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3

KATSURO

—lo siento mucho por ti chico eras valiente y te recordaré por las agallas que tuviste al enfrentarte a mi, pero a esto se le llama diferencia de poder. entre tu poder y el mío hay una diferencia abismal—Jinsu limpiaba la sangre de su espada—por eso mi espada responde a mi poder, demostrándote que es más fuerte que la tuya. ¿Qué te parece mi poder?—lo observó mientras se desangraba—muy bien eso es todo, llegó el momento de terminar con esta lucha —alzó su espada para dar el ataque final, el que le quitaría la vida a James.

La situación era grave, la diferencia entre los poderes de James y Jinsu eran notables, James apenas estaba aprendiendo a dominar la espada mientras que Jinsu había nacido con una espada en la mano, tan solo eres cuestión de tiempo para que esto pasara. Veo que el ya se ha dado por vencido, pero no sé, James nunca se rinde ante los oponentes por muy fuerte que sean.

—¿estás listo para morir?—Jinsu levantó el mentón de James, le cortaría la cabeza, esa mirada ya la conocía y lo haría sin dudarlo.

—James, por favor ¡levántate!—le grite—tu siempre has demostrado que los obstáculos y la retirada no es una opción, vamos, se que puedes, con día en ti mismo, confía en todos tus amigos y en tu familia.—aun así el no reaccionaba, seguía postrado en el suelo.

De pronto el color de sus ojos regresó, volvió a tomar su espada, una energía rodeaba su espada haciéndolo ver con un aspecto más fuerte y más temible.

—¿Qué demonios? Creí que ya estabas muerto maldito—Jinsu se sorprendía—mi espada atravesó tu pecho y aún así puedes levantarte—reía—pero ahora que lo pienso sería una lástima haberte quitado la cabeza de una forma indefensa, así que ahora lucha con todas tus fuerzas, quiero divertirme un poco contigo chico estupido.—intento atacarlo de la misma forma.

—¡James!—le advertí, pero logró esquivar el ataque hiriendo a Jinsu en su brazo. Este no era el James que conocía, era diferente, su cuerpo había cambiado un poco, su energía empezaba a cubrirlo como una especie de neblina, aquel chico que tenía un rostro sonriente había desaparecido, este era alguien sin expresiones, pero se movía de una forma serena. Pude notar la expresión de Jinsu, lo conocía y podía deducir que estaba asustado.

James, se posicionó y usó la teletransportación apareciendo a tan sólo centímetros de Jinsu propinándole un golpe en su abdomen destruyendo parte de su armadura e hizo doblegarlo, no sabía cómo lo había hecho, pero era sorpréndete con qué velocidad lo había atacado.

—¿Quién diablos eres?—estaba muerto de pánico—hace poco estabas casi muero y ahora tienes este poder, no entiendo qué está pasando acá, pero no volverás a tener suerte en tu próximo ataque.

—te dire lo que esta pasando, tu, tan solo eres una basura al lado mío, tus movimientos son extremadamente lentos en comparación a los míos, serás mi victima maldito justiciero de pacotilla—su voz era distorsionada, la locura lo estaba cegando. No sabría si era producto de que su espíritu interior, lo estaba dominando o ¿qué?

—maldito engreído, pagaras caro por intentar avergonzarme, Nadie avergüenza a Jinsu—tomó su espada y lo atacó de frente, utilizó una gran parte de su poder pero James tan solo usó dos dedos para detener el ataque, tomó la espada de Jinsu y lo catapultó con tan solo el Aura de su poder, era como que su mirada tenía algún tipo de hechizo.

—¿Cómo es que sacas tanto poder? Lo que sea que esta pasando contigo es inaceptable—lo volvió a atacar, pero fue en vano, James estaba fuera de control. Empezó a atacar a Jinsu en muchas direcciones, se  desvanecía en lugar y aparecía en otro con rapidez dejando a Jinsu como un niño desprotegido.

—esta lucha llegó a su fin—tomó del cuello a Jinsu, le cortaría la cabeza, estaba tan decidido, se le podía notar en esos ojos sin color, de un momento a otro él había cambiado de aspecto. No era nada comparado al James que conocía.

—James, no lo hagas, no te conviertas en un asesino, tu no eres así, ya demostraste que eres más fuerte que el—trate de hacerlo entrar en razón, pero no escuchaba nada, tan solo parecía ser alguien poseído y sin conciencia, alzo su espada para cortarle el cuello—¡no...!—le grite, pero en eso intervino mi maestro deteniendo su ataque e hiriendo a James. Este cayó al suelo.

—te dije que no te confiaras de este chico, pero es lo primero qué haces Jinsu, es una pena que tuve que intervenir, de lo contrario ya no estuvieras con vida—lo regañó, pero lo raro es que no yo pude ver sus movimientos, el maestro era un justiciero extremadamente poderoso.

—no era necesario, maestro, yo tenía controlada la situación, tan solo era cuestión de tiempo para que yo ganara la batalla, por favor, no se hubiera molestado—tomó su mano—me siento avergonzado que usted haya hecho un esfuerzo cuando este era mi deber.

—sabemos muy bien que no era así Jinsu, hay momentos en los que debemos de aceptar cuando un oponente es más fuerte que nosotros, este chico si he dejado que el tiempo pasara tan solo te hubiera asesinado frente a mis ojos.

Inmediatamente me desvanecí apareciendo a un lado del cuerpo de James.

—¿Cómo pueden hacerle esto a un chico inocente? A los dos los desconozco, primero a ti Jinsu, ambos crecimos llenos de grandes valores y juramos proteger a nuestro clan de toda la maldad que acechara y en cuanto a usted maestro, usted ha sido mi guía toda mi vida y lo que he aprendido se lo debo a usted, pero siempre me dijo que usara mis katanas a favor del bien y no del mal. ¿Cómo puede explicar lo que acaba de hacer con este chico?—sentí tanta tristeza al ver el cuerpo de James desangrándose.

—entiendo, Katsuro, si es así le daré el último golpe acabando así con su vida, así evitaremos que siga sufriendo—desenvainó su espada para matarlo, el poder de mi maestro era muy diferente al de Jinsu, tan solo con su presencia era capaz de hacer mucho daño.

—no es necesario—tome su espada, es a mí a quien buscan ¿no? Esta bien, iré con ustedes, se que nuestros superiores me castigarán por lo que he hecho, pero me hago responsable de todo, tampoco me arrepiento de lo que hice.

—Vámonos entonces—Jinsu tomó mi brazo llevándome con ellos a paso lento.

—un momento—me acerque al cuerpo de James.—si aún me escuchas, quiero decirte que no te preocupes por mi, tarde o temprano regresaré, pero es lo mejor que puedo hacer ahorita para salvar tu vida, discúlpame por haberte metido en todo esto y no haber hecho bien mi trabajo, lo que escribí en tu cuaderno fue sincero James, cuidate, espero verte pronto.—acaricie su cabello. En el cielo se abrió un portal que llevaba al inframundo, nuestros cuerpos empezaron a ascender, a medida que iba subiendo mi mirada era hacia abajo, dejaba a un chico que poco a poco se fue ganando mi confianza y mi cariño.

JAMES

—¿Dónde estoy?—me veía en un campo lleno flores, el aire que se respiraba era puro y agradable, el cielo era tan blanco como la nieve. A lo lejos mire una especie de ángel con sus alas abiertas tocando una especie de instrumento celestial, se miraba bastante relajado.

—¿Quién eres tú?—quise saber acercandome a él, escuchando su gran melodía, una melodía que me hacía bien.

—Soy el ángel que protege este campo sagrado, este campo es donde reposan todos los grandes héroes, supongo que tu eres James—su voz era calidad y emanaba una paz que nunca había sentido.

—así es—asentí—¿Cómo lo sabes?

—entiendo, pero déjame decirte que para que vengas a este campo aún no es tiempo, hay una misión para ti, la cual debes de terminar, así que te regresaré a tu vida—sonrió poniéndome su mano en mi cabeza.

Mi cuerpo empezó a hacer un viaje divino, volaba en un túnel lleno de colores, podía ver las galaxias, las estrellas, nunca había estado drogado o algo así, pero me habían contado que habían ciertas cosas que te hacían sentir así, viendo colores y cosas paranormales.

—¿Dónde diablos estoy?—abri mis ojos y me encontraba vendado, aún podía sentir el dolor de mi cuerpo y las heridas que me habían propinado en la batalla.

—me alegro que estés mejor, si no he llegado pronto hubieras muerto desangrado—el sujeto que había aparecido esa noche en mi casa antes de ir a buscar a Katsuro estaba frente a mi.

—¿quien eres tú?—frunci el ceño—¿por que estoy aquí?—intente reincorporarme, pero mi cuerpo no reaccionaba con normalidad.

—tranquilo James, no te haré daño. Te he visto desde antes y he observado todas tus batallas, déjame decirte que no esperaba nada más de ti.—asintió.

—te hice una pregunta y no la has respondido

—esta bien, pero relájate. Mi nombre es, Lakai, soy un justiciero que adoptó el cuerpo de un humano, yo era un viejo amigo de Katsuro cuando estábamos en el inframundo, pero yo tomé la decisión de quedarme en este mundo, lo cual al tomarla me excluyeron de todos ellos, me trataron de traicionero e intentaron asesinarme, lo único que me salvó fue haber tomado este cuerpo camuflándome.

—¿quiere decir que por eso vinieron por Katsuro?—quise saber, aún no comprendía las cosas que estaban pasando.

—así es, la única diferencia entre el y yo es que él siempre se mantuvo en espíritu, espero que eso le sirva al momento de ser juzgado, de lo contrario el morira.

—¿dijiste morirá?—me aterró haber escuchado—¡tenemos que salvarlo! No puedo permitir que le hagan daño.

—sabía que dirías eso, por eso Katsuro antes de irse de acá me dejo la tarea de que te entrenara y te cuidara todo este tiempo. Ah, por cierto también pude curar las heridas de tu amigo Kai, el no estaba tan herido como tu, pero fue terco en que no lo ayudara y se fue.

—¡entonces vamos ya!—me reincorporé nuevamente quejándome del dolor.

—¿en serio quieres ir así?—señalo—tu cuerpo está muy herido además debes de perfeccionar tu manera de batalla, tienes mucho poder, pero no lo sabes utilizar inteligentemente y para entrar al inframundo debes de estar en perfectas condiciones. De lo contrario solo serás presa fácil para ellos, viste perfectamente como te atacó ese otro sujeto que estaba con Jinsu ¿no? Así como él hay muchos y más fuertes, déjame enseñarte cosas que deberías de aprender y te volverás más fuerte, tan solo se paciente. No te preocupes que yo también iré contigo, aunque me toque perder la oportunidad de vida.—sonrió—ahora sigue reposando que es lo mejor para tu cuerpo.—se retiró.

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