Capítulo 9
"Eso espero, hijo, eso espero".
Continuamos comiendo en silencio, y cuando finalmente recojo los platos de la mesa, la abuela me los quita de la mano y me indica que me siente.
-Pasa un rato con tu amiga, cariño, yo lo haré- dice en voz baja, y casi me echo a llorar.
Finalmente.
Julian me sonríe, luego le entrega su plato y le agradece cortésmente.
Cuando la abuela va a la cocina doy un suspiro de alivio.
- Lo siento realmente. Ni siquiera sé por qué sigues aquí y no te has escapado- Le doy una mirada de pena.
Nadie más había presenciado nunca ningún episodio de abuela. Solo yo, Gin y Ross.
-No hay problema, me gusta estar con tu abuela. Ella es una persona hermosa y no merece estar sola. Me rompe el corazón escuchar esas palabras, espero que realmente lo diga.
Asiento, -Sí, es una persona hermosa. Trato de estar cerca de ella tanto como sea posible, pero con la escuela y los amigos, a veces termino estando un poco en casa y...
-No me refería a ti, Janette. Eres el único que se ha quedado con ella desde lo que me dijo".
Entonces realmente habló de mí.
-Mis padres están en México por trabajo, regresan a veces- Me encojo, no quiero pensar en ellos ahora.
En realidad de momento hace tres meses que no los veo, pero detalles. Tal vez sea mejor así. Tenerlos aquí, discutiendo h sobre h es más estresante que tratar solo con la abuela.
-Eres raro- me dice Julian entonces, mirándome a los ojos.
Dios, esos ojos.
-¿Qué quieres decir?- ¿Yo raro? Creo que soy una de las personas más ordinarias del mundo.
-Que quien esté a tu lado tiene suerte de tenerte, Janette. Nunca dejes de ser quien realmente eres- comienza a levantarse de la mesa, lo detengo envolviendo mi mano alrededor de su brazo.
Y no sé por qué, le pregunto. -Quedate por favor-.
Observa mi agarre en su mano, luego sus ojos verdes, más oscuros que los de Ross, regresan a los míos. Ahora que lo pienso, parecen tener el mismo color que un prado bajo un cielo cubierto de nubes grises.
Tal vez sea mejor si desaparece , creo. Tengo altas posibilidades de arruinarlo todo.
-Pues yo debería estudiar, ¿tú?- me pregunta entonces.
-Yo también- Solo digo.
-Bien. Luego iré a buscar mis libros y volveré aquí. ¿O es un problema?- Me muerdo el labio inferior, insegura, luego miro hacia arriba.
-Perfecto- Lo solté.
Realmente pasamos el resto de la tarde estudiando. Por lo que entiendo asistió a la academia militar y quizás por eso a mis ojos se vuelve aún más sexy de lo que es, a pesar de haber agregado que luego se dio por vencido. Es unos años mayor que yo, lo cual es otra cosa que lo hace aún más sexy.
Observo cómo se tensan los músculos de sus brazos mientras se recuesta en mi cama, con una mano detrás de la cabeza mientras que la otra sostiene el libro abierto frente a su cara. Ese pantalón gris debería ser ilegal.
Janette, no hagas esto.
-¿Qué tal si dejas de estudiar? Estoy un poco aburrida – Giro mi silla giratoria hacia él, él baja el libro para mostrarme sus ojos.
Después de todo, si tal vez él también quería solo esto, ¿qué tiene de malo?
-Solo hemos estado estudiando desde...- inclina la cabeza hacia un lado para mirar la hora en su reloj, entonces de repente lo veo enderezarse. -Tengo que salir corriendo, lo siento- dice poniéndose de pie.
¿Pero cómo?
Rápidamente recoge sus libros, literalmente arrojándolos dentro de su bolso.
-¿Tarde para una cita?-
Vamos, ¿en serio?
-Todavía no, pero sí, en diez minutos llegaré tarde- sonríe levemente, yo también me levanto sin saber cómo saludarlo.
-Entonces corre, las chicas odiamos esperar- Le devuelvo la sonrisa, comenzando a guardar mis libros en mi mochila también.
Dime que no estás comprometido, vamos.
-N-no, no tengo una cita en ese sentido- me mira desconcertado, -tengo que conocer a mi padre, tengo una entrevista para incorporarme al negocio familiar-.
Gracias a dios.
-¿Necesito hacer una entrevista para unirme al negocio familiar?- Pregunto con un toque de diversión.
-En mi opinión si, los míos son muy rígidos- se lame el labio inferior colocándose la bolsa en el hombro y creo que ese pequeño gesto ya se ha convertido en mi favorito. Su mirada cae sobre mis piernas desnudas, luego vuelve a mis ojos.
¡Sí, pero luego ves que no soy yo el que piensa mal!
-Ya veo...- en realidad no tanto, estoy demasiado distraída con esa maldita mirada para escucharte.
-Hasta luego- Me despierto cuando lo veo ir hacia la puerta.
"Definitivamente", dice, su voz más baja y ronca mientras sus ojos se fijan en los míos una vez más.
Y cuando finalmente se va, lo primero que pienso es - Será mejor que se vaya -. Inmediatamente después en cambio -seguramente le rogaré que me lo repita- .
Me tiro en la cama a regañadientes, tomo mi teléfono y reviso mis varios mensajes. El último me llama toda la atención.
-No puedo-.
Ross estúpido.
samantha ela
-¿Qué tal pasta a la boloñesa?- Inmediatamente levanto la nariz, nunca me ha gustado.
-¿Hamburguesa y patatas fritas?- vuelve a preguntar Ross, rindiéndose a nuestra cena habitual cuando estamos solos en casa. Le sonrío agradecida mientras tomo asiento en el sofá de la sala de estar. Kiara tuvo que irse por un compromiso importante y yo me quedé para hacerle compañía a Ross.
-Mi Reina, creo que llamaremos a la pizzería esta noche porque no hay hamburguesas. En verdad no hay absolutamente nada, mañana iré de compras. ¿Ya te dije que mamá está fuera de este mundo estos días?- Ross se une a mí y luego se sienta a mi lado. Su brazo rodea mis hombros.
-Sí, está muy distraída, es verdad- Asiento con la cabeza, mientras lo escucho marcar un número en su teléfono.
Finalmente se calmó un poco después de esa historia de Mark Timo. Mi corazón todavía late con fuerza por lo culpable que me siento y sé que solo hay una forma de calmarlo. Ross no me ha soltado desde que regresamos.
-Tengo miedo de que esté saliendo con alguien y me lo oculte- me dice Ross en voz baja, devolviéndome a la realidad. Sé que cuando dice -Tengo miedo- literalmente quiere decir que tiene miedo. Ella cree que Kiara no tiene buen gusto en los hombres, de hecho siempre termina eligiendo a aquellos que no la merecen.
-Hola, si, ¿es posible pedir dos pizzas?- Ross se levanta para hablar con la pizzería, empiezo a encender la televisión y busco algo lindo para ver en Netflix.
¿Y si Kiara realmente estaba saliendo con alguien? ¿Por qué ocultárselo a Ross? Él es su hijo y solo quiere protegerla, es normal que se preocupe, especialmente después de todo lo que le hizo pasar ese monstruo. Solo pensar en lo que me dijo Ross me da ganas de abrazarlos. El y su madre. Solo desearía que estuvieran bien y olvidaran por lo que pasaron, pero sé que eso no es posible. Ciertas cosas se quedan en tu mente y difícilmente puedes dejar de pensar en ellas.
-Listo, llegarán en un cuarto de hora- me anuncia Ross, acercándose nuevamente a mí.
Quién sabe cómo lo cambió su padre.
-¿Quieres que hable con Kiara?- propongo apoyando la cabeza en su hombro.
Quiero ayudarlo.
-¿Lo harías?- Se gira para mirarme mientras una dulce sonrisa cruza sus labios. Saca su labio inferior para ablandarme y eso me hace reír. Me abrazo más a él.
-Claro que sí, yo también mataría por ti- repito sus propias palabras.
Realmente lo haría. Si tuviera a ese monstruo aquí lo mataría por todas las veces que se atrevió a tocar a sus hijos y a su esposa. Por todas las veces que lastimó a Ross, obligándolo a retirarse a lo que es hoy.
Lo escucho suspirar, -Tenía muchas ganas de hacerlo, ¿sabes? Matar a ese idiota de Patt- Puedo escuchar todo su enfado a través de su tono de voz, que a pesar de todo trata de mantener la calma.
Pero no siento nada.
No tengo ganas de hablar de eso.
"Gin, ¿realmente crees que es tu culpa?", tragué en silencio.
-Creo que tengo miedo de lo que los demás puedan pensar de mí...- No puedo levantar más la voz, ya es mucho lo que le estoy diciendo. -Sobre lo que puedo hacerle pensar o lo-- que mi cabeza puede pensar.
De lo que mi cabeza y mis pesadillas pueden crear sin mi control. O descubrir que en realidad no son solo creaciones, esas.
-Gin, eres la chica más pura que conozco y eso no significa nada, porque también podrías ser una perra como Janette y en cualquier caso nunca, nunca, si alguien todavía te mandó esas fotos y te dijo esas cosas, es seria tu culpa Nunca, recuerda eso. Puedes hacer lo que te de la puta gana, se llama libertad, y no te puedes privar de ella por un idiota como ese- Ross toma mi mano, mientras con la otra gira mi rostro hacia el suyo.
Pero es mi culpa, lo sé. soy el equivocado es mi cabeza
-Apágalo- me dice Ross, obligándome a mirarlo a los ojos, como si acabara de leerme la mente.
-No puedo, ya sabes- susurro.