3: Un Capricho que Toma Más Fuerza
Vuelvo a sujetarla por la cintura para que sigamos bailando, pero esta vez soy yo quien pega su cuerpo al de ella, y coloco mi mano en la parte más baja de su espalda con el único propósito de provocarla. Quiero que sepa mis intensiones, la necesito en mi cama esta noche para empezar a olvidar. Una de sus manos se posa sobre la mía, y hace que suba mi mano más arriba en su espalda.
—No te aproveches— Me dice al oído.
—¿Acaso no te paso nada con ese beso?— Le pregunto sonriente.
Ella se deja de mover por un instante, y me mira fijamente. Es como si quisiera indagar en mí y honestamente no me siento muy cómodo con la situación—Sí, pero no por eso terminare en tu cama— Declara finalmente.
«Bien, al menos no le soy indiferente, quizás no todo este perdido.»
—No entiendo, me gustas, te gusto... ¿Por qué no la pasamos bien?— Le pregunto apretando su cuerpo contra el mío para intentar convencerla.
—No voy a ser tu chica de una noche Xián, lo siento— Declara y se suelta de mi agarre.
Sin dejar que diga nada, ni decirme una palabra a mí, camina hacia donde esta Santiago dejándome aquí con ganas de todo con ella. Solo la observo decirle algo a mi mejor amigo y luego camina hacia la salida «¿se va?» Me pregunto por dentro e intento reaccionar.
Camino detrás de ella rápidamente, y la sujeto del brazo para evitar que salga de la discoteca —¿Te vas?— Le pregunto sorprendido.
—Sí, mañana mi vuelo sale muy temprano. Fue un gusto conocerte— Me dice como si nada y esboza una sonrisa.
—¿Te puedo acompañar a donde te estés quedando?— Le pregunto, ya que no puede irse así.
—No, Santiago me ha dado las llaves de su auto. Chau Xián.— Sentencia y respiro profundo.
—¿Me dejaras así?— Pregunto sin poder creerlo.
—Tienes mi número, podemos ser amigos si gustas.— Propone una vez más.
«¿Amigos? Yo lo quiero es otra cosa y nada tiene que ver con ser amigos»
—¿Amigos?— Me atrevo a preguntarle.
Ella asiente con la cabeza —Sí, no creo que a mi novio le guste saber que me has besado e intentado llevar a la cama— Sentencia dejándome helado.
«¡¿Novio?! No, si es que tu Xián, eres un idiota» Me grita mi subconsciente.
Trato de asimilar lo que ha dicho mientras que ella me mira como preguntándome que es lo que me ocurre —¿Novio?— Le pregunto sin querer creerle.
—Sí, pero no te preocupes, vive en Miami. No te vendrá a golpear— Me explica y luego me guiña un ojo.
—¿Crees que tu novio me detendrá para seguirte hablando?— Le pregunto acercándola más a mí.
—Supongo que no— Me responde y sonrió. «Vaya... es valiente, atrevida... definitivamente quiero pasar una noche con ella.»
—Así es— Contesto, y la beso nuevamente sorprendiéndola.
Esta vez ella me muerde el labio, obligándome a soltarla —¡Que tengo novio!— Me grita y en esta ocasión, me gano una bofeteada.
—Eso no te importo antes, ¿no?— Hablo sonriente.
—Déjame, me tengo que ir— Insiste.
—Sabrás de mí, créeme...— Le advierto antes de verla salir por la puerta de la discoteca. Ella solo voltea y me lanza una sonrisa.
«Ahora más que nunca la quiero para mí. Ese no, se convertirá en un si como que me llamo Xián Oliveira» Me convenzo a mí mismo.