#4 ¿Qué es eso que no me deja dormir?
Rose's POV
— Tuve que limpiar la casa, papá llegó hace como una hora. — dice mi hermano y vuelve a quedar dormido.
Oh mierda mi padre está en casa.
Papá no es un tipo fácil de hacer enojar pero tiene tres reglas firmes e Infranqueables.
1. Nada de desorden en su casa o al menos cuando él está.
2. Si vives bajo su techo y comes de su billetera debes hacer todo lo que te pida.
3. No reniegues ninguna de las anteriores.
Me imagino que al encontrar la casa sucia no dejó a Adam respirar hasta que estuviera impecable, a papá no le importan las fiestas pero sí que su casa esté limpia.
Me acerco a la entrada de la casa, el auto de papá está ahí estacionado, lo busco con la mirada.
— No vas a saludar a tu padre. — doy un salto al sentirlo hablar atrás mío.
— ¿Qué haces aquí?
— También me alegro de verte Rose. — Acomoda su camisa de paño blanca. — Tengo una reunión con un policía de WeiBull mañana, parece que ustedes dos hacen cosas interesantes cuando están solos.
Señala un vaso rojo sobre un florero que al parecer Adam no limpió, rápidamente lo quito y arreglo el frasco.
— Como te fue en... ¿Texas? — pregunto aunque ni siquiera recuerdo bien a donde había ido esta vez.
— Bien, lo de siempre, volveré allá mañana en la noche. — se dirige al sofá donde Adam duerme. — Vamos muchacho, no puedes ser tan débil.
Despierta al chico que hace un gran esfuerzo por no mostrase cansado. Me siento en otro de los muebles.
— ¿Quién era el joven con el que dormía tu hermana? — suelta repentinamente esa pregunta mi padre, mierda nos vio, Adam se queda en blanco y me mira ferozmente. — Para que te tiene de hermano Rose si no la cuidas. — Adam sigue con la mirada firme, él le tiene mucho respeto a papá y siempre toma en cuenta lo que le dice. — ¿No tienen hambre? Rose ¿Sabes cocinar?
Me pregunta, yo niego con la cabeza y vuelve a hacer un cara de desaprobación, papá es un hombre conservador de pura casta, aun con sus 45 años y porte moderno le gustan cosas de la vieja escuela, siempre que viene intenta averiguar si somos los hijos que él imaginó pero nunca le termina de convencer el resultado.
— Pide algo de comer y vuelve que tengo que hablar contigo. — dice el hombre con rasgos iguales a los de mi hermano, me pongo de los nervios.
La semana pasada tuve un pequeño problema accidental y esperaba que él no se diera cuenta.
Antes de ir a pedir comida recuerdo que Daniel está dormido en mi habitación, subo rápidamente.
— Daniel, despierta. — Lo muevo y él se acomoda más. — Mi padre está en casa.
— Mierda, ¿Tendré que salir por la ventana? — dice somnoliento.
— No, creo que ya nos vio durmiendo juntos.
— Eso significa que ahora soy tu novio oficial. — nos reímos.
Se levanta de golpe, y me doy cuenta que no trae camisa, he visto crecer a este chico, Daniel J. Wayne, siempre noté sus cambios, desde el pequeño niño moreno de cejas pobladas hasta el joven adulto de piel aceitunada y mirada irresistible, nos enrollamos desde los 15, hace 2 años pero jamás me ha gustado, para mi únicamente y siempre será mi mejor amigo y espero que el sentimiento sea mutuo, también es un gran comodín familiar, como ni papá, ni mamá, ni ninguno de mis familiares se toman la molestia de recordar la cara del moreno casi siempre pasa olímpicamente por mi novio y me deja como la eterna niña comprometida.
— Siempre eres mi novio oficial. — Le lanzo una camisa. — Cuando bajemos ten cuidado con Adam.
— ¿Aun me odia?
— Probablemente.
Acompaño a Daniel hasta la entrada no sin antes presentarlo a mi padre por enésima vez.
Horas más tarde ya de noche nos encontrábamos comiendo pizza y viendo televisión en la sala, ninguno de los tres estamos acostumbrados a tener comidas familiares pero hacemos nuestro mejor esfuerzo.
— No quieres ver una película mejor, ya nadie ve televisión. — comenta mi hermano, papá lo mira sorprendido.
— Quiero ver las noticias, ¿Cómo se enteran de lo que pasa en el mundo sin los noticieros?
— Twitter. — respondo poniendo pizza en mi boca, pero papá no pone atención y por primera vez en mucho tiempo veo unos titulares.
"Futbolista Español habla sobre escándalos sexuales del fútbol mundial, increíble manifestación en el centro de la ciudad de México, hoy se decide reforma fiscal o rebaja de impuestos en..." Una periodista empieza a decir los titulares y la verdad me dan curiosidad... "Y hasta ahí el cubrimiento en vivo de la manifestación en la capital de México, ahora vamos a Chicago donde hace unas horas se presentó una terrible tragedia”... Mi corazón se movió un poco, WeiBull está muy cerca de Chicago y hace mucho que no escuchaba algo malo de ese lugar... "Un hombre de 27 años cometió un crimen de odio, disparando dentro de una Oficialía donde se estaban realizando seis bodas, todas de parejas del mismo sexo, dejando así 42 víctimas fatales, las seis parejas y varios de los familiares de cada una, hasta ahora se sabe que solo quedaron 17 personas vivas pero gravemente heridas, daremos información más adelante ya que el causante del tiroteo sigue en libertad".
Pongo las dos manos en mi boca, 42 personas son mucha gente muerta, es horrible que haya sido tan cerca.
— Un montón de asquerosas abominaciones.— Mi mandíbula se cae al escuchar eso, no le había prestado atención a ese detalle, que eran parejas homosexuales casándose pero de cualquier forma me sorprende más que alguien haya matado a tanta gente y que mi padre diga algo así ¡De las víctimas! — Ojalá hubiesen sido más, para que se acaben de una buena vez.
Eso fue todo lo que dijo antes de apagar el televisor e irse, Adam lo siguió sin decir nada pero aparentemente no le había importado ni la noticia ni el comentario de papá.
Pero en cambio yo había quedado ahí, pensativa, no dije nada porque a papá no hay que contradecirlo pero me dejó un poco impactada pensar en todas las cosas que él me había enseñado sobre el bien y el mal, sobre el valor de las cosas, jamás me habría imaginado que ser homosexual era la única condición por la que una vida humana no valía como las demás.
Esa palabra, ni siquiera recuerdo cuando la aprendí, nadie que conozco es homosexual, es como esas cosas que sabes que existen pero lejos, muy lejos de donde vives.
Miro un rato la pantalla negra del televisor, mamá siempre ha dicho que yo suelo tomarme muy a pecho algunas cosas, pero esta vez solo puedo tener una extraña sensación de pena moral que intento oprimir mientras en mi cabeza flota la frase "Ojalá hubiesen sido más, para que se acaben de una buena vez", me levanto del sofá ya un poco aliviada por usar un método común para la gente de mi alrededor, ignorar las cosas.
. . .
Al día siguiente me levanto temprano para ir a la escuela, en las clases son absurdamente irregulares, a veces hay que ir, a veces no.
Antes de salir de casa mi padre se acerca para despedirse porque probablemente cuando regrese él ya no esté.
— Ayer no hablamos pero supe lo que hiciste la semana pasada. — Pone otra de sus miradas de desaprobación. — ¿Qué diablos hacías en una propiedad privada a mitad de la noche?
— Mira papá no estaba haciendo nada malo solo... — me empiezo a justificar pero él me interrumpe.
— ¡No me interesan tus excusas! Sé que te dejo sola con tu hermano siempre y que tu mamá se aparece por esta casa menos que yo, pero no es excusa para que no seas una persona decente al menos por apariencia, lo que sea que hagas aun a miles de kilómetros de distancia ¡Lo voy a saber! Y sí me importa. — Mira de reojo su reloj. — Cada semana escucho que haces alguna tontería nueva, tienes 17 años Rosalina es hora de madurar, y si por algún motivo no se te da la gana de hacerlo almenas procura que ni yo ni nadie se entere... Adiós.
Esto es tan habitual pero sus palabras aun duelen, espero a que él se vaya y otra vez como anoche pienso continuamente en una frase de mi progenitor hasta que simplemente todo se esfuma de mi cabeza "Es hora de madurar".
Fui a la escuela, Química, Ciencias Políticas y luego gimnasia.
— ¿De verdad te acostaste con Daniel Wayne anoche? — escucho como murmuran unas chicas entre ellas mientras trotamos por la pista de atletismo.
— Si estuvo excelente, él es tan maravilloso.
Me aguanto una carcajada, la gente es una puta mentira, siempre queriendo llamar la atención. Me doy cuenta de que Daniel empieza a trotar a mi lado.
— Así que anoche te escapaste para tener sexo con esa chica y volviste antes de que me despertara. — digo de forma cómica.
— Que te puedo decir... Me dejaste caliente. — pone cara de deseo y le doy un golpe entre risas.
— ¿No te molesta que inventen toda esa mierda?
— Me molestan las mentiras que me hacen quedar mal, ahora todas las chicas de gimnasia creen que soy maravilloso en la cama. — acentúa la palabra "maravilloso" y yo me río nuevamente.
En ese momento entran por la puerta los tres príncipes de la ciudad, Ashton, Halsey, Skyler Grey, se me olvidaba que para ellos los horarios son como les salgan del...
— Mañana quiero la casa sola. — me dice repentinamente Adam al oído, él también está conmigo en gimnasia, y en casi todas las clases a decir verdad.
— ¿Por qué?
— Invité a Halsey a ver una película.
— ¿Por qué no la llevas a un motel es más rápido?
Me fijo nuevamente en los príncipes, y en especial en una de las chicas, aun sin su vestido rojo Skyler Grey se ve odiosamente linda, igual que los otros dos pero por alguna razón hoy parece resaltar más, tal vez ahora no solo la estoy viendo como una eminencia más sino como la odiosa niña pija, pero saco de mi mente esos pensamientos, debo ignorarla, ya hay demasiada gente que la odia por pura envidia, yo no le tengo envidia pero estoy resentida, porque aunque no insinuara nada esa noche me hizo sentir en mi propio baño como alguien inferior, lo cual es un sentimiento de mierda.
— Te aseguro que no es por sexo... Vamos Rose es que creo que... — ahora miro directo a la cara de mi hermano, ¡No lo digas! ¡No lo digas! ¡No lo digas! — Con ella voy enserio.
Mierda lo dijo.
Doy una rápida mirada a Skyler, ella me llenó la cabeza de desconfianza hacía Halsey, pero debo dejar que mi hermano sea feliz.
— Esta bien, pero me debes una.