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Reencuentros

—Aquí estás,te busque por todas partes,te escondes bien— dijo Tadeo con una mueca de sonrisa,mientras se hallaba parado frente a Matías con los brazos sobre el pecho.

Matías miró fijamente al encintado de sus zapatos dubitativo. Dio un leve suspiro,y recargo su mano del suelo haciendo palanca para levantar su cuerpo.

—¿Para que me buscabas?—preguntó con un leve sonido,sacudiendo sus manos para limpiarlas del polvo de tierra suelta.

—¿Te esta pasando algo?—hace días te encuentras callado,mas de lo acostumbrado,claro.

—Nada,estoy bien—respondió Matías sin interes.

—¿Qué pasa? ¿Estas enfermo?. Tadeo evidenciaba muy poco interes y preocupación por Matías,pero seguía pareciendo indiferente.

—No,es sólo que extraño a mi padre. Lo dijo tratando de convencerse de que eso era cierto.

—¡Hm! te ves frágil,pero no tanto,pensé que estabas acostumbrado.

—Pues ya ves que no tanto—Matías siguió su camino hacia su habitación,lo menos que deseaba en esos momentos era hablar sobre lo que le pasaba y era tanto lo que deseaba estar en su casa que ya no podía ni imaginar pasar un día completo ahí sin saber nada de su padre y de Noé.

Ya había pasado mas de un año de la última vez que lo vio y eso era una pesadez para su alma. Le extrañaba mucho,pero también a su padre,la hacienda,Catalina y al mismo Clemente.

Recostado en su cama golpeó la pared con una pequeña pelota de hule,una inagotable melancolía recorrió su alma,sus pensamientos sólo los guardaba para él,por eso el hecho de no contarle a su amigo lo que le pasaba realmente.

Había notado ya que Tadeo era alguien difícil, tampoco hablaba con cualquiera, pero él lo hacia por motivos muy distintos a los suyos,aun así mostraba interés en lo que le pasaba.

Tadeo golpeó la puerta tres veces antes que Matías le permitiera entrar. Lo observó desde el umbral de la puerta,estaba recostado,seguía con su juego mientras Tadeo lo analizaba. ¿que le sucedía?-No recordaba haber conocido antes a alguien como Matías ,tan desinteresado en lo que pasaba a su alrededor.

—¿Continuarás viéndome solamente?— preguntó al chico que no emitía palabra alguna.

—No,de hecho vengo a decirte que tu padre esta en estos momentos con el decano Füller hablando de ti.

Una pausa se hizo en el lugar,Matías se levantó de pronto azorado.

—Mientes.

—¿Porqué habría de hacerlo? Puedes comprobarlo si gustas.

Iba a irse,pero él lo detuvo de pronto—Nos veremos pronto—le dijo, pero Matías no se quedó a pensar de que hablaba.

Corrió y corrió escaleras abajo para ir a la oficina del decano y cerciorarse que lo que Tadeo le decía fuese verdad.

Su agitado corazón bombeaba a mil por minuto,un amargo sabor se producía en su boca,pero estaba alegre,alegre de saber noticias por fin de los suyos.

El resto del camino le pareció interminable,ideas inundaron su mente,su imaginación solía volar lejos de ese lugar muy a menudo. 

A través del vidrio de la puerta de madera de la oficina del decano Füller,pudo observar a su padre sentado de espaldas a él conversando con su director. 

Tocó la puerta tres veces para solicitar permiso para ver a su padre.

—¡Adelante!—pidió el decano.—¡Oh! joven Armentía, en estos momentos lo íbamos a mandar llamar, su padre a venido hasta aquí para llevarlo con él un par de semanas—informó el robusto hombre blanco,con poco cabello a causa de la edad.

—¿Eso es verdad padre?—Matías observó a los hombres con ojos desorbitados por la noticia.

—Sí,es verdad hijo,tengo malas noticias para ti.

Sintió su cuerpo desfallecer. Las piernas dejaron de respoderle por un lapso de segundos y sus ojos comenzaban a aguarse por la angustia.—¡ahhah!— no podía articular palabra,de pronto su garganta se contraía evitando la entrada de aire,la sintió seca.

—¿N..Noé?—preguntó con la voz entrecortada.

Su padre se levantó de su lugar para tomar a Matías del brazo,parecía una hoja seca que estaba a punto de quebrarse. 

—¡No!..no hijo,no es Noé. Es—Titubeo un poco—Es Clemente— Cayó del caballo hace un par de días,está muy delicado. El Medico cree que puede quedar inválido,es necesario que vayas a la hacienda conmigo, Noé llegará pronto también y quiero que estés ahí para cuando llegué, él te necesita.

Por un momento imaginó que sería Noé, pero igual y estaba preocupado por Clemente, era el padre de su mejor amigo, la persona que mas amaba después de su padre.

—¡Claro!—Voy a preparar mi equipaje si ustedes me lo permiten.

—Adelante joven Armentía y tome este tiempo para reflexionar también.

—Está bien—Salió disparado del lugar a su habitación a preparar su equipaje,ni siquiera dio tiempo a su padre de agregar nada mas al asunto de reflexionar.

Todo el camino a México y hasta Santa Clara Matías permaneció callado, no quiso pronunciar palabra alguna. Dormía de vez en cuándo.

Pero la emoción de volver a ver a Noé era indescriptible, podía sentir como aquella primera vez que lo vio, sintió mariposas en el estómago ¿Acaso Noé también desearía verlo?,seguramente la angustia por su padre sería mayor,que difícilmente se daría cuenta de su presencia,aunque para él todo su mundo ya giraba alrededor de Noé.

Llegaron en la tarde,Matías subió a darse un baño para refrescarse por el largo y agotador viaje. Preparó un recipiente de porcelana,una jarra y agua fresca para limpiar bien su rostro primero. Alistó unos vaqueros negros y una camisa clara,no quería que Noé pensara que se estaba alistando para lo peor. 

Sacó sus zapatos mas cómodos de su improvisada maleta. Tenía algo mentalizado para cuando tuviera Noé frente a él. En eso se dio vuelta al escuchar la perilla girar. 

Noé estaba de frente suyo,mas alto,quizá creció una cabeza completa ó mas,comenzaba a tener un oscuro bigote que lo hacía ver mas interesante,su piel empezaba a verse mas bronceada que antes. Sintió un apretón en el estomago al verlo. Noé corrió a abrazarlo,Matías colocó la cabeza en su hombro,eran casi del mismo porte,pero él seguía igual de rubio o mas,su piel seguía mas blanca que la de Noé.

Se soltaron un momento y se observaron detenidamente a los ojos,Noé fue el primero en articular palabra— Te extrañe,te extañe tanto que no tienes una idea.

Matías dio un pequeño resoplido soltando un poco del aire contenido—Yo igual, me estaba volviendo loco sin saber nada de ti,desde que te fuiste todo es mas difícil,hasta el aire es mas pesado,mas difícil de respirar.

—A mi me pasó algo parecido,no lograba concentrarme,la sola idea de que me odiaras por marcharme de esa forma me volvió loco,jamás quise irme,lo juro,jamás fue mi intención alejarme de ti así,lo lamento.

—¡Ya!—Tratemos de olvidar eso por favor,¿sabes como esta tu padre?—preguntó preocupado.

— llegue antes por estar en la capital,mi padre sigue igual,no hay mejoría, pero sigue pidiendome absurdos como si de verdad fuese a pasarle algo y no es asi,mi padre siempre a sido un roble. Saldrá de ésta como tantas otras—Lo dijo mas para si mismo que para Matías, que seguía observandolo con evidente tristeza.

—Está preocupado—sugirió Matías para calmarlo.

—Lo sé,pero su forma de pedirme las cosas es lo que me angustia,me pide que no dejé la escuela, que no abandone a tu padre y haga por este pueblo que tanto hizo por él—un largo etcétera se hizo—Por favor distraerme,no quiero pensar en la gravedad de mi padre, me da temor—suspiró hondo.

Matías ,entendió lo que le pedía, el tampoco quería que se pusiera mal por eso. 

—Hum ¿Cómo te va en clase?.

—¡Ehm! Pues bien,mas o menos—Dijo resignado,giró para mirar con un poco de curiosidad a Matías. Pero ¿y tú?¿que me dices de ti? ¿Ya tienes novia?—La pregunta pareció tomar desprevenido a Matías que reaccionó inesperadamente sorprendido.

—¿Qué?—¡No! yo no ¿cómo se te ocurre?.

—No tiene nada de malo—dijo Noé.

—¿A caso tu?—Titubeo—¿ tú sí?.

—¡Hm! no,por supuesto que no,había una chica que llamaba mi atención,pero dejé de verla hace tiempo, apenas charlamos poco. Creo que su padre era viudo o algo así

Permanecieron charlando por largo rato,tratando de recordar anécdotas y una que otra travesura de compañeros de colegio. Estaban recostados en la misma cama esperando la llamada para cenar. La habitación permanecía intacta desde la última vez que estuvieron ahí. Todo seguía igual,a la vez tan diferente. Hasta hace un año o mas las cosas se veían mas grandes y los dos charlando se dieron cuenta de tal hecho; Habían crecido y madurado un poco ambos,eran dos adolescentes a penas de quince años. Noé se levantó de su lecho para dirigirse al balcón de la habitación, la noche estaba fresca, el aire soplaba mas de lo común. Sus ropas se movían a la par del viento. Podía sentir el aire frío golpear su rostro,mientras el permanecía inmóvil con sus manos en el barandal y la mirada fija en un punto de la hacienda.

Matías lo observó dubitativo.¿Que era eso que robaba la atención a su amigo?—Levantó su cuerpo de la cama y se dirigió hasta donde estaba parado Noé tratando de hallar su punto de atención. Se halló con sorpresa con el joven Chucho en total estado de ebriedad tirado cerca de la fuente de la entrada principal. Si su padre lo llegaba a ver en ese estado seguro lo echaría de la hacienda sin contemplaciones. Tenían que ayudarlo a volver a su cabaña para que su padre no lo viera en ese deplorable estado.

—¡Vamos a ayudarlo!,si mi padre lo ve asi seguro lo echa— pidió Matías.

—Si,ayudémosle—Esta tan borracho,¡Pobre!.

Bajaron a paso veloz. Al pasar por la habitación de Nabor en la planta baja trataron de hacer el menor ruido posible,no querían que por un descuido de ellos el hombre despertara.

Llegaron donde estaba el muchacho apenas un par de años mas grande que ellos.

—¡Chucho! ,¡Chucho! despierta hombre!—Lo llamaba Noé. 

—¡Es inútil! esta ahogado de borracho—dijo Matías.

—Llevemoslo cargado entonces,tu de los brazos y yo de los pies,haber si podemos—Replicó Noé.

Como pudieron lo llevaron hasta las cabañas viejas de los empleados de la hacienda,con suerte sólo despertaría con la cabeza amartillada. Regresaron por el mismo camino y se percataron de que la botella que bebía Chucho seguía ahí, en la fuente.

Noé la tomó entre sus manos girandola. Viendo la espalda de la botella pensativo. Él jamás había tomado agua ardiente. Los empleados de la condesa decían que sólo los hombres tomaban eso. De pronto una idea recorrió su cabeza,¿Si ellos tomaban un par de tragos?. No era nada del otro mundo,además eran casi hombres. Las posibilidades de que los descubrieran eran nulas,con pedir que no los molestaran para cenar, que se hallaban cansados e indispuestos por el largo viaje sería suficiente.

—Matías ¿tomamos un trago? será sólo para saber que se siente...

—Es curiosidad,o ¿o tus amigos ya lo hicieron y tu también quieres hacerlo?—Preguntó Matías con un dejo de curiosidad.

—La verdad es que no conozco a ningún chico de mi edad o colegio que beba de esa forma,pero respondiendo a tu pregunta,solo es curiosidad,de verdad..

—Yo jamás he bebido Noé—respondió Matías un poco apenado.

—Yo tampoco,pero nada nos pasará por hacerlo ahora,tampoco es que nos vayamos a ahogar como Chucho.

El primer trago lo dio Noé, para que Matías se diera cuenta que podían hacerlo. Miró fijamente el pico de la botella mientras lo apretaba fuertemente con la mano derecha, contuvo la respiración un poco,echó su cabeza para atras tomando un gran trago. Casi quiso tirarlo al tiempo que lo bebió. Sintió como su lengua y garganta ardían al momento de que el liquido entrara en ellas. Hizo una graciosa mueca en el rostro empequeñeciendo los ojos apretandolos un poco y subiendo sus mejillas. Era lo mas horrible que hubiera probado antes,pero no se iba a acobardar ahora frente a Matías.

—Tu turno—le puso la botella frente a él. Matías la miró un poco. 

Era verdad que tenía miedo,jamás lo había hecho,pero también estaba cansado de ser un cobarde a los ojos de todos. Pero con Noé se equivocaba,él lo comprendía y no se hubiera burlado de  jamás y en ningún momento lo hacía sentir que tenía que hacerlo algo que no quisiera,pero era que con él sentía que podía hacer lo que fuera y lo lograría pues ahí estaría para cuidarlo,algo que no sentía con nadie mas.

Noé lo observó apesadumbrado,no quería forzarlo a nada que él no quisiera hacer.

—Matías,no tienes que hacerlo si no quieres,es sólo agua ardiente y creeme su nombre lo tiene bien ganado.

—Lo haré,es sólo que me da miedo que me pase algo si me emborracho,aunque sea un poco,podríamos golpearnos al caer o ahogarnos en la fuente.

-¡Hm!.

Noé no había pensado en eso.—Tienes razón vayamos a tu habitación ó la mía asi estaremos mas seguros,pero hagámoslo con cuidado para que tu padre no despierte. Si nos cacha estamos muertos.

Matías asintió. Ambos chicos se dirigieron a la habitación de Matías. tocaron el suelo de madera con la punta del pie solamente para no hacer ruido,la escalera la subieron de igual manera sin tocar la pared con cuadros decorativos.

En la habitación de Matías soltaron el aire contenido,sus corazones galopantes se les saldría del pecho por la garganta y la boca del susto que traían,era la emoción de lo prohibido.

Como era el turno de Matías,éste ya sin pensarlo tanto tomó una gran bocanada del licor que traían, pensó que sería mas fácil, tosió un poco al entrar el liquido de fuego por su garganta.

—Está fuerte—dijo Matías.

Noé esbozó una pequeña sonrisa al ver que Matías se atrevía a hacerlo—Claro que está fuerte ¿quieres mas?.

Tomó otro gran trago,ya no le pareció igual de fuerte,pero igual y le quemó un poco la lengua también. Noé le quitó la botella y dio un gran trago,si Matías podía él también. A penas si llevaban unos tragos cada uno,pero ya le habían bajado bastante a la botella. Cuando tocaron a su puerta.

Era Josefina avisando que podía bajar a cenar,Matías le respondió con una risita contenida que no cenaría que estaba agotado que lo dejaran dormir y que no lo despertaran temprano a él ni a Noé.

—Esta bien,voy a avisar entonces al joven Noé que baje a cenar.

—No,Noé se quedó dormido hace ya rato, me avisó que no cenaría que lo disculpara,déjalo no lo molesten.

—Bueno joven,hasta mañana, descanse.

—Igualmente...

Escucharon a la muchacha alejarse,los dos rieron por lo bajo como si hubiesen hecho una gran travesura. Ya se sentían mareados,estaban acostados en la alfombra con la botella  vacía tirada a los pies,reían por el menor comentario,era la primera vez que bebían. Pero tampoco era que siguieran haciendolo, pero era una experiencia diferente.

—Matías...

—Hm!.

—¿Me echaste de menos?—preguntó Noé.

—Si,como un loco ¿tú?....

—También,espere que me mandaras carta,pero nunca llegó—Sus ojos empezaron a aguarse y un nudo se formó en su garganta entrecortando sus palabras. Matías se dio cuenta y se giró para mirar a Noé llorar un poco por ello,jamás lo imaginó así y sintió vergüenza de si mismo.

—Noé perdoname,sé que lo prometí y te fallé,pero estaba molesto con todos por separarnos que sin pensar también me desquite contigo.

—Yo te extañe Matías,sé que no soy tan demostrativo,pero te extrañe mucho.

—Yo tampoco sé mostrar bien lo que siento,me da pena y miedo de lo que piensen y digan los demás ¿Me comprendes?—mencionó Matías.

Noé asintió—Pero conmigo no debe darte pena,yo te quiero y me gustaría poder decírtelo cuando yo quiera,pero entiendo lo que dices por el hecho de ser hombres no podemos llorar o querer a un amigo y hacerle demostraciones de cariño.

—Es tan absurdo,las mujeres lo tiene mas fácil, si son débiles o frágiles esta perfecto.

—Pero hay cosas de hombres que ellas no pueden hacer—Dijo Noé.

—¿Como qué?—preguntó Matías.

—Abordar a un hombre,robarle un beso o declararse y otras cosas de honbres Matías rió por el comentario de Noé.

—Entonces creo que a mi padre le mintieron y soy mujer,porque yo tampoco puedo hacer nada de eso.

Noé se rompió a carcajadas. Matías trató de hacerlo callar,para que nadie se diera cuenta de lo que estaban haciendo.

—Shhshh! no hagas ruido, nos descubrirán—pidió el rubio.

—Perdon,no pude evitar reír por lo que acabas de decir,no eres una mujer,pero eres mas hermoso que una—enseguida se arrepintió de lo que dijo,pues Matías se giró para verlo por lo que acababa de decir.

Tragó saliva.

—¡Perdon! yo,yo no quise...

—No,esta bien,no tienes que explicarme nada,somos amigos y es normal que nos hablemos con la verdad,jamás le diré a nadie lo que tu y yo hablemos si te parece.

—Sí,los demás no lo entenderían, eso creó—agradeció Noé.

—¿De verdad crees que soy mas hermoso que una mujer?—Preguntó Matías. Noé suspiró hondo y luego soltó el aire contenido,eso a Matías le pareció eterno. 

—Si,desde la primera vez que te vi me pasó,sentí apretado el estomago,me pregunté ¿como era posible que hubiera alguien tan bello? y que fuera un hombre,quería tocarte para ver que fueras de verdad. Me habían hablado tanto de ti,que ya ni quería conocerte por todo lo que decían.

Matías parecía sorprendido de la sinceridad de Noé,pero él también quería decirle lo que pensaba y sentía ahora que tenía valor. 

—Noé,yo sentí algo parecido, pero pensé que era malo,mi nana me dijo que cuando uno se enamora a primera vista siente que el suelo se hunde a tus pies,y mil mariposas vuelan dentro de tu estómago y que inevitablemente sentiría la necesidad de estar cerca de esa persona—Pero yo sentí eso cuando te conocí y me dio miedo,no sé si fueron nervios o qué,pero me sentí parecido a lo que mi nana me describió.

—Es tan extaño lo que nos pasa,yo siento que sólo a ti te extraño mucho, ni a mi padre lo extrañaba tanto—reconoció Noé.

—Yo igual ¿que es esto? jamás oí de nadie mas que sintiera esto,bueno,sólo los novios—Dijo Matías.

—Tal vez sólo nos queremos mucho como amigos—Noé sentía ganas de abrazarlo,tenerlo cerca, pero no sabía como respondería su amigo ante eso,él sabía lo que sentía pero le daba cierto temor decirlo para no ser rechazado.

—No,yo sé que quiero estar cerca se ti todo el tiempo,quiero abrazarte y tocarte —un silencio se hizo en la habitación—Matías tragó saliva—Si no estas seguro esta bien Noé, yo con ser tu amigo y tenerte cerca me es suficiente.

—Sé que está mal lo que sentimos,no sé hasta que punto lo esté,pero sé que debo guardarmelo para mí ¿me entiendes?—Noé sé sintió temeroso.

Matías asintió.

—Te entiendo,también para mi es raro,tal vez sólo estamos borrachos.

Noé hizo algo inesperado para Matías. Se acercó a él lo mas que pudo hasta sentir el aliento de Matías cerca de su rostro y con voz suave le dijo.

—Te amo. Tomó su mejilla y trajo sus labios a los suyos en un suave roce apenas palpable,pero Matías sintió como desfallecía con el contacto de los labios de Noé, estaba pasando,Noé lo estaba besando y él se lo permitía, se lo permitiría todo porque ahora también estaba seguro.

—Te amo Noé—respondió rapidamente mientras Noé inexperto seguía explorando los labios de su amado Matías. Sentían el galopar de sus corazones acelerados,se separó un poco para ver el ardor en sus ojos y sus labios. Esta vez Matías lo tomó por sorpresa y se llevó los labios de Noé a los suyos aprisionandolos suavemente,Noé estaba totalmente recostado en la alfombra y Matías al lado de él con su brazo sirviendole de almohada.

Pasó un largo rato y ellos seguían regalandose caricias en la oscuridad de la habitación,no sentían perversión en ello,sólo un incontenible mar de sentimientos.

—¿De verdad me amas?—preguntó Noé.

—Si,¿porque lo dudas?.

—Porque me parece tan maravilloso que lo hagas,tú, la persona mas buena y limpia que conozco,la mas bella.

—Basta Noé—Me sonrojas,no estoy acostumbrado a que nadie me diga esas cosas. Noé llevó sus labios de vuelta a los Matías,tomó una bocanada de aire,le dijo.

—tus besos son,siguió besándolo con mas ansias.

—¿son qué? preguntó ansioso Matías.

—Son deliciosos—respondió Noé.

Un fuerte golpe lo sacó del profundo sueño en el que cayera desde que llegó de su largo viaje.

—Joven Matías,la cena esta preparada,dice Catalina que baje pronto—Anunció Josefina.

La cabeza la traía amartillada como si hubiera bebido mucho,empezó a recordar. Una larga lágrima rodó por su blanca mejilla, todo había sido un sueño,uno vívido y bello. Ahora sabía la verdad de sus sentimientos ¡Estaba enamorado de su mejor amigo! Y le dolía darse cuenta,él jamás podría corresponderle. ¿Como? habiendo tantas mujeres hermosas. Sus lágrimas se hicieron cada vez mas fuertes.

Josefina siguió llamándolo al no recibir respuesta alguna.

—No tengo apetito,no bajaré,avisa a mi padre. Se tiró de vuelta a su cama,esta vez con un mas lastimero sollozo,¿Como le vería a los ojos y poder fingir ante él?,no podría.  

Su sueño había sido lo que su corazón deseaba y ya tenía la respuesta. Lo había decidido,se alejaría lo mas que pudiera de él,para que jamás se pudiera dar cuenta de lo que sentía.

Bajó a la mañana siguiente muy temprano,sin desayunar siquiera. Noé seguro había llegado ya y no perdería tiempo,se iría directo a ver a su padre. No quería verlo todavía y sentir la culpa de amarlo. 

Bajó las escaleras en completo silencio, la mañana estaba mas helada de lo normal,sintió la brisa fría golpear un poco su rostro. Al terminar de bajar las escaleras se encontró de frente con Noé,sintió el estómago apretado.

*

♥→El viento soplaba furioso. Tomó un gran trago del licor que guardaba en sus ropas,entre la vieja gabardina que algún día perteneció a algún hidalgo. Su sombrero de copa alta también era regalo de su patrón. Argos resoplaba inquieto,golpeó el suelo arenoso con la pezuña de su pata delantera.

—¡Quieto muchacho!—Exclamó el joven Chucho,que esperaba ansioso la llegada de Noé.

A lo lejos diviso la luz que emanaba el vagón principal del tren que trairía de regreso al hijo del administrador de la Condesa. La luz se fue acercando mas.

El estridente sonido de fierros chocando lo previno. El tren estaba frenando. Noé salió de su camarote con apenas una pequeña maleta mal improvisada. Recorrió todo el angosto pasillo,de vagón a vagón. Bajó rápido,el tiempo entre parada y parada era reducido. A lo mas cerca diviso el coche de la Hacienda con el joven Chucho. Argos se veía inquieto y Chucho calentando sus manos con el aliento de su boca.  

Sé aproximo al coche con paso veloz,si tenía suerte llegarían hasta Santa Clara antes de la media noche y podría pasar a ver a su padre ó a alguien que le informará de sus estado actual.

—Noé ¿como estas? hace bastante que no te veía—le estrechó la mano el chofer de la hacienda.

—Bien ¿sabes que fue lo que pasó con mi padre Chucho?—preguntó Noé con él semblante caído,el entrecejo ligeramente contraído.

—No,ya sabes que no estoy en ese lado de la hacienda,mi trabajo está en la entrada principal,cuando el patrón quiera ir al pueblo,tendrás que preguntar al patrón!—Noé resoplo.

Hicieron el largo viaje de vuelta a Santa Clara en completo silencio. Chucho estiraba las riendas de Argos,tenían que apresurar el paso para evitar la noche peligrosa.

Tras un viaje de mas de tres horas se podía divisar el sendero que estaba previo al camino principal que llevaba a la Condesa. Del bolsillo de su saco Noé sacó su reloj, oprimio el botón de la cabeza,éste se abrió. Las manecillas marcaban las once pasadas con cincuenta minutos. 

Chucho estiró fuerte las riendas apurando mas el paso ,Noé sentía nervios en el estómago.

Las piedras golpeaban la rueda delantera de coche de la hacienda,éste tambaleaba incesante.  

Argos por fin frenó al llegar al final del camino apedreado de la hacienda. Una vez detenido el coche,Chucho bajó para ayudar a Noé con su equipaje.

—Yo me encargo—murmuró el joven.

Noé se topó con una Hacienda irreconocible,todo estaba en penumbra y completo silencio. Entró en la gran hacienda buscando a alguno de los empleados que pudiera avisarle a su padre que ya estaba ahí. giró su vista al cielo,se encontró un manto negro azul salpicado de estrellas. Sopló un poco de su aliento,se veía vapor que emanaba su cuerpo. Hacía un frío endemoniado.

Limpió sus botas en la entrada de la hacienda,echó un breve vistazo hacía su lado derecho y después giró su rostro al lado izquierdo. Pero no pudo divisar nada. La noche se volvía mas negra.

Entró por el cuarto de servicio, siguió por el pasillo junto a la recámara de Nabor sin hacer el menor ruido. Subió las escaleras en completo silencio,se paró frente la puerta de Matías y giró la perilla para abrir la puerta, quería pasar un momento ahí solamente y recordar a su amigo. Iba a imaginarlo ahí sentado leyendo ó haciendo cualquier cosa.  

Pero su sorpresa fue grande,lo vio recostado en la cama con la ropa puesta todavía. Parecía que había caído dormido por agotamiento. Todavía llevaba su ropa de vestir y sus calzas puestas.  

Se acercó despacio y sin hacer ruido,se sentó junto a él en la orilla de la cama que quedaba en la parte de arriba. Pasó la mano por su cabello,podía notar que Matías había cambiado mucho,su piel se notaba mas clara que antes. Se veía bastante largo de tamaño, ya tendrían tiempo de compararse en la mañana.

Matías dio un leve suspiro entre sueños—Noé sonrió.

—¿Que estas soñado Matías?—Se preguntó inquieto Noé, Matías se veía tranquilo pero suspiraba y se sonreía poco.

—¡Tus sueños han de ser lindos!—Le dijo acariciando su cabello,se sentía suave al tacto. Se aproximó,el cabello de Matías tenía un olor particular,muy de él.

Le gustaba el aroma de su amigo,su esencia natural era suave y deliciosa.

—¡Te eche tanto de menos!—Le dijo mientras seguía dormido. Escuchó que su amigo abrió sus labios dormido. Acercó su rostro mas para escuchar que decía.

—¡Yo...amo!—Escuchó que decía entre sueños, se estremeció un poco por lo que acababa de decir. Su amigo estaba enamorado,Sintió una leve punzada en el estómago, No sabía bien porque pero le sonrió de vuelta.—¡Me da gusto!Le respondió como si hubiese sido una confesión.—Pero veremos si ella te merece amigo—Conversaba con el como si de verdad pudiera escucharle,le hablaba en susurros para no despertarlo,aún asi charlaba con él.

Le quitó los zapatos y los colocó juntos bajo la cama. Se levantó, fue al armario y buscó alguna sábana para poder arropar a su amigo. Se veía tan adorable,tan tranquilo así dormido que le provocaba abrazarlo y protegerlo.Siempre lo vio tan frágil que lo imaginaba siempre a su lado para cuidarlo.

—Quien es Matías? ¿De quien estas enamorado amigo? Ella debe ser especial para que tu la ames.

*

Bajó las escaleras en completo silencio,sintió la brisa golpear su rostro. La mañana estaba fría.

—Buen día Matías—Matías volteo él rostro nervioso,se topó de frente con Noé.

—¡Hola!—Sintió sus piernas temblar, ahí estaba él parado frente suyo robandole el aliento con su agradable presencia.

Noé se acercó estrechándolo con un cálido abrazo. Le había echado de menos como un loco y ahora lo tenía ahí parado frente a él.

—¡Me da tanto gusto verte amigo!—Le dijo Noé.

—¡A mi también! Ya pasó mas de un año ¿Cuando llegaste?.

—Anoche,era bastante tarde ya cuando llegue. No quise molestar.

—Tu jamás lo haces...

—¿Como estás?—pregunto Noé.

Estaba enamorado,esa era la realidad. La terrible realidad de su vida y se sentía completamente abatido por dentro y no podía hacer nada por cambiar su situación.

—¡Bien! Eso creó—Exclamó.

—¡Hm! pues te ves muy bien,eres mas alto de lo que recuerdo y te ves mejor.

Rió por el comentario. No pudo evitar sentir mariposas.

—Tu te ves muy bien también... 

—Anoche pasé a verte,pero ya estabas dormido.—dijo cambiando el tema.

Matías recordó amanecer arropado,pero imaginó que su nana lo había hecho, no imaginó jamás que Noé había estado tan cerca suyo,recordó su sueño y sintió sus mejillas arder.

—¿Damos un paseo?—Le pidió Noé con un ápice de melancolía en su voz.

Una densa niebla se extendía pesada por toda Santa Clara.

Matías permanecía silencioso por tener presente todavía el recuerdo de aquel sueño tormentoso.

—Veo que sigues siendo introvertido—Matías sonrió con agrado al escuchar eso. asintió y siguió caminando con las manos en los bolsillos.

—Pues realmente no se cómo harás para que la muchacha que amas se fije en ti, siendo de esa manera—Le aconsejó Noé.

—Yo no estoy interesado en ninguna chica—respondió el rubio con un poco de molestia ¿Como podía pensar que él estuviera interesado en alguien más?.

—Oye, no tienes porque molestarte,anoche que estuve en tu habitación escuché que hablabas mientras dormias, por eso lo supuse.

Matías desorbitó los ojos ¿Era posible? Noé lo había escuchado,tal vez dijo algo que no debía.

—¿Que dije?—Preguntó inquieto.

—Descuida sólo dijiste algo asi como—¡Yo te amo! y sonreías un poco.

Matías buscó en su conciencia algo que le ayudará.

—Soñaba con mi madre—Dijo rápido,no podía permitir que su amigo sospechara. Si se daba cuenta seguramente lo repudiaría.

Inevitablemente Noé sintió un alivio en el cuerpo,no es que no deseará que su amigo tuviera novia,pero no estaba seguro todavía que alguna lo mereciera. Él era la persona mas sensible y frágil que conocía, talvez una decepción lo lastimaría de por vida y el no quería eso para su mejor amigo.

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