR para descargar la aplicación Hinovel.