Capítulo 3.
—¡auxilio! —grite desesperada con la esperanza de que alguien pudiera escuchar mis súplicas.
El asesino tapó mi boca con sus manos impidiendome hablar.
—te conviene que no hables. —dijo con los dientes apretados.
Encendió la luz de la cocina y por primera ves pude ver su rostro, sus ojos son de un azul claro muy hermosos, su cabello es color castaño claro, su piel es de un peculiar tono bronceado.
Abrió sus ojos sorprendido al verme, hubo un brillo especial en sus ojos pero solo duro unos segundos ya que la maldad podía verse nuevamente en sus ojos.
—quitaré mi mano de tu boca y si quieres vivir es mejor que no grites. —dijo mirándome serio.
Yo asentí titubeante y entonces Quito su mano de mi boca.
—¿como te llamas? —pregunte en susurro.
—Aiden. —dijo fríamente saliendo de la cocina.
Frunci el ceño al ver que se iba de casa ¿pase el susto de muerte solo para esto?
—¿no me... Harás daño? —pregunte desconcertada.
—si quieres que te lastime por mi no hay problema. —dijo con una sonrisa cómplice.
—¡no! Pero entonces ¿a que as venido? —pregunte confundida.
Aiden suspiro y se giro a verme con sus ojos azules que me hacían sentir vulnerable.
—eso no te importa. —murmuró de mala gana mientras abría la puerta principal.
—pero si le dices a alguien lo que viste, creeme Paula... La pasaras muy mal. —dijo con una sonrisa.
Yo abrí mi boca ligeramente debido a la impresión que me provocaron sus palabras.
—¿como Sabes mi nombre? —pregunte asustada.
—se muchas cosas Paula Lucena. —dijo Aiden mirándome con superioridad.
Cerro la puerta y se fue sin decir mas, mi corazón comenzó a latir de forma frenética al pensar en sus palabras.
Si me quisiera asesinar ya lo hubiera hecho, tuvo su oportunidad.
Corrí a mi habitación buscando mi teléfono celular para hablarle a Marc.
—Paula son las 12 de la noche, más te vale que sea para algo bueno. —dijo Marc con voz somnolienta.
—Marc podrías venir por favor, tengo la sensación de que alguien me observa. —dije con voz angustiada.
Si Marc viene a hacerme compañía no me sentiré tan asustada.
—Paula tienes 19 años y le tienes miedo a la oscuridad. —dijo Marc con burla.
—escuchame bien Marc McGregor si no vienes aquí y me haces compañía, les diré a todos en la universidad que en sexto grado te hiciste pipi en los pantalones. —dije sonando amenazante.
—¡voy para allá! —respondió win titubear.
Sonreí complacida al escucharlo ¡tiene ventajas tener a un amigo desde la infancia!
Marc llego 10 minutos después con cara de zombie moribundo.
—te ves fatal, bueno ahora puedes dormir ya sabes donde esta mi habitación. —dije sonriendole con inocencia.
—esa sonrisa tierna ya no funciona, iré a dormir. —dijo Marc dando un bostezo.
Subió las escaleras dirigiéndose a mi habitación, yo fui ala cocina para tomar un vaso de Leche antes de dormir.
Subí a la habitación con paso lento para no despertar a Marc, al entrar pude verlo, estaba durmiendo plácidamente en mi cama con una sonrisa.
Negue con la cabeza mientras me acercaba a el y le daba un beso en la mejilla deseándole dulces sueños.
Me acerque que a la ventana temerosa de ver lo que se encontraba afuera, pero suspire aliviada al ver que no había nadie, el teléfono sonó sacandome de mis pensamientos.
—Julie estoy en casa no hace falta que llames a esta hora. —dije un poco enfadada.
—no soy Julie, saca a ese chico de la habitación ¡no te atrevas a dormir con el! Si no quieres consecuencias. —el teléfono cayó al piso causando un ruido poco estruendoso en la habitación.
Me gire para ver a Marc asustada pero el estaba durmiendo profundamente en mi cama, cerré las ventanas de un movimiento rápido, puse seguro en todas las puertas y ventanas con la esperanza de que eso fuera necesario para que nadie más entrará a casa.
Aiden seguía afuera... Observándome y eso me tenía angustiada, pero el sueño era más grande que mi preocupación.
Me acosté al lado de Marc y me deje caer en la dulce inconsciencia.
Pero antes de caer en sueño profundo, lo vi... Sus ojos azules me miraban con Enojo esperando el momento para atacar.