#5 Woman Body
Rose's POV
Estoy en medio de un amplio salón con paredes desgastadas y decoración moderna, me encanta este lugar pero justo ahora desearía irme.
Es clase de arte, todo es belleza y color hasta que la profesora que probablemente desayuna varios porros me grita "¡Huffman esta es tu última oportunidad o vas reprobar, te lo advierto!", ¡Como la odio! y es que aunque lo intento no puedo encontrar una cosa más humillante que reprobar Arte.
Nunca hago nada esa es la repuesta, sé dibujar pero mi mente no produce creatividad artística y en este último trabajo que es mi única oportunidad para aprobar sigo en blanco.
— Mierda Daniel ayúdame. — le digo al chico que está muy sumergido en su trabajo.
Este trabajo es con temática de anatomía, tenemos dos semanas para terminarlo y ya todos saben que hacer, Daniel va a hacer un corazón geométrico, Taylor tiene pensado pintar un ojo con tonos azules, Camila hará el musculo de una mano con ligas de cabello, Makenzie va a hacer una dentadura con plastilina, y yo... Nada.
— Imaginación Rose, usa el cerebro. — La profesora grita nuevamente desde el otro lado del salón. — Hay arte en todo tu cuerpo.
Busco desesperadamente inspiración pero no sucede nada hasta que mi mirada cae en Paul, que solo está dibujando algo en su cuaderno, me acerco.
— ¿Qué haces Paul? — él inclina un poco su trabajo.
Está dibujando un cuerpo, el de una mujer desnuda y por alguna razón me deja anonadada.
— Dibujas muy bien. — Comento observando sus trazos. — ¿Por qué una mujer desnuda?
— Porque son hermosas. — él se detiene un segundo y coloca el dibujo en una posición para que lo vea completamente. — Es más fácil dibujar a un hombre, pero la belleza no es igual, yo prefiero hacer curvas... Observa la delicadeza, mucha gente es recatada con esto pero Rose la desnudez de una mujer siempre será digna de un buen retrato.
Aquello que dice me deja perpleja, su voz suena tan apasionada, dibujar realmente le trasmite algo y yo me intereso ciegamente.
— ¿Puedo... Quiero decir, me dirías como...— intento preguntar, Paul nuevamente deja su trabajo.
— Es simple, busca en tu mente la pose de alguien, luego has las proporciones y dibuja. — Me dice y aunque no entendí muy bien traté de hacerlo. — Puedes presentar esto como trabajo yo tengo pensado hacer algo diferente.
Me dice y una luz de esperanza se enciende en mi cerebro, ya tengo trabajo.
Hoy teníamos tres horas de esta clase así que tuve tiempo para hacer y deshacer mis dibujos, quería crear un pequeño cuadro con una persona haciendo tres poses distintas, a la primer hora ya tenía más o menos idea de dibujar los cuerpos, aunque Paul dijo que era más fácil dibujar un hombre para mí fue lo contrario y opté por hacer una mujer, no desnuda, solo posando, mi estrategia era mirar a mis amigas e intentar plasmarlas pero sus cuerpos no eran fáciles.
Aun así no me rendí, a la segunda hora ya había empezado a sentir aquella pasión de Paul aunque no lograra nada concreto, dibujar es muy mágico y el cuerpo de Makenzie estaba siendo mi inspiración porque era el único relativamente proporcional.
Entonces de repente se escuchan las puertas abrirse, ya me imagino quienes son.
La realeza había entrado, normalmente no les hubiese dado importancia pero había un detalle y es que llevaba dos horas y media observando cuerpos y justo ahora entraron estos tres, como servidos en bandeja.
Miro a Ashton, se ve difícil, luego a Halsey, demasiado delgada e igual a Makenzie y por último, Skyler Grey.
Tuve un mal sabor de boca al pensar en su nombre pero eso no evitó que mis ojos se detuvieran en ella.
Era un cuerpo con la forma que buscaba, piernas largas y delgadas, caderas angostas, hombros pequeños pero atléticos, abdomen plano bajo su playera deportiva y ajustada, pasé el borrador sin pensarlo por el dibujo a medio hacer de Makenzie y me centré en Skyler Grey, la miré por unos segundos y luego no aparté mi vista del papel hasta terminar todos los bocetos de las tres poses, en 15 minutos logré más de lo que había hecho en dos horas, levanté un poco mi dibujo para apreciarlo.
— Buen trabajo Huffman, tienes talento. — dice Paul mirando lo que acabo de hacer, yo sonrío un poco.
— Realmente es hermoso el cuerpo de una mujer. — murmuro para mis adentros y no reparo demasiado en mis palabras.
Termino de detallar mi dibujo, y sinceramente me siento satisfecha con mi trabajo, vaya ¡Lo he terminado! Qué alivio no reprobaré la clase de Arte.
— Estoy sorprendido. — Dice Daniel a mi lado observando mi trabajo, hace un aplauso suave. — Nunca creí que te felicitaría, pero te felicito, ¿Quién es?
Doy una media sonrisa que se borra con esa última pregunta... Acabo de dibujar a Skyler Grey, no lo había procesado antes pero claro que es ella, maldita sea mi mente juega sucio conmigo.
— Es Makenzie. — miento, Daniel mira más de cerca el papel.
— No parece, quiero decir... Makenzie no tiene ese culo.
Le doy un codazo a Daniel quien se queja y se va.
Miro nuevamente mi dibujo, Skyler Grey es un maldito cliché de niña rica y pija, nuestra única conversación me lo confirma, pero no puedo negar que su cuerpo es altamente fenomenal, mis ojos vagan por el salón y caen en ella, mi dibujo esta genial pero no le queda ni en los talones a la real, es hermosa aunque la deteste, simplemente perfecta, tan proporcional y agraciada, mis mejillas se enrojecen.
— Parece que no reprobarás mi clase.— susurra la maestra de arte en mi oído, casi caigo de la silla, que puto susto.— Ya que terminaste porque no me ayudas en algo.— Propone la mujer y obviamente no era una pregunta.— Ordena los archivos que están en mi escritorio por numeración, la señorita Grey te enseñará cómo.
Observo el escritorio de la profesora al fondo del salón, Skyler Grey se acaba de sentar ahí, al parecer su majestad no puede hacer un trabajo sola, maldita sea no quiero hablarle, pero la mirada de autoridad de mi profesora de Arte gana, lentamente voy hasta el escritorio y me siento en otra de las sillas, Skyler Grey me observa confusa.
— ¿Cómo hay que ordenar esto? — pregunto en el tono más molesto posible.
— Gracias pero... No necesito ayuda.
Aunque no fue cortante, me molesta, doy un suspiro rápido para liberar mi odio.
— No estoy ofreciéndote mi ayuda, esa mujer me obliga. — Señalo con la cabeza a la profesora. — ¿Cómo hay que ordenar esto?
Ella no dice nada más, toma un bloque de hojas y me las pone en frente, todo con el semblante serio.
— De mayor a menor, el número esta en azul. — dice con suavidad, empiezo a hacer lo que me dice.
No me imaginaba que podía ser incómodo después de nuestro horrible tropiezo en el baño de mi casa, pero estar tan cerca es espantosamente incómodo, por mi cabeza pasa lo último que le dije la otra noche "Que asco me acabas de dar" fue fuerte, pero se lo merecía.
Sin querer dejo caer una de las hojas que estaba ordenando y justo cuando me inclinaba para recogerla mi codo choca contra un cristal de decoración el cual cae de la mesa, pero antes de llegar al suelo una mano con dedos largos y delgados lo atrapa heroicamente en el aire.
— Cuidado.
Lo ubica nuevamente en su lugar y también recoge mi hoja, todo esto sin mover la vista de sus papeles, parpadeo un par de veces, que ágil es.
Tengo el instinto de decirle "Gracias" pero no salen palabras de mi boca y nuevamente sucede lo de hace unos minutos, la observo, de hecho no merecía que le dijera eso; "Que asco me acabas de dar" lo último que transmite Skyler Grey es asco, creo que ya ni siquiera recuerdo porque le dije eso.
— ¿Te puedo preguntar algo? — Habla de repente la chica junto a mí, yo no respondo nada. — ¿Que es ese dije en tu collar?
Miro mi pecho y no hay nada ¿Collar? ¿De qué habla?
— No tengo collar. — al fin hablo, entonces ella rápidamente mira mi cuello, abre un poco los ojos como sorprendida, titubea.
— Bueno, entonces el que llevabas en la fiesta de tu hermano.
Nuevamente la miro extrañada.
— En esa fiesta llevaba una gargantilla. — digo muy segura de mi misma porque realmente lo recuerdo.
— Entonces el que usabas hoy en gimnasia, el collar de plata.
Parece empeñada en saber sobre mis collares, pero en algo tiene razón, yo sí que tengo un collar de plata.
— Mira no sé de qué hablas, sí tengo un collar de plata pero hace varios meses que no lo uso.
Frunce el ceño, algo que jamás vi en Skyler Grey, da una mirada rápida a mi cuello y se vuelve a centrar en sus papeles, quiero preguntarle porque tanta curiosidad sobre eso pero no lo hago.
El resto de la clase pasa rápido, estuvimos ordenando papeles en silencio y puedo jurar que sentí como la mirada de Skyler viajó al menos veinte veces por mi cuello, ella tal vez creía que no lo notaba, pero era como si ese collar de plata fuera a aparecer repentinamente en mi garganta si volvía a mirar.
. . .
Salí de la escuela, conduje en moto hasta mi casa, entré y me lancé al gran sofá de cuero en mi sala, ya deseo tener vacaciones, el problema es que apenas va el primer mes del curso.
— Cómoda. — busco a mi alrededor y me encuentro con Daniel en el sofá de enfrente.
— Te tomaste muy enserio cuando te dije que mi casa era tu casa. — bromeo.
— Tu hermano me dio una copia de las llaves.
— Oh vaya entonces eres oficialmente de la familia. — le sonrió, pero él no devuelve el gesto.
— Oye Rose, quería hablar contigo sobre algo. — me acomodo en el sofá y espero a que hable. — Sobre la otra noche... Yo, solo, quería, ósea nada más... quería saber...
— ¡Habla!
— ¿Por qué no quisiste acostarte conmigo?