Capitulo 3
Mis recuerdos de mi niñez sin muy bonitos, desde que nací mis hermanos me amaban y también me utilizaban como mamá, siempre dice y más junior para sus conquistas, si admito mi querido hermano es muy guapo y desde pequeño fue un rompe corazones, yo era su amuleto para que las chicas salieran con él.
Cuando se fueron a estudiar al extranjero y con mamá viajamos a verlos era lo mismo, y a su regreso a los Ángeles, igual hasta que Cassandra mi cuñada, lo amarro al yugo del hogar, como le dice siempre el tío Raúl. Hasta con ella me utilizo para conquistarla y le costó lograr que lo aceptará conociendo todos sus pasos de don Juan.
Con Diego era diferente, mi chef favorito, con él me encantaba verlo cocinar y claro que me preparará mis platillos favoritos, trabaje con él en su restaurante, fui mesera a mis trece años, y lava platos, me dejaba trabajar los fines de semana. Se preguntarán porque tan chica ya trabajaba, si tiene dinero, como les conté antes, si quería algo tenía que pagarlo con mi propio dinero, si me hacía falta claro, mis papás me daban el resto. Así lo hacía también con Junior, aunque mi trabajo con él, era observar a la chica que le gustaba y decirle lo que debía regalarle, Cass lo sabía así que más que trabajo era hacerle el favor.
Con mamá si era más duro, ella me estaba enseñando todo sobre el negocio, ya que entre mis hermanos y mis papás habían decidido que yo sería la que me quedaría al frente. Esa sería mi empresa, por eso decidí estudiar arte y diseño, aparte de que me gustaba pintar, dibujar y moldear, también estudié administración y negocios para poder ser una CEO.
Se acercaban las vacaciones. Como era costumbre, mi viaje a México me alegraba, iría a pasar mis vacaciones con mi Nani Rouss, mis hermanos tenían que hacer un viaje por la inauguración del primer hotel de los Samaniego en México. Mis padres se irían de viaje, así que yo me quedaría con mi Nani en el rancho unos días en los que ellos regresarán.
Junto a mis papás, mis hermanos y sus novias viajamos a México, al llegar mi Nani nos había preparado su rico mole como solo a ella le queda de delicioso, mis cuñadas nunca lo habían probado y pobres se enchilaron por lo picado que estaba, pero aguantaron. Cassandra ya había probado las comidas de mamá, desde pequeña es amiga de Diego e iba a la mansión a hacer tareas, a veces se quedaba a comer, por eso ya sabe que comemos mucho picante.
Al siguiente día llegaron los tíos con sus familias, prepararon la tradicional barbacoa y como son bulliciosos, llevaron la música, así que ya sabrán comida, baile y bebidas, no faltó en esa reunión familiar, ahí conocí al niño de ojos negros más hermosos que había visto.
Un amigo de mi primo Calixto y Sergio, a lo lejos lo espiaba, era alto, moreno, de ojos negros, con unas pestañas enchinadas y largas. Se me hizo el niño más guapo del universo, pero yo era una niña de trece años y él ya era un joven de casi dieciocho años, pero me gustó en cuanto lo vi y suspiraba por él.
—Hola, ¿Así que tú eres la gringuita de la que tanto hablan? Yo soy Néstor —se presenta sentándose en la silla de a lado —mucho gusto —me da su mano y me saca de mis fantasías que estaba haciendo en mi cabeza.
—No soy la gringuita —le digo algo molesta —mi nombre es Merari, tienes unos ojos muy bonitos —me tapo la boca por lo que dije y solté una sonrisa.
—Y tú tienes una sonrisa muy bonita, bueno tú eres una niña muy bonita —dice y lo quedó viendo embobada hasta que mi prima Carito me da un codazo y me hace reaccionar —espero te estés divirtiendo ¿Quieres bailar? —me pregunta pasando su mano atrás de su cuello como que está nervioso.
—Deja de molestar Néstor, no tienes vergüenza, eres más grande que mi prima ella apenas es una niña —le regaña Carito —vete que ella no es como las que estad acostumbrado —no sé qué quiso decir, pero yo si quería bailar con él, el olor de su perfume me encantó, él se fue después de lo que le dijo mi prima.
—¿Por qué le dijiste eso? —le pregunto a Carito.
—Créeme prima, te hago un favor, ese chico es amigo de mis hermanos y es igual que ellos mujeriego, andan jugando con cada tonta que les hace caso —menciona Carito y me queda viendo —¿No me digas que te gustó? —me pregunta por como lo busco con la mirada.
—¡Claro que no! —exclamo y Carito sonríe moviendo la cabeza —so, solo que sus ojos son muy bonitos —le digo nerviosa y mirando a otro lado.
—Si como no y yo como que me creo ese cuento —dice burlándose —bueno en fin, tú vives en Estados Unidos y el aquí, así que ni se verán, y si mi tío o los primos se enteran, tenlo por seguro que no te dejarán tener novio y menos con Néstor —mi papá y mis hermanos son celosos conmigo y con mamá, ellos dicen que nos cuidan para que no nos hagan daño.
Se me dio la oportunidad de poder bailar con mi niño de los ojos bonitos, intercambiamos número de teléfono, quedamos que seríamos amigos, aunque mis primos le advirtieron que conmigo no, fue una clara advertencia que ellos le hicieron, él les dijo que palabra era palabra, se hablaron en claves que yo no entendí.
En fin, ese fue un comienzo de una amistad con mi niño bonito, armarlo sería mi secreto, porque no puedo aspirar a ser su novia, él es cinco años mayor que yo y aparte de que no vivimos en el mismo lugar.
Las vacaciones terminaron, mis papás llegaron de su viaje y pasaron por mí, porque iríamos a Cancún a la inauguración del hotel, allá estaban mis hermanos y después regresaríamos a los Ángeles.