Librería
Español
Capítulos
Ajuste

Capitulo 4: La Bella Y La Bestia

capítulo 4

Finalmente, llegamos a la mansión de Darren Walsh en Yellowknife, que se encuentra metida en lo más profundo de la montaña alejada de la civilización, ¿extraño verdad?

La mansión se yergue majestuosa en medio del paisaje nevado de Yellowknife. Su imponente estructura de estilo victoriano contrasta con el blanco inmaculado de la nieve que la rodea. Las ventanas de cristal negro reflejan la luz plateada de la luna, creando un aura misteriosa y elegante.

A medida que nos acercamos a la mansión, puedo admirar los detalles exquisitos de la arquitectura. Los enrejados de hierro forjado adornan las barandas de los balcones, mientras que las columnas de piedra sostienen el frontón en la entrada principal. El tejado a dos aguas está cubierto de nieve, formando pequeños montículos blancos que brillan bajo la luz del atardecer. Cuando la camioneta se detiene bajo ella, veo a un hombre de unos 40 años esperándome al pie de las escaleras. No tengo idea de dónde están mis maletas, pero lo sigo cuando me hace un gesto con la mano para que entre con él.

Al entrar en la mansión, soy recibida por un vestíbulo amplio y lujoso, con suelo de mármol pulido y lámparas de araña colgando del techo. Los muebles de época encajan perfectamente con la decoración moderna y minimalista, creando un ambiente sofisticado y elegante.

"Venga por aquí, señora Walsh." La piel se me eriza al ser llamada de esa manera, y tengo que recordarme que ya no soy señorita Brennan. "Yo soy el mayordomo Víctor y estoy aquí para servirle en todo lo que necesite. Por ahora, si no se encuentra muy cansada, le mostraré parte de la casa."

"Está bien, eso sería perfecto." ¿Qué otra cosa podría decirle? ¿Que no me interesaba conocer nada de esta casa? Sí, bueno, eso no está pasando.

Cada habitación en la planta baja está decorada con objetos antiguos restaurados y accesorios modernos, creando un equilibrio perfecto entre lo clásico y lo contemporáneo. Los techos altos y las amplias ventanas de piso a techo, completamente de cristal, permiten que la luz natural inunde los espacios, creando una sensación de amplitud y luminosidad. ¿Vanidoso quizás? No lo sé, pero si veo la propiedad desde otra perspectiva parece la mansión de un mafioso o CEO multimillonario.

La cocina está en la parte este de la mansión y es increíblemente grande. Puedo decir que será mi lugar favorito de todo, además de la biblioteca. Pero como está conectada a la oficina privada del señor Darren, queda descartada para mí. El mayordomo Víctor me conduce de regreso a la entrada principal de la mansión para luego subir por las escaleras. Durante el trayecto, puedo ver a través de las ventanas del pasillo el paisaje nevado con sus enormes extensiones de nieve brillante y los árboles cubiertos de escarcha. Es un lugar muy hermoso y encantador donde el tiempo parece detenerse y la belleza natural te deja sin aliento.

¿Ya mencioné que las paredes son completamente negras? Porque, efectivamente, lo son. El mayordomo me conduce al primer piso y directamente a mi habitación, que es tres veces más grande que la mía en casa de mis padres.

"Esta será su habitación, señora."

"¿Y el señor Darren, dónde duerme?" El mayordomo me mira antes de reír.

"No, el señor duerme en el tercer piso. No debes subir allí a menos que él te lo autorice."

Me estremezco y un pequeño chillido se me escapa.

"¿No es como en La bella y la bestia, cierto?"

"¿Qué?" él me mira con confusión.

"Ya sabes, el cuento de princesa. La princesa que se enamora de una bestia..." Él mueve la cabeza de lado a lado negando, "No importa, tranquilo, no me hagas caso."

"No te preocupes, no tienes de qué temer, pequeña. El señor Darren... es difícil pero gentil."

"Gentil", estiro la palabra mientras camino por la habitación observando todo, dándome cuenta de que tengo unas ventanas con puertas corredizas que dan a una terraza.

"Pediré que reciban su equipaje de inmediato."

"Gracias... ¡Espera!" Grito antes de que tenga tiempo de irse, "¿Dónde está el señor Darren?"

"¿No le informó que estaba de viaje de negocios?" de modo que era cierto. No se presentó a nuestra boda porque, desde luego, tenía un imperio que conquistar.

"Lo siento, lo olvidé. Sí, me informó que está de viaje, pero pensé que llegaría hoy."

"No se preocupe, han sido bastantes emociones por un día. Cuando el señor llegue, usted se dará de cuenta."

Inclina la cabeza en modo de despedida y se va cerrando la puerta tras de sí, dejándome sola en mi enorme habitación, que se siente fría a pesar de que la calefacción está encendida.

Me siento abrumada por todo lo que he visto y experimentado desde que llegué a esta mansión. La soledad se hace presente en medio de tanta opulencia y elegancia, y un sentimiento de inquietud comienza a apoderarse de mí. ¿Por qué Darren no está aquí para recibirme? ¿Qué tipo de hombre es en realidad?

Me acerco a las ventanas y observo el paisaje nevado que se extiende frente a mí. El silencio es abrumador y la sensación de estar atrapada en este lugar tan desconocido se vuelve cada vez más intensa. Decido abrir una de las puertas corredizas y salgo a la terraza, dejando que el aire frío y puro me golpee en la cara. Me envuelve una sensación de libertad y alivio al ver la belleza del mundo exterior, pero al mismo tiempo siento que aquí, en esta mansión, algo no está del todo bien.

Regreso a mi habitación y me siento en la elegante cama con dosel. Cierro los ojos y trato de tranquilizarme, de despejar mi mente de pensamientos negativos. ¿Cuál es el secreto oculto detrás de Darren y esta mansión? ¿Podré descubrirlo y sobrevivir a las consecuencias?

Mientras la noche cae y la mansión se sumerge en la oscuridad, me sumerjo en un mar de pensamientos y preguntas sin respuesta. Esta nueva vida que comienza para mí en Yellowknife promete ser todo menos tranquila y predecible. el mayordomo Víctor me trae la cena y se asegura de que estoy cómoda antes de irse nuevamente. Cuando llegue no vi a ningún personal de limpieza, quizás no tenga o quizás simplemente están autorizados de no dejarse ver por nadie que pise La mansión.

Han pasado ya una semana desde que el señor Darren y yo nos casamos y aún no lo he visto. Parece que para él y mis padres, que tampoco se han puesto en contacto conmigo, sigo siendo insignificante. Frustrada, cierro el libro que estoy leyendo de golpe, ni siquiera estaba realmente concentrada en él. Reviso mi celular por centésima vez y no hay mensajes ni de mi madre, ni de mi padre, ni de Valentina.

"Señora Walsh, el señor Walsh la está esperando en su habitación en el tercer piso", me informa el mayordomo antes de retirarse.

Descarga la aplicación ahora para recibir recompensas
Escanea el código QR para descargar la aplicación Hinovel.