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Capítulo 9: No eres mi jefe

Jane se giró y encontró a Patrick caminando con el ceño fruncido. Era evidente que la había estado vigilando de cerca durante toda la noche. "¿Por qué tengo que informarte de todos mis movimientos? No estamos en el trabajo, así que no eres mi jefe. Puedo hacer lo que me plazca".

Jane no pudo evitar preguntarse por qué le preocupaban tanto sus acciones. De repente, un coche se detuvo delante de ellos, y el conductor se apresuró a salir para abrir la puerta.

Jane lo reconoció como uno de los coches de Patrick. Con la mirada perdida, Patrick habló con indiferencia: "Ya es tarde, y no es seguro coger un taxi solo. Volvamos juntos. Si te pasara algo, la gente culparía a la familia Pansy por no cuidar de ti".

Jane frunció las cejas y contestó: "Gracias, pero no. Puedo cuidarme sola".

Justo cuando Jane se alejaba para hacer señas a un taxi que pasaba, Patrick la agarró de la muñeca y le ordenó: "¡Sube al coche!".

La miró fijamente y añadió: "Como te vas a quedar conmigo tres meses, soy responsable de ti. No me provoques ahora". En pocas palabras, ella le importaba un bledo; actuaba por interés propio.

El ceño de Jane se frunció aún más cuando se deshizo de su mano y subió al coche de mala gana. Antes de conocer a Patrick, se había resignado a no enamorarse de él en los tres meses que llevaban juntos. Ahora, después de presenciar su mal genio y darse cuenta de que carecía de la madurez necesaria para tratarla adecuadamente, su aversión por él no hacía más que crecer. ¿Cómo podía su abuelo estar tan ciego como para elegir a este hombre como posible yerno?

Florence, que había seguido a Patrick desde el vestíbulo, observó cómo ambos subían al mismo coche y se marchaban. Murmuró en voz baja: "¡Debería ser yo la que se sentara en ese coche con Patrick! Esta mujer salió de la nada y me robó el puesto. Soy la única que merece ser la señora Pansy".

Después de contemplarlo, Florence marcó un número en su teléfono. "Hola, ¿qué pasa? Quieres ser mi amiga, ¿verdad? ¿Estás lista para mostrar tu compromiso?"

La persona al otro lado del teléfono era Mónica, la jefa del departamento de secretaría del Grupo Pansy. Había aspirado a infiltrarse en el mundo de los ricos, pero había encontrado obstáculos para lograrlo.

Ahora, al recibir la llamada de Florence, aceptó entusiasmada: "¡Por supuesto! Haré lo que me pidas. Sólo dímelo".

"Bueno, es sencillo. Se trata de Jane. He oído que está en tu departamento. Deberías estar bien situada para hacerle la vida imposible, ¿verdad?". Florence hizo una pausa antes de continuar: "Después de esto, te conseguiré cualquier bolso de lujo que desees. Ya sabes que el dinero no es problema para mí".

Al principio, Mónica se sorprendió por la petición, pero, convencida por la promesa de artículos de lujo, declaró entusiasmada: "Eres increíblemente generosa. Cuente conmigo. Me aseguraré de que Jane reciba una lección que no olvidará".

El corazón de Florence se hinchó al oír que Patrick no se preocupaba por Jane. "Está decidido, entonces. Tu recompensa llegará cuando todo esté hecho. No me decepciones".

Mientras tanto, en el asiento trasero del coche de Patrick, Jane y Patrick estaban sentados en silencio, con un abismo palpable entre ellos. Patrick se volvió hacia ella y no pudo evitar darse cuenta de que Jane había estado mirando por la ventanilla desde que subió al coche. Su reticencia le irritaba. "¡Ejem! No tenía ni idea de que fueras una pianista con tanto talento. ¿Cuándo aprendiste a tocar?"

Jane le miró por fin, arqueando ligeramente las cejas. "Tan buena era, ¿eh? Pues acabo de aprenderlo".

Patrick no daba crédito a lo que oía.

Al ver su incredulidad, Jane sintió una oleada de satisfacción. Añadió con una sonrisa orgullosa: "Lo aprendí viendo la actuación de Florence. ¿Qué te pareció mi interpretación? ¿Te quedaste embelesado? Soy bastante lista, ¿no crees?".

Patrick apartó la mirada, frustrado, y comentó: "Es tan difícil mantener una conversación contigo".

Jane se encogió de hombros, respondiendo: "¡Pues no lo hagas! Para empezar, yo no te rogué que empezaras una conmigo. Tú la iniciaste".

Con eso, Jane también apartó la cabeza de él.

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