Capítulo 3.

10 de Agosto.

Limpio el sudor de mi rostro y cuello mientras me miro en el gran espejo que tengo frente a mi. Miro mi cuerpo detenidamente, hay que aceptar que todo lo que desquito en el gimnasio sin duda han dejado buenos resultados en mí. Soy consciente de que soy hermosa, mis ojos son lo que más me gusta de mí porque son iguales a los de mamá. Papá solía decir que nuestros ojos eran aún mas bonitos que las piedras preciosas de su mina. Recuerdo como miraba a mamá con tanto amor, se desvivia por ella y ella por él, en mi etapa de adolescencia yo soñaba con un amor tan bonito como el de ellos. Entiendo porque papa quedo destruido despues de perderla, era un amor como los que ya no se ven.

Alguien toca mi brazo y me pregunta si estoy bien, solo entonces me doy cuenta que me quede perdida en mis pensamientos.

Salgo del gimnasio y el aire fresco sopla contra mi rostro, es noche de sabado, respiro profundo, creo que hoy estaria bien liberar presion de otra manera.

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Estoy sentada en una silla junto a la barra con un idiota que solo habla estupideces , asiento a cada cosa que dice como otra idiota, es el típico niño guapo con mierda en la cabeza, me sirvo un shot más de mi amigo fiel el tequila.

Ya perdí la cuenta de cuánto he tomado lo único que sé son dos cosas: la primera, estoy algo ebria y la segunda Miranda no ha parado de llamarme en un buen rato. Le dije que estaba bien que disfrutara de su pequeño viaje de amor con Alessandro pero como mamá gallina me hizo prometer cuidarme, avisarle cuando llegara a casa y decirle a donde iría por cualquier percance, cosa que por supuesto no hice, es una exagerada, río recordando.

- Tienes un hermosa sonrisa lindura - Levanto mi trago hacia él y me lo tomó. Mierda ya empiezo a ver un poco borroso.

Busco mi celular e intento leer los mensajes de Miranda.

12:43 am

Para: Miranda.

* Eres un grano en el culo cuando quieres sabes ? Jajaja es mentira, te amo. Deja de arruinar tu viaje por mi, yo estoy bien *

*12:44 am.

Miranda: Solo dime donde estás es lo único que pido para estar tranquila. *

Ruedo mis ojos.

12:45

Para: Miranda.

* KAOS, hasta pronto querida *

Sorprendentemente no vuelve a mandar mensajes ni a llamar, muy seguramente se quedo dormida.

- Volví hermosa - ahh, como odio que me digan hermosa. Un momento, ¿desde cuando se había ido?- Estos son unos amigos, nos acompañará.

Ellos me miran sonriendo y yo solo asiento hacia ellos. bueno, ya que.

- Que vengan los tragos - grita uno.

Ahora sí puedo decir que no recuerdo ni mi segundo nombre, esa estupidez me hace reír como tonta, mi cuerpo se siente liviano, un vaso se resbala de mi mano, río y río como si nada en mí ser pesara, el tipo que tengo a la par toca mi pierna y la acaricia lentamente, no estoy segura de si le aparto la mano o no, creo que se llama Erick, Ridick, Rick o así se llaman los otros, no lo sé. Sus caras se deforman y yo ladeo mi rostro para intentar verlos mejor, creo que este es mi momento de salida, ya no me siento en mis capacidades. Mierda! observo que sus labios se mueven, pero no logro entenderlos, el que está sentado a la par mía se baja de su silla y se acerca a mí tanto como puede.

- Ya nos vamossss cosa rica - menciona.

Me pone de pie y siento el suelo moverse, mi cabeza da vueltas, mis piernas se sienten flojas. No quiero moverme, ni quiero ir a ningún lado.

-Nno.. no - Digo intentando soltarme de su agarre.

- Vamos a pasarla bien ya verás - Dice otro, me jalan con más ánimo. Ni siquiera puedo coordinar mis movimientos.

Veo luces parpadear, gente moverse, creo que estoy caminando, mi estómago está revuelto, no soy dueña de mí en estos momentos. Miro a todas partes entrando en panico porque me siento expuesta e indefensa, perdi el control... alguien intenta sostener mi peso con un certero agarre y yo me sacudo violentamente.

- Maldita sea, reacciona Lara - Escucho esa voz hablarme fuerte y algo en mi sistema se activa tratando de concentrarme en su rostro. Nunca pensé alegrarme tanto de verlo.

- Leeoo - Digo mientras intento esconderme en sus brazos, es un intento fallido porque soy llevada hacia atrás.

- Consiguetela la tuya, esta zorrita ya tiene accion garantizada - escucho decir a uno del grupo quien tambien señala al resto.

Lo próximo que veo es el puño de Leo pasar tan rápido hacia la cara del tipo que hablo.

- Te vas a arrepentir de eso - escucho otra voz y veo como se abalanza sobre Leo, logró ver como lo esquiva y golpea su estómago, el primero que golpeo se levanta e intenta darle un puñetazo pero Leo no se lo permite.

Intento moverme pero uno de ellos aún me sostiene.

- Sueltame- digo desesperada mientras miro como Leo reparte golpes sin parar hasta buscarme con la mirada.

- Sueltala o voy a partirte todos los huesos del cuerpo - le musita entre dientes.

El que me sostiene me empuja hacia él y levanta sus manos al aire en señal de rendicion. Leo me recibe en sus brazos y lo ultimo que observo es a los otros dos tipos intentando levantarse.

- Tranquila, te llevaré a casa, estarás bien - Asiento mientras me dejo llevar por el, con su brazo alrededor de mi cintura.

Aire helado golpea contra mi cuerpo y me encojo más en sus brazos, percibiendo su olor y creo que respiro profundo y talvez lo nota porque el parece reír. Nos detenemos, lo miro abrir la puerta de un auto y ayudarme a subir en el para luego abrochar mi cinturón de seguridad, yo solo lo observo sin decir nada, aún me cuesta enfocar cada movimiento.

- ¿Tienes todas tus cosas ? - Pregunta.

- Solo traje mi celular, mi tarjeta en mi celular y mi celular esta entre mis pechos- rio por como sono eso, él me corresponde la sonrisa.

- Dado que estoy viendo tu teléfono sobresalir por la abertura entre tus pechos podemos decir que no has perdido nada - Dice aún sonriendo.

- Te parece poco la dignidad que deje ahí adentro. No se porque me permiti llegar hasta ese punto... se que esta noche pude perder mas... - Suelto de golpe y arrepentida.

- A veces solemos tomar decisiones incorrectas y llegar a estar fuera de si, no se el motivo o si cargas un agobio en tu ser, pero conozco la sensacion de vacio y perdida de control. Pero tú no merecías pasar por algo como eso por un desliz - Musita mirándome a los ojos.

- Despues de esto no podre seguir odiandote y yo quiero seguir haciendo - El pone una mano en su pecho.

- Me lastimas - Dice fingiendo dolor. Reimos.

- Leo - Digo intentando mirarlo fijamente.

-¿ Si?

- Creo que voy a vomi.... - inclino mi cabeza del lado de la puerta y devuelvo todo lo que tenía adentro, sintiendo mi estómago contraerse y mi cabeza palpitar.

Me enderezó y también quiero morir de la vergüenza cuando veo a Leo con parte de su pantalón manchado de vómito y la parte baja de su camisa.

- Lo lamento mucho - Digo tapando mi rostro.

No dice nada, solo levanta un dedo y extiende la palma de su mano en señal de espera mientras se aleja un poco.

Esta a unos pasos del auto, de espalda, no se bien lo que hace hasta que lo observo deslizar su camisa por sus brazos, sus músculos se flexionan con cada movimiento de una manera sensual. Aparto la mirada, Dios! estoy borracha, no quiero hacer algo más de lo que me arrepienta mañana.

Escucho la puerta del conductor cerrarse y me sobresaltó, esta sentado a mi lado, sin su camisa y su pantalón con un intento de limpieza.

- Espero no te incomode que vaya así, dada las circunstancias - Su tono de voz es neutro, no logro discenir si esta molesto, lo unico que hago es asentir como tonta, porque no sé que decir. Asi como evito detallar su cuerpo medio desnudo, la verguenza no me lo permite.

Enciende el auto y yo respiro profundo, cierro mis ojos y siento mi cabeza dar muchas vueltas, me siento muy cansada, la resaca sera fatal y el peso de esta noche sera de recriminar. me concentro en la oscuridad y me dejo llevar por esta misma.