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- ¿estás seguro? -
- muy seguro cariño -
Alguien llamó a la puerta y fui a abrir, viendo a Viki frente a mí, al menos no me había mentido.
- uh pero que sexys estamos esta noche - me guiño un ojo y entro sonriendo.
Era una mujer hermosa, nunca se había casado y nunca había tenido hijos, para su edad todavía tenía el carácter de una niña de dieciséis años. - hola cariño - besó la frente de mamá y yo sonreí - ¿a dónde vas entonces? -
- er en una pequeña fiesta - respondí poniendo mis manos en los bolsillos de mis jeans.
- con Tyler? -
- y Alexa -
- mh - hizo una expresión extraña - ¿alguna vez sales sola con Tyler? -
- bueno, a veces cuando Alexa no puede, ¿por qué esta pregunta? - sonrisas nerviosas.
- Está convencida de que Tyler y tú estáis juntos - se rió mi madre, agarrando la taza.
¿Tyler y yo somos pareja? Absolutamente no, era un chico guapo, tenía un carácter único y raro, que pocos chicos tenían
. En resumen, ninguna chica diría que no, excepto yo.
Siempre lo había visto como un hermano mayor, ni me imaginaba una posible relación con él.
- Bueno, solo somos amigos - le respondí.
- sisi, todos lo dicen - se burló Viki y ladeé la cabeza mirándola - vamos todos se han dado cuenta de que está enamorada de ti - se defendió.
-ah en serio ? ¿Quien entonces? - me crucé de brazos, mientras mi madre levanta la mano - ¡mamá! -
- ¿Qué? Siempre lo sospeché : había una expresión victoriosa en el rostro de Viki.
- piensa mal - sonó el teléfono y miré la pantalla, habían llegado. - Pues me voy, para cualquier cosa llamame - Cogí la bolsa.
- diviértete y no procrees - exclamó Viki riendo y yo la miro en estado de shock, para luego salir.
Salió del edificio y subió al auto.
- cuánto tiempo - Tyler sonrió y se arregló el espejo
- seguro - sonríe.
Volvió a poner en marcha la moto y se alejó
- habrá una carrera de motos, eso mola mucho - exclamó Alexa eufórica.
- No encuentro nada bueno en las motos y las personas que pueden salir lastimadas - puso los ojos en blanco y emitió un sonido de exasperación.
- ¿No puedes hacer otra cosa que quejarte? Vamos, tal vez esta noche conozcas a tu alma gemela – sonrió con picardía y Tyler tosió falsamente, pero no le presté mucha atención.
- Ni siquiera crees en el alma gemela Alexa -
Ella parece pensarlo y se encogió de hombros.
- cierto, muy buena observación martin -
Después de un rato paramos en una calle bastante aislada, miré a mi alrededor, no vi ningún chico ni fiesta.
- seguro que es el lugar correcto Alexa? preguntó Tyler
. - sí, sígueme - se bajó del auto y nosotros hicimos lo mismo, y luego la seguimos.
- Estoy seguro de que nos llevará a un lugar mucho más apartado y nos matará - susurró Tyler en mi oído
- ¿ y dónde esconderá nuestros cadáveres? - susurré, riendo
- en la nevera - contestó
- ¿ en la nevera? - exclamé, confundido.
- un asesino en serie puede hacer cualquier cosa - me reí y lo empujé por el brazo, era el idiota de siempre.
- ¿ustedes dos lo terminan? De lo contrario, en lugar de meterte en la nevera, te descuartizaré – Alexa parecía molesta, tal vez porque no encontraba el lugar para la fiesta.
Seguimos caminando y por fin escuchamos la música, y el alboroto de los chicos.
La mayoría de la gente iba sentada en sus motos, los que bebían, los que besaban y los que fumaban, olían un hedor horrible a Marihuana.
" Estoy seguro de que están haciendo algo ilegal, o si no, ¿por qué esconderse ?" , Dijo Tyler, y confirmé su tesis.
- ¿ Quizás porque las carreras de motos son ilegales? - Obviamente Alexa respondió - y entonces es obvio que de aquí te vuelves droga -
- ow gracias por asegurarme que casi me arrestan esta noche - puse una mano en mi pecho y Tyler se rió.
Pero mi mirada se fue a otra cosa, al ver al chico rubio y musculoso apoyado en una moto, hablando con unos chicos... Ethan.
- Oh mierda - me cubrió la cara, pensando en arreglar algo.
- ¿Qué? – me preguntó Tyler confundido
– ahí está Ethan, el hijo de Amelia Lewis – Alexa volteó a mirar al rubio.
- espera Ethan Davis? ¿Es para tu madre para quien trabajas? me preguntó y yo asentí . - Chloe ese chico es... peligroso -
- ¿Por qué peligroso? – preguntó Tyler mientras yo la miraba sola, sin hablar
– bueno dicen que ella causaba muchas peleas, eso tú traficas – abrí los ojos como platos, ¿era esa la reputación que tenía?
- Seguro que no es así – mintió, en fin, lo había visto golpear a una persona hasta la mierda, pero no quería confirmarlo todo, tenía que fingir que no había visto nada que tardecita.
- No parecen gente de confianza - comentó Tyler. Puse los ojos en blanco y me acerqué al mostrador de bebidas.
Necesitaba tragar algo, de lo contrario no habría tenido una noche tranquila.
Tomé una cerveza y comencé a beber mirando a toda la gente allí, la mitad de los chicos estaban tatuados, incluso en la cara.
- me sigues? - Me di la vuelta de repente y lo vi, esos ojos, me hacían sentir una sensación extraña en el pecho cada vez.
- No, estoy aquí con mis amigos - Continué bebiendo, desviando la mirada hacia él.
- esos son tus amigos? - señaló a Alexa y Tyler - lindo tu amiguito -
- oh no - reí irónicamente y me giré completamente hacia él - ella no se toca, conozco a los chicos como tú, tratas a las chicas como objetos y luego las tiras cuando ya no los necesito, y Alexa no necesita volver a llorar por un bastardo como tú – lo miré molesto, ¿por qué este tipo siempre me hacía enojar?.
- y quien eres tu para decir? - mantuvo las manos en los bolsillos, aún callado - No sabía que me conocías -
- bastó con ver bajar a la rubia esta mañana - respondí, sigo bebiendo mi cerveza.
Siguió riéndose irónicamente y lo miré con el rabillo del ojo.
- ¿Por qué aquí? - me volvió a preguntar
- nos enteramos de la fiesta y quisimos pasar -
- si te puedo dar un consejo - se acercó a su oído y sintió un escalofrío recorrer su columna - no te alejes de tus amigos, este no es un lugar recomendable – susurró, sus labios rozaron mi oído, mis manos empezaron a temblar, pero ¿qué me pasaba?.
- Estás sonrojada, sirvienta - susurró de nuevo y me dejó un beso en el cuello, luego se rió y volvió con sus amigos.
Era la primera vez que había tenido un contacto tan cercano con un chico en años.
Todavía estaba cubierto de escalofríos y sentía un calor absurdo en todo mi cuerpo.
- te hizo algo? - Tyler se acercó a mí y me miró de pies a cabeza, seguramente había visto la escena.
- eso n-no - desperté de mi estado de trance.
- Si no le gustaba algo, Tyler lo habría rechazado - resopló Alexa, sorbiendo un trago que había tomado mientras tanto.
Escuchamos un sonido de alarma y los presentes dieron un grito de alegría, ¿qué estaba pasando?
Los niños se acercaron a sus motocicletas, agarraron sus cascos y las niñas se sentaron detrás de ellos, hombro con hombro.
- que pasa, por que las chicas se sientan asi? - pregunté confundida
- bueno tienen que ir rápido, andar en una rueda y hacer los derrapes, y las chicas van amarradas solo con cinturones - me explicó Alexa y yo la miré abriendo mucho los ojos.
Nunca hubiera subido allí, odiaba la velocidad, me recordaba a esa tarde, la tarde que tanto odiaba y que me atormentaba noche y día.
Después de que las chicas también se pusieran los cascos, vi la mirada de Ethan en mí y le devolví la mirada.
Tenía la esperanza de que no se lastimara, que nadie se hiciera nada a sí mismo, no quería estar en el lugar de un accidente, los ataques de pánico aparecerían y yo no quería.
Detrás de Ethan estaba la chica rubia que vi esa misma mañana, creo que se llamaba Aria.
- si quieres irte - preguntó Tyler mirándome
- er no, estoy bien -
Un hombre de mediana edad levantó un pañuelo, y luego se lo bajó inmediatamente después.
Los muchachos partieron rápido en las bicicletas, dejando un rastro de humo detrás de ellos, y luego se pusieron en marcha con una sola rueda.
- ¡ay! - me tapé los ojos, preferí no mirar.
- Vamos Chloe son buenas, no pasa nada! - Alexa se rió.
Todos gritaban el nombre de Ethan, no era la primera vez que venía aquí luego de hacer este tipo de carreras, todos lo conocían.
Retroceden peligrosamente, y después de un tiempo se detuvieron, Ethan había terminado primero.
Los chicos corrieron hacia él, abrazándolo.
Había una chica roja, Carter y otro chico, que parecía el más pequeño.
- ganó tu amor – bromeó Alexa
– no digas gilipolleces – resoplé.