Librería
Español
Capítulos
Ajuste

Capítulo 4

Cierro la puerta del baño con seguro por si a Robbie se le ocurre preguntar dónde estoy. Me siento en el suelo del baño con mis rodillas apegadas al pecho y mi cabeza escondida en el hueco que se forma entre mi pecho y mis rodillas. Me escondo como una cobarde porque ahora tengo miedo. No, estoy aterrada.

El miedo hace que no pueda llorar cuando es lo que más quiero hacer en este momento. Quiero llorar, quiero gritar, quiero golpear las paredes, hacerme mierda los puños golpeando cosas a mi alrededor. Quiero volver el tiempo hasta el día en que Tony y yo perdimos el control, decirle que nos vayamos a dormir temprano, desearle buenas noches e ir a dormir tranquilamente.

Quiero que el dolor en mi pecho se detenga.

Mi respiración se vuelve trabajosa. No puedo pensar bien y ahora es cuando más necesito hacerlo. Aprieto con más fuerza mis rodillas contra mí haciendo que mis manos se tornen blancas por el esfuerzo.

Trato de mantenerme en este mundo, en este baño, en este piso, pero me cuesta. Mi mente comienza a divagar en las reacciones que tendrán las personas que están en mi vida cuando sepan que cometí uno de los errores más grandes que puede cometer una niña de mi edad. Porque si, yo aun soy una niña que cometió un error y ahora tendrá que pagar las consecuencias.

Dios, soy una niña. No puedo tener un niño dentro de mí. No debería poderse. ¡Todavía estoy en la escuela!

¿Y Tony? Él ni siquiera está conmigo y no tengo idea de cuándo va a volver. Puede incluso que cuando termine el servicio militar lo manden a alguna unidad muy lejos de aquí. ¿Dejará él su carrera por mí? ¿Por nosotros? No, no quiero que lo haga.

Nadie se tiene que enterar de esto. Nadie.

¿Pero cómo escondo un embarazo? Por unos meses es posible. Hasta los cinco meses creo que podría esconderlo con unas sudaderas grandes y más tomando en cuenta que en ese tiempo vamos a estar en invierno.

Mi mente comienza a crear un plan en donde nadie se va a enterar de esto hasta que ya no pueda esconderlo más. Depende de cómo crezca mi vientre, podría hacerlo hasta los seis meses. Puede que más si es que no quiere crecer mucho.

No le diré a nadie. No a Robbie, no a Mack ni Sam, no a Tony y definitivamente no a mamá. Ella no me va a apoyar. Si le digo le daría la excusa perfecta para deshacerse de mí y no quiero eso. Tengo que mantener una vida estable el mayor tiempo posible. Antes de que mi vida se vuelva un caos total.

Trato de mantenerme en tierra pensando con lógica. Pensando en el futuro y lo que tengo que hacer de ahora en adelante. ¿Buscar un trabajo fijo? Si, voy a necesitar el dinero.

Estoy tan asustada. No puedo con esto. Esto es demasiado para mí.

¡Soy solo una niña de quince años!

Mis manos comienzan a dolerme y no entiendo porque hasta que me doy cuenta de que me he estado rasguñando todo este tiempo. Pequeñas gotas de sangre comienzan a salir por las heridas que me hice sin querer hacerlo.

Ahora todos van a pensar que me estoy cortando. Genial, más caos a mi vida.

Intento levantar la cabeza, pero no puedo. Sé que cuando deje la oscuridad de este hueco que he creado las pruebas de embarazo van a estar ahí, como si quisieran burlarse de mí.

- ¿Por qué fui tan tonta? - susurro para mí misma- Soy una niña, no puedo con esto. Mierda, yo no puedo con esto.

Pensé que el mayor error que había cometido era hacer tenido sexo borracha con mi mejor amigo cuando no lo amaba, pero el mayor error fue eso combinado con que lo hicimos sin protección.

-No puedo con esto- repito tantas veces que hasta me canso.

Las lágrimas aun no quieren salir. Se me quedan atascadas en la garganta donde tengo un nudo enorme que no me deja desahogarme como quiero hacerlo.

Pienso en Tony y en lo que será para él cuando sepa esta noticia. ¿Estará decepcionado? Si y mucho, pero también feliz. Es Tony, siempre está feliz por este tipo de cosas. Todo sería mucho más fácil si él estuviera cerca. Necesito a alguien que me sostenga, que me diga que todo va a estar bien y que mi vida no está totalmente arruinada como pienso que lo está ahora.

Todos mis sueños parece que se han ido a la basura. ¿Ir a la universidad? Pfff, con suerte y mucha, voy a terminar el instituto.

Quería viajar con Mack, recorrer el mundo y vivir experiencias nuevas. Todo eso se ha acabado en el momento en que mi cuerpo no se pudo resistir a su hermano mayor, mi mejor amigo del que no estoy enamorada, no somos novios y, aun así, vamos a tener un bebé.

Mierda, voy a tener un bebé. Todavía trato de asimilarlo, pero es difícil.

Debo ser la peor madre del mundo. En lo único que pienso es en todo lo que este pequeño caos que está creciendo dentro de mí me va a quitar y no en lo que me va a dar. Bueno sí, me va a dar muchos problemas, pero me refiero a las cosas buenas que me va a traer.

-No quiero ser mamá- susurro con la voz ahogada- No puedo hacerlo. No ahora.

Las lágrimas por fin hacen su aparición y lloro desconsoladamente por un tiempo que me parece infinito. Trato de no hacer ruido porque Robbie podría escucharme, pero es difícil. Con las lágrimas llegan las ganas de gritar nuevamente y de destruir todas las cosas a mi alrededor. ¿Por qué? Porque así me siento. Destruida.

Todo esto lo hago sin mover un músculo. No puedo hacerlo. Estoy atascada al suelo de mi baño. Él es mi único confidente, el único que sabe lo que estoy sufriendo y lo que voy a sufrir de ahora en adelante porque sigo con la idea de no decirle a nadie lo del bebé hasta que sea completamente necesario.

¿Podré soportar la carga yo sola? No poder hablar con nadie de esto podría destruirme más de lo que ya estoy, pero tendré que correr el riesgo.

No puedo decirle a Mack por más que me gustaría hacerlo y si el padre del bebé fuera otra persona ella ya estaría aquí consolándome en sus brazos, pero ella es la tía del invasor así que no puede saberlo.

Nadie que esté relacionada conmigo o con Tony puede saberlo y lo peor es que no hay gente en mi vida que me importe lo suficiente como para contarle esto.

¿Y Bren? Levanto la cabeza al pensar en Brennan. Me concentro en sus ojos y su sonrisa. Pienso en que ahora jamás podré tenerlo, aunque quizá tampoco hubiera podido sin que hubiera pasado esto. Bren es un muy buen amigo y conmigo es diferente. No se comporta de una manera engreída ni superficial como con los otros y si lo hace solo es de broma.

¿Podría contarle esto a Brennan? No lo sé, no podría soportar que no me apoyara y que se alejara de mí como muchas personas lo harán cuando se enteren de esto en muchos meses más. Como mamá y muy probable Robbie, aunque él estará más preocupado de intentar golpear hasta la muerte a Tony.

Siento pasos que vienen a lo lejos y paro de llorar de manera instantánea. Es Robbie, todavía es muy temprano para que llegue mamá a menos que haya pasado cinco horas en este frío y acogedor piso, lo que no lo dudo ni en segundo porque perdí la noción del tiempo.

Me levanto de un golpe cuando siento que los pasos se acercan más y más a mí. Me detengo cuando siento una pequeña punzada en el estómago que me deja paralizada un segundo. Me vuelvo a sentar en el suelo hasta que todo se siente normal nuevamente y me levanto con mucho más cuidado.

Voy a tener que ser más cuidadosa de ahora en adelante.

Tomo las pruebas de embarazo y las envuelvo en un poco de papel higiénico y me las guardo en el bolsillo.

- ¿Cassie? - pregunta Robbie entrando a mi habitación- Mierda, ¿te escapaste de nuevo, Cass? - pregunta más para sí mismo que para mí, pero lo suficientemente alto como para que yo lo escuche.

-Rob, estoy en el baño, idiota- le digo intentando sonar normal, pero estuve llorando mucho tiempo así que no suena muy bien mi voz.

- ¿Estás bien, Cassie?

-Me siento un poco enferma- le digo y no creo que sea mentira- ¿Podrías ir a buscarme un vaso con agua?

- ¿Qué tienes, hermana? - pregunta apegándose a la puerta.

-Nada grave, solo me cayó algo mal al estómago.

Si, un bebé- pienso con dolor.

-Voy a por tu vaso de agua- me dice y escucho como sus pasos se alejan de mi habitación.

Me lavo la cara con un poco de agua e intento secar las lágrimas, pero tengo la cara tan hinchada que se ve a kilómetros que estuve llorando.

Salgo del baño, escondo las pruebas de embarazo debajo del colchón de mi cama y me acuesto debajo de las sábanas. Es una pequeña tortura porque hace mucho calor, pero tengo que esconderme o al menos verme lo más enferma posible.

Robbie se demora menos de dos minutos en llegar a mi habitación, escucho como deja el vaso de agua en mi mesa de noche y se sienta en mi cama junto a mí.

-Cassie- me llama él y me doy la vuelta- ¿Qué pasó aquí con Mack antes?

- ¿Por qué lo preguntas?

-Ella se fue muy rápido.

-Tenía cosas que hacer, Rob- le digo y me sorprende que esté más preocupado de Mack que de la hinchazón de mis ojos- Además, no quería estar en la misma casa que tú.

Sé que lo que le digo le duele y me duele a mí hacerle daño, pero es que necesito guiar la conversación hacia él y así evitar posibles preguntas.

Lo siento, Robbie.

-Supongo que me merezco eso- dice con una risa nerviosa- Al menos ella ya terminó con su novio, ¿no?

-No te atrevas a buscarla de nuevo, Robert- lo amenazo nuevamente- Ella está feliz y tranquila así.

-Solo quiero hablar con ella, Acacia- me dice molesto- Al menos pedirle perdón por todo el daño que le hice.

-No tienes que hacer eso. Ella ya te perdonó.

-Pero no quiere saber nada más de mí.

-Perdonar y olvidar son dos cosas muy diferentes, Rob.

Veo como la expresión de Robbie se va volviendo más sombría y un poco más triste. Odio tener que hablarle a él de esta manera, pero ahora era necesario. Tenía que desviar la conversación hacia él y algo que lo dejara pensativo y no volviera a verme a la habitación.

Robbie se levanta de la cama y me entrega el vaso con agua que yo gustosa se lo recibo. Me estaba muriendo de sed. Pareciera que le puso algo, debe ser una gota para el estómago. Debería averiguar si esas cosas no le hacen daño al bebé o algo así.

No sé nada de bebés. Tendré que averiguar e ir al médico. Eso costará dinero que no tengo.

Apunto en mi lista mental como prioridad: Conseguir trabajo y con el dinero que tengo pedir una hora al médico.

Jamás pensé que me iba a tener que preocupar por estas cosas.

-Cassie- llama mi atención mi hermano- ¿Sabes que me puedes contar cualquier cosa que te esté pasando, ¿verdad?

Eso hace que me dé una puntada en el corazón. No, Rob. Hay algunas cosas que no te puedo contar.

-Si, lo sé- es lo que en cambio respondo.

-Si peleas con una amiga, si te rompen el corazón- comienza a decir un poco incómodo. Él como mamá no es muy cariñoso- o si la cagas en grande algún día. Yo estoy aquí para ti.

-Lo sé, Rob- le digo con una sonrisa que me cuesta mucho mantener- Eres el mejor hermano de la vida.

Mi hermano me sonríe y después se va de mi habitación.

Mierda, Rob. Las he cagado en grande.

Descarga la aplicación ahora para recibir recompensas
Escanea el código QR para descargar la aplicación Hinovel.