CAPÍTULO 5. (parte 1)
Très tard
—Lamento tanto no haber podido llegar antes. Nos pasó de todo en el camino de regreso. Keithan está en este momento en el taller, el auto se recalentó en el camino, tuvimos que llamar a un servicio de grúa, en fin, fue una odisea—nos explicó Alexa.
Ya la había puesto al día de la condición médica de Hayden, y aproveché también para adelantarle que la familia había hablado con él, quise contarle de esa reconciliación que fue tan revitalizante para nuestro paciente, pero dejé que fuesen ellos quienes le dieran todos los detalles de Alexa. Y sin esperar más entró a reunirse con Hayden a solas.
Estaba tranquila sabiendo que Alexa conversaba con él, porque quizás canalizaba todos sus sentimientos que podían llegar a ser tan agobiantes. Finalmente, cuando salió casi dos horas después, nos pidió que habláramos con ella, aprovechando de que las enfermeras y Ulises ayudarían al rubio a asearse. Jeremy no se encontraba, se había ofrecido a buscar algunas cosas en nuestra casa y en la de Hayden y Mike.
Caminamos hasta el cafetín y unimos varias mesas y sillas para tratar de mantener la privacidad en nuestra improvisada terapia, comenzamos con los relatos de Mike, Fernando, Rámses y Gabriel, sobre aquellas primeras palabras que marcaron el inicio de la reconciliación.
—Hayden me contó lo que conversaron, así que puedo decir que ahora tengo todas las versiones e impresiones. Me alegro mucho de que hayan dado ese primer paso. El más grande de hecho, pero es necesario que conversen, por separado y juntos. Yo los puedo ayudar y orientar si gustan. Es muy importante que no queden dudas, miedos, preguntas, ni temores, entre ninguno de ustedes, eso es lo que realmente hará que el perdón y el olvido funcione. Que puedan sanar como individuos, como familia. Él está más que consciente de que atentar contra su vida no es el camino, pero les debo decir que esa es una idea que es difícil sacar de la cabeza, sobre todo cuando Hayden no se termina de creer la veracidad de sus intenciones.
—¿No nos cree?—preguntó Fernando.
—No mucho—respondió Alexa—. Hay una parte de él que cree que la reconciliación es únicamente por su estado de salud, por lo que es necesario que hablen, que conversen, que limen sus asperezas lo más pronto posible. En la medida de que él vaya físicamente mejorando pueden pasar dos cosas: primero que pueda finalmente creerse que si mejorará la relación con ustedes, o que quizás ustedes regresen a su vida diaria y rutinaria y él interprete esa lejanía como que las cosas volverán a ser como antes, si este es el caso él podría retomar la idea de atentar contra su vida, esta vez con más fuerza. Y no lo hará como manipulación, sino porque no verá otra opción para él. Si me permiten la recomendación, tómense todos unos días de descanso familiar. Esta situación es algo que los ha afectado a todos y es el momento de que sanen. Unas pequeñas vacaciones, que sirvan para reencontrarse, hablar, divertirse, puede ser la mejor cura en este momento.
—Lo haré—respondió Fernando—. Ya avisé a la embajada.
—Yo organizaré con mi oficina, tengo este caso que necesita mi atención, pero tomaré todas las medidas necesarias para poder tomarme esos días por Hayden.
—Las clases… —murmuré, aunque era lo de menos en este momento, en otras circunstancias quizás me afectaría faltar a clases, pero deseaba la salud de Hayden por encima de cualquier cosa.
—Disculpa que te lo diga Amelia, pero el problema principal de Hayden es con Fernando y Mike, tú has estado a su lado todo este tiempo, él sabe que tiene tu amor y tu lealtad. Ahora él pondrá a prueba a Mike y a Fernando.
—¿Y a nosotros?—preguntó Gabriel.
—En menor medida, pero pueden ganar terreno con él, sin faltar a sus clases, mientras definitivamente se toman esos días de descanso. Salgan de clases y vayan a su casa, el contacto físico será mejor recibido, aunque si no pueden llegar hasta su casa, llámenlo, escríbanle. Mantengan comunicación constante, sin que se sienta forzado. Porque eso él también lo estará evaluando.
—¿Te dijo eso? ¿Qué lo evaluaría?—pregunté sorprendida.
—No con esas palabras, pero queda claro que él está seguro de que todo esto es por su estado de salud, así que está esperando que en la misma medida de que el mejore, ustedes vayan poco a poco desapareciendo de su vida. Incluso de forma morbosa, espera que pase para tener la razón. Entonces, demuéstrenle lo contrario.
Asentimos a sus palabras.
—Estaré reuniéndome con él una vez al día todos los días. Cuando lo vea más centrado y canalizado bajaré también esas visitas, hasta que podamos reunirnos 2 veces por semana por lo menos. Es necesario que el recuerde como gestionar sus emociones, lo sabe hacer, así que no es que le enseñaré, pero debe recordarlo. Me reuniré con él en su casa y en mi consultorio, les pasaré el horario. Es imperativo de que salga de la casa también. Y por último, no lo medicaré. Lo necesito despierto, activo completamente. Si él va a recaer en la depresión, que lo haga de una vez para apagar ese fuego, pero darle un medicamento que solo jugará con su dependencia y que alargará la recaída porque no le permite tomar control de sus emociones, no es como he tratado esto con él en el pasado.
Alexa nos dio algunas indicaciones más sobre la forma correcta de hablarle, la paciencia que debemos tener y les explicó a los “nuevos” que era la depresión y cómo lidiar con ella. Algo de lo que yo ya sabía. Finalmente nos pidió un tiempo para hablar con cada uno por separado.
—¿Cómo te encuentras?—me preguntó.
—Asustada, ansiosa, preocupada y un tanto feliz.
—¿Por qué feliz?.
—Porque Hayden no se murió, porque yo si creo que son sinceros en querer arreglar las cosas. Siento que recuperé a mi familia o que por lo menos ya estoy en vía a recuperarla.
—Son buenas razones para estar feliz. ¿Y por qué preocupada?.
—Bueno, me preocupa la recuperación de Hayden. Creo que no estaré del todo tranquila hasta que salga de acá. Pero… me preocupa que los muchachos no sepan cómo lidiar con Hayden, que no estén completamente dedicados a curar las heridas que le causaron.
—Bueno, yo hablé con ellos y los veo bien comprometidos. No creo que eso sea un problema. Sin embargo, si quiero aclararte que si bien es cierto que existe una causa que empujó a Hayden a esta situación, también es cierto que él ya estaba en la orilla de todo. Siempre ha estado en la orilla de ese precipicio. Y las heridas que Hayden se causó, las hizo él mismo. Justificar que lo hizo por su situación con la familia, es excusarlo de su responsabilidad. No importa el daño que le hayan hecho, él no debió y no debe atentar contra su vida. Vamos Amelia, que la familia pelea, discute y se deja de hablar por meses años y a veces nunca se reconcilian y a pesar de todo eso, la persona no debe atentar contra su vida. Familiares mueren, hijos mueren, amigos mueren, y no hay justificación para acabar con nuestras propias vidas, ni lastimarnos.
—Es que…—balbucee.
—Necesitas que alguien se haga responsable del estado de Hayden, pero yo necesito que él se haga responsable de sus propios actos, mientras las personas que lo rodeen crean que la responsabilidad es de otro, él no avanzará. Todo se reduce a amor propio. Una persona puede estar en una relación toxica y dañina, que la lleve a perder su amor propio, su auto respeto, pero comenzará a sanar solo cuando entiende su cuota de responsabilidad en lo que sea que esa persona haya cedido para que no la respetaran, el no darse su puesto, su valía. Lo mismo ocurre con Hayden. ¿Qué importa si alguien me deja o no quiere estar conmigo? Si no quiere estar ¡que se vaya! Porque una persona así nadie debe tener en su vida. ¿Me explico?.
—Si. Entiendo lo que me dices.
—Y sin embargo tienes un pero— Alexa sonrió porque me conocía muy bien
—Creo que si le doy toda la responsabilidad a Hayden, los demás no verán el daño que causaron.
—No les quites su responsabilidad, es darle cada quien la cuota que le corresponde. Fernando, Mike, Rámses y Gabriel fueron unos inmaduros que se negaron a afrontar sus problemas como gente adulta y razonable, esa es su responsabilidad. Hayden intentó quitarse la vida, y esa es su responsabilidad.
Permanecí callada pensando en sus palabras, sabía que tenía la razón…
—¿Pero?—volvió a preguntar. Ella me leía como si yo fuese un libro abierto—. ¿Qué es lo que de verdad te tiene así de enojada?
Medité por un rato aunque la respuesta vino a mi mente en el primer segundo, solo que tenia miedo de decirla. Finalmente, respiré y solté lo que me estaba conteniendo.
—Que a pesar de todo el esfuerzo que hicimos Ulises, Jeremy y yo, todo el amor que le demostramos, los cuidados, todo, para él no valió nada. Al final de todo, no fue suficiente para no quitarse la vida. Y se que suena muy egoísta, no me creo el sol para que todo gire en torno a mi, pero no puedo evitar sentirme así
—Ajá, ya veo.
Fue el turno de Alexa de permanecer callada, yo también la conocía y sabía muy bien lo que eso significaba.
—Cuando una persona está en un estado depresivo, cualquiera que sea pero más cuando estas en el nivel de Hayden, lo quiere todo. Si no lo tienes todo, es como tener nada. Si tiene el buen trabajo, la familia perfecta, los hijos perfectos, el perro perfecto, pero le colocan una multa de transito porque se saltó una luz roja, esa multa será suficiente para que nada más importe. Hayden quiere todo, y no lo tiene, lucha constantemente con esa idea de que lo que tiene no vale, se repite a si mismo que todo lo que tiene es suficiente para ser feliz, que él vale, que él es importante, que él merece cosas buenas y que si tiene esas cosas buenas; cuando algo falla no pierde una sola porción, pierde todo. Y ustedes son una familia, una unidad, o lo tiene todo o no lo tiene, cuando perdió a Mike, a Fernando a los chicos, perdió todo, no porque ellos fuesen todo, sino porque no puede tener algo incompleto. Esta crisis pudo haber sido porque se pelearon todos, pero también pudo haber sido porque uno de ellos lo rechazó, mientras los demás permanecían a su lado, iba a ser igual si eran todos o era uno solo. Se que no es fácil de entender, pero quiero que pienses en eso. Te enviaré algunas cosas a tu correo que me gustaría que leyeras y si tienes preguntas o dudas, podemos escribirnos si te parece. Es una técnica que me ha funcionado con otros pacientes. Y además de esa lectura, también te recomiendo que esos miedos los hables con Hayden, porque tu también saliste herida con sus acciones, así que él debe asumir también la cuota que le corresponde de responsabilidad.
Asentí con un gran nudo en la garganta que me costaba tragar y me dificultaba respirar. Me sentía insuficiente para Hayden a pesar de que entendía todas y cada una de las palabras que me dijo Alexa. Creo que yo también necesitaba sanar mis heridas, y Hayden, como dijo Alexa, debía ayudarme a hacerlo.