Librería
Español
Capítulos
Ajuste

Capítulo 3

Dos meses después

Hace un calor horrible. Juro que deben hacer unos treinta y cinco grados y más encima estoy al sol. Todo por culpa de Bren que me ha pedido que lo ayude a cuidar a sus hermanos pequeños. Bueno, técnicamente son sus medios hermanos porque son los hijos de su madre con su nuevo esposo.

Antes, cuando éramos unos niños, el no tener un papá presente en nuestras vidas nos unió a Tony, Bren y a mí. Yo era diferente a los dos porque mi padre no había muerto, simplemente nos había abandonado. Nos llevábamos muy bien los tres, pero después la mamá de Bren se volvió a casar y comenzó a vivir una vida normal y un nuevo papá, mientras que Tony y yo crecimos con ese vacío.

Nunca me dio envidia lo de Bren. Estaba feliz por él, aunque nos alejamos.

Seguimos siendo amigos y últimamente estamos más cercanos que nunca. Ninguno de los dos fue a un lugar exótico de vacaciones como el resto de nuestros compañeros así que pasamos nuestras tardes poniendo un vaso al lado de la calle mientras tratamos de encestar con pelotas de ping pon estando al otro lado de la calle. Todo por cuidar que los hermanitos de Bren no sean atropellados mientras juegan con una pelota de fútbol.

No entiendo a los padres de Bren. Estamos en los suburbios. Apenas si pasa un auto cada una hora y puede que menos tomando en cuenta que estamos de vacaciones y casi todos nuestros vecinos deben estar en alguna playa o país extraño.

Bren me da una de las pelotas de ping pon e intento encestarla en el vaso, pero es demasiado difícil y termina como dos metros a la derecha del vaso.

-Doy asco en esto- le digo a Bren con el ceño fruncido.

-Si, estoy de acuerdo con eso- me responde entre risas.

-Pues inténtalo tú.

Con su típica mirada arrogante, y sin dificultad, encesta la pelota de ping pon en el vaso para después mostrarse aún más arrogante.

Maldito, me ha ganado todo el día en este juego improvisado.

- ¿Cómo tienes tan buena puntería? - le pregunto mientras voy a buscar la pelota de ping pon al vaso.

-Soy hombre, Cassie- me dice mientras ríe- Tengo que tener buena puntería.

-Eres asqueroso, Bren.

-Y además tengo mucha experiencia.

-Asqueroso y mujeriego- digo con una sonrisa fingida en la cara- Una de las peores combinaciones posibles en un hombre.

Bren me sonríe con satisfacción cuando vuelve a encestar. Yo ruedo los ojos y lo miro hacerlo una y otra vez.

Debo admitir que la obsesión que sentía por Bren hace unos meses ha ido disminuyendo. No es que haya dejado de encontrarlo atractivo, simpático y buen tipo, en general, solo ya no me siento tan atraída por él. Lo que no significa que ya no me guste. Aun me dan las abejas asesinas en el estómago cuando hace ciertas cosas.

Creo que algo debe ir mal en mí, pero eso ya no es un problema.

Se nos acerca el hermano menor de Bren, Daniel, que debe tener unos dos años acompañado de la mamá de los chicos que tiene un lindo vientre de embarazo.

-Hijo, te traje unos sándwiches de jamón para que los compartas con Cassie- dice la mamá de Bren.

-Gracias, mamá- dice Bren y yo le doy una sonrisa de agradecimiento.

Se me acerca Daniel porque parece muy interesado en mi cabello rubio. Lo aprieta con sus manitos, pero sin hacerme daño. Le doy un pequeño beso en la mejilla regordeta que tiene y luego hace lo mismo con su hermano mayor.

-Vamos, Dany- le dice Bren- Ve adentro con mamá.

Nos despedimos de ellos con una sonrisa mientras que veo que Bren le lanza un beso a su hermanito menor.

-Eres adorable, Coleman- le digo entre risas

- ¿Qué puedo decir? Mi familia me ha llenado de bebés y en dos meses más nace la niña que tanto ha esperado mamá.

- ¿Cómo la llamarán?

-Eliana- responde Bren con orgullo- Yo la nombre.

Río. Los hermanos de Bren son adorables. El mayor es Bren, seguido de Aaron que tiene cinco, después viene Colton de cuatro, Daniel de dos y ahora va a nacer Eliana.

Me hubiera gustado tener un hermano menor.

Tomo el sándwich que nos trajo la mamá de Bren. El olor a jamón llega a mí y de repente ya no me parece tan apetitoso como antes.

- ¿Pasa algo? - pregunta Bren con comida en la boca

-No, solo no me sentí bien de pronto- respondo alejando el jamón de mí.

Como si estuviera esperando para salvarme, veo que se acerca Mack con una cara de preocupación en la cara, una bolsa de farmacia en una mano y una botella de tres litros vacía en la otra.

-Herpes, tengo que robarte a Cassie- dice Mack tomando mi mano

-Claro, tú pareces necesitarla más- responde Bren entre risas

Mack hace que nos alejemos de Bren un poco antes de hablar. Estamos casi en la entrada de mi casa.

- ¿Qué pasa, Mack? - pregunto mirando las cosas que tiene en la mano- ¿Quieres hacer una bomba?

-Muy graciosa- responde nerviosa mientras me pasa la botella- ¿Tu hermano está en casa?

-Siempre está en casa- respondo rodando los ojos- Robbie no tiene amigos, es muy antisocial.

-Muy bien, tendremos que encerrarnos en tu habitación entonces.

Frunzo el ceño y trato de preguntarle otra cosa, pero Mack me arrastra hasta mi casa y casi corremos hasta mi habitación, ignorando que vimos a mi hermano en la entrada.

Llegando a mi habitación, que tiene un baño propio, Mack se adentra en él y sale con la botella de agua llena y comienza a beberla como una loca.

-Mack- la llamo y ella se detiene- ¿Qué haces?

-Creo que estoy embarazada- responde ella muy rápido- Tengo dos días de retraso.

- ¿Dos días, Mack? - pregunto entre risas- ¿No que tienes que preocuparte cuando sea una semana?

- ¡No quiero correr riesgos! - me grita en susurros- Compré seis pruebas de embarazo en la farmacia. Si las primeras tres salen negativas te juro que me tranquilizo.

Dejo que Mack haga lo que quiera mientras yo veo mi teléfono celular. Mentalmente pienso que hay un mensaje de Tony diciendo que se arrepintió de ir a internarse con los militares y que volverá pronto, pero no hay nada.

Los malditos militares creen que la mejor manera de "enseñar" a sus cadetes es aislarlos. Apenas pueden tener llamar una vez al mes y solo es a su casa. No puedo comunicarme con Tony. No puedo decirle nada, pero él si puede mandar cartas. Me ha mandado unas cinco en estos dos meses donde me dice lo aburrido que está y lo mucho que me extraña. Una vez intenté mandarle una carta, pero la mamá de Tony me dijo que les retenían las cartas hasta que se acabe el servicio militar, en un año más.

Odio no poder comunicarme con él. Lo extraño mucho.

Veo la cara de preocupación de Mack y me río un poco. Apuesto que todas las pruebas de embarazo saldrán negativas. Mack es demasiado preocupada cuando se trata de esto. No es primera vez que asalta la farmacia por pruebas de embarazo. Espero que sea otro susto más, porque ella terminó con su novio hace un par de semanas.

Además, son solo dos días.

Comienzo a pensar cuanto es el tiempo que tendría que pasarme eso a mí para que me preocupe. La verdad, nunca me he preocupado por esas cosas. No soy muy regular, aunque eso nunca me ha preocupado la verdad.

Ahora que lo pienso, ¿cuándo fue la última vez que me llegó el periodo? Pienso y pienso, pero no lo recuerdo bien. Ha pasado mucho tiempo. ¿Unos tres meses quizá? No, menos. Dos meses y medio. He pasado más tiempo sin tener mi periodo, pero en esos tiempos no tenía que preocuparme si es que podía estar embarazada.

¿Tendría que preocuparme ahora?

Me quedo helada. Mi sangre se congela y cuesta que circule. Ahora sí que estoy preocupada.

Intento concentrarme en Mack para quitar esos pensamientos de la cabeza, pero es difícil. Al final, las tres pruebas de embarazo salen negativas, como pensé que saldrían.

-Tres negativas- le digo tratando de poner una sonrisa en mi cara- Te dije que no tenías nada de qué preocuparte.

- ¡Gracias a todos los dioses, incluso los griegos! - grita, incluso creo que Robbie la escuchó porque está riendo- Tengo que ir a ayudar a mamá, pero nos vemos luego.

-Espera- le digo mostrándole las pruebas que sobraron- ¿Qué quieres hacer con éstas?

- ¿Podrías botarlas por mí? - pregunta haciendo un puchero.

-Claro, no hay problema.

-Eres la mejor, Cass- me dice para después lanzarme un beso.

Mack cierra la puerta de mi habitación detrás de ella. Escucho como ignora a Robbie y luego se va a su casa.

Me siento en mi cama, sin saber qué hacer.

¿Debería usar estas pruebas para salir de la duda?

Lo pienso unos minutos y llego a la conclusión de que es mejor saber que no hacerlo. Nunca me había dado cuenta de que tenía que preocuparme por eso ahora.

¿Tony usó protección ese día? Mierda, no lo recuerdo. Maldito alcohol, nubló mis recuerdos. Aunque tendría más sentido que no lo hubiera usado porque ninguno de los dos sabía que eso iba a pasar ese día.

Me encierro en el baño con las tres pruebas de embarazo. Tengo que leer las instrucciones para saber cómo se usa. Estoy temblando y tengo miedo de lo que esto me pueda mostrar.

La caja dijo que tenía que esperar un par de minutos para saber los resultados, así que dejo las pruebas en el baño mientras que yo me voy a mi habitación y me concentro en no desesperarme.

Dios, ¿qué pasa si estoy embarazada? Mamá me mataría, Robbie me mataría, Mack me mataría y Tony está muy lejos de aquí como para preocuparse conmigo.

Mierda, que irresponsable fuimos. No había tomado el peso al asunto.

Comienzo a repasar estos últimos dos meses a ver si he tenido algún otro síntoma, pero ni siquiera sé cuáles son los síntomas del embarazo.

Mis manos tiemblan mientras tomo mi celular y busco en internet cuales son los síntomas de embarazo que debí haber sentido por el tiempo que tendría de embarazo.

1.- Aversión a ciertos alimentos

Bien, eso podría ser. Hoy me di un poco de asco el sándwich de jamón y hace una semana le rechacé una pizza a mi hermano porque también tenía jamón. Lo más raro es que yo amo el jamón.

2.- Cambios de humor

No lo he notado, creo que eso tendría que preguntárselo a Mack, Robbie o Bren.

3.- Hinchazón abdominal

Puede ser, pero eso para una mujer es tan normal. Es difícil de decir.

4.- Aumento frecuencia de orinar

No sé si habrá mujeres que lo hacen, pero yo no voy contando las veces que voy al baño y mucho menos de un día a otro pienso "Oh, hoy fui más al baño que ayer". Puede que sea yo la extraña, pero yo solo voy al baño cuando tengo ganas y listo. No presto más atención que eso.

Dejo de leer cuando el resto de las cosas se ponen medias extrañas. Han pasado unos diez minutos desde que hice las pruebas así que deben estar más que listas.

Me acerco al baño y trato de no mirar las pruebas. Las lágrimas comienzan a salir por mis ojos y eso que ni siquiera he visto los resultados.

Cierro los ojos, esperando lo peor, pero deseando lo mejor. Cuando los abro me doy cuenta de que fui una tonta al desear lo mejor porque de todas formas me acabo decepcionando.

En cada prueba me están mirando dos líneas rojas que me dicen que Tony y yo fuimos unos tontos irresponsables.

Tres de tres.

Estoy embarazada.

Descarga la aplicación ahora para recibir recompensas
Escanea el código QR para descargar la aplicación Hinovel.