Capítulo 2

Tomo aire y lo boto, todo con mucho cuidado. Ya ha pasado una semana desde que Tony y yo perdimos el control ese viernes de caos, como me gusta llamarlo. Hemos tratado de comportarnos de una manera normal, pero ha sido difícil. Tengo la extraña necesidad de abrazar a Tony cada vez que lo veo y es que mañana en la mañana se va a ir al servicio militar.

Hoy es la graduación de Tony y me estoy arreglando en casa para ir a la escuela. A diferencia de los otros años, lo van a hacer bajo techo porque ha estado lloviendo toda la tarde. El día refleja mi estado de ánimo en este momento... pura y sincera tristeza.

Me visto con unos jeans ajustados negros y una blusa azul. Me pongo una chaqueta negra encima y unas zapatillas bajas negras también. Si, casi toda de negro. Estoy de luto. Hoy pierdo a mi mejor amigo.

- ¿Estás lista, Acacia? - me llama mamá desde la puerta

-Si

Mamá me da un intento de sonrisa cuando ve lo desanimada que estoy. Se acerca a mí, pero no tanto porque todas esas cosas están guardadas para Robbie y no para mí.

Bien, no debo ser mala, al menos lo está intentando cuando todos sabemos que lo de ser cariñosa no se le da naturalmente conmigo.

-Tony va a volver, Acacia- dice con el tono de voz más maternal que puede darme- Solo se va un año, después va a volver. Así funcionan esas cosas.

- ¿Qué pasa si no vuelve? - pregunto con tristeza- Pueden trasladarlo donde ellos quieran...

-Es Tony, va a volver.

Mamá nunca me ha abrazado, no me da consejos y apenas nota cuando estoy mal o me ha sucedido algo. Es por eso que ahora que me está dando estas palabras se lo agradezco con la mirada y le doy una sonrisa.

-Y te tengo una sorpresa- me dice mamá

- ¿Tú me tienes una sorpresa a mí? - pregunto con incredulidad

-No yo exactamente

En ese momento veo a la persona que menos me esperaba encontrarme estos días. Mi hermano Robbie sale de detrás de mamá con esa sonrisa con hoyuelos que tiene, ese cabello castaño claro casi rubio y esos ojos azules que impresionan a cualquiera.

Me acerco a Robbie mientras él hace lo mismo. Nos fundimos en un abrazo enorme que dura un par de segundos bien largos.

Puede que mamá siempre ha querido más a Robbie que a mí, pero eso no me creó celos con él ni nada. Somos hermanos y amigos, siempre ha sido así. Lo quiero un montón y sé que él me quiere a mí de la misma manera. Nos protegemos uno al otro e incluso a veces me manda un poco del dinero que le manda mamá para que pueda sobrevivir.

-Pensé que llegabas en dos semanas- le digo ya que habíamos hablado hace unos días sobre cuando vendrá a casa por las vacaciones.

-No podía perderme este día- dice dándome un beso en la coronilla de la cabeza- Es la graduación de Tony. Él estuvo para mí en mi graduación, mínimo tengo que hacer lo mismo.

Asiento, pero comienzo a preocuparme. Mack estará en la graduación, obviamente. Su novio y su hermano se gradúan, ¿cómo podría no estar ella?

El problema es que antes de que Robbie fuera a la universidad, Mack y él tuvieron algo. Bueno, fueron novios. Nunca los había visto tan enamorados a ambos, pero a mamá nunca le ha caído bien Mack por lo "rebelde" que es, así que obligó a Robbie a que terminaran y eso rompió en miles de pedazos el corazón de mi amiga.

Lo odié por eso un tiempo. ¿Cómo tan inmaduro como para seguir haciéndole caso a mamá? Ya tenía más de dieciocho años y era lo bastante grandecito como para poder desobedecer a mamá, pero Robbie es el chico obediente que no quiere problemas. Todo lo contrario, a mí.

Nos subimos en el auto de mamá. Yo de copiloto y Robbie manejando. Yo manejo la música antes de llegar al instituto. Hay un montón de gente, pero puedo divisar a Mack hablando con Sam a lo lejos.

-Vuelvo en un segundo- le digo a mamá y Robbie mientras me acerco con mi amiga.

Bueno, la verdad es que corro para acercarme a Mack y me doy cuenta de que Robbie se da cuenta y se pone nervioso.

Yo sé que él sigue sintiendo cosas por Mack, aunque no quiera admitirlo.

- ¡Linda Cassie! - me saluda Mack cuando llego a su lado- ¿Todo bien, Cassie?

-Robbie- digo con el poco aliento que me queda porque igual corrí unos buenos metros y el deporte no es exactamente lo mío- Robbie ya llegó por las vacaciones.

-Uh, eso huele a problemas- dice Sam entre risas.

Veo como la expresión que tenía mi amiga en la cara cambia totalmente. Mira detrás de mí y yo me doy la vuelta para mirar a Robbie abrazando a Tony. Siento el nerviosismo de Mack, aunque también puede ser que sea mi nerviosismo reflejado en ella.

Miro a Tony con tristeza. No puedo creer que mañana sea la última vez que lo voy a ver.

-Vamos a sentarnos- dice Mack mirando hacia otro lado- La graduación ya va a comenzar.

Sam y yo asentimos, serias. Es tan raro ver a Mack de esta manera y creo que la única persona que tiene el poder de ponerla así es mi hermano.

Maldito Robbie. No dejaré que le vuelvas a hacer daño a mi mejor amiga.

Cuando estamos a punto de sentarnos en unas sillas arregladas, siento que alguien me toma la mano. Robbie me aleja un poco de la gente.

- ¿Hablaste con Mack? - pregunta con un brillo en sus ojos

-Si, pero no quiero que te acerques a ella, Rob- le digo y él rueda los ojos- Estoy hablando en serio.

-Eres mi hermana pequeña, no me puedes decir que hacer

-No te lo estoy diciendo como tu hermana. Te lo estoy diciendo como la amiga de Mack

-Solo quiero saludarla y saber cómo está, Cassie

-Te la acercas y te juro que te corto una mano, Rob- le digo con voz amenazante- Hablo en serio, le costó mucho superarte. No quiero que le vuelvas a hacer daño.

Dicho esto, me alejo y me siento junto a Mack. Robbie se sienta junto a mí, pero lo miro mal cada vez que intenta decirle algo a mi amiga.

Nadie se mete con Acacia Baker y sus seres queridos. Ni siquiera entre ellos.

La ceremonia comienza y es larguísima. Juro que me estoy quedando dormida casi en la mitad, pero despierto cuando nombran a Tony y lo veo con su toga y su gorro gracioso que no sé cómo se llama. Sonrío cuando veo que recibe su diploma. Tony esperó tanto tiempo por este día, ni me imagino lo que debe estar sintiendo en este momento.

Por fin, después de largas horas, termina la ceremonia de graduación. Veo como Mack corre a felicitar a su novio y lo besa en los labios frente a Robbie.

Muy bien hecho, amiga. Que mi hermano vea de lo que se perdió.

Veo a Tony a lo lejos despidiéndose de sus profesores. Era un buen alumno. No excelente, pero siempre sobresalía por sus buenos modales y por ser un gran compañero y amigo.

Me acerco a él mientras habla con el profesor de física. Se despiden con un abrazo y después yo me abalanzo en los brazos de mi amigo.

Puede que siga nerviosa por lo que pasó entre nosotros, pero hoy es su día y quiero que lo pase increíble.

- ¡Felicidades, Tony! - le grito al oído mientras seguimos abrazados.

-Gracias, pero me vas a dejar sordo, Cassie- dice riendo.

Nos separamos mientras ambos reímos. Nos miramos a los ojos y siento un cosquilleo extraño en mi estómago. Vuelvo a ponerme nerviosa y más si ninguno de los dos dice palabra alguna.

Nunca nos habíamos quedado sin palabras.

-Cassie, yo...- comienza a decir Tony tomándome de la mano.

Justo en ese momento llega Sam y su madre para felicitarlo. Tony suelta mi mano y abraza a su madre y hermana pequeña.

No quiero interrumpir el momento y menos cuando la mamá de Tony llora de felicidad. Simplemente me alejo.

-No sabía que Mack tenía novio- dice Robbie cuando me lo encuentro

-Es algo reciente- le contesto mientras él frunce el ceño con enojo- No tienes derecho a enojarte, ¿lo sabías?

-No estoy enojado, Acacia- dice claramente enojado.

-Si te hace sentir mejor, no van a durar mucho- le digo y eso parece tranquilizarlo

- ¿Cómo lo sabes?

-Conozco a Mack

Es tarde y mamá está cansada. Supongo que Tony está ocupado celebrando con su familia y además tiene que dejar todo preparado para irse mañana. Así que nos vamos a casa sin despedirnos. Ya mañana será la verdadera despedida y quiero descansar para estar bien psicológicamente.

Aunque no creo que se pueda estar bien para dejar ir a tu mejor amigo.

...

Al día siguiente me despierta mi alarma a las cinco de la mañana. El vuelo de Tony sale a las siete y media de la mañana y quiero estar en todo momento con él.

Me doy una ducha rápida y me visto lo más rápido que puedo.

Cuando salgo de la casa me encuentro con Tony subiendo una pequeña maleta en el auto de su mamá. Parece muy concentrado en algo que está pensando así que cuando toco su hombro se espanta un poco

-Tranquilo, solo soy yo- le digo acariciando su hombro

Cosas como hacernos cariño entre nosotros antes del viernes pasado eran cosas tan normales, pero después de eso, apenas si nos tocábamos.

Se siente raro hacerlo ahora, pero eso no quiere decir que se sienta mal.

-Lo siento, Cassie- me dice pasando una mano por su cabello- Estaba pensando muchas cosas

- ¿Cómo qué?

-Pensaba si esto es lo correcto para mí- dice con una tristeza en su voz- En si papá me hubiera apoyado o si quería esto para mí.

- ¿Tú quieres esto, Tony? - pregunto tomando sus manos.

La cercanía con Tony hace que sienta cosquillas en el estómago. Me gusta, pero no entiendo muy bien qué significan.

-Quiero honrar la memoria de papá- me dice con convicción- Y por ahora la única forma que se me ocurre es haciendo esto. Seguir el camino que él siguió

-Puedes honrar la memoria de tu papá de muchas maneras, Tony- le digo y me acerco más a él sin saber muy bien porque- De hecho, lo haces todos los días siendo la persona que eres.

-Tengo miedo de fallar, Cassie

-Si de algo estoy segura con respecto a esta locura que estás haciendo, es que no vas a fallar.

Tony y yo nos quedamos mirando a los ojos unos momentos como lo hemos hecho tantas veces desde el viernes en que las cosas con él cambiaron para siempre.

Nos acercamos un poco, sabiendo que la intención de ambos es besarnos. Yo quiero besar a Tony y no sé por qué. Quiero sentir sus labios en los míos porque el otro día estaba tan borracha que apenas si lo sentí.

Espero el momento en que Sam, Mack, su madre o incluso mi familia salgan y nos interrumpan, pero eso no sucede. Nuestros labios chocan y se conectan de una manera suave, no apasionada como la del otro día, sino que más tierna y sin otras intenciones más que besarnos.

El beso dura solo unos segundos, después nos separamos y nos fundimos en un abrazo en donde aprieto tanto a Tony que si tuviera más fuerza le rompo los huesos.

-No quiero que te vayas, Tony

-Yo tampoco quiero irme ahora, Cassie- dice y me aprieta más junto a él- No ahora que te tengo.

Comienzo a soltar lágrimas que no dejan de caer hasta que, junto con la familia de Tony, llegamos al aeropuerto. Respiro un poco y le doy el último abrazo a mi mejor amigo antes de que se marche por mínimo un año.

Sabía que me iba a costar separarme de él, así que fui la última en despedirme. Me aferro a Tony mientras puedo, pero cuando la maldita voz de la mujer del aeropuerto llama a las personas del vuelo de Tony.

-Me comunicaré contigo cuando pueda- me dice Tony al oído- Te lo juro

-Sólo cuídate, ¿sí? - le digo con la voz ahogada por el llanto- Júrame eso mejor.

-Te lo juro, Cassie

Después, veo como mi mejor amigo camina con su pequeña maleta rodando detrás de él.

-Me vas a hacer tanta falta- susurro mirando como se aleja más y más de mí hasta que lo pierdo de vista- Adiós, Tony.