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—James, quiero explicarte un poco así que escúchame por favor—Lakai estaba frente a mi sentado con sus pies enrolladosi—tienes un lapso muy corto pueden ser minutos, segundos para salir de ese hechizo y poder salvar tu vida. Ese ese el tiempo que tardará la lanza en atravesar tu corazón, así que debes de apurarte o de lo contrario moriras tan solo en el intento.
—¡maldito! esto seguro era una trampa de tu parte, tu intención seguro era matarme desde un inicio—intente moverme pero fue en vano, el hechizo aún me inmovilizaba. No podía creer que de esta forma tendría que morir sin antes haber luchado.
—así es James, todo ha sido una trampa para matarte y tu has caído como una simple Paloma, ahora tan solo observa cómo moriras, parece que Katsuro no te enseñó bien a no confiar en las personas—reía burlándose—¿Qué creías? ¿Qué te ayudaría? Por favor, eres un estupido y me encanta aprovecharme de la inocencia de un chico como tu—seguía riéndose.
—maldito seas, Lakai eres una basura—forcejee—confíe en ti por haber curado mis heridas, pero tan solo fueron trucos baratos, ahora veo de lo que están hechos ustedes malditas sabandijas.
—vamos, no pierdas más el tiempo conmigo, creo que tienes un asunto mas serio—señaló la lanza que venía desplazándose más y más—sal de ese estado si es que quieres matarme—la lanza avanzaba cada vez más, estaba muy cerca.
Demonios, no sé cómo saldré de esta, pero de algo estoy seguro, no morire con un simple hechizo, de lo contrario le habré fallado a Katsuro. ¿pero como salgo de este hechizo? Vamos, piensa James, siempre te las ingenias para salir de los problemas y este no debe de ser la excepción.
—sigues sin entender ¿cierto? ¡jamás podrás salir de ese estado!—sonrio—es una pena que al que le llaman elegido muera de una forma tan sencilla cómo está, crei que eras fuerte a como lo decían, pero lastimosamente no.
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El tiempo había transcurrido, mi cuerpo estaba debilitándose poco a poco por la posición en que estaba, mis fuerzas se desvanecían al igual que mis esperanza, una lanza puntiaguda se acercaba cada vez más, tan solo me separaban algunos centímetros de ella.
—lo siento mucho James, parecías un buen tipo, siempre te recordare—levanto su mano diciéndome adiós—si alguna vez veo a Katsuro le dire que hiciste de todo para rescatarlo, pero moriste tan solo en un hechizo muy débil.
La lanza toco mi pecho, pude sentir su filo atravesándome la primera capa de la piel, luego sentí como fue avanzando poco a poco fracturando mis costillas. El dolor era intenso, jamás había sentido un dolor tan intenso como ese, sentía como no solo destrozaba mi cuerpo sino también mi alma. La lanza seguía avanzado rompiendo todo a su paso llegando a mi corazón, garras profundas salían de mi pecho hacia afuera, el dolor que me estaba infringiendo no lo podía soportar, entre a un estado de desesperación. Escuchaba como mi corazón aún palpitaba, desangradandome.
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LAKAI
Bien, al parecer el Plan va funcionando a la perfección, la lanza que lo está atravesando no es una lanza común, esa lanza desatará el demonio que lleva dentro, necesito que James se vuelva aún más fuerte de lo que es o de lo contrario no podrá vencer a nadie en el inframundo. Lo que me sorprende es que nunca había visto a alguien con tanta energía concentrada como la que tiene el, solo espero pueda soportar todo el dolor que le estoy causando. Tan solo esperare un momento para que lo libere.—la lanza lo termino de atravesar por completo.
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JAMES
¿Dónde estoy? Me encontraba en una dimensión desconocida, había un cielo oscuro y el aire que se respiraba era pesado, flotaba en el aire y mi cuerpo no estaba lastimado. Ya no estaba Lakai. Toque mi pecho y tampoco tenia una marca. ¿será que esta vez si habría muerto? Aunque es un poco extraño, la dimensión donde me encuentro no pareciera un lugar de reposo o algo así.
—James Brixt—una voz espeluznante se escuchaba a lo lejos. De inmediato giré mi cabeza y no había nada.—James Brixt—repitió, esta vez vino en otra dirección, estaba desconcertado de lo que estaba pasando.
—¿Quién diablos eres? Si eres valiente aparece ahora mismo—grite y mi voz se la llevaba el vacío—vamos, aparece en este instante.
—estoy acá—la voz se escuchaba detrás de mi—¿me puedes ver?
Me giré en el aire y estaba una sombra oscura, solo podía ver el color de sus ojos, un amarillo intenso que flameaba como un fuego intenso. Lo acepto, el miedo empezaba a recorrer mi cuerpo a través de un escalofrío desde la punta de mis pies hasta mi cabeza.
—¿quien eres tú?—lo señalé, mi dedo vibraba del miedo, crei que me acabaría en ese instante, su aspecto a parte de tenebroso se miraba que era muy fuerte.
—¿Qué quien soy? Vamos, ¿nunca me has sentido? Siempre he estado contigo—se me acercó—crecí contigo desde el vientre de tu madre, conozco tus miedos, tus emociones, tus alegrías e incluso he estado en tus victorias y aún así ¿no me conoces? Creo que nadie me conoce mejor que tu, querido James, no te asustes de verme, tan solo soy tu interior. ¡El demonio que llevas dentro!
—no sé de qué estás hablando, seguro esto es otro truco sucio de Lakai, así que desaparece de mi vista—frunci el ceño, las cosas que me estaba hablando no tenían sentido.
—parece que te lo digo y no lo entiendes, pero creo que te lo haré saber de otra forma—atravesó mi cuerpo llevándolo a un abismo infernal, en donde se escuchaban lamentos y se podía ver personas consumidas por una especie de lava ardiente, alguna vez leí acerca del infierno que tenía un nivel parecido a este, pero crei que solo era ficción.
—¿Dónde estamos?—quise saber, el lugar era horrible y definitivamente no quería estar más tiempo ahí, hasta la temperatura había subido sintiendo un calor bastante sofocante.
—no te preocupes por esas almas sin esperanzas, tan solo estamos a las puertas del averno, quiero que veas cómo se castigan a los pecadores, a todos aquellos que en un momento desafiaron las leyes divinas—nos detuvimos en seco—mírame a los ojos, James. Necesito que te concentres, necesito que conectes tu alma con la mía, solo así podrás sacar tu máximo poder. ¿crees que no me llene de ira Cuando esos estupido te lastimaron? Este cuerpo también me pertenece mi orgullo se vio quebrantado y eso es algo que nop soporto, pero debes de sacarme y te demostraré de lo que somos capaces, nadie ni ninguna fuerza será tan grande como la que tenemos.
—¿dices que nos conectemos?—lo escuchaba y no lo creía, no entendía cómo sería eso posible, pero si él lo estaba diciendo es porque lo sabía muy bien, no tenía otra opción más que hacer lo que él estaba sugiriendo.
—así es, hasta ahora solo has demostrado ser fuerte, pero eso de nada servirá, debes de explotar al máximo si quieres lograrte aún más poderoso. ¡Cierra tus ojos!—ordenó con autoridad.
Los cerre y empecé a entrar a un lago profundo, me adentré al agua helada, pero sentí que me habían tomado los pies yéndome hacia las profundidades, la respiración me fallaba, en el fondo el lago había un mar de brazos que me estaban atrayendo, intentaban tomarme, nadé hacía la superficie, pero era en vano, había una fuerza que me atraía hacia ellos. Salió una cadena que me ató atrayéndome al mar de brazos, me tomaron entre todos y empecé a hundirme.
Me sentía perdido, pero tenía que hacer algo. Si estaba hasta acá era por algo bueno. Recordé de inmediato la primera lección que había tomado con Lakai, la de estar completamente sereno en momentos cruciales de batalla. La pequeña flama de mi alma había aparecido.
—Perfecto—sonreí—la pequeña llama iba creciendo más y más hasta volverse una flama que me cubría el cuerpo en llamas destruyendo todos los brazos que me rodeaban.
—Felicidades James, sabía que lo podrías hacer sin ningún problema, ahora que ya te has concentrado lo suficiente vamos tómame—se acercó hacía mi.
—¿a qué te refieres?—frunci el ceño, lo que decía era un poco extraño, no entendía como haríamos eso.
—lo que escuchaste, ven y tómame, ahora eres digno de que yo me fusione contigo, abre tus brazos y entraré en tu cuerpo haciéndonos uno solo—ordenó.
No sabría qué pasaría, pero no tenía más alternativa que obedecer. Abrí mis brazos pude sentir como ese demonio entro a mi cuerpo sintiendo un poder estremecedor al instante. Mi cuerpo una vez más podía sentir la fuerza que una vez tuvo, resurgiendo como el ave fénix.
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LAKAI
Maldición, el cuerpo de James está emitiendo un poder impresionante, jamás creí que este chico llevara tanto poder acumulado. Está fuera de control, lo más seguro es que su demonio interior se ha conetacdo con su alma, pero era lo que quería, al fin creo que lo hemos logrado.
—Maravilloso—sonreí—lo que veo es maravilloso—el poder seguía aumentado, lo que si no sabía es que si James podría dominar semejante cosa. Lo más seguro que está atravesando el proceso de transición, ese proceso es muy crucial para lograr la técnica.
Su poder llegó un punto en que explotó cubriendo el lugar de una densa neblina. Todo había cesado, pero había una sola cosa y era la que sí James había dominado a su propio demonio.
Entre la densa neblina había una silueta que se dirigía a mi, poco a coo se fue disipando hasta que por fin se miraba más claro.
—James, ¿eres tú?—la silueta seguía caminando sin responder—te lo repetiré una vez más ¿eres tú?—la neblina se desvaneció por completo y James estaba parado frente a mi.
Su cuerpo había cambiado, no traía la armadura de siempre, esta vez era otro tipo de armadura, era de color negro mate y en su cara se le notaban unos ojos de color negro como la noche, su aspecto era como el de un demonio, creí que había salido algo mal.
—¿qué rayos te ocurrió?—le grité—lo más seguro es que todo salió mal, lo eché todo a perder.—negué con mi cabeza, fui un tonto al creer que esto tendría éxito.
De inmediato vi como el cuerpo y el rostro de James habían cambiado a su forma original, respire aliviado cuando lo vi, mis esperanzas nuevamente estaban conmigo.
—¿por favor puedes dejar de hacer tus trucos conmigo Lakai?—su voz sonaba con tanta seguridad, ésta vez parecía que el chico hablaba en serio—creo que ya no es necesario que los hagas, quiero algo más serio que simples hechizos—camino hacia mi.—necesito una verdadera batalla contigo, una batalla en donde haya sangre y esfuerzo. ¿no te parece?
—¿con que quieres una verdadera batalla conmigo? Si eso quieres esta bien, te la daré, después de todo has demostrado ser fuerte todo este tiempo, pero espero estés preparado porque no seré piadoso contigo jovencito. No creas que por obtener más poder puedas vencerme, al contrario no deberías de subestimarme—desenvaine mi espada—tampoco te dejes guiar por mi aspecto, a veces eso nos justa una mala pasada, pero te demostraré que cosas puedo hacer.