Capítulo 4.
Sentí la penetrante mirada de alguien, pero al abrir los ojos no había nadie.
—levántate Marc ya es tarde. —dije con voz somnolienta.
Frote mis ojos con pereza mientras me levantaba de mi cama, Marc seguía dormido sin dar señales de querer despertar.
—ni hablar, no quería hacer esto pero no me dejas elección. —dije mirándolo resignada.
Tome mi teléfono eligiendo una canción de rock fuerte, puse el auto parlante a todo volumen posicionandolo cerca de la oreja de Marc, presione el botón de play y enseguida se escuchó la canción a todo volumen haciendo que Marc se despertará de golpe cayendo al suelo de forma graciosa.
Reí sin parar al ver su expresión, la música ya se había detenido pero Marc seguía mirándome con furia.
—¡me quieres matar del susto! —grito enfadado.
—no me dejaste opción, tienes el sueño pesado. —dije haciendo un tierno puchero.
Marc finalmente soltó una pequeña risa y me cargo en su hombro haciéndome cosquillas.
—¡no! ¡para! —dije entre risas.
—es mi dulce venganza. —dijo mirandome divertido.
Pataleaba y golpeaba pero Marc no dejaba de hacerme cosquillas, minutos después finalmente se apiado de mi dejándome en el suelo.
—¿que hora es? —pregunto Marc encendiendo la televisión.
—las 12. —dije segura mientras entraba ala cocina.
—¿quieres salir a almorzar? —le grite desde el comedor, la refrigeradora estaba vacía así que no había algo para comer.
—si seguro, iré a ducharme a mi casa, vendré en 20 minutos. —dice con una sonrisa apagando el televisor.
—Claro aquí te espero. —dije dándole un abrazo.
Marc asintió saliendo de casa dejándome sola por unos momentos, me gire para subir a mi habitación cuando vi algo que me mato del susto.
—¡maldición! ¡no vuelvas a asustarme así! —dije respirando de forma agitada llevándome una mano a mi pecho.
—lo siento. —dijo mi hermana apenada.
—¿porque Marc se quedó a dormir contigo? —pregunto mi hermana mirándome con el ceño fruncido.
Quería decirle lo que paso anoche pero recordé las palabras del asesino, de Aiden así que mejor decidi quedarme callada.
—me sentía muy sola. —dije en tono desinteresado.
—entiendo. —dijo frotando sus ojos.
—estoy muy cansada, iré a dormir. —dijo Julie en tono cansado.
Yo asentí para después subir las escaleras a toda prisa, tenía que estar lista en 15 minutos.
Entre a la ducha bañandome de forma rápida, pensando en que hacer este día, no teníamos clases hasta las 2:30 de la tarde así que teníamos tiempo libre.
Salí de la ducha, buscando que ropa ponerme, me decidí por unos jeans negros un poco ajustados, una camisa color celeste crema con estampado floral y mis zapatilla color blancas.
Tome mi chaqueta y baje a toda prisa saliendo de casa con todo lo necesario para ir a clases.
Al salir no estaba Marc pero podía sentir la mirada de alguien sobre mi, me gire de un lado a otro pero no había nadie en las calles.
—¡ya llegue! —grito Marc sacandome de mis pensamientos.
Corrí a su auto y me subí en el asiento del copiloto observándolo con una sonrisa.
—¿quieres hamburguesas o pizza? —pregunto Marc mirando la carretera.
—hamburguesas. —dije seria mientras miraba el paisaje a través de la ventana.
Llegamos al restaurante unos minutos después, Marc ordenaria las hamburguesas así que yo decidí ir rápidamente al baño.
Entre e hice mis necesidades, después camine al lavamanos lavando muy bien mis manos.
Escuche que se abrió la puerta pero no preste atención hasta que vi a la persona por el espejo.
—tu. —susurre petrificada.
—soy yo. —dijo Aiden con una sonrisa siniestra.
Sujeto mi rostro de forma brusca causandonme daño, su respiración chocó en mi rostro causandonme una extraña sensación.
—creo que te gustan los castigos Paula, te dije que sacarás a ese imbecil de tu habitación y no me obedeciste. —dijo mirándome con furia.
—tu no tienes porque darme ordenes. —dije con voz débil.
—si tengo porque, ahora vendrás conmigo. —sin decir mas puso un pañuelo en mi nariz haciéndome caer en la inconsciencia.