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El día empezaba y era muy extraño despertar sin ver a Katsuro con sus ocurrencias en mi cuarto, se sentía un vacío muy grande, después de todo me habia acostumbrado a su compañía, pero tampoco había olvidado lo que había hablado con Lakai, pero tenía que ir a la universidad. No sé cómo le haría para concentrarme pero tenía que hacerlo, en mi mente solo estaba la idea que él estaba en peligro, tanto así que hasta podría ser ejecutado por lo que había hecho. Aun no entendía las leyes de esa dimensión.
Me levante de la cama y me dirigí hacia el cuaderno donde había escrito Katsuro, la página tan solo estaba en blanco, como si nunca habían escrito en ella. Supongo que al irse también desaparecían las cosas que había dejado acá, pero lo que sí no borrarían era la amistad que habíamos cultivado todo este tiempo.
—Buenos días mamá—baje a la cocina en busca de algo que comer.
—Buenos días, James, ¿pasa algo?—se acercó tomando mi hombro, mamá era muy observativa como toda madre conocía perfectamente a su hijo.
—¿por qué debería de pasar algo, mamá?—saque una caja de leche, agitandola un poco para cerciorarme que aún tenía.
—no lo sé hijo, se ve tu rostro un poco triste—tomo mi mentón dirigiéndolo a su rostro—James, te conozco desde cuando estuviste en mi vientre. ¿crees que me puedes engañar?
—en serio mamá, te he dicho que no tengo nada, tan solo han sido días bastante agitados en la universidad—vertí la leche en el vaso—lo bueno es que dentro de poco tendré vacaciones. Por cierto ¿Dónde está papa y mis hermanas? Ellas son escandalosas y no las escucho.
—el tuvo libre hoy y quiso ir a dejarlas, pero espero que tus problemas se terminen hijo—me abrazó, por favor siempre piensa en todos nosotros acá en la casa. Te queremos mucho.
—esta bien mamá—palmee su espalda, se sentía muy bien que mi madre se preocupara por mi, pero tampoco quería ser una carga para ella.
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—como verán acá tengo los resultados finales de sus pruebas que aplicaron la semana pasada, aquellos que no pudieron aprobar el curso se estará impartiendo clases de verano lo que significa que no tendrán vacaciones aquellos estudiantes que no lograron aprobar. Ustedes conocen bien mi metodología, las pruebas que hicimos llevaba un porcentaje y al final se sumaron, aquel que tenga menos de sesenta puntos tendrá que tomar el curso de verano—decía el maestro frente a la sección yendo a su escritorio.—Mike, tiene noventa y cinco puntos, Astrid, ochenta y tres, Harry, cien puntos, lo felicito, Kai, noventa, James...—observó por debajo de sus lentes, mierda, seguro me tocaría llevar ese curso—sesenta—¡uf! Respire aliviado, no me importaba la nota, lo importante es que había pasado la clase.—sin más que agregar pueden retirarse.
Salí del aula de clases dirigiéndome a la cafetería, andaba un poco de hambre y mis tropas rechinaban dando un mensaje más que claro.
—te felicito James, pudiste pasar la clase—Harry palmeó mi hombro con un poco de fuerza.
—si esa es tu forma de burlarte de mi nota lo entiendo, no soy como tu de inteligente—puse mis labios en una sola línea
—no me estoy burlando, James, te digo la verdad, pero si te aconsejo que estudies más para la próxima vez, yo sé que eres inteligente, lo qué pasa que no eres aplicado—sonrió y se fue.
Claro si él tuviera la vida oculta que tengo yo no estuviera hablando de esa forma. Aún me siento extraño creyendo que Katsuro aparecerá de la nada, pero vamos James, deja de pensar locuras que eso no pasará.
—Hola James—hablaban a mi espalda, giré mi cuello sobre mi hombro y vi que era Astrid—¿Cómo estás?—me hechizó con su sonrisa, ciertamente me convertía en un total estupido cuando ella aparecía.
—bien, eso creo—rasque mi nunca—¿tu cómo estás?
—me alegro mucho, ¿podemos hablar en un lugar privado? No me gustaría que las personas escuchen nuestra plática—era primera vez que me hablaba así, pero si lo hacía era para algo importante.
—esta bien—tomó de mi mano llevándome a una banca en donde había un jardín a nuestro alrededor, estaba todo muy bonito, incluso habían algunos pajaritos buscando comida.
—Verás James, han pasado cosas que aún no tengo respuestas, pero creo que tú si podrías tenerla. Por cierto ¿Dónde esta Katsuro?—echó una mirada hacia los alrededores en busca de algo.
—¿Qué acabas de decir?—trague grueso, no sabía cómo Astrid conocía a Katsuro, parecías como si era algo normal.
—No te espantes James, también puedo ver espíritus—asintió sonriendo casi entrecerrando sus ojos.
—¿hace cuanto los ves?—frunci el ceño, me parecía extraño lo que estaba pasando con ella.
—desde la ves que aprecio ese demonio en esa sala, estabas tú con una armadura y estaba ese otro sujeto a quien llamabas Katsuro, días después yo había olvidado todo, pero poco a poco vinieron los recuerdos hasta que logre atar todos los cabos. También una vez apareció un demonio en mi cuarto, poniéndome en peligro a mi y a Mell, ese día también me di cuenta que no solo tengo la habilidad de ver espíritus sino que también tengo superpoderes, luche contra el de una forma que solo lo había visto en películas de ciencia ficción.
—¿estás diciendo que tienes poderes para luchar contra espíritus?—me levanté para verla frente a frente. Al parecer el hechizo que había utilizado Katsuro para borrar su memoria ya no funcionaba.
—así es, pero dime, ¿Dónde esta tu amigo?—sus ojos brillaban de una forma inocente—me gustaría hablar con él.
—Katsuro...—baje la mirada bastante triste sabiendo en el fondo lo que estaba pasando con el.
—¿si?—tomó mi mentón—vamos dime. Te veo muy triste, no es bueno que te guardes las cosas, creo que así las cargas son más livianas. Puede confiar en mi, yo también estaré contigo en las buenas y en las malas, James.
—vinieron por el, verás, el apareció desde hace mucho tiempo en mi vida, creí que solo yo podía ver a los demonios. En una lucha que hubo el aprecio y se presentó como un justiciero con la misión de guiarme hacia el inframundo a implantar el orden ya que allá están pasando muchas cosas, ademas me dijo que tengo un sello maldito, mi alma está conformada de mitad lobo y mitad demonio haciéndome el único con el poder para lograr eso, pero a medida que el tiempo fue pasando yo fui descubriendo ciertas cosas de mi, mi poder había incrementado y esa noche que me viste tan solo era una transformación que tengo. Pero lo qué pasó es que otros justicieros vinieron por el ya que se estaba convirtiendo más en humano que un espurrio lo cual es un pecado grave para ellos, tanto así que él pagará con su vida.—negué con mi cabeza.
—dices que ¿lo asesinaran?—se llevó una mano a la boca.
—no si yo lo impido—empuñe mis manos.
—¿y como harás para salvarlo?—fruncio al ceño.
—tendré que ir hasta el mismísimo inframundo por el, aunque me toque perder mi vida, pero no permitiré que él muera en vano. Aun no he cumplido con la misión que él había dicho—me retiré
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—acá estoy Lakai, puntual a como dijiste—llegue al punto en donde el me había citado.
—muy bien James, me alegra de que estés acá, ahora tenemos que ir a un lugar que he preparado para ti—tomó mi mano transportándonos a una dimensión diferente, era vacía, no tenía suelo, parecía que divagábamos en el universo.
—¿Dónde estamos?—quise saber mientras mi cuerpo flotaba en el aire.
—estamos en una sala de entrenamiento a como te había dicho, para empezar adoptaras esta posición—sé colo en una posición de meditación.
—en serio ¿crees que haré esa estupidez? Vamos vine a luchar no a meditar—renegué
—oye, tu si que eres muy impaciente, todo es a su debido tiempo—chasqueó sus dedos y de inmediato la gravedad había cambiado, era muy pesada y ni siquiera podía moverme un poco.—vamos, adopta esta posición—el se podía mover con facilidad.
—este truco barato no podrá conmigo Lakai—a medida que me oponía más pesado sentía
—sabes ¿que es esto?—sonrio—es una gravedad que permite llegar al estado de relajación a medida que tu intentes oponerte a ella se volverá cada vez más pesada, pero si tan solo empiezas a relajarte verás como no afecta en nada. Respira profundamente y deja salir todo aquello que te incomode, de esta forma sabrás cómo atacar a tu adversario en una situación muy delicada.
Empecé a hacer lo que Lakai decía y efectivamente la gravedad iba bajando, yo nunca había estado este estado.
—muy bien, estás aprendiendo, ahora si, adopta esta posición.—se colocó en posición de meditación.
Me coloqué en la misma posición cerré mis ojos.
—ahora quiero que te concentres en el pensamiento más antiguo que hayas tenido en tu vida.
Rebusque entre mis recuerdos más viejos y me mire de niño corriendo en un jardín, cuando se aprovechaban de mi debilidad, los chicos mayores siempre me golpeaban y siempre me prometí que vencería todos esos obstáculos, pero por mi mismo miedo no lo hacía.
—ahora recuerda tu último pensamiento.
Seguí buscando dentro de mi y vi cuando Katsuro se iba, ese rostro y esa sonrisa. De imedisto mis pensamientos desaparecieron, pude ver una pequeña vela que estaba ahí con una llama casi apagándose.
—si ves una llama en tus pensamientos déjame decirte que esa es tu alma, a medida que incrementes tu poder ella crecerá aún más.
Por mi cabeza pasaron todas las imágenes de mis amigos, de mi familia y de todas aquellas personas que debía de proteger. La llama seguía creciendo más y más, tanto que de una vela pasó a una enorme fogata. Abrí mis ojos y mi cuerpo estaba encendido en un fuego cálido e intenso.
—perfecto James, lo qué esperaba de un chico tan fuerte como tu, ahora relájate y el fuego cesará. Lo que intente hacer contigo en este primer paso era que encontraras tu verdadero yo, dejando a un lado los miedos y las inseguridades. En casos extremos de batallas debes de estar en serenidad, no siempre la fuerza bruta es la solución a nuestros problemas. Por eso te pedí que buscaras en tu interior, si notaste algo inició el fuego era muy pequeño, así se encontraba tu alma, perdida y confundida, pero luego que te encontraste pudiste ver como esa pequeña llama creció tanto volviéndose un fuego qué pasó hacia tu Cuerpo. Vamos muy bien—elevó su pulgar en símbolo de aprobación.
—¿ahora si iremos al inframundo?—quise saber
—tan solo has aprendido a controlar tu ira, faltan muchas pruebas—chasqueó sus dedos y entramos a otra dimensión. Esta era oscura y fría. De pronto sentí una atracción enorme hacia una pared, mi cuerpo se adeheria a ella como si tuviera un iman, frente a mi se posicionó una lanza puntiaguda que atravesaría mi corazón.
—como puedes ver esa lanza avanza poco a poco, si tu no sales del hechizo que tienes en tu cuerpo déjame decirte que todo lo que hemos venido haciendo será en vano y me tocará recoger tu cuerpo. Suerte—se quejó de brazos cruzados