Pensando en el
Había pasado la noche pensando en el beso que me dio el señor simonovic, nunca había sentido eso, ni siquiera el beso que me dio ton, sentía algo extraño cada vez que estaba cerca de mí, Daniela no estaba en la habitación, su cama esta desordenada, supongo que había venido a dormir pero se fue temprano, seguro tenía alguna cita con un chico. Ya eran las ocho de la mañana, no sabía si el vendría por mí, ni siquiera donde almorzaríamos, después del beso creo que se arrepintió, me doy una ducha rápida, me coloco una linda braga enteriza de color blanco, dejo mi cabello suelto y unas linda bailarinas del mismo color, agarro mi bolso y me marcho debía ir a la biblioteca, otra vez tenia turno, gracias al cielo era temprano, no quería pasar el mismo susto de anoche.
Camino rápido por el campus, me traía malos recuerdos, al llegar a la biblioteca, estaba demasiado acalorada, este maratón no me lo aguantaba más, entro a la biblioteca y mi mirada va directo a la señora Margot y a el señor simonovic, esto era increíble Margot fichers esta sonriendo.
—Buenos días señora Margot—Digo seria
—Buenos días Dari, ¿Cómo estas hoy? —me pregunta sonriente, ni siquiera encuentro que responder estaba sorprendida por semejante cambio, miguel me mira con su flamante sonrisas y hermoso dientes blancos.
—Hola novia, le estaba diciendo a la señorita Margot que te voy a secuestrar temprano, quiero que me acompañes a la oficina.- dice haciéndome un guiño
—No es necesario, puedes esperar mi hora de salida, debo ayudar a la señora Margot—digo seria
—No cariño, no es necesario puedes irte, llamare a tomy para que me ayude, fue un gusto verte nuevamente miguel, gracias por tu regalo—dice embobada, primera vez que lo veo así
No sé qué decir, no sé qué pensar, que le daría a la señora Margot para que sonriera tanto, camino al lado de miguel, quien me toma de la mano como si fuera mi novio, cuando estamos saliendo de la biblioteca, tropiezo con ton, quien mira mi mano agarrada junto a la de simonovic, automáticamente me suelto.
—Hola ton ¿como estas? —digo sonrojándome
—Hola Dari, ¿A dónde vas?.- dice mirándome con cierta molestia
—Va almorzar conmigo, su novio ¿tú eres? —dice miguel, lo miro de mala manera
—Que tengas buen provecho.- me dice mirándome con desilusión, ¿pero que le pasaba a estos hombres,? ¿se creían mis dueños o qué?, debía de parar la cosa, no quería hacerme una fama que no era.
—Deja de comportarte como si fueras mi novio, y sobre todo deja de decir lo que no es, no me gusta andar creándome una fama, a además estas espantando a mis amigos.- digo seria
_¿Tus amigos? no será que no quieres, que el tan tomy crea que eres mi novia, ¿te gusta el chiquillo?— pregunta sonriendo
—Noooo, ton es mi amigo, solo eso
—Pero tu si le gustas a el, estoy seguro.- asegura con firmeza
—¡Claro que no!—digo parándome en medio de la calle
Claro que si, si quieres apostamos.-
—No tengo nada para apostar, soy una simple mortal, no como tu que eres un jodido Dios.- digo con chulería.
—Apostaremos tu virginidad.- esto lo dice serio, tenía que ser una broma, este hombre era demasiado fresco, si a penas me conocía
—No soy virgen—Digo apenada, el color sube a mis mejillas
—Por favor Dari, soy un hombre sé que eres virgen eres muy inocente, pero vamos seguiremos hablando en mi camioneta.- dice mientras vuelve a tomar mi mano muy fuerte, camino en silencio hasta llegar a su hermosa y bella nave, esto definitivamente no era un carro, era una jodida maquina, es modelo nuevo, el último grito de la moda en el mundo Toyota era una Raize XLE Bitono CVT, el abre la puerta y me subo, los ricos y sus lujos
—Hoy manejare yo, así podemos hablar con más tranquilidad, no confió en nadie, volvamos al tema de tu preciosa virginidad, cuéntame porque nunca has tenido novio—dice manejando con agilidad
—Claro que he tenido novio, tampoco soy una mojigata.- digo cruzando mis brazos
—No, claro que no, se casi todo de ti, en cuanto a tu vida amorosa, lo demás me lo contaras tu, así que cuéntame el porqué.
—Nunca he estado interesada en salir con nadie, soy amante de las novelas románticas, mis expectativas son muy altas.- digo con firmeza
—Así que tu eres de las que se enamoran, les gustan los príncipes azules y todas esas cosas ¿cierto?.-
—Así es, creo que todos tenemos un alma gemela en el mundo, esperando para complementarse, entonces no vale la pena andar desperdiciando mi tiempo con cualquier hombre, prefiero esperar.-
— ¿Y cómo sabrás que es el hombre correcto—pregunta sonriendo
—Pues estuve leyendo un libro chino, donde unos de esos profetas decía que el alma reconoce su otra mitad a través de los ojos, puedes verte en ellos, y a su vez sientes algo inexplicable.-
—Entiendo—dice serio
—Pero según la prensa tu no crees en el amor, ni nada de esas cosas, eres el típico chico rico, que las tiene a todas comiendo de su mano menos a mi.-
—Es bueno saberlo cariño, pero la prensa habla mucho, no te fíes de ellos, odio a todos los periodistas, jamás compartiría ni un minuto de mi tiempo con alguno—dice apretando sus manos, un escalofríos recorre mi cuerpo, si el supiera.
—No todos son iguales señor simonovic.- digo mientras miro por la ventana estábamos en un barrio de ricos, supongo me llevaría a un restaurante de esos donde los cubiertos son de oro.
—No me digas señor, te permito llamarme miguel, cuéntame porque tus padre tiene esa hipoteca, ¿Qué los llevo hacer ese sacrificio?.
—Mis padres se sacrificaron por mí, para que pudiera estudiar, luego papa enfermo y los planes cambiaron, a la final me gane una beca, y trabajo en la biblioteca, para poder pagar mis gastos y ayudar a mi madre—digo bajando la cabeza
—Entiendo ¿Por qué no pediste un crédito al banco?.-
—Porque me lo negaron, pero el destino es así, si esto es lo que me toco, asumo con fuerza y valentía, no soy una mujer que se achicopale por cualquier problema o eventualidad.
Llegamos a un restaurante muy pijo me lo esperaba, lo único que no esperaba era que miguel cerrara el restaurante solo para nosotros, eso es demasiado, me ayuda a bajar de la camioneta y sus gorilas, entran primero, cuando revisan el lugar y al personal nos permiten pasan, esto es muy incomodo.