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4

Colton se separo de mi de inmediato y miró por la ventana. 

—Mierda —maldijo, llevándose la navaja al bolsillo trasera. —La policía está enfrente, tienes que bajar. 

—¿Que? —estaba asustada ahora si, no quería involucrarme con policías ni nada de eso. Colton estaba desesperado, aunque no tanto, denotaba cierta calma a pesar de todo—. ¿Que se supone que debo decirle? 

—Inventa algo, si preguntan por mi... —me observó atento—...Dirás lo que mejor te parezca. —retrocedió y se sentó en el borde de mi cama, arrecostando su espalda en el respaldar de esta. —Eso si: no me has visto, ni siquiera me conoces. 

El timbre volvió a sonar. Estaba aturdida, mentirle a la policía es un delito, sin embargo, recordé que papá estaría por venir y si miraba a la policia se alarmara. 

—Está bien —asentí, acomodando mis lentes, le di una mirada rápida a Colton para luego salir de mi habitación. Bajé las escaleras con pies temblorosos y me acerqué a abrir la puerta. Dos policías estaban frente a mi. 

—Buenas noches, lamentamos la interrupción pero necesitamos hacerle unas cuantas preguntas —dijo el más alto, enseñando su placa.

Intente actuar lo más normal posible, cruzándome de brazos. 

—Está bien —musité a lo bajo. Mi voz no había donado temerosa y agradecía no haber titubeado. 

El oficial sacó una fotografía y me la mostró. 

—¿Conoces a este chico? Me han reportado que lo habían visto por estos lados. —la foto era sin duda de Colton Dashner, en él estaba con moretones y tenía la placa de haber estado en la carcel sostenida en sus manos. 

¿Estaba segura de mentirle a la policia por alguien que apenas conocía, por alguien que hasta hace poquito me mostró una navaja? ¿Haría eso? No se si sus crímenes son atroces, no se si asesino a personas. No se nada. 

—Nunca he visto a ese chico, lo siento —respondí natural—. Pero... —me detuve en seco al darme cuenta de lo que iba a preguntar. 

—¿Si? —insistió el oficial. 

—¿Porqué lo buscan? —pregunte en un susurro para que el chico que estaba en mi habitación no escuchara. 

Los oficiales se miraron entre sí para luego guardar la fotografía. 

—Lo siento, esa información es confidencial. Gracias por su tiempo, pero si llega a verlo, llámenos —me entrego una tarjeta con sus datos y números de teléfonos. 

—Esta bien —asentí, cerrando la puerta. Pude respirar tranquila; en mis manos estaba el número de teléfono de ese hombre, no sabría si algún día llegaría a usarlo. Un ruido en mi habitación me hizo correr escaleras arriba, encontrándome con Colton atravesando la ventana para irse. —¿A donde crees que vas? —cuestione. Me hizo mentirle a la policia y ahora quería respuestas. 

Me miró. 

—¿A mi casa? —se burló. 

—Colton... 

—No, Monique, no dire nada —solo le faltaba lanzarse, pero antes hubo un silencio de algunos segundos, hasta que decidió volver a hablar—: es mejor que te alejes de mi. 

Dicho eso saltó, lo vi reincorporarse y irse a su casa; ¿porqué quería que me alejara de él? ¿No me pensaba explicar nada? ¿Creía que me iba a quedar así como así? Colton Dashner me había sembrado la semilla de la duda acerca de él, pero se me estaba olvidando algo muy importante, y es que el se había besado con mi hermana. Ni siquiera sabía si salían. Pero quería decir que a mi hermana le gustaba. Y no podía hacer nada contra eso. 

*** 

No podía dormir, llevaba como media hora tratando de conciliar el sueño, moviéndome de un lado a otro. Mi cabeza no dejaba de pensar en esos ojos negros y profundos, no dejaba de pensar en que le había mentido a la policia, en que Colton tiene un secreto como para que la policia lo busque así. Me senté en la cama, pasando mis manos por mi cabello, necesito dormir. 

Miré el reloj de noche: 12:30 a.m. 

Una luz proveniente de mi ventana me hizo fruncir el ceño, ya que antes no estaba ahí. Sin pensarlo dos veces salí de la cama y me dirigí a la ventana, corrí un poco la cortina para observar de donde provenía la luz. Era de un cuatro, la ventana estaba abierta y no tenía cortina así que podía ver con claridad lo que pasaba dentro de él. Solo estaba la cama vacía nada más, pero una silueta pasó. 

Colton. 

Es la habitación de Colton. 

El chico se iba poniendo una camisa, no sin antes darme una buena vista de su abdomen. Pero ¿acaso iba a salir a esta hora? Si era así es porque no iba a hacer algo bueno. No sé de donde, pero mi cuerpo se movió en dirección a mi armario, tomé un abrigo y unas botas de lana. 

Tenía que saber que iba a hacer, y tal vez así podría saber porque lo buscaba la policia. Me acerqué a la mesita de noche y puse mis lentes, no me moleste en amarrar mi cabello, no dilataría. Ni siquiera sabía donde iba. Me acerqué a la ventana, Colton se estaba poniendo su chaqueta ahora. Desapareció. La luz del cuarto se apagó, pensé que se había ido pero al ver una silueta bajando por la ventana hizo que rápidamente saliera de mi habitación, cerré la puerta con cuidado, bajé las escaleras hasta llegar a la puerta. Cogí la llave y abrí la puerta, cerrándola después con sumo cuidado. 

Espere a que Colton apareciera por la cera, hasta que lo hizo, iba caminando tranquilamente mientras encendía su cigarrillo. Me quedé quieta en la oscuridad para que no me mirase. Al ver que se alejaba por las calles me dispuse a salir de mi escondite, las calles estaban desiertas, no había nada de viento pero el clima estaba helado, frío. 

Colton giró en una calle, haciendo que corriera por donde había girado, al llegar, me asomé, mirándolo así caminar calles abajo. No se cuanto tiempo lo pasé siguiendo, pero mis piernas dolían. Íbamos por un barrio bajo, un barrio que sabía que existía pero que jamás me había atrevido a pisar. Aquí si hay movimiento, hay murmullos, música. Si, escuchaba música a lo lejos. 

—¡Colton! —alguien lo llamó. Estaba un poco cerca de él, pero para que no me mirara me escondí detrás de un arbusto. 

—¿Tienes lo que te pedí? —le preguntó Colton con voz dura. 

—Sabes que nunca quedo mal —respondió el otro chico—. Aquí tienes. 

Sabía que le había dado algo pero no sabía que, si asomaba mi cabeza podrían verme. 

—Está completo, —dijo Colton. 

—¿Te quedarás a la fiesta? —le preguntó. 

—Un rato. 

—Bien, te veo allí. 

Escuché pasos alejarse, así que respiré con tranquilidad. 

—Ya puedes salir, Monique. 

Abrí mis ojos del susto y tragué grueso ¿como es que me había visto? Mis manos y pies empezaron a temblar al darme cuenta de que me había pillado y ahora no se que es lo que haría. 

Salí de entré el arbusto, apenada, era la primera vez que me pillaban siguiendo a alguien, en realidad era la primera vez que seguía a alguien. 

Colton fumaba su cigarrillo mientras me observaba, sin embargo no se miraba enojado. 

—Hmmm... —no sabía que decir—... estaba... ¿vienes a la fiesta también? —buena pregunta, Monique, buena pregunta. 

Arrugó su cara y luego se carcajeó. 

—¿Y tu si? 

Asentí no muy convencida. 

—¿En pijama? Vamos, Monique, acepta que me estabas siguiendo. 

—¿Siguiéndote? —reí nerviosa—. No, estás equivocado —miré mis uñas, cuando mentía hacía eso. 

—Estas mintiendo —afirmó—. Te miras las uñas cuando lo haces. 

Oculte mis manos detrás de mi, mirándolo. 

—Está bien, lo admito, te estaba siguiendo. 

Enarcó una ceja. 

—¿Porqué? 

¿Porqué? Porque quiero ver en qué andas, Colton, me intrigas. 

—Solo quería saber a donde ibas tan noche. Era extraño. 

—Creías que sabrías porque me busca la policia —acertó—. Nunca lo sabrás, Monique, y una cosa más: vete a casa, este vecindario es peligroso para alguien como tú —dio la vuelta y siguió caminando. No lo pensé dos veces, lo seguí hasta ponerme a la par suya.

—No recuerdo el camino —mentí, la verdad no era tanta mentira. —Te esperaré. 

Colton se detuvo para mirarme, iba a decirme algo pero otra voz lo interrumpió. 

—Colton Dashner, que bueno verte, amigo —el chico apretó su hombro en forma de saludo, para luego poner su vista en mi—. Oh, ¿quien es tu amiga? 

—No es mi amiga —respondió Colton—. Ya se iba —ahora me miró amenazante. 

—En realidad no —me cruce de brazos mistando al rubio—. Vengo con él, lo qué pasa es que hemos tenido una pelea y finge no conocerme. 

El chico sonrió divertido. 

—Soy Víctor —me estrechó la mano. 

—Monique —la recibí. 

—Monique... —pronunció mi nombre, era una sentencia más bien. 

Quité mi mano y lo miré. 

—No es tu tipo de lugar —musito. 

—Déjame decidir eso a mi, ¿quieres? —okay, en este momento no me conozco. 

Colton me miró por muchos segundos, hasta que al fin resopló. 

—Bien —empezó a caminar. La música se hacía más audible, al parecer estábamos muy cerca. 

—Créeme, te divertirás —Víctor me guiñó un ojo. Minutos después estábamos frente a una casa, música a todo volumen, parejas besándose afuera y otros imitando en el patio me hicieron preguntarme si estaba bien lo que iba a hacer. Pude sentir la mirada de Colton en mi, así que lo miré, estoy segura de que miro mi cara de horror ya que sonrió divertido. 

Bien, al menos no seguía enojado. 

—¿Lista? —cuestionó Colton—. Si entras no hay vuelta atrás.

Respiré profundo, armándome de calor, diciéndome que aún estaba a tiempo de irme. Pero no lo hice, solo fingí una sonrisa y agregué: 

—Lista.

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