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7

Me quito el abrigo y lo apoyo contra el respaldo del sofá y luego voy a la cocina. Abro el refrigerador y tomo una buena cerveza fría. Entonces decido ir a mi oficina y sentarme en mi escritorio. Enciendo mi Mac y reviso mis correos electrónicos durante todo el día. Uno de los últimos es de Andrew y cuando lo abro, entiendo que es el archivo de la niña. Así descubro que, además de gustarle la nutella, nació en San Petersburgo y que, tras la trágica muerte de sus padres en un accidente de coche del que ella fue la única superviviente, fue adoptada junto a su hermana menor por su tía. Una mujer exitosa a menudo viaja por trabajo. Su hermana, Emy, ha tenido fibrosis quística durante aproximadamente un año. La enfermedad aún no está en un estado avanzado y esto le permite aún poder vivir en su casa. Leí mucha otra información que me lleva a suponer que trabajas en Lux simplemente para continuar tus estudios como me dijiste y mientras tanto cuidas de tu hermana. Lo que hace su gran crédito. Busco en Internet la noticia del accidente de sus padres, ocurrido unos años antes. Cristy tenía quince años en ese momento y estaba sentada en el asiento trasero. Al parecer, por alguna razón aún desconocida, el conductor perdió el control del automóvil y se estrelló contra el tronco de un árbol. El padre murió instantáneamente mientras que la madre faltó al hospital esa misma noche. Cristy sobrevivió con una conmoción cerebral y un brazo roto, pero se recuperó sin problemas durante los meses siguientes. Su hermana, por otro lado, estaba en casa esa noche.

Leí todo el artículo detenidamente pero no hay información sobre la causa de la escora, lo cual me resulta un poco extraño. Retrocedo y me recuesto en mi silla, mis ojos se posan en mi teléfono apoyado en la mesa y una idea extraña aparece en mi cabeza. Entonces, sin pensarlo dos veces, busco el número de la sala de niños de Moscú e inicio la llamada.

-Buenas noches, ¿en qué puedo ayudarlos?- responde una voz femenina joven, probablemente perteneciente a una enfermera.

-Buenas noches, quisiera hacerle unas preguntas sobre un paciente.-

-¿Tuviste acceso a urgencias esta noche?-

-No, es una niña a la que creo que estás cuidando.-

-Lo siento señor pero no puedo dar información confidencial. Trate de llamar a la oficina mañana por la mañana. Buen ser..-

No dejo que termine mientras revelo mi identidad resoplando. -Soy Gabriel Ivokiv.-

La niña se queda en silencio por unos segundos y luego, con voz temblorosa, me informa que el primer médico disponible pronto pasará por mi lado.

Sonrío satisfecha y me levanto para servirme un vaso de whisky escocés, la cerveza no me satisface en absoluto.

Me siento en mi escritorio en el momento exacto en que un hombre comienza a hablar.

-Buenas noches Sr. Ivokiv, estoy en Dr. Morozov, ¿en qué puedo ayudarlo?-

-Hola doctor, quisiera pedirle algunos datos del que creo que es su paciente.-

Lo escucho vacilar y luego responderme con un poco de incertidumbre. -No podría revelarte ciertas cosas por una cuestión de privacidad, sobre todo si el paciente es menor de edad.-

-Me importa una mierda tu privacidad, doctorito. ¿Estás seguro de que no puedes responderme?-

Después de un leve suspiro, me responde. -¿Qué te gustaría saber?-

-El nombre de la paciente es Emy...- Me desplazo rápidamente a la primera página del archivo en la computadora para encontrar el apellido de las dos hermanas. -...Emy Ivanov.-

-Emily Ivanov, ella es mi paciente. Una niña muy dulce de apenas diez años.- responde.

-¿Qué me puedes decir de ella?-

-El año pasado le diagnosticaron fibrosis quística. La enfermedad apenas comienza, pero desafortunadamente necesita tratamiento y medicamentos muy costosos. La familia no puede permitirse visitas regulares y el paciente no tiene seguro.-

-¿Qué tipo de enfermedad es?- Pregunto, no siendo muy conocedor del tema.

-La fibrosis quística es la enfermedad genética grave más común, afecta a varios órganos, especialmente al sistema respiratorio y digestivo. Se caracteriza por la producción de moco excesivamente espeso que cierra los bronquios y conduce a infecciones respiratorias repetidas. En el peor de los casos, las infecciones persistentes llevan al deterioro progresivo del tejido pulmonar y luego a la muerte.-

-¿Es curable?- pregunto, ahora intrigado por la historia.

Lo escucho suspirar con tristeza. Desafortunadamente, muy poco se puede hacer en estos casos. Hasta la fecha no existe cura y la enfermedad condena a los pacientes a una vida llena de penurias y dificultades. También es degenerativa y la esperanza de vida no supera los cuarenta años. Por suerte la pequeña está fuerte y la enfermedad no es tan rápida como en otros casos. Pero dentro de unos años, si no se trata, empeorará drásticamente”.

-Además de los tratamientos, ¿no puedes hacer nada más?-

-Uno podría intentar un trasplante de pulmón pero rara vez tiene un resultado positivo. Desafortunadamente, el cuerpo tiende a rechazar los pulmones y el paciente muere en los días siguientes a la operación. En cualquier caso, la intervención está descartada dada la escasa disponibilidad económica. Todavía estaría en lista de espera y lamentablemente algunos sujetos mueren incluso antes de haber encontrado un donante.-

-Ya veo...-

-¿Tiene alguna otra pregunta señor?-

-¿Sabes algo del accidente de tu familia?-

-Llegué a este hospital al año siguiente pero si quieres puedo checar en la computadora.-

-Si gracias.-

Lo escucho escribir en el teclado y luego me lee el resultado en voz alta.

-El padre...-

Lo interrumpo para hacerle la única pregunta que me importa la respuesta. -¿Cuál fue la causa del accidente?-

-Nunca se supo la causa real de la escora. Uno piensa en un malestar del conductor pero nunca nada puede confirmar o negar la cosa. La hija aseguró no recordar nada y los agentes decidieron no estresarla demasiado dado el trauma que acababa de sufrir. El caso fue desestimado como un trágico accidente.-

-Gracias por el tiempo que me dedicaste. Necesito una última cortesía.-

-Dígame.-

-Le pido que me mantenga informado sobre todos los avances de la enfermedad de la niña. Quiero saber todo.-

-Pero...- el médico trata de objetar pero lo bloquea de raíz.

-¿Algo en contrario?- Pregunto endureciendo mi voz.

-Absolutamente no, señor. Te dejare saber todo.-

-Perfecto, gracias de nuevo. Buenas noches.- digo antes de cerrar la llamada y volver a mirar la foto de la chica del archivo.

Ella es realmente hermosa. Pienso en la discusión que tuvo lugar esta noche en el vestuario y sonrío pensando en el hecho de que, por la forma en que me miró, probablemente aceptará mi propuesta.

Todavía es joven y estoy seguro de que está muy intrigada y fascinada por mí. Probablemente me ve como un hombre rico e importante y eso hace que quiera contactarme.

Además, el hecho de que todavía sea pura realmente me emociona. No puedo esperar para enseñarle cómo satisfacerme de la manera más pervertida que jamás haya existido. Ella me dará placer tanto como yo también... porque sí, soy egoísta, pero no puedo esperar a oírla jadear mi nombre mientras se estremece alrededor de mi polla.

Ante estos pensamientos mis pantalones se aprietan y follan... No veo la hora de volver a verla.

Oh nena Cristy, espero que estés lista para lo que mi cabeza pervertida tiene en mente para ti.

Así que Emy, ¿cómo te sientes?- pregunta el médico, con una dulce sonrisa en los labios.

-Me cuesta respirar cuando estoy tumbada, pero por lo demás creo que estoy bastante bien.- responde moviendo las manos con nerviosismo.

Me acerco y coloco una mano en su hombro.

“Cuéntale lo que pasó anoche, cariño.” La animo, tratando de mantener la calma.

-Tuve un ataque de tos, pero todo está bien.- minimiza, bajando la mirada al suelo.

Suspiro, luego miro al doctor.

-No está nada bien. Anoche tuvo un fuerte ataque de tos y dijo varias veces que le costaba respirar. Estaba muy preocupada.- revelo, mirando a mi hermana de reojo.

El médico toma el estetoscopio en la mano y se acerca a la niña sentada en la silla.

-Ahora escucharé tu corazoncito y tus pulmones como siempre lo hago, ¿de acuerdo?-

Emy asiente y sigue las instrucciones del médico que le dice cuándo y cómo respirar.

Sin embargo, cuando pasa al pulmón derecho, se detiene más de lo habitual y hace que la respiración se repita varias veces. Me mira y veo algo en sus ojos que no me gusta nada.

- Está bien, Emy. Lo hiciste genial. ¿Ahora puedes esperar un par de minutos tengo que hablar con tu hermana?-

Ella asiente y luego se gira hacia mí para sonreír suavemente.

-Ya estaré allí, ¿de acuerdo?- susurro, y recibo una pequeña indirecta como respuesta.

Cierro la puerta detrás de mí y respiro hondo.

-¿Dónde está tu tía, Cristy?-

-En algún lugar de América. Hace un par de días que no sé nada de ella pero ayer me mandó algo de dinero para la compra.- digo irónicamente con tono mordaz.

Veo al doctor moviendo la cabeza desconsoladamente. -Cristy, necesito hablar con el tutor legal del niño.-

-Soy su hermana, por favor doctor.-

-Cristy, no eres la tutora y también eres menor de edad. Creo que es hora de pedir la intervención de los trabajadores sociales.-

Suspiro, rodando los ojos. -Sabes lo que pasaría. Estaremos separados y Emy no recibirá la atención que necesita. Para el Estado solo eres una carga y además en dos meses seré mayor de edad y pediré la custodia.-

-El problema es esta Cristy. No sé si sobrevivirá dos meses.-

Me congelo en el lugar y pongo los ojos en blanco.

-¿Disculpe?-

-Emy tiene un neumotórax. El aire se acumula entre el pulmón y la pared torácica y esto conducirá al colapso parcial o incluso total del pulmón. Necesito una radiografía para estar seguro, pero estoy bastante seguro de que tendré que operar".

-¿Pero como puede ser eso? ¿Me estás diciendo que mi hermana tiene un pulmón perforado y que no siente el más mínimo dolor?-

- A veces puede ser asintomático y eso es lo que lo hace mucho más peligroso. Afortunadamente, tuvo un ataque de tos que te alarmó, pero las cosas solo empeorarán a partir de ahora. Siento mucho si soy tan brusco pero necesito que entiendas la gravedad de la situación, Cristy.-

Mi visión se nubla y me veo obligado a apoyarme contra la pared detrás de mí. Llevo una mano a mi frente rezando para que todo esto sea una pesadilla.

-Necesito el consentimiento del tutor para proceder al tratamiento.-

Jadeo por aire, pero pronto me encuentro teniendo que volver a mis sentidos cuando el médico vuelve a abrir la puerta de la cirugía para hablar con Emy.

-Cariño, del uno al diez, ¿cuánto te duele el pecho?-

Ella levanta la cabeza y en un pequeño susurro, dice el número cinco.

-Okey. ¿Has experimentado algún otro síntoma?-

Me mira y, con un poco de vergüenza, asiente. Supongo que se siente culpable por no decírmelo.

Le sonrío haciéndole entender que todo está bien.

-No es la primera vez que la crisis de tos es tan fuerte. Creo que me pasó dos o tres veces cuando Cristy no estaba.-

Las lágrimas brotan de mis ojos y me veo obligado a poner mi cara contra el techo.

-OK, cariño. Es importante que le digas estas cosas, ¿de acuerdo?-

Emy asiente y se pone de pie y luego se gira hacia mí. Al verme llorar, comienza a correr hacia mí y luego envuelve sus brazos alrededor de mi cintura.

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