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Capítulo 1

Hoy es lunes y es mi último día de escuela hasta el próximo año, pero al menos voy a tener vacaciones con las que podré relajarme y sobre todo alejarme de Tony, aunque eso no será muy difícil tomando en cuenta que él hará el servicio militar y estará lejos.

He estado evitando a Tony desde la mañana del sábado en donde me desperté desnuda abrazada a él. Todavía agradezco que Tony tenga uno de los sueños más pesados que conozco porque pude moverme, recoger mi ropa, vestirme e irme sin que se diera cuenta.

¿Saben que es peor? Tuve una resaca horrible que me hizo mantenerme en cama todo el fin de semana. Al menos no tuve que mentirle a Mack cuando me pidió que fuera a su casa y le dije que no porque me sentía mal.

Tony me ha mandado mensajes, me ha llamado y hasta me vino a buscar a casa, pero eso fue lo peor porque tuvo que soportar a mamá diciendo cosas malas de mí y que no podía verme porque me sentía enferma y además estaba castigada por la mala actitud que había tenido con ella el viernes pasado.

No creo que pueda escapar mucho tiempo más de Tony y menos sabiendo que ambos vamos en la misma escuela, pero él va en el último año y yo estoy en primer año.

Hace bastante calor así que me puse unos shorts de jeans cortos y una playera negra con mangas sin color, todo junto con unas conversé negras.

Entro al instituto y todo este hecho un caos. Los chicos de último año corren por el instituto haciendo miles de cosas y riendo. Los de tercer año celebran que desde hoy en la tarde serán de último año y los demás solo celebramos que tendremos un par de meses sin tener que estudiar.

Como puedo voy a mi casillero. Saqué casi todas mis cosas el viernes pasado así que solo saco una agenda y un lápiz que dejé aquí por si lo necesitaba hoy.

En eso, veo como se me acerca una persona con la que muchas ganas de hablar no tengo hoy.

-Hola, Bren- saludo antes de que él me salude

-Hola, Cassie- me saluda con un beso en la mejilla.

Si no hubiera pasado lo del viernes con Tony ahora estaría con unos ojos en forma de corazón mirando a Bren, el chico del que llevo años enamorada.

Bren no es tan guapo como Tony, pero es innegable que lo es. Es más bajo que Tony, solo un par de centímetros más alto que yo. Sus ojos son pequeños y de color marrón claro. Su cabello es castaño claro, casi rubio y una sonrisa que me mata.

Conocí a Brennan Coleman cuando tenía seis años y él tenía ocho. Creo que los había cumplido hace poco. Había visto como atropellaban un perrito mientras jugaba en la calle con Tony, que en ese tiempo tenía nueve. Cuando vi la escena, salí corriendo y me estuvieron buscando una hora. Tony y Robbie desesperados, pero la persona que me encontró fue Bren ya que me había escondido en su casa. Desde ese día que estoy enamorada de él y desde ese día que somos amigos.

- ¿Cómo la pasaste el viernes en la fiesta, Cassie? - pregunta Bren apoyándose en los casilleros junto al mío.

-Genial- digo con incomodidad pensando en lo que pasó luego de la fiesta- A ti para que preguntar

- ¿Por qué lo dices? - pregunta con una sonrisa.

Creo que Bren es la persona más risueña que conozco. Mack siempre dice que es así solo porque quiere conquistar chicas y es que Bren tiene fama de playboy.

-Creo que te devoraste a la chica de la fiesta- digo entre risas irónicas

- ¿Melody? - pregunta y yo asiento- No es nada, ella me pidió que fuera con ella, yo acepté y tenía que divertirme un poco, ¿no crees?

Asiento mientras le doy una sonrisa incómoda. He tenido que escuchar este tipo de comentarios desde que Bren se volvió popular y un playboy sin remedio. Eso fue más o menos hace dos años, creo.

Cualquiera diría que soy una masoquista por seguir siendo amiga de Bren y yo a esas personas les diría que tienen toda la razón del mundo, pero no puedo evitarlo. No podría aceptar perderlo, es uno de mis mejores amigos.

-Hola, hermosa- saluda Mack cuando llega a mi lado y pone su brazo a mi alrededor mientras me da un sonoro beso en la mejilla- Hola, chico herpes.

Trato de no reír de la broma de Mack. Ella y Bren son compañeros de curso así que se tienen toda la confianza del mundo.

-Nunca he tenido herpes, chica loca

-Pues pronto los tendrás si sigues metiendo tu pene en cualquier cosa que encuentres, Bren

Bren no dice nada porque solo ríe de lo que dice Mack. Ellos también son muy amigos. Incluso, fueron novios como un mes cuando tenían trece años. Todo terminó cuando Mack descubrió que yo estaba locamente enamorada de él.

Siempre me sentiré mal por eso, ellos conectan muy bien. Además, Bren se volvió un playboy después de que Mack lo dejara.

Miro detrás de Bren y ahí me encuentro a mi peor pesadilla en estos momentos. No, no son arañas gigantes ni mi madre enojada, es Tony.

Me pongo nerviosa y me alejo de Mack. Ella me mira curiosa al igual que Bren. Veo como Tony me mira fijamente y se acerca muy rápido a mí, pero justo suena la campana y me salva.

-Tengo que irme a clases- les digo a mis amigos antes de que llegue Tony a nosotros- Nos vemos después, chicos.

Prácticamente corro a mi sala de clases y me encierro en ella. No miro hacia atrás para ver si Tony me está siguiendo.

Cuando llegamos a clase el profesor nos entrega el boletín final de nuestras notas de todo el año y debo decir que me fue mejor de lo que esperaba tomando en cuenta que es mi primer año. No soy un genio como Robbie, pero me defiendo.

El profesor dice que los que pasamos de curso podemos irnos temprano, así que con una sonrisa en la cara tomo mis cosas y salgo del salón de clases.

Lamentablemente me encuentro con Tony que me está esperando con una expresión de seriedad en su cara mientras está apoyado en los casilleros.

¿Sería muy obvio si salgo corriendo? No quiero afrontar las cosas con Tony. No sé si estoy lista...

No me llevo muy bien con mis compañeros de curso así que no puedo a acudir a nadie aquí para que me salve. Ellos siguen siendo muy niños. Los chicos se preocupan solo de jugar vídeo juegos todo el día y las chicas solo de contar chismes entre ellas que inventan.

Mis ojos conectan con los de Tony y me pongo nerviosa. Él parece ansioso de hablarme, pero yo no sé si quiera hablar de esto.

Quiero intentar olvidar que tuve sexo con mi mejor amigo, pero parece que es más difícil de lo que pensé.

-Cassie- me llama, pero yo lo ignoro y salgo caminando detrás de mis compañeros- ¡Cassie!

Siento que Tony corre para llegar a mi lado. Estoy atrapada. Creo que ya no puedo escapar más de esta situación.

-Acacia- me llama más seriamente y yo me paro en seco.

Tony está molesto. Él nunca me llama Acacia. Siempre me dice Cassie o Cass.

Cuando me detengo, me doy la vuelta para mirarlo a los ojos. Esos mismos ojos que me hechizaron la noche del viernes cuando tenía mucho alcohol en mi sangre.

-Hola, Tony- saludo tratando de sonar natural- ¿Cómo ha estado tu último día de instituto?

-Pues, he pasado mi último día soportando a mis compañeros por la euforia que están sintiendo- responde hablando natural también. Me relajo. Puede que él tampoco quiera hablar del asunto- Mientras que yo solo he estado pensando en cómo interceptar a mi mejor amiga para que hablemos de algo que sucedió el viernes, pero ella solo me ignora y corre de mí.

No, hablé demasiado pronto.

Miro incómoda a todos lados para ver si hay alguien cerca que pueda escucharnos mientras hablamos, pero los pasillos ahora están vacíos.

-Tony...- comienzo a hablar- Entiéndeme un momento, ¿sí? No es algo de lo que quiera hablar ahora

-Tenemos que hablar, Cass- me dice ahora con más dulzura- Sé que te incomoda el tema, pero de verdad que tenemos que hablar para solucionar este tema.

Lo pienso un poco y asiento. Conozco la determinación de mi mejor amigo y sé que no se va a quedar tranquilo hasta que hablemos y me va a buscar cada vez con más molestia si es que no lo hago.

-Está bien, Tony- respondo con cansancio- pero no hablemos aquí.

-Vamos al patio, ¿sí? Nadie nos va a molestar allí

Asiento y comenzamos a caminar hasta una de las bancas que están en el patio del instituto. Me sorprende que no haya nadie cerca. Los de último año deben estar celebrando en una de las salas de clase.

No comenzamos a hablar de inmediato. Estoy nerviosa y sé que él lo nota así que me está dejando respirar y calmarme.

Finalmente, me siento con ganas de hablar y que dejemos este tema en el pasado.

-Solo olvidemos este asunto, ¿si, Tony? - le digo tomando su mano- No quiero que nuestra amistad se pudra por esto.

-Tampoco yo- responde Tony apretando mis manos- Tenía miedo de que no quisieras verme más en tu vida, Cassie.

-Eso nunca va a pasar, Tony, pero entiéndeme. Estaba asustada y un poco avergonzada.

- ¿Por qué avergonzada, Cass? - pregunta con miedo

-Fue mi primera vez, Tony- le digo con las mejillas ardiendo en fuego- Y no quiero que te sientas mal ni nada, pero no era así como quería que fuera.

-Lo sé- responde con seriedad- querías que fuera con Brennan en su luna de miel.

-Eso no es cierto, Tony- le digo con un poco de molestia

-Lo sé, lo siento- dice sacudiendo la cabeza y dándome una sonrisa- Solo que me sentí un poco mal.

-Sabes que esa no era mi intensión, Tony

- ¿Fue demasiado malo que yo fuera el primer chico con el que tú... ya sabes?

Miro a Tony, la persona que conozco desde que tengo memoria. La persona que me enseñó a andar en bicicleta, a patinar, quien jugó conmigo a las muñecas cuando no tenía nadie con quien jugar y quien siempre me ha cuidado mejor de lo que se cuida él mismo.

Es mi mejor amigo. La mejor persona que conozco y a quien quiero de una manera tan extraña que a veces ni yo lo entiendo, pero prefiero no cuestionarlo.

-No, Tony- le digo con una sonrisa tratando de transmitirle tranquilidad- No fue para nada malo y agradezco que hayas sido tú porque así me aseguro de que haya sido con, aunque sea un poco de cariño.

- ¿No te hice daño? -pregunta con un poco de preocupación en su voz

-Claro que no, Tony- respondo apretando más sus manos- Siempre has sido muy cuidadoso conmigo y esta no fue la excepción.

Nos quedamos mirando unos segundos. Sé que algo ha cambiado entre nosotros, pero no sé qué es. Me encantaría averiguarlo, pero parece un poco difícil tomando en cuenta que se va a ir muy lejos con los militares.

-Te voy a extrañar mucho, Tony- le digo casi con lágrimas en los ojos

-Y yo a ti, Cassie- me responde él.

Nos miramos un segundo antes de que él me envuelva en sus brazos. Soy tan pequeña y él tan alto que, aunque estemos sentados sigo llegando a su pecho y me puedo quedar allí.

Nunca había sentido tanta tristeza como ahora. ¿Por qué se tiene que ir? Me va a hacer tanta falta...

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